Café y charla con Gonzalo Fernández

En tren a Vigo. Después de recorrer la misma calle, perdidos, arriba y abajo varias veces, nos encontramos con Gonzalo. 32 años, técnico de un CD Choco que navega por puestos altos de la Tercera División Gallega y el cual desprende una constante sensación de felicidad e ilusión con su trabajo, acorde a la buena temporada que está disfrutando con su equipo.

Gonzalo Fernández es uno de los técnicos más jóvenes de la categoría. Como jugador ha pasado por el fútbol base de RC Celta, hasta que en categoría senior tras su paso por Gondomar y CD Choco, una grave lesión lo apartó de los terrenos de juego. Esto lo llevó rápidamente a los banquillos. Gondomar, Val Miñor, CD Choco, RC Celta, compaginando temporadas en diferentes equipos, hasta que le llegó la oportunidad del primer equipo en su «casa» y tras la salida de los hermanos Montes. Esta es ya su segunda temporada en Redondela.

 

Arrancamos…

FdB: ¿Por qué entrenador?

G.F: Pues sinceramente… cuando jugaba, no tenía inquietudes ni pensaba nunca que sería entrenador. Una persona o unas de las personas que me cambiaron la forma de pensar y la forma de ver esta profesión, fueron los hermanos Montes. Con Marcos, cuando llegó al Gondomar CF, donde yo era jugador en ese momento, fue donde empecé a ver como hacían las cosas y me generó ese sentimiento de saber el porqué de preparar partidos, preparar entrenamientos… Y vas viendo y preguntando por qué hace esto, por qué hace lo otro, por qué jugamos este partido así, por qué preparamos este otro de otra manera… Entonces empiezas a preguntar, a relacionarte, empiezas a ver que te gusta, pruebas…. Pruebas con los niños, que me gustaba. Me gustaba estar cerca, el ambiente que se respira en el fútbol base, me gustó y por ahí empezó.

FdB: El Choco empezó, desde hace unos años en la etapa de los hermanos Montes, una etiqueta de equipo combinativo, con un modelo claro y definido. Y tú, que provienes del Celta también estás asociado a esa misma etiqueta. ¿Crees que es positivo tenerla porque puede abrir otras vías o la imagen de cara al exterior, porque disfrutas, o crees que puede perjudicar?

G.F: Yo creo que si algo tiene bueno el Choco es, desde que yo estoy allí, que es cuando llegan a Tercera División… bueno, ya antes con la directiva que coge el equipo en Preferente. Si algo tiene bueno es eso, que tiene una identidad muy clara. Y que no pierden los nervios en ningún momento. Que los entrenadores cuando están allí… Evidentemente con Jacobo, que es el que asciende al equipo, el equipo ya era combinativo, con una identidad clara, con una forma de jugar muy concreta. Y claro, la directiva lo bueno que tiene es que no hace como a lo mejor otros equipos, que pegan volantazos cada año. Y yo creo que el éxito del Choco es ése. Cada año buscan lo mejor para el club. Evidentemente después puede salir bien o puede salir mal, que el fútbol ya sabemos cómo es, pero si ellos cuando acaba Jacobo Montes y fichan a Marcos Montes por ser Marcos Montes, y Marcos no practica el fútbol que lleva practicando Jaco tres años, para mí, es un volantazo que perjudica al club. Entonces, al final, ellos en lo que se fijan es en quién va a dirigir ese equipo, porque los jugadores que realmente llevan años allí, o creen ellos que son importantes para el club, van a rendir en un modelo de juego o una forma de jugar muy concreta. Ellos son conscientes de eso, de lo que se lleva haciendo en los últimos años y al final es algo que ahora mismo está tan instaurado en Tercera…. Tú ahora preguntas por el Choco, los últimos años en Tercera y todos te dicen más o menos lo mismo, lo que acabas de decir: que es un equipo con un modelo combinativo, que intenta tener la pelota, que intenta jugar mucho tiempo en campo rival, que intenta arriesgar, y al final los entrenadores que pasan por allí tienen esa idea y los jugadores que se fichan van con esa idea.

Entonces, de ahí el éxito del Choco. Al final, económicamente el club no tiene unos recursos brutales pero sí tiene esa identidad. Y sabiendo que va a haber momentos que las cosas no funcionen. A mí el año pasado, era mi primer año en Tercera División. Y la directiva, y los jugadores incluso, podrían… Nosotros en las primeras diez jornadas creo que teníamos 8 puntos. Podrían haber perdido los nervios. En ningún momento. Al final, si hay una idea clara, un camino por donde tirar, que el vestuario va, que el entrenador va y que la directiva va… Porque muchas veces: “sí, sí, nosotros queremos jugar, que se vea una identidad, que el equipo sepamos a lo que juega, a lo que entrena….”. Pero claro, llegan cuatro derrotas seguidas y te dicen… “venga, vamos, al siguiente”. Aquí no. Aquí te dicen: “nosotros vemos que se entrena, vemos que lo que se entrena se intenta hacer. ¿Que por un motivo o por otro no sale? Ya saldrá”. Y los jugadores están tan concienciados, la directiva, el club, el entorno… que al final yo creo que hace que el Choco sea un club especial. Porque es lo que te digo, los recursos económicos del Choco son muy limitados en Tercera División. Y tú ves la clasificación del Choco todos los años y dices: siempre pelea por salvarse y acaba el año entre los 10 primeros. Es porque algo bien se hace. No es porque… “no, es que firma buenos jugadores”. Sí, buenos jugadores los tienen todos los equipos. Y muchos de los jugadores que a lo mejor quiere el Choco firmar en algún momento, no los firma porque los jugadores se van a otro lado. Pero al final, el jugador se da cuenta de que va a un sitio donde ya sabes lo que te vas a encontrar. Y te vas a encontrar a un equipo que, en la relación que tengo con el club en 7 años, entrena increíble, sabe muy bien a lo que quieren jugar. Y es eso, que hay derrotas y no pasa nada, y hay malos momentos y no pasa nada. No hay ese nerviosismo. Eso para un entrenador es increíble. Para un jugador joven, que son muchos los que tenemos, es increíble.

Al final, el Choco tiene que fichar cada año 12 jugadores. ¿Por qué? Porque otros 12 del año anterior se fueron a otros clubs que ellos consideran que van a crecer. Este año se nos fueron tres al Rayo B, uno al Compos… Porque eso es una especie de escaparate donde ellos ven que sí es verdad. ¿Y qué vas a hacer? Si viene el Rayo B, viene el Compos… Tú hazlo lo mejor posible, rinde lo mejor posible y crece. Y al final es de lo que se nutren tanto los jugadores como el club. Evidentemente es complicado porque llega el año y dices: bueno, acabamos el año con buen equipo. Ya, espera tres semanas. A las tres semanas te dicen que les llamó éste, el otro…

FdB: Lo que hablabas de que para el Choco es muy habitual, cuanto menos, rehacer media plantilla. ¿Cómo se gestiona eso como entrenador? Jugadores que están adaptados a la idea del equipo, que acaba la temporada bien y que tienes que reiniciar, no todo el proceso, pero en parte sí.

G.F: Por una parte, tú vas acabando la temporada y sabes que si haces un buen año… Y aún no haciendo un buen año los jugadores que estén realmente bien van a tener ofertas. Entonces, por ejemplo. Un jugador que hace goles y buen año en un equipo que queda 7º va a tener ofertas, sí o sí. Van a ser superiores a las del Choco, sí o sí. Ahora, él tiene que valorar más cosas y tú lo que tienes que hacer es convencerlos durante todo el año anterior de que a ellos les compensa quedarse ahí. ¿Los jóvenes? Yo soy partidario, aunque fastidie como club, como entrenador, de que venga el Rayo B por ejemplo. Digo el Rayo B porque fue curioso que fueron tres para allí. ¿Qué le vas a decir a un chaval de 20 años que jugó 30 partidos en Tercera División? Teníamos un chico, que estaba en edad juvenil y jugó 20 partidos con nosotros. ¿Qué le vas a decir? Viene el Rayo B… No le vas a decir que se quede aquí. ¿Que después sea mejor o peor opción para él? Sí, pero tú tienes que dejarlo. Y alegrarte por él porque al final se lo gana en el campo.. Si esos cuatro-cinco jugadores jóvenes ves que tienen mucha regularidad sabes que el año que viene van a tener ofertas. Y seguramente se vayan. Tú de lo que tienes que irte beneficiando es el buscar otros jóvenes para el año que viene que puedan dar ese rendimiento. Es en lo que estamos. Al final, tú ves nuestras alineaciones y siempre son: cuatro o cinco jugadores de 19-20 años y los veteranos que saben lo que hay.

 

«yo creo que el mayor éxito del equipo es que creo que acabamos jugando como todos queríamos. Y creo que, que un entrenador acabe pensado eso de su equipo es el mayor de los éxitos. Aparte de que te metas o no te metas… es su mayor éxito.»

 

FdB: La columna vertebral un poco.

G.F: Evidentemente, ¿que yo el año pasado acabé muy contento por cómo acabó jugando el equipo? Contentísimo. Yo se lo decía a ellos: mira, para mí, perder en el Barco, que fue el último partido, que nos quedamos a un partido de play-off… hicimos una racha de 16 partidos sin perder que fue lo que nos metió ahí. En la primera vuelta hicimos 26 y en la segunda 33, que a mí me parece una barbaridad hacer 33 puntos en Tercera División. Nos dio la oportunidad de llegar a la última jornada, el partido del Barco, jugándonos algo. Yo les dije; yo creo que el mayor éxito del equipo es que creo que acabamos jugando como todos queríamos. Y creo que, que un entrenador acabe pensado eso de su equipo es el mayor de los éxitos. Aparte de que te metas o no te metas… es su mayor éxito.

FdB2: Es lo que más reconforta.

G.F: Y después los jugadores, la plantilla que tienes es lo que marca la diferencia. Pero que tú acabes el año diciendo: con lo que nos costó al principio instaurar la idea, pasar momentos malos, ver que la idea no sale, ver que tienes momentos que como la cosa no salga se nos va… Y confiar y acabar el año como acabó el equipo, a mí es lo que más me gustó del año pasado. De cara a este año, cuando renovamos, sabemos que tenemos 10-11 jugadores del año pasado, que fueron importantes, seguían con nosotros, entonces creíamos que teníamos mucho andado en el aspecto de la idea de juego, movilidades… etc, pero es cierto que este año por las incorporaciones y la confección de la plantilla, a lo mejor las movilidades y la idea que teníamos el año pasado, debemos matizarlas, para que sean las mas adecuadas para los jugadores y el equipo de este año, todo esto lo que provoca, es la mejora del cuerpo técnico, ya que consigue que nosotros desde nuestra posición, tengamos que darle a la cabeza para darle nuevas soluciones al equipo, y eso hace que cueste su tiempo llevarlo a cabo.

Óscar, mi segundo, que en eso se lo tengo que agradecer, porque siempre está pendiente de que sea consciente de la realidad. Cuando yo salgo un poco disgustado de un entreno o de un partido, porque no jugamos igual que el año pasado, siempre me dice: ”te voy a enseñar un partido del Choco del año pasado a estas alturas, a ver si me dices lo mismo”. “Claro, tú lo que estás haciendo es que te estás acordando del Choco de la jornada 38, pero no te estás acordando del Choco de la jornada 8, cuando estábamos “peleando” con este jugador y con el otro porque esto hay que hacerlo así y así”. Al final, yo también considero, no digo que sea ni mejor ni peor, pero sí que es mucho más difícil y creo que corres muchos más riesgos cuando implantas una idea de tener mucho tiempo el balón, de generar movilidades, de que el equipo crea… Al final, para tener mucho tiempo el balón no es… venga, vamos a dar pases. No, para tener mucho tiempo el balón tiene que haber muchas líneas de pase, el campo tiene que estar muy bien ocupado, tiene que haber una forma racional de mover ese balón, tiene que haber una intención para moverlo y para llegar a algún lado. No es tan fácil. Cuando tú ves que eso lo entrenas y no sale… un día, no pasa nada. Siguiente, tampoco. Tercero no sale… Venga va, que empiece a salir, que está bien lo que entrenamos pero que empiece a salir. Y yo el año pasado tuve esa sensación. La sensación de decir… oye Gonza, que igual te estás equivocando. Y acabar el año viendo cómo jugaba el Choco es increíble. Y este año estamos en el mismo proceso. Evidentemente buscando otras cosas y otras fórmulas para acabar jugando de la misma manera.

FdB2: El punto de exigencia, aparte, es mayor. Personal, digo.

G.F: Sí, claro. Evidentemente. Y de hecho, Óscar siempre me dice: que no vale Gonza, que estás comparando el Choco… y después otra cosa, que los fichajes que hicimos este año, para el Choco, son muy buenos fichajes. Entonces tú ya presupones que esa gente va a pillar tu idea más rápido y no es así. Porque al final tú vienes de un lado, tú vienes de otro lado… Un entrenador te dice: a un MC de derecha a izquierda. Y yo te digo que no siempre debe ser así, entonces, a ese jugador lo tienes que convencer de que eso que le dices es bueno para él y lo va ayudar a mejorar a él y al equipo. Y tienes que saber que él va a fallar muchas veces. Y que a lo mejor él venía haciendo las cosas así y le estaba saliendo bien. Y ahora lo tienes que convencer para que haga lo que quieras y que él vea que ese resultado es beneficioso para él y es beneficioso para el equipo.

Creo que el proceso es largo, es complicado y además otra cosa, que este año el equipo, o el resto de equipos ya conocen nuestra idea. Pero bueno, perdiste dos partidos en casa en todo el año. Y yo creo que jugando muy bien. Y el resto de equipos eso ahora ya lo saben. El resto de equipos intentan contrarrestar esa situación. Cuando un equipo viene a jugar, tú puedes jugar. Pero cuando un equipo viene a contrarrestar, ya no es tan fácil. Porque tienes que buscar más cosas. Y a lo mejor lo que buscas tú el entrenador rival ya lo sabe y te dice: venga, busca otras cosas que ésta ya no te vale.

El proceso es complicado, pero al final como entrenador te exige muchísimo pero también te hace mejorar y ver por donde puedes mejorar a los jugadores y ver por dónde puede mejorar el equipo.

 

«Yo lo primero que busco, y yo lo tengo, por suerte, es fidelidad e implicación. Porque creo que con esas dos cosas y tener un objetivo claro todos, es más fácil que las cosas salgan bien. Creo que si todo el cuerpo técnico tiene eso claro, todos sabemos que hay momentos malos y va a haber cosas que a mí no me gusten; a mi segundo habrá cosas mías que no le gusten; con el preparador físico lo mismo y con el entrenador de porteros lo mismo. Pero si todo el mundo va a lo mismo y quiere lo mismo, evidentemente es fútbol, pero al final, las cosas van a ir mejorando.»

 

FdB: Nos hablabas antes de tu segundo. ¿Qué buscas en un cuerpo técnico? ¿Es un “problema” el encontrar personas para un cuerpo técnico a la hora de salir a entrenar? Encontrar estas personas que te pueden ayudar, que de verdad te aporten y hay gente de sobra con ese perfil.

G.F: Yo lo primero que busco, y yo lo tengo, por suerte, es fidelidad e implicación. Porque creo que con esas dos cosas y tener un objetivo claro todos, es más fácil que las cosas salgan bien. Creo que si todo el cuerpo técnico tiene eso claro, todos sabemos que hay momentos malos y va a haber cosas que a mí no me gusten; a mi segundo habrá cosas mías que no le gusten; con el preparador físico lo mismo y con el entrenador de porteros lo mismo. Pero si todo el mundo va a lo mismo y quiere lo mismo, evidentemente es fútbol, pero al final, las cosas van a ir mejorando. Nosotros tuvimos momentos el año pasado donde entre todos los integrantes del cuerpo técnico nos reunimos para ver que podíamos mejorar o cambiar. A mí no me gusta eso de llegar y decir: venga, aquí hago yo y fuera. No. Todos participamos en todo. De hecho, las alineaciones, las convocatorias, debatimos mucho entre nosotros. Yo creo que todos convivimos todos los días y a lo mejor tú ves cosas que yo no veo. Y creo que si todos tenemos el mismo objetivo, que es que las cosas vayan bien, no va a haber ningún problema. Por eso te decía lo de fidelidad y compromiso. Cuando las cosas van mal es cuestión de sentarse, hablarlo y decir: ¿por qué van mal? Pues por esto, por esto y por esto. Y a lo mejor llega algún momento en que tú no detectes por qué van mal. Pero si tú tienes la idea de que quieres que vayan bien vas a hacer todo lo posible para que vayan. Yo lo mismo, el segundo lo mismo y todos lo mismo. En el mundo del fútbol se debería fichar más cuerpos técnicos que entrenadores. Es mi idea. Porque tal y como está montado ahora mismo, creo que las cosas saldrán más rápido y mejor si tienes a gente de tu confianza trabajando codo con codo.

FdB: En lugar de ayudarte a convencer a los jugadores, tienes que convencerlo a él también.

G.F: Correcto. Es un desgaste que, si yo llevo a mi cuerpo técnico, ese desgaste no lo voy a tener. Ya me voy a centrar sólo en convencer a los jugadores. Y sé que ese cuerpo técnico va a hacer todo lo posible para que las cosas vayan bien. Por eso te decía lo de fidelidad y compromiso. Y creo que los clubs deberían tirar por: Gonza, queremos ficharte. Pero no queremos ficharte a ti. Queremos fichar a tu grupo de trabajo. Porque te fichamos a ti, porque eres el que lidera ese grupo de trabajo, por decirlo así. Pero fichar o intentar llevar al grupo de trabajo, porque es lo mejor para el club y para los integrantes del cuerpo técnico.

Pero mañana me voy a otro equipo y me dicen: tu preparador físico es éste. Y él me va a preguntar cómo es el juego de mi equipo. Y yo le voy a decir: así, así y así. Y él me va a decir: no tienes jugadores para eso. Y yo le digo: sí, sí que tengo. Y él: no, no tienes. Y hay un chico aquí que ya era el segundo del entrenador que ya estaba. “Voy a jugar así”. “No tienes jugadores para eso. Pero yo estoy a tu servicio. Yo estoy a tu servicio y te voy a ayudar en todo”. Vamos a verlo, porque a lo mejor va a haber momentos malos. Porque con mi grupo de trabajo, ellos saben que va a haber momentos malos y son conscientes de que nuestra forma de entrenar y de gestionar el grupo, los primeros meses a lo mejor son complicados.

 

«que a mí no me escuchen mucho tiempo. Yo llegué a decirle que los miércoles no puedo intervenir mucho tiempo. ¿Por qué? Porque a mí ya me escuchan mucho tiempo el jueves, el viernes y el domingo.»

 

FdB2: Y probablemente son responsables de tu éxito por el cual hayas llegado ahí.

G.F:  Evidentemente. El año pasado hubo momentos que lo pasamos mal. Y ya no es que tú tomes sólo o que los involucres en decisiones deportivas, es que al final tú necesitas gente que te apoye en esos momentos. Y que venga el presidente y que sepa que hay cuatros resultados malos y que la grada esté pitando y ellos te digan: tranquilo, que estamos en el camino, que el equipo está bien. Que después puede salir mal, claro. Pero no es lo mismo que salga mal con tu gente o con gente que sabes que ellos también se están jugando mucho pero… nunca es lo mismo que si llevas a tu grupo de trabajo. Y yo estoy totalmente convencido de que el Choco acabó jugando como quería el cuerpo técnico o rindió de esa forma porque los jugadores quisieron, esa la primera. Estoy totalmente convencido de eso. Porque el club venía de un play-off, de ser octavo… y el equipo no arrancaba. Si los jugadores dejan de creer… por mucho que la directiva sí, el año no iba a ser tan bueno, olvídate. Acabarías el año, te salvarías… Primero, por los jugadores. Y después por el cuerpo técnico. La dedicación que tienen es brutal. ¿Por aquí va? Bien. ¿Por aquí no? Vamos a darle una vuelta a esto. Nosotros hasta llegamos al punto de controlar los mensajes que damos a los jugadores y que a mí no me escuchen mucho tiempo. Yo llegué a decirle que los miércoles no puedo intervenir mucho tiempo. ¿Por qué? Porque a mí ya me escuchan mucho tiempo el jueves, el viernes y el domingo.

FdB: Que escuchen otras voces y de “desintoxiquen” de ti un poco también.

G.F: Primeras partes de los entrenos yo no puedo intervenir. Y no porque no sean importantes sino porque considero que vosotros también los tenéis que hacer y segundo que al jugador le viene bien. Por ejemplo, nosotros los informes que hacemos de los equipos rivales los hace el segundo. Si tengo que hablar con un jugador, a lo mejor no hablo yo. Y los jugadores se sorprenden. ¿Por qué no habla Gonza conmigo? ¿Pero por qué tengo que hablar yo? Puede hablar Erik contigo por ejemplo y él transmitírmelo a mí.

FdB: Suelen ser personas más cercanas al jugador, por el cargo.

G.F: Claro.

FdB2: Sacan más información.

G.F: Pero ya no por cosas malas. Sino por cosas buenas. Situación de que tienes un jugador medio tocado y le preguntas: oye, cómo vas. O un jugador que es delantero y esta semana va a jugar en banda.  No tienes que tomártelo como… habla el segundo conmigo, ¿por qué no habla el primero? No. Porque yo no entiendo primero y segundo. Evidentemente que tiene que haber una persona la cual tiene que asumir ciertas responsabilidades y ciertas decisiones que no tiene que asumir un segundo. Pero dentro del cuerpo técnico tiene que ser todo el mundo importante. y el jugador tiene que percibirlo así, tiene que verlo así.

 

«nosotros enfocamos mucho nuestra semana a tener nosotros el balón. Porque es nuestra idea y porque los jugadores que tenemos van a rendir mucho más en ese contexto de partido.»

 

FdB: Ya metiéndonos en lo referido al entrenamiento, vamos a comenzar con algo un poco “general”. ¿Cómo puede ser una semana tipo del Choco? A grandes rasgos. Y cómo preparáis esa semana.

G.F: Nosotros, creo que nuestra forma de trabajar, a veces… y lo digo porque yo también como jugador también me pasaba a veces. Nosotros tenemos una manera de trabajar y de ver el entrenamiento dándole muchísima importancia, creemos mucho en la semana de entreno. Pero importancia de cara al domingo. Me refiero que a veces creo que somos demasiado pesados en cuanto a qué hace el equipo rival. Y trabajamos así porque yo considero que si tú eres un equipo dominante en la liga en la que estás, a lo mejor no te tienes que preocupar tanto de los rivales. Sí evidentemente tienes que tener toda la información posible porque te va a ayudar durante la semana y durante el partido, pero creo que si no lo eres tienes que tener el mayor conocimiento posible del rival. Y el jugador lo tiene que tener. ¿El problema de eso? Que tú no sabes lo que va a hacer el equipo rival durante esa semana. Tú a veces preparas para jugar contra un 5-4-1 en rombo porque es lo que llevan haciendo durante toda la temporada y llegan a jugar contra el Choco y te juegan 4-4-2. Y tú dices: ¿la semana de entrenamiento qué? La tiraste a la basura. Y eso pasa. Pero con esta forma de trabajar… al final los entrenadores no cambiamos tanto. No hay un cambio cada semana de 3-4-3, a 4-4-2, a 5-4-1, a 3-5-2, a 4-2-3-1. Lo que va bien, va bien. Y lo que funciona, funciona. Y dentro de ese funcionamiento hay unos pequeños matices. Que evidentemente tú estás abierto a esos matices. Pero sí que intentamos, a lo mejor, fijarnos mucho si juegan con un punta o juegan con dos. Si juegan con cuatro centrocampistas, cuál es la distribución: si es en rombo, si es en línea, si es 2 y 1… ¿Para qué? Para ver los espacios. Porque nosotros enfocamos mucho nuestra semana a tener nosotros el balón. Porque es nuestra idea y porque los jugadores que tenemos van a rendir mucho más en ese contexto de partido. A nosotros nos llevas a un partido donde hay transición, donde haya juego directo, donde haya muchas acciones a balón parado y nosotros sufrimos más. ¿Nos adaptamos? Sí, pero nosotros queremos llevar el partido a donde nosotros queremos.

Nuestra semana de entrenamiento parte… ahora hay una plataforma que compartimos todos los equipos de Tercera División que para mí es increíble. Las grabaciones a veces son mejorables, pero te da una información brutal. Y nosotros entre el segundo y yo vemos, si van 10 jornadas, igual vemos 6 partidos del equipo rival. Yo intento ver siempre antes el último partido del equipo contra el que vamos a jugar y en el escenario donde vamos a jugar. Si juega fuera cómo se comporta o si juega en casa. Entonces ya veo los dos comportamientos de ese equipo. Y ya ves más o menos los partidos anteriores. El segundo hace lo mismo y se encarga más del tema del balón parado. Y yo del nivel individual y tal. A partir de ahí nosotros el lunes o martes… como el lunes suele ser un entrenamiento de recuperación, de compensación de los que jugaron y los que no jugaron hacen trabajo compensatorio. Otra cosa que nosotros le damos mucha importancia. Mucha importancia al trabajo del lunes. Y creo que es muy importante. Al final de temporada creo que te da mucho más de lo que la gente pueda llegar a pensar. Los jugadores llegan allí el lunes y dicen: “aún encima de no jugar…”, “aún encima de no ir convocado…”, “jugué 15 minutos y ahora tengo que correr como si jugara un partido, pero no lo estoy jugando”. Y le damos muchísima importancia a eso. Creo que esos jugadores notan mucho menos la diferencia, a final de temporada, a nivel físico con el resto, porque es evidente que si tú juegas titular los 90 minutos durante 10 jornadas y otro juega 20 minutos cada partido, en la jornada 20 la diferencia física y de ritmo es abismal. Entonces nosotros lo que intentamos es que eso se note lo menos posible y le damos mucha importancia al entrenamiento del lunes.

Y lo que intentamos es: que los jugadores que hicieran 90′ o más de 45′, hagan trabajo de recuperación. Como creo que esos jugadores ya son importantes porque ya jugaron, el segundo y yo estamos con los jugadores que menos minutos tuvieron esa semana, por lo que sea. Pero creo que todos son importantes y que todos deben sentirse importantes. También hacemos que los que están haciendo el trabajo de recuperación estén participando del entrenamiento de los que esa semana pues no participaron de inicio, porque para mí una de las claves es que todo el mundo aporte hasta final de temporada. Las temporadas son larguísimas. Larguísimas. Y hay jornadas donde dices: ostia tengo 22 jugadores. Y hay otra, la semana siguiente y dices: tengo 12, pero, ¿qué pasa aquí? Pues si esos 22 de la primera no están contentos, cuando tengas 12 ya no van a rendir. Es un día que le damos mucha importancia. Es un día que yo participo menos a nivel activo, por decirlo así, pero estoy siempre pendiente. Lunes-martes preparamos la semana de entrenamiento. Y eso, enfocando mucho en lo que hace el rival. ¿Por qué? Por lo que te decía, que si no eres un equipo dominante pues tienes que ceñirte mucho a lo que hace el equipo rival. A partir de ahí, después en el partido si ellos cambian de sistema… pero la forma de jugar va a ser la misma. Si un equipo juega directo, va a jugar directo el 90% de las veces. Si me dices: es que lo viste la primera jornada y tal… Vale. Pero si van 10 jornadas y ese equipo jugó directo 10 jornadas, va a jugar. Si un equipo va a jugar a transición continua, va a jugar a transición continua. Ya sea 4-3-3, 4-4-2 o 5-4-1. Va a jugar a transición. Si un equipo va a combinar, ya lo hará con el sistema que sea, pero va a combinar. Y después fijarte en los jugadores que menos conoces y en los patrones que tienen. Entonces, creo que el jugador debe tener mucha información. A veces seguramente que seamos pesados en eso, pero creo que es algo que el jugador que quiere crecer y quiere mejorar, lo asume. Y después también, en eso sí que me centro yo más, porque creo que es un trabajo que a mí me gusta y creo que acelera el proceso, en hacer muchos cortes de vídeo a los jugadores a nivel individual. Creo que no es lo mismo decirle “muévete a la derecha”. “Es que me moví”. “No te moviste”. “Que sí, que sí que me moví”. Ve el vídeo… “no, no me moví”. Pues ya está.

Después ayuda mucho al jugador que piensa que no está rindiendo bien o no está haciendo las cosas. Aun jugado de titular, 60-70′ y dice: Gonza, no estoy cómodo. Y sobre todo en estos inicios. Le enseñas el vídeo y se va para casa mucho más tranquilos: “A lo mejor soy yo que le doy muchas vueltas a la cabeza”. Y dentro de los recursos que tenemos pues sí que intentamos hacer toda esa información sin llegar a desgastar al jugador pero sí que maneje esa información. Arriesgándote a lo que te dije antes: que tú prepares para enfrentar a un equipo rival en 5-4-1 con una movilidad de ocupar unos espacios, atacar una zona… Y te cambien el sistema. Pero también te arriesgas cuando tú preparas una semana para atacarle al lateral derecho y el lateral derecho el viernes se pone enfermo y juega otro lateral derecho. Si tú preparas algo no sabes lo que va a pasar en el otro bando. Pero entonces nosotros intentamos que ellos sepan qué hace el equipo rival en los cuatro momentos del partido. Y el viernes normalmente hacemos balón parado. Y es esa la idea que tenemos.

El miércoles le solemos hace la presentación del equipo rival para que ellos sepan también lo que vamos a entrenar, que creo que es muy importante. Saber lo que van a entrenar, saber por qué están haciendo las tareas. Y a partir de ahí aparecen las dudas. “Oye Gonza que me dijiste esto…”. “Oye Óscar que aquí no me siento cómodo”. Vale, pues vamos a intentar hacerlo así. Y ahí es donde aparecen todas las dudas. Es nuestra forma de trabajar.

 

para mí una de las claves es que todo el mundo aporte hasta final de temporada. Las temporadas son larguísimas. Larguísimas. Y hay jornadas donde dices: ostia tengo 22 jugadores. Y hay otra, la semana siguiente y dices: tengo 12, pero, ¿qué pasa aquí? Pues si esos 22 de la primera no están contentos, cuando tengas 12 ya no van a rendir.

 

FdB: ¿Tenéis un “esquema semanal” de vuestra semana? ¿Cómo combates la “rutina” del entrenamiento? Jugadores que quieren saber qué van a hacer cada día. No lo mismo, sino la misma modalidad de tareas, espacios… Dentro de que es totalmente distinto siempre.

G.F: Yo creo que es muy difícil que un jugador acabe el año… al final la rutina de entrenamiento de todos los equipos es una rutina más o menos determinada. Nosotros lo que buscamos que se adapte lo máximo posible al partido del domingo. Pero dentro de la modalidad de tareas que tienes, son parecidas. Yo creo que el jugador, primero, tiene que ir a entrenar y divertirse. Y que vea, que para mí es lo más importante, que lo que tú entrenas, lo llevas a cabo el domingo. Porque no vale de nada entrenar una cosa y llegar al partido… Entrenar a transiciones y llega el partido y quieres tener posesiones largas. No, yo es que hago juegos de posición todos los días y llega el domingo y juego directo.

Entonces, el jugador tiene que identificar que lo que está haciendo le vale para algo. Se tiene que divertir dentro de lo que es el propio entrenamiento y después, que vea que hay una variedad dentro de lo que es la propia rutina. Nosotros nos gusta mucho el tema de espacios reducidos los miércoles… Llega un momento en que si tú quieres dividir el grupo, tienes 22 jugadores. Son 11 y 11. Vale, un día los puedes partir en 8 y 14, otro día de otra manera… pero la modalidad, tú te quedas con que siempre hacen esto, esto y esto. Vale, pero el objetivo es totalmente diferente un día y otro. A lo mejor nosotros un miércoles, hacemos una tarea que nosotros le llamamos tarea de ritmo de pelota. Normalmente la distribución es 9×9+2 comodines. Y ellos a lo mejor ya saben que vienen los rondos y el 9×9+2. Pero te están escuchando para ver qué premisas hay. A lo mejor un día son 3 pases por zona. Y tú vas a ver el entreno una semana y vas la siguiente: pero esto ya lo hicieron. Y no tiene nada que ver.

Una rueda de pases para calentar. A lo mejor esa rueda de pases hoy sólo tiene el componente técnico de control y pase, y a lo mejor los ves la semana siguiente en rueda de pases… “esto ya lo hicieron la semana pasada”. Pero hoy ya tiene un componente táctico. Un movimiento de ruptura en última línea, un movimiento de apoyo del jugador de banda para darle continuidad al juego… tiene cosas diferentes. Entonces, yo creo que el jugador lo que quiere es eso. Lo que quiere ver es que lo que entrenas le sirve a él para mejorar individualmente y para que el equipo mejore.

 

«el jugador tiene que identificar que lo que está haciendo le vale para algo. Se tiene que divertir dentro de lo que es el propio entrenamiento y después, que vea que hay una variedad dentro de lo que es la propia rutina.»

 

FdB: Lo más importante del entreno, bueno son las dos cosas, pero si tuvieras que priorizar en algo, ¿sería el diseño de la propia tarea o el feedback que le das al jugador?

G.F: Yo creo que cuando tú diseñas una tarea tienes que tener muy claro para qué la quieres. Básicamente porque evidentemente no es lo mismo que yo te explique ahora una tarea y te diga: vamos a hacer esto, para esto, esto y esto. Y que le diga a él: venga, llévala al campo.

FdB2: Cambia.

G.F: La lleva al campo, la hace él y no es lo mismo. Primero porque tú no la diseñas. Ya no la sientes propia. Y yo creo que el jugador tiene que notar que tú haces eso por algo. Y que cuando tú paras y corriges, que tengas muy claro por qué lo haces. Tú cuando haces una tarea tienes un objetivo claro. Entonces, yo creo que lo más importante es diseñar la tarea, sentirla y lo más importante y difícil, hacer que el jugador la viva. Y que el jugador haga lo que tú realmente quieres. Hay tareas que a lo mejor tú simulas lo que hace el equipo rival, y tiene una forma de jugar muy distinta a la tuya. Pues tus jugadores, que no tienen interiorizada esa forma de jugar, no la hacen. Y tienes que decirle: «ey, que tú ahora mismo no eres del Choco, eres del… del Liverpool«. Transita. Dale. Pero que ellos interioricen que eso que están haciendo les sirve para algo. Que después cuando tú estés trabajando sólo para tu equipo, que realmente le den mucha importancia.

Yo me acuerdo que el año pasado, cuando llegué, le daba mucha importancia al tema de las orientaciones, del control y el pase, ocupar bien los espacios… Y había varios jugadores que me decían: “ahora desde el banquillo se ve todo muy cómodo. Pero hace un par de años bien que no te resultaba tan fácil”. (Risas) Y los ves, y ellos ven que tú quieres que eso salga. Y que tú tienes claro para qué lo haces. Yo creo que muchas veces los jugadores dejan de creer en ti, o uno de los motivos por los que dejan de creer en el entrenador, es porque ven que el entrenador no tiene claro qué quiere hacer. Y eso se ve en las tareas. En las tareas donde un jugador te dice: “eh, para. ¿Y ahora qué hago? Es que aquí me está pasando esto”. Y tú dices… ostia, para. No tienes preparada la tarea. Yo cuando me planto a preparar una semana yo pienso siempre en lo que pueda pasar. Primero, la tarea más simple del mundo, imagínate: 6 pases-gol. ¿Qué puede pasar aquí? Puede pasar que tengas que decir los toques, puede pasar que no salga por el espacio. Medir bien el espacio. Y después dónde puede estar la trampa, para que el jugador, en el momento en que la vea, porque hay muchos que la ven. Hay otros que la hacen.

A mí me pasa mucho eso, me preparo mucho eso. Es un síntoma de que tú tienes muy claro para qué haces la tarea. Cuando un jugador te pregunta… si sólo pueden ir 5 a apretar a campo rival y entra un sexto. Y dices: no, sólo cinco. ¿Y por qué sólo cinco? Pues porque quiero preparar esto, esto y esto. Vale, y si viene uno más en apoyo, ¿puedo perseguirlo o no? Si no le dejas que persiga porque te interesa a ti a lo mejor es muy irreal. Entonces el jugador que no puede perseguir se enfada, porque lo bailan. Metes un 7×5 en campo rival y lo bailan. Y el que está en este campo te dice: joder, ¿por qué no puedo perseguir? Y tú le dices: por esto. Y el jugador al igual que tú, está pensando: esto no es real, yo esto el domingo no lo voy a hacer. Ya, pero lo va a hacer el otro equipo. Vale, pues intenta hacerlo más real. Deja que si venga uno en apoyo que lo persigan. A lo mejor no tienes que hacerlo porque no persigue el equipo rival o porque a ti no te interesa, pero intenta hacerlo lo más real posible, porque al jugador tampoco le gusta… tú trabajo está muy bien y está muy bien que me prepares para el partido, pero no me lo hagas pasar mal a mí porque sí.

 

«el jugador tiene que notar que tú haces eso por algo. Y que cuando tú paras y corriges, que tengas muy claro por qué lo haces. Tú cuando haces una tarea tienes un objetivo claro. Entonces, yo creo que lo más importante es diseñar la tarea, sentirla y lo más importante y difícil, hacer que el jugador la viva.»

 

FdB2: O no me hagas sentir suplente haciendo del equipo rival.

G.F: No, no, nosotros simulamos mucho los patrones que más repite el equipo rival, en las tareas cambiando roles, en cada serie, por eso los jugadores del Choco normalmente pasan todos por ambos roles, simulando al equipo rival y siendo el Choco en las situaciones que queremos trabajar. A lo que me refiero es que el jugador en cualquier tarea, por muy simple que sea, si es competitiva siempre quiere ganar, por lo tanto, tu como encargado de hacer y del transcurso de esta debes, tener todo controlado y saber lo que puede pasar, para anticiparte a todo eso.

Por ejemplo, una tarea de comodines por fuera y ¿permites pases entre comodines o no? Sí. Si los permites, es que es imposible porque son cuatro más. Vale, pues no los permito. Entonces se mantienen sólo marcando a los de dentro y ya no hay la continuidad que tú quieres. Vale, pues sí los permito pero sólo cuento un pase, para que salten. Y al final lo que haces es que los jugadores defensivos quieran recuperar el balón y no se sientan puteados. Si vosotros os estáis dando pases: 1-2, 3-4, 5-6… y yo salto, ya encuentran al libre. Pero si yo os dais 7 pases, pero sólo cuento uno, el defensa salta a robar y encuentran al libre. Pero no se siente puteado. El atacante no se siente beneficiado. Todos contentos y la tarea sale. En el momento en que tú no pones una premisa o pones una premisa de más… Creo que el entrenamiento es mucho más difícil de lo que la gente cree. Y entrenar bien creo que es mucho más difícil de lo que la gente cree. Y es eso, en mayores al final ellos siempre te buscan las cosquillas, pero en pequeños, a mí me gusta entrenarlos porque ellos te hacen ver cuándo la tarea es buena o mala, porque ellos hacen lo que tú les digas. Si tú ves que pusiste un 5×5 y no tiene la continuidad que tú quieres o que no sale, ya te están diciendo que tienes que poner comodines. Te lo dicen, sin decirlo, ya lo ves. Cuando ves que hay un 5×5+2 y no sale, hay que meter un tercero. Y cuando pusiste 6 y no roban una… Te lo dicen ellos, sin decírtelo, simplemente a través del propio juego. Los mayores ya buscan ellos su propio interés y ganar. Los pequeños no, ya te van diciendo por dónde ir.

 

uno de los motivos por los que dejan de creer en el entrenador, es porque ven que el entrenador no tiene claro qué quiere hacer. Y eso se ve en las tareas.

 

FdB: ¿Prefieres tareas más jugadas? Hay entrenadores que les gusta “automatizar” determinadas cosas de forma más analítica… Y también, no siendo cosas totalmente contrapuestas, tú como entrenador y pensando en el jugador, ¿crees que prefieren más el entendimiento del juego o automatizar para resolver los problemas? Es probable que esto también suceda por la duración de los procesos. Justamente en tu club no, por lo que comentas, pero es habitual que sean periodos cortos y quizás los entrenadores buscan hacer rápido determinadas cosas que crean que les van a dar rendimiento inmediato.

G.F: Yo lo hablo mucho con entrenadores cercanos a mi. A veces cuando durante el proceso te pones a ver cómo va la evolución de tu equipo… Yo creo que nosotros cuando empezamos a entrenar queremos abarcar muchas cosas. Y cuando quieres abarcar muchas cosas abarcas menos de las que consideras y de las que crees. Y eso es un problema. Porque tú empiezas a meter información al jugador: “bum, bum, bum, bum…” Y el jugador se queda sólo con “bum”. A lo mejor tienes que ir poco, poco, poco… Pero también, si el proceso es largo es mucho más enriquecedor que, a lo mejor, el jugador pase unos momentos difíciles y complicados, donde a lo mejor te quiera matar… Y tú te arriesgas a que el jugador te diga: «no me rompas la cabeza». Pero esto pasa con la sobreinformación como con la poca información. Al jugador, con muy poco no le vale y con mucho le saturas. Y aparte de esa información tú tienes que conseguir unos resultados. “Tu equipo juega muy bien” o “tu equipo no juega a nada, pero gana”. La mítica. Pues hará cosas bien. Es imposible que tu equipo no juegue a nada pero gane. Un equipo que gana todos los partidos 1-0, algo hace bien, que es, que en el momento en que se pone por delante, no pierde. Ya lo hace bien. Que te guste más o menos a ti ya es otra cosa, pero lo hace. Un equipo que juega a replegar y correr o que juega a replegarse simplemente y que juega a no encajar y saber que va a tener un balón parado y que lo va a marcar o que tiene un porcentaje muy alto de hacer gol… vale, perfecto. Es otra forma. Pero porque creo que a lo mejor no controlo tanto esa faceta del juego como puede controlar otra persona. Que me guste más o menos es otra cosa.

Y después, si tú a los jugadores, no le das información… van allí, se lo pasan bien… pero no vale. Con mucha los saturas. Entonces tienes que ir midiendo.

 

«Creo que el entrenamiento es mucho más difícil de lo que la gente cree.»

 

FdB2: E individualizando. Y cómo es cada uno.

G.F: Claro, cómo es cada uno. Sabiendo lo que le puedes decir a uno y lo que le puedes decir a otro. Lo que le preocupa a uno y lo que le preocupa al otro.

Y a mí me gustan mucho las tareas jugadas. Soy mucho de partidos condicionados en función del rival, en función de lo que buscas. Nuestra forma de entrenar es: una parte del entreno donde el jugador esté mucho en contacto con el balón. A lo mejor en espacios más reducidos. Más jugadores o menos pero espacios más reducidos y donde toquen muchas veces el balón y repitan mucho. y después ya una parte más táctica, con menor nivel de participación pero donde él entienda lo que tiene que hacer en cada momento o de cara al partido. Pero sí que soy más de tareas más jugadas que de tareas analíticas.

FdB: Ahora que hablabas de partidos condicionados y situaciones reducidas. ¿Prefieres trabajar con grupos más reducidos o grupo entero y poniendo el foco por ejemplo en el 6?

G.F: Sí, somos más de trabajo colectivo que individualizado. Yo creo que al final tú puedes trabajar por líneas o por grupos, pero creo que realmente donde ellos se van a ver o donde ellos van a ver que la situación es real de verdad es cuando tiene una oposición, cuando tiene sus compañeros al lado.

FdB: Que se reconozca en el juego.

G.F: Correcto. Donde él sepa que se tiene que relacionar con todos los cercanos, con los alejados y, para mí, es más rico. ¿Que a lo mejor el proceso es más lento? Seguramente. Pero tú a lo mejor coges a la línea de cuatro y te pones a hacer un ataque-defensa y dices: “cierra los pasillos, orienta, en centro lateral las marcas en área, los despejes…”. Seguramente para el jugador, individualmente sea más rápido del proceso, pero yo creo que después aparecen… un mediocentro que no estaba en esa línea de cuatro y se mete en una zona que no se tiene que meter. Y el central dice: “¿Y éste que hace aquí?”. Hay más circunstancias y más jugadores y más espacios donde tú en un 11×11, poniendo las condiciones y las reglas que tú quieres, puedes conseguir eso. A lo mejor tu juegas un 11×11 pero lo que realmente estás trabajando es la línea de cuatro. Pero ya le dices al equipo rival: tenéis que atacar por aquí, por aquí y por aquí. Y a lo mejor esa línea de cuatro en ese momento el lateral derecho no defiende, pero ya están en un contexto, en una situación real de 11×11 donde yo creo que le queda mucho más claro. Pero también te digo, igual es más lento que de la otra forma.

FdB: Dos cuestiones que se relacionan. Primero lo relacionado con la movilidad o circulación de jugadores, y el cómo entrenarla, y te lo enlazo con dos tipos de tareas como son las ruedas de pase y las evoluciones que tienen muchos detractores y muchos fans. ¿Cómo la entrenas tú y qué opinión tiene de este tipo de tareas?

G.F: Yo la movilidad, creo que la puedes trabajar de las dos formas. Una es la analítica, que nosotros la hacemos muchas veces. Donde tú pones un 11×0 o simulas con conos, picas o lo que sea, su sistema defensivo. El problema es que los conos no se mueven. Y el domingo se van a mover. A partir de ahí es cuando tú lo tienes muy claro y un cono que tú lo tenías en la izquierda a 8 metros del lateral, el domingo, a ese cono no le apetece ponerse a 8 metros, se pone a 15. El espacio ya no está en el mismo sitio, entonces a tu lateral ya le entran las dudas: “el viernes estaba aquí el espacio y ahora está ahí”. Eso a nosotros nos pasa. Nosotros trabajamos mucho la salida de balón de 3×2, 2×1, mediocentro lateralizarlo, un jugador siempre detrás de su línea de delanteros, gente ganando espaldas, gente fijando a última línea… ¿Qué pasa?  Que el equipo rival siempre juega con un punta y llega el domingo y juega con tres. O con dos entre central y lateral. Lo que tienes que tener más o menos claro es las diferentes opciones que ellos pueden llegar a tener o que pueden llegar a encontrarse en un campo de fútbol. Nos pasó hace poco. Teníamos trabajadas situaciones de 3×2 porque jugaban con 2. Y de repente juegan con 1. Y tú le dices: “salida de dos”. Y a los 2′, el entrenador de ellos que también lo está viendo pues le dice: “pues ahora de dos”. Y nosotros de 3 entonces. Y el mediocentro a no sé dónde. Lo haces, pero con una preparación previa.

Lo de analítico o jugado, yo creo que no trabajas lo mismo porque de forma analítica es lo que te digo, tú los pones en el posicionamiento que crees que más se va a repetir durante el juego pero esos conos se mueven el domingo. Tú pones el sistema. Ellos juegan 4-5-1 o 5-4-1 o 4-4-2. Los espacios están aquí, aquí y aquí. Y los vamos a ocupar así, así y así. ¿Problema? El cono no se mueve. Y ese cono puede haber llegado a línea de fondo y no le dio tiempo a colocarse o lo que sea. El espacio ya no está en el mismo lado. O que te cambian. El mediocentro en lugar de jugar de una manera juega de otra. Pues ya no está en el mismo sitio. Entonces, creo que el jugador tiene que identificar qué movilidad quieres, dónde están los espacios de ese sistema y a partir de ahí, para qué quieres la movilidad. Para mí es lo más importante, que el jugador identifique para qué lo quieres, para qué haces esa movilidad. Porque tú a lo mejor la quieres para hacer daño por ese lado o para atraer y hacer daño por el otro lado. O para traer gente y jugar un poco más directo. O simplemente para salir de la presión con 4 jugadores. Eso es lo que creo que tiene que tener claro el jugador. Y evidentemente, a mí me gustan las dos. Creo que si siempre haces analítico llega un momento en que el jugador desconecta. Sí te atiende a ver si la movilidad es nueva y cómo es, pero al minuto el ejercicio ya no vale. Es mi percepción, porque creo en eso. No hay oposición, entonces al final los pases… bien, pero tienes que estar más encima. ¿La otra? Lo que te hace es que, a lo mejor, la movilidad no salga tan clara, por lo que te digo: los jugadores se mueven, ya hay oposición, ya hay jugadores que aprietan… Tú dices: “éste jugador se coloca aquí”. Pero a lo mejor ese jugador en el momento en que recibes es un bestia defensivamente, salta a por ti y no es lo mismo que el otro mediocentro. El otro no salta nunca y éste salta siempre. O les dices que el que salta siempre es el derecho, pero en ese momento están cambiados, y ya es distinto. Ahí es donde ven ellos esa situación más real y ven lo que puede pasar. Pero sí me gustan las dos. De hecho, nosotros hacemos las dos.

FdB: En equipos que son combinativos como vosotros, en realidad en todos, pero especialmente los vuestros, el trabajo de los jugadores que están alejados, que no participan, o que van a pasar mucho tiempo sin tocar el balón pero que son muy importantes y muchas veces no son conscientes de ello. ¿Cómo le haces entender eso? ¿Es lo más difícil? Que a pesar de estar lejos, estén conectados con el juego.

G.F: Es lo más difícil. El jugador normalmente juega al fútbol porque quiere tocarla, quiere tener el balón. Otra cosa es que tú le digas: “ponte aquí porque este tío no va a saltar. Si tú te pones ahí, no va a saltar”. Pero claro, llega un momento en que el jugador dice: “yo me meto”. Y es difícil de convencerlos. Pero es lo que te decía al principio. Si el jugador ve y cree realmente en lo que tú le dices y se cumple el domingo, van a hacerlo. Independientemente de que después ganes o no. Luego va a llegar un momento en que el proceso les tiene que dar algo. Yo estoy fijando aquí, vale, pero veo que después me la llevan allí o que el equipo sale beneficiado para generar ocasiones de gol.

FdB: ¿Y eres flexible, por ejemplo, lo que decías antes, si un jugador está fijando pero lleva tiempo sin contactar con la pelota, que lo dejes ir para que, aunque perjudique momentáneamente al equipo, se sienta más partícipe por tocar la pelota?

G.F: Sí. soy flexible. Intento no serlo pero al final tienes que serlo.

FdB: Forma parte un poco de la gestión, digamos.

G.F: Y de que cada domingo a lo mejor los jugadores no lo ven, pero tú a lo mejor este domingo juegas con un extremo. Él juega bien, el equipo gana. Te estoy poniendo la situación más extrema. Y el siguiente domingo ese jugador no juega. Porque a lo mejor hay otro jugador que puede hacer una función que tú crees que puede pasar durante el partido que no va a hacer el otro. De ahí lo de ser flexible. ¿Durante los 90′ se va a cumplir eso que haces? Evidentemente no. Porque hay jugadores que desconectan. Y hay que estar encima. Interiorizar eso es muy difícil. Tú quieres que se consiga el máximo tiempo posible porque es la mejor forma para ganar el partido, para llevarlo a tu terreno. Intento hacerlo pero yo soy mucho más de, de hecho, ahora mismo yo creo que estamos en ese proceso. Que ellos entiendan que para mí la forma de entender la posesión o el juego de posición o como quieras llamarlo es más que ellos entiendan qué espacios queremos crear y qué espacios se tienen que ocupar después de crearlos que hacerlo con los jugadores: tú lo haces aquí, tú aquí y tú aquí. Al final el partido te lleva a muchas situaciones.

Nosotros el año pasado llegamos un momento que sabíamos con quién teníamos que hacer la transición, dónde, cuándo… pero eso nos costó mucho, el juego de posición. Si este jugador se mueve aquí este tiene que ir allí. Yo creo que al principio se lo tienes que ir marcando y ser menos flexible. Llega un momento cuando entienden, ya no sólo el que éste se va aquí, sino que entienden el porqué de lo que quieres, a partir de ahí el jugador se suelta. Y lo de las movilidades al final, tú las haces para “ey, éste se va a ir fuera. A éste lo van a perseguir”. A lo mejor tú no quieres que la toque éste. “A éste lo van a perseguir, ven tú a recibir y a partir de ahí la tenemos”. O que venga otro. Nosotros a veces hacemos una movilidad con el punta. Otra, el punta se queda fijando. Y va a llegar. O espero, que llegue el momento, como el año pasado, que llegó un momento que nosotros ocupábamos los espacios y decías: el mediapunta está ahora jugando de punta. Evidentemente no es sencillo.

Yo lo que no puedo hacer como entrenador es que si el punta no es capaz o le cuesta venir al pie porque es de espacio, no le voy a dejar venir al pie. Pero a lo mejor lo que hacía el punta era estirar sólo para generar ese espacio. Y ahí era o mediapunta o medio de banda, el que esté más cerca. Al principio era mediapunta. Y venía el medio de banda. Pero yo no quería. A lo mejor ese espacio se generó 10 veces y el mediapunta lo ocupó dos. A lo mejor la evolución del equipo está en que en dos meses la ocupe 6. Y después 10. Y a partir de ahí ya: o mediapunta o medio de banda. Me da igual, el que esté más cerca. Y a partir de ahí es la evolución buena del equipo, creo yo.

FdB: A nivel metodológico, incluso a nivel de aspectos del juego, ¿crees en ver, leer o estudiar de otros deportes? Balonmano, baloncesto… para poder aplicar en fútbol.

G.F: Me gustan todos los deportes, me gusta verlos todos, pero lo que más veo es fútbol, sobretodo diferentes campeonatos y diferentes ligas, porque creo que cambia mucho el fútbol dependiendo donde se juegue, y ahí si que puedes sacar muchas conclusiones y cosas para analizar.

FdB: Por lo que dijiste antes intuyo que sí, ¿pero crees en la inclusión en la dinámica de entrenos y partidos de los juveniles? Tanto porque los jugadores den el nivel como por querer tirar de ellos para que den.

G.F: Nosotros la suerte que tenemos es que el entrenador de juveniles es jugador del primer equipo y además de que intentamos jugar a algo muy similar, la forma de entrenar es muy parecida. El año pasado teníamos 2-3 jugadores que siempre entrenaban con nosotros y cuando no iban con nosotros, iban a jugar con los juveniles. Y este año creo que ya participaron todos los juveniles con nosotros entrenando. Y hay uno que siempre entrena con nosotros. Creo que eso le hace mejorar al jugador. A nosotros nos da mucho porque a nivel de entrenamiento para nosotros es un lujo el poder contar siempre con 22 jugadores y sepas siempre que los vas a tener. Sea uno o sea otro. Y al equipo de juveniles también le viene muy bien por el nivel de ritmo y de competición. La forma de entrenar es muy similar y a ellos no les resulta difícil y creo que salimos todos muy beneficiados. Y evidentemente si hay jugadores que tienen más nivel o que tienen nivel para jugar…

FdB: Dependerá del nivel al que estés y muchas otras cosas, pero ¿crees que llega a ser más importante la gestión de los jugadores ahora mismo que el propio juego?

G.F: Sin duda. Yo cada vez estoy más convencido de que los equipos son dinámicas. Y son dinámicas que parten desde lo que pasa en el día a día. Y pasa porque lo jugadores… yo no digo que estén contentos, porque evidentemente creo que es imposible tener a todos contentos, imposible. Por muy bien que… por muy justo que seas, por muy buena persona que seas, por muy bien que los trates, por muy bien que los hagas sentir… al final el jugador quiere jugar. Y el que no juega va a estar menos contento que el que juega. Ahora, creo que hay muchas formas de sumar. Y creo que es una parte del cuerpo técnico, una responsabilidad, que el jugador sume, que el jugador se sienta importante desde el rol que le esté tocando asumir en ese momento. y evidentemente, todo esto sin táctica, para mí, no existe.

FdB: Se desmonta.

G.F: Yo creo que si el equipo está contento y el grupo suma… bien. Pero esto es un juego. Y el juego hay que entenderlo y competir cada domingo. Yo me puedo llevar muy bien contigo y en las malas vamos a salir hacia delante y yo voy a creer en ti, entrenador, porque estoy contento… pero yo creo que el jugador al final, si ve que entrena, que las cosas se hacen por algo, hay un motivo, hay un trabajo previo, un trabajo de después de mejorar errores y corregirlos… Pero ahí está la dificultad del entrenador.

A mí cuando me dicen: “no, es que ser entrenador es muy fácil”. Pero me pasa con mi madre. Perdimos tres partidos y me dice: “pero, ¿qué pasa?”. Yo me guío mucho por mi abuelo. Va a ver siempre los partidos y me hace mucha gracia porque sale del partido y me dice: “esto non vai”. Y yo le digo: abuelo, antes ganábamos siempre. (Risas). Y es una forma de simplificarlo… Una de las cosas que más me jode del fútbol es que se simplifica todo al resultado. Y es muy injusto.

 

«Una de las cosas que más me jode del fútbol es que se simplifica todo al resultado. Y es muy injusto.»

 

FdB: Y todo el mundo entiende.

G.F: Pero eso… tienes que convivir con ello y está el El Faro, el As, el Marca… Y esta entrevista saldrá después, la leerán y dirán… “mira las tonterías que dice éste”. Bueno, tienes que convivir con ello.

Pero a mí me fastidia mucho que un equipo eche a un entrenador cuando ese entrenador trabaja, ese entrenador se preocupa, ese entrenador intenta dar soluciones, y porque no entre. Evidentemente, también creo que si tú haces las cosas medianamente bien, si te dan el tiempo que necesitas, va a salir. El problema es que 2-0 esta semana. 2-0 la siguiente. 2-0 la siguiente. La cuarta semana gánala. Entrenas muy bien, llevas al grupo increíble, pero gánala. Aquí hay que ganar. Y eso a mí es una de las cosas que más me duele en el fútbol. Un año eres buenísimo… A mí me hace mucha gracia cuando un entrenador asciende a un equipo y en la jornada 8 lo echan. De la temporada siguiente.

FdB: Y muchas veces, cuando subes, a priori, se presupone que estarás por la zona de abajo. Vas en la parte baja metido en la pelea y fuera.

G.F: Sí, sí. O el año anterior hiciste un temporadón y al año siguiente, por lo que sea… Lo que os decía antes. Acabamos el año pasado con dos laterales que eran aviones. Nos daban mucha profundidad, metíamos mucha gente dentro y generábamos superioridades por dentro para acabar por fuera y éramos difíciles de defender en la transición. Pues al final teníamos jugadores que al principio no transitábamos pero quizás era por mi mensaje, y acabamos transitando muy bien. Vale, y este año a lo mejor el Choco no juega igual porque tenemos que darle vueltas a más cosas. Porque no tenemos a esos laterales. Porque a lo mejor el año pasado era diestro y este año es zurdo. Porque teníamos dos centrales diestros y este año tenemos uno diestro y uno zurdo. El año pasado teníamos dos extremos a pierna natural y este año son todos a pierna… Y dicen: “bueno, es tu problema que a lo mejor planificaste mal la plantilla”. Ya, pero yo a lo mejor no tengo los recursos para hacer la plantilla como yo quiero y esos necesita un tiempo. Y a lo mejor ganas partidos porque estás muy bien a nivel defensivo pero cuando tienes que llevar la iniciativa a lo mejor no eres capaz porque el proceso aún no está instaurado. Pierdes dos partidos y adiós, a la calle. Vale, gracias. Y se simplifica todo a eso. Y la verdad es que me fastidia mucho.

Yo, cuando un entrenador hace un año bueno. Un año ya es largo para que acabes haciendo el año bien. Ostia, al año siguiente dale tiempo. O uno que llega nuevo. 10 jornadas y fuera. “No, es que no va”. ¿No va de qué? ¿No va por qué? ¿Porque lo dices tú? “No, es que nos estamos metiendo muy abajo”. Pues nada, simplifícalo.

FdB: De hecho, los equipos que mantienen al entrenador les suelen salir mejor las cosas. Me acuerdo Marcelino, que ahora acabó mal la cosa. Pero el año pasado estaban abajo y al final se meten en Champions, ganan la Copa… Berizzo me acuerdo que empezara fatal. 9 jornadas sin ganar…

G.F: Un partido que entrara al campo en un penalti. Y ahí estaba… que si perdía se podía ir a la calle.

FdB: Y después hizo un ciclo increíble.

G.F: Que evidentemente es muy complicado claro. Pero yo no sé si es que está montado así y todo el mundo lo aceptó así… Y creo que los entrenadores no siempre somos los culpables de todo.

FdB: Hay poco respecto, creo, al entrenador. A veces la gente es cruel con una persona que está haciendo su trabajo. No recuerdo otra profesión en la que la gente sea igual.

G.F: Yo creo que siempre el primero que se come las ostias es el entrenador. Y después, cuando las cosas las haces bien… “es lo normal”.

FdB: “Con el equipo que tiene…”.

G.F: Claro, es esa.

FdB2: Nunca es culpa del cuando las cosas van bien. Ni Guardiola realmente.

G.F: Claro, por eso digo.

FdB2: Ni cuando ganas todo. “Con ese equipo también gano yo”.

G.F: Pues hazlo jugar así.

FdB2: Cualquiera que no es ni entrenador digo eh.

G.F: A mí, y ahora que estás dentro y que realmente te lo tomas como tu profesión y queriendo vivir de esto el mayor tiempo posible sabiendo que a lo mejor el año que viene o este año ya se acaba, porque en el momento que te echan es difícil volver a enganchar. Pero bueno, sabes que te arriesgas a eso.

Y después muchas veces, lo que te hace sentir tan mal cuando pierdes, porque cuando pierdes te sientes la peor persona del mundo. Es un sentimiento complicado.

FdB2: Irreal también.

G.F: Pero también cuando ganas, te sientes increíble.

FdB2: Irreal también.

G.F: Correcto también (risas). Y después llega un momento, cuando estás sólo que le das vueltas, a lo que es el juego, a lo que te tiene que preocupar. y después sales a otro ambiente y te lo simplifican con que perdiste. Sin más. Y le das vueltas y a lo mejor es todo más simple de lo que lo hacemos.

FdB2: Esa gente te hace replantearte si realmente merece la pena tu trabajo. Tu dedicación. Porque hay gente que con mucho menos… Gente que hace poco. En vez de dedicarle 40 horas… pero eso es algo que piensas en ese momento.

G.F: Y después te olvidas, correcto. Y es imposible, porque yo hay semanas que digo: esta semana vamos a entrenar sin ver al rival, la mítica. Óscar ya me conoce y me dice: “vale, vale”. Y al final… ayer por ejemplo me acosté a las 3 de la mañana, porque yo siempre lo hago por la noche. Me gusta estar sin nada de ruido.

 

«cuanto más hagas por hacerlo bien, mejor te va a ir.»

 

FdB: Ésa es otra. Que requiere concentración. No es ver los partidos sin más.

G.F: Y al final sí que ves. Y eso que dices tú de que hay gente que con menos gana… yo creo que si tú, y creo firmemente en eso, que cuanto más hagas por hacerlo bien, mejor te va a ir. Porque es imposible. Si eres muy dominante sí… Si tu objetivo es salvarte y desde el principio dices: con esta plantilla, mi objetivo es salvarme; si hago las cosas normal me voy a salvar. Pero yo creo que tú tienes que intentar llegar a play-off. ¿Que no llegas? No llegaste, pero haz todo lo posible por llegar. Si tú dices: yo no hago nada. No veo rivales… Seguramente si tu equipo tiene nivel, vas a quedar décimo. El problema es que si no hay ese nivel, puedes campanear pero… yo creo que siempre tienes que estar preparado para hacer más cosas. Y siempre quieres mejorar y llegar lo más arriba posible. Yo, estos dos años en Tercera, no me quiero quedar en Tercera. No es mi objetivo evidentemente. Yo quiero llegar lo más arriba posible. Que después el fútbol no me permita, o mis capacidades o mis resultados… hay 50.000 circunstancias que te van a hacer que a lo mejor no llegues, porque es muy difícil. Y a lo mejor no llegas a Segunda o Segunda B y estés en Tercera toda tu vida. Y a lo mejor llega un momento que pienses que no merece la pena seguir. Ahora mismo te lo planteas de otra forma. Y yo creo que se simplifica todo mucho y tú tienes que hacer que esa simplicidad de “perdisteis hoy 1-0” la semana siguiente sea: perdimos 1-0 sí, pero el equipo está mejorando. Y la semana siguiente vamos a ganar. Y poner todo de tu parte para ir a más, sabiendo que es muy jodido el día que pierdes. La gente no es consciente de lo jodido que es perder.

 

«Yo parto el equipo desde la parte ofensiva. Pero porque es lo que quiero que haga mi equipo durante el mayor tiempo posible durante todo el año. Quiero que sea lo que mejor maneje.»

 

FdB: En el proceso de construcción de un equipo, Cruyff decía que él iba desde delante hacia atrás. Y la mayoría de equipos suelen hacerlo al revés, de atrás hacia delante. La gente decía que Cruyff lo podía hacer porque tenía muy buenos jugadores. ¿Cómo entiendes tú este proceso? y te la enlazo con la siguiente. En el nivel en el que te mueves, ¿crees que el entrenador está más cerca de ser un “constructor” y cambiar la identidad de un club (por ejemplo Antonio Conte en sus equipos) o entrenadores más… “estrategas” o más “resultadistas”? Todo entre comillas porque tampoco sería la palabra exacta.

G.F: Yo parto el equipo desde la parte ofensiva. Pero porque es lo que quiero que haga mi equipo durante el mayor tiempo posible durante todo el año. Quiero que sea lo que mejor maneje. Primero, y te puede sonar contradictorio, porque a lo mejor tú dices: vale, si tienes jugadores para hacer eso, mejóralos a nivel defensivo. Sí, vale. Pero yo ficho jugadores si creo que tengo jugadores para ser protagonista, para hacer mucha movilidad ofensiva, para tener mucho tiempo el balón, pero esa gente tiene que saber cómo hacerlo. Después, a partir de ahí, que yo creo que es lo más difícil de concienciar y de conseguir, tengo que hacer que se conciencien de que si todo eso que hacen podemos hacer el 80% de posesión y meter 4 goles, que si ellos nos meten 5… esto sí que es simple. Tú si metes 4 y ellos te meten 5, tú perdiste el partido, no vale. Yo lo que considero es que tú si tienes mucho tiempo el balón también estás defendiendo. Y la gente eso no lo ve. Nosotros de hecho, uno de los mensajes que le damos a los jugadores es que tenemos que pasar mucho tiempo del partido descansando con balón. Porque una, no somos un equipo físico, no somos un equipo que cuando entra el ritmo del partido en transiciones nos beneficie. Nosotros en el momento en que recuperamos el balón tenemos que darle mucha importancia a no perderla porque nos beneficia a nivel ofensivo y a nivel defensiva. Y tenemos que estar lo más ordenados posible. Yo ordeno el equipo a partir del balón. Evidentemente que trabajamos el aspecto defensivo, claro. Transición defensiva, que no te superen, estar ordenados a nivel defensivo, saber quién salta si te desbordan, quién corrige… claro que lo hacemos. Pero yo parto mis entrenamientos y mi idea siempre desde el balón.

FdB: ¿Qué valoras de un entrenador?

G.F: Muchas cosas. Valoro, de primero, su capacidad de comunicación. Me encanta. Me fijo mucho porque creo que es una forma de llegar al jugador. Y después que tenga una idea clara de lo que quiere hacer con su equipo. Es lo que más valoro. Y que realmente después lo lleve a cabo.

FdB: ¿Qué valoras de un jugador?

G.F: El compromiso, que quiera adaptarse y crecer.

FdB: ¿Dónde ves tu futuro? No sería tu límite, sino hasta donde llegar. Hablabas antes de que te gustaría crecer. El no llegar a una edad determinada y pensar: y si… ¿Dónde te ves y a dónde te gustaría llegar?

G.F: Esa ya me la hicieron varias veces. Y ya te digo, yo ahora mismo no me planteo ningún futuro ni ningún límite. Yo ahora mismo estoy disfrutando como un enano. Me lo paso como un enano. Hace años dije: yo quiero dedicarme a esto y ahora mismo me estoy dedicando y estoy disfrutando de todo. Cuando hay momentos muy malos lo pasas mal pero sabes o te estás dando cuenta de lo que te puedes encontrar si te quieres dedicar a esto. Y estos años son los que realmente te sirven para decir: merece la pena o no merece la pena. Y a mí me merece la pena. Yo creo que los entrenadores también tenemos un toque importante (risas) por decirlo así, pero ya te digo, ahora mismo estoy disfrutando. Estoy haciendo lo que realmente quiero, que es la ostia poder decirlo. Evidentemente con los riesgos que se corren y con todo eso, sí, pero ni me pongo ningún límite ni me marco una edad para llegar a ninguna categoría… Simplemente disfrutar, ir viendo que voy mejorando como entrenador, que los jugadores que entreno, mejoran y a partir de ahí, que los resultados, porque esto va así, que los resultados y que la gente vea nuestro trabajo es lo que nos va a ayudar a crecer.

FdB: ¿Crees que aparte de los resultados, el boca a boca de los jugadores puede ser importante, que te puede abrir puertas?

G.F: Claro. Evidentemente. No es lo mismo que fiches un jugador y diga: no, si lleva bien el grupo pero entrenando… Al final cuanto mejor hablen de ti es muy importante. Pero ya no digo porque jueguen sino porque ellos vean que realmente mejoran y a tu lado son mejores jugadores al acabar el año.

FdB: Aparte en estas categorías que se conocen un poco todos.

G.F: Claro. Que vean que les aportas y que les sumas y que vean que ellos controlas o intentas controlar el juego. Que te vean lo más profesional posible.

 

«si a tu jugador le quieres exigir algo en concreto, siempre va a ser más fácil que lo consiga si se fija en el jugador de élite que mejor lo hace.»

 

FdB: Mikel Etxarri habla muchas veces de “copiar lo copiable” de los grandes jugadores. Marcelo Bielsa sobre incorporar al jugador medio, a través del entrenamiento, aspectos en los que puede mejorar pero que nunca podrá dominar de forma natural porque no “se le van a ocurrir” esas soluciones durante el juego. ¿Qué opinas de esto?

G.F: Creo que el trabajo del entrenador siempre debe ser mejorar de forma individual al jugador, mejorar su rendimiento, ya que esto irá en beneficio del equipo, sobre lo que dice Mikel, creo que si a tu jugador le quieres exigir algo en concreto, siempre va a ser más fácil que lo consiga si se fija en el jugador de élite que mejor lo hace.

FdB: Hay un punto que a mí me parece complicado de diagnosticar y al que hiciste referencia en varios momentos de la charla. Cuando pierdes, ¿cómo detectas que debes cambiar o mantener lo que haces? ¿Y en la victoria? Suelen decir que lo que funciona no se toca, pero también es cierto que lo que no mejora, empeora. ¿Cómo se gestionan los cambios, bajo tu punto de vista, desde la victoria y la derrota?

G.F: Yo creo que la derrota te enseña muchas cosas, te obliga a cambiar cosas, pero sin volverse locos, porque muchas veces, parece que los partidos siempre son peores cuando el resultado es negativo y viceversa si el resultado es positivo. Todo lo detectas, con la observación durante el juego y en los propios jugadores, donde ya notas si están cómodos con lo que están haciendo o no, también creo que estos cambios nunca deben ser drásticos, solo en situaciones limites, deben ser de este tipo.

FdB: ¿Qué juzgas a la hora de hacer la alineación? ¿Qué importancia le das a las relaciones?

G.F: La verdad que le damos muchas vueltas a la alineación, convocatorias, plan de partido… una de las cosas donde nos fijamos son lo que nos esperamos de lo que nos va a hacer el equipo rival y como podemos hacerle más daño, siempre sintiéndonos lo más cómodos posible.

FdB: ¿En qué te sueles fijar más durante un partido? ¿Cómo suele ser tu intervención al descanso?

G.F: Los primeros minutos intento fijarme como está jugando el equipo rival, sobretodo fijándonos en el sistema que utilizan y la ubicación de los jugadores rivales en el campo, para dar la información que nos faltó en la charla pre-partido y completarla en los primeros minutos y que los jugadores lo tengan claro, por lo menos hasta llegar al descanso.

En cuanto el árbitro pita el descanso, el 2º, PF y yo nos quedamos anotando lo que creemos importante, para poder trasmitir a los jugadores, siendo conscientes de que tenemos que ser muy claros, concretos y concisos, por lo tanto debemos transmitir lo que nosotros consideramos más importante. Normalmente tocamos el aspecto defensivo y por donde estamos haciendo daño, de vez en cuando también intentamos decirles lo que creemos que puede pasar y si eso pasa comentarles lo que nosotros haríamos. Siempre intentamos dar este tipo de información porque creo que a los jugadores le trasmite confianza.

FdB: ¿Crees que el ojo se puede entrenar? ¿De qué forma lo haces tú?

G.F: Estoy seguro de ello, todo se puede entrenar, para mi una forma muy buena de hacerlo es ver el mayor número de partidos de fútbol posible y si puede ser verlo con diferentes personas (entrenadores, scouts, jugadores, o amigos que le guste el fútbol simplemente) mucho mejor ya que en directo se debaten muchas cosas y de todo el mundo de este mundo se aprende.

FdB: Entrenador a conocer.

G.F: Simón Lamas, entrenador del RC Villálbes de 3ª División.

FdB: Libro, documental, reportaje… que recomiendes. No necesariamente de fútbol.

G.F: El último libro que me leí y me gustó mucho “La desaparición de Stephanie Mailer”

FdB: ¿Cómo afecta toda tu dedicación al fútbol a tu vida personal? ¿Eres capaz de desconectar? Y en ese caso, de qué manera lo haces. Es necesario para poder trabajar con la energía que hace falta porque el fútbol desgasta mucho y son muchas horas.

G.F: Entiendo que al resto de entrenadores también le pasa, pero esta profesión, sólo te puedes dedicar si realmente te apasiona el fútbol, por eso creo que es muy difícil desconectar, ya que siempre estás pensando en fútbol, como mejorar tu equipo, analizar al rival, pendiente de otros partidos, aunque sea solo por placer. Con esto también creo que yo no necesito desconectar mucho, porque me encanta lo que hago, pero cuando quiero hacerlo, soy capaz aunque sea viendo una peli o estando un buen rato con mi familia, soy capaz de hacerlo sin ningún problema.

 

 

Muchas gracias Gonzalo!

@Gonzalo31887

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