Aprovechando la visita de Carlos a Galicia, con el objetivo de acudir a una de nuestras formaciones, hemos disfrutado de un café de lo más interesante. Horas de fútbol y de charla pausada con Carlos Rivero, director de la Marcet Football University.
Comenzamos…
FdB: ¿Cómo es el origen de Marcet Football University?
C.R: La academia fue creada por quien sigue siendo su actual presidente, José Ignacio Marcet. Su padre, Javier Marcet, fue un jugador de Primera División en los años 50. Vistió la camiseta de Espanyol, Barça, Real Madrid, Selección española… A lo largo de su carrera se dio cuenta de que un futbolista se encontraba siempre ante la disyuntiva de tener que elegir entre estudios y deporte. Por esa razón, José Ignacio quiso crear una escuela de fútbol donde ambos aspectos se pudieran compaginar, donde los adolescentes no se vieran obligados a abandonar los estudios para ser futbolistas. Así es cómo José Ignacio Marcet creó un centro de tecnificación que ha llegado a ser la gran academia internacional que actualmente es Marcet Football University. Una academia que ya hace unos cuantos años puso en marcha un programa de alumnos internos donde trabajábamos desde los valores fundamentales personales, utilizando el fútbol como un elemento de desarrollo. Y yo llevo ocho años y medio, en el programa actual de Marcet Football University en el que tenemos más de 200 chicos internos, 35 nacionalidades distintas, donde además de estudiar, además de ser buenos tipos y buenos chicos, tratamos de que cada chico, con un programa individualizado, llegue al máximo de sus competencias. Y llegando al máximo se sus competencias llegar a una serie de objetivos. Nosotros queremos que sean objetivos alcanzables y que sean chicos empleables para la vida, no que cuando acaben el fútbol digan: ¿qué ha sido de mi vida? Creemos mucho en eso. Por ejemplo, en Marcet Football University es muy difícil que haya chicos problemáticos, que haya chicos con malos valores, porque rápidamente los tratamos de corregir y mejorar. Y los que no tienen esas ganas, por así decirlo, de aprender, los mandamos fuera. Esa confianza es la que los padres tienen en nosotros y por eso estamos creciendo mucho.
FdB: Ahora tengo dudas, pero al buscar información sobre vosotros, creo que fue alguien de vuestra organización aunque puede que lo haya leído en otro sitio también, una frase que decía lo siguiente: jugador es unos años, pero ex-jugador lo será muchos más años.
C.R: Es un frase del presidente José Ignacio Marcet: “La vida de un futbolista es muy corta, pero la vida de un ex-futbolista puede llegar a ser muy larga”. Eso quiere decir que siempre hay que tener un plan B, y ese plan B pasa por una formación académica de calidad. No solo porque muchos adolescentes deciden dejar los estudios porque creen que podrán vivir del fútbol. Sino también porque los que llegan al éxito no serán futbolistas durante toda su vida. Hay muchos jugadores que nada más colgar las botas se pierden. No saben cómo reorganizar su vida. Caen en las drogas, pierden rápidamente sus fortunas… Todo esto se puede prevenir, y ahí está la razón del trabajo de Marcet Football University, en la que la formación deportiva no va nunca desligada de la formación académica.
FdB: ¿Qué infraestructuras/instalaciones tenéis)
C.R: Nosotros estamos en el centro de Barcelona, en la zona del Hospital del Vall d’Hebron. Ahora mismo Marcet Football University tiene otras vías de negocio. También gestiona otras instalaciones que también las utilizamos nosotros sin ser nuestras, municipales. Pero nosotros tenemos la sede al lado de Vall d’Hebron donde tenemos un campo de fútbol 11 de nueva generación completamente nuevo y tenemos tres campos de fútbol 7 también completamente nuevos. Y tenemos una pista indoor. Eso es en la sede central. Además, en esa sede central también hay dos residencias que pertenecen a la institución. Había un proyecto de mejora de las zonas comunes, comedor, zona de entrenadores y todo esto, que con el covid se paró un poco y ahora otra vez se está retomando. Por ejemplo, ahora tendremos un nuevo gimnasio que vamos a hacer. La instalación está cada día pensada para mejorar. Al principio la instalación estaba pensada para ligas de fútbol 7, de hecho, enlazado con lo de antes, Marcet Football University además de la tecnificación, fue el primer sitio de España donde se hizo las ligas de empresas. Esas ligas de las ocho y media, nueve y media de la noche en campo… ahora lógicamente ya se hace en todos los lados y a todas horas. Pero fue precursor en este caso también Ignacio Marcet. Y es una instalación que está en crecimiento y donde nosotros somos felices.
FdB: ¿Cómo es el organigrama general? Qué volumen de personas trabajáis allí. Sin entrar en el apartado técnico que profundizaremos después.
C.R: Bueno, hay diferentes áreas. Hay un área académica, con diferentes tutores de los chicos en función de qué tipo de estudios estén realizando: estudios americanos, British School, cursos de entrenador, etc. Donde hay un tutor en cada área. Y ese es un departamento que tiene un valor muy alto dentro de Marcet Football University. Después, hay otro departamento, que es el residencial. Teniendo más de 200 chicos pues imagínate todo lo que supone a nivel logístico. Hay directores de residencia, esos directores de residencia también están muy vinculados con una parte transversal que es la parte de desarrollo personal, que es donde trabajamos un poquito esa parte de valores, desde la parte residencial.
Hay también un departamento médico, que también tiene una parte transversal, que lógicamente también tiene influencia en la parte residencial, en lo que es la vida del chico del día a día. Si le duele la cabeza o la garganta… y que también tiene vinculación con el área deportiva. Dentro de esa misma área médica, hay la parte especializada para el propio futbolista, que son las áreas de readaptación, donde hay personal específico para la recuperación de lesiones. Hay departamento de fisioterapia también específico, no externalizado, que son propios fisioterapeutas de Marcet Football University durante 24 horas para los alumnos.
En relación con la parte médica también está el área de optimización del rendimiento, que es la de preparadores físicos, donde tenemos a Javier Iglesias que es el jefe de área, el que la coordina. Luego hay preparadores físicos por etapa (infantil, cadete y juvenil), que son las tres etapas que nosotros más tocamos.
Hay una serie de departamentos que estamos trabajando día a día juntos. Aquí es muy importante saber que en la academia, luego entraremos más en la parte meramente deportiva-técnica, pero hay una vinculación directa de la parte académica o residencial, con la parte médica, con la parte deportiva. Allí, si tú haces mal cosas en la residencia, hay una consecuencia deportiva directa, que puede ser no entrenar. Allí no podemos aislarnos. Es que por un lado trabajan los técnicos, por otro lado los médicos, por otro lado… No. No porque sería imposible. Al final, nosotros ponemos al alumno en el centro. Dentro de lo que se imparte, del 360, hay mucha interacción y entonces todas las área… Es lo que comentaba antes, en el área de técnicos tenemos casi 40 personas que estamos en la misma oficina que es un espacio multi porque tenemos que compartir mil cosas del chico.
Después en el área deportiva hay dos departamentos, que somos un poquito los dos líderes del programa a nivel deportivo, que somos Franco Sanchírico, que él se dedica a todo el área internacional, todos los eventos o formaciones que hace Marcet Football University fuera de España. Que eso lo lidera Franco. Y a su vez también lidera todo lo de la parte digital, es decir, entrenadores digitales. Para que la gente lo entienda, el analista. Lo lidera él pero lógicamente después los analistas están en el área técnica que lidero yo.
Y después en el área deportiva, yo lidero la Dirección Deportiva. Dentro de ella está, lo que os decía antes, el departamento médico, la parte física, la parte de desarrollo personal para trabajar la parte emocional de los chicos, aparte de los psicólogos, y después está la parte meramente técnica donde están los entrenadores de bloque y los entrenadores de objetivos, además del área de porteros. Espero no dejarme ninguno. También hay otro departamento de metodología, en el que hay dos personas, que este año estamos haciendo un esfuerzo po cambiar cosas que entendemos que tenemos que hacer mejor.
FdB: Ahora continuamos, pero una curiosidad simplemente. ¿Todos los técnicos conocen a todos los jugadores?
C.R: Tienen la obligación de conocer a todos. Cuando hablamos de valores, hoy en día pasa. El adolescente entra en un sitio y no dice ni buenos días. Yo creo que esto es como una familia, nosotros allí nos consideramos tal. Todo el mundo tiene que conocer a todo el mundo. Estamos en un sitio donde el entrenador de bloque del Juvenil A no tiene más valor que el entrenador de bloque del cadete no sé qué. No. Somos lo mismo. De hecho, incluso a nivel salarial tipo, allí no hay diferencias por etapa. Tú eres un formador. La relación, lógicamente, los técnicos de bloque y de objetivos de ese equipo tienen más conocimiento de sus propios jugadores, pero allí tienen que conocer a todos. Porque hay que saludar a todos, porque desayunamos juntos, porque comemos juntos, porque discutimos juntos… eso es algo natural. Ahí también se ve un poquito la capacidad de formación del formador. Donde no elige. Muchas veces como formador no te tienes que condicionar. ¿Por qué no vas a dar un consejo de educación a un alumno del cadete cuando tú eres entrenador del Juvenil A? Si tú dejas en la mesa tu plato de la comida sin recoger, es igual de importante para el de tu equipo que para el del otro equipo. En ese aspecto lo tenemos bastante claro. Ahí están las virtudes. Yo lo digo siempre, está el arte de entrenar, el arte de formar… que no es fácil.
FdB: ¿Cuáles serían las funciones/competencias el entrenador de bloque, el de objetivos y el digital?
C.R: Bien. El entrenador de bloque tiene que hacer que la dinámica funcione. Es decir, al final el fútbol… ahora hablaremos del trabajo individualizado que nosotros hacemos, pero el fútbol es un todo. No puedes separar. Sí puedes trabajar específicamente una cosa, sí puedes mejorar a nivel objetivos una cosa, pero el fútbol es global. Nosotros entendemos que la mejora tiene que venir desde el trabajo que se hace cuando todo está en movimiento. El entrenador de bloque, su trabajo principal es que el grupo vaya alineado, que el grupo trabaje homogéneo, que haya una táctica colectiva que ayude a que el jugador mejore individualmente, no una táctica colectiva para ganar el domingo única y exclusivamente. Todo el mundo quiere ser competitivo, no nos engañemos en ser: “no, yo la formación, no tiene nada que ver con la competición…”. No. La competición es una parte importante de la formación. Lo que pasa que lo que hay que diferenciar es entre los jugadores que están en una etapa de competición y los que están en competición. A veces hay jugadores que dentro de la misma edad no tienen nada que ver. Tú te puedes encontrar un infantil de segundo año preparado para competir a nivel altísimo y te puedes encontrar a un juvenil de primer año donde para nada está preparado para competir.
Yo creo que el trabajo del entrenador de bloque es intentar hacer un contexto de trabajo donde podamos trabajar individualmente con los jugadores, y que sobre todo, la táctica, no esté por encima del futbolista. La táctica es una solución para resolver cosas, pero al final el que juega es el jugador. Yo creo que el trabajo del entrenador de bloque es ese funcionamiento general.
FdB: ¿Y el entrenador de objetivos?
C.R: Bueno, primero decir que dentro de ese cuerpo técnico más base, aunque tengamos gente transversal. Es decir, tenemos el entrenador de bloque, el entrenador de objetivos, el entrenador digital, los entrenadores de desarrollo personal, los preparadores físicos, los entrenadores de porteros… pero los que van del cuarto para allá son transversales. Varían. Cada uno de los técnicos principales de ese bloque, esos tres, tienen mentorizados a jugadores. Si nosotros tres hoy fuésemos cuerpo técnico, tú te ocupas de ocho, yo de ocho y tú de ocho. Ahora bien, tienes que saber de él todo. Todo. Si está enamorado, si sus padres a lo mejor están en una situación compleja, porque eso afecta. Muchas veces como entrenadores nos vamos a que el jugador haga cosas y no nos paramos a pensar en qué está influyendo para que… es como esos nudos que muchas veces no permiten que el jugador avance. Yo creo que nosotros dentro de ese cuerpo técnico, y es uno de los cambios que hicimos este año, es el de mentorizar. Porque al final, el entrenador tipo, y todos somos entrenadores, quieras o no, al final le dedicamos más tiempo al lateral derecho que voy a poner el domingo. De manera natural.
FdB2: Al rival.
C.R: También. Pero es un tema que es sin querer. Y porque también nos vamos separando de los jugadores de nuestras plantillas. Porque vamos haciendo alineaciones donde el 16, 17, 18, 19 se van aislando, entonces, ni el jugador quiere compartir contigo porque no le pones y tú porque no le pones tampoco compartes con él. Nosotros en el trabajo 360 que tenemos planteado con los chicos eso no puede ser. A lo mejor yo al chico lo que más le ayudo es a que mejores sus relaciones personales. A lo mejor eso para él es vital en su vida.
Nosotros tenemos chicos, y eso pasa con los tiempos covid, chicos que les cuesta mucho relacionarse, que se han pegado a un móvil, a una tablet, y es muy difícil que se sienten a tener una conversación contigo. Entonces yo creo que mentorizar a esos jugadores es vital, es donde está la ayuda real porque hay a chicos que les puedes ayudar más meramente solo en fútbol, porque sí que tienen sus otros puntos muy alineados. Y nosotros creemos en un plan vital. Tenemos que intentar que los chicos tengan un plan vital. Muchas veces los chicos con 16-17 años, como nos ha pasado a todos, no sabemos ni por donde vamos.
FdB: Y tienen que tomar un montón de decisiones que parecen fundamentales.
C.R: Y en poco tiempo.
FdB: Decir ahora ya si vas a ser médico o profesor o mecánico o lo que sea.
FdB2: Con 18 años.
FdB: Que no sabes casi ni…
C.R: Claro. Entonces nosotros tenemos que mentorizar a ese chico y darle importante por igual a todas las facetas de su vida. Yo siempre lo digo: yo tengo en la academia chicos, que a raíz de estar en aquí han decidido que se tienen que poner a estudiar. Eso es un éxito tremendo. Lo peor que hay es llegar con un chico de 18 años que no sepa qué quiere hacer en nada. Y nosotros es lo que no queremos. Por eso es tan importante mentorizar y por eso tenemos tanto personal. Si tú realmente quieres saber de todo de los chicos, estar cerca de los chicos, es mucho tiempo. Y nosotros en Marcet Football University, como decíamos antes, disponemos de mucho tiempo de los chicos. Entrenas por la mañana, entrenas por la tarde. Tenemos horario a disposición desde las 3 a las 6 de la tarde todos los días. Les podemos coger en el recreo y podemos hacer… disponemos de mucho tiempo, pero aun con eso, tiene que haber mucho personal para llegar al detalle.
«lo que creo es que al final la persona no se puede aislar del futbolista. Y yo creo que hoy en día queremos construir futbolistas. Y primero hay que construir deportistas.»
FdB: Recuerdo una gala de los Goya de hace 5-6 años o por ahí. El actor era Miguel Herrán. Le dieron el Goya a actor revelación creo recordar. Y en el discurso de agradecimiento, le decía a Dani Guzmán, que era el director, me quedó grabado. A ti como director, entrenador o cualquier persona, que te digan esto tienen que ser una satisfacción… Le decía algo así: que muchas gracias porque un niño que no quería estudiar, que no quería trabajar, que no le gustaba nada, que había encontrado una forma de querer ganarse la vida. Le decía así varias cosas. Y acababa la frase con un: gracias Dani por regalarme una vida. Brutal. El director emocionado obviamente. A mí se me quedó grabado y se me vino a la mente un poco por lo que comentaste sobre el éxito de encauzar a alguien para la vida, sin necesariamente ser para el fútbol.
C.R: Yo lo que creo es que al final la persona no se puede aislar del futbolista. Y yo creo que hoy en día queremos construir futbolistas. Y primero hay que construir deportistas. Que parece algo que es obvio, pero lo hablamos antes, tratamos de especializar a los chicos tan jóvenes, tan pronto, que ellos quieren ser futbolistas, no quieren ser deportistas. Y una vez que quieren ser futbolistas, un poco por todo, que sabemos que este mundo no es nada fácil, les aísla de lo que tú tienes que ser en la vida.
Si tú eres un tío trabajador, y en la academia conseguimos gente que sea disciplinada, que sea trabajadora, que sea constante, que sea resiliente, que no se rinda ante una adversidad… es va a ser para su vida. Y muchas veces el fútbol, cuando llegan momentos de más nivel, te genera más frustración y encima no has construido esos valores más esenciales y casi ves el deporte como un problema. Para mí es fundamental generar esa persona. Un jugador que es de una manera fuera del campo, es muy difícil que en el campo sea diferente y al revés. Claro que hay casos. Hay gente que es súper tímida fuera y en el campo no lo ves. Perfil Iniesta, no lo sé, no lo conozco personalmente pero transmite eso, un chico normal pero que en el campo es todo lo contrario. Pero la realidad es que el 95% de los chicos son como son en la vida. Si no construimos la parte personal del chico, cómo queremos que el chico sea disciplinado y vaya a hacer un trabajo preventivo de lesiones cuando tenga 22 años y tenga que ir tres horas antes a la ciudad deportiva. Porque eso es lo normal que sea hace en el fútbol profesional. Tenemos que construir esos hábitos. Al final, cada vez se entrena menos, hay menos disposición de tiempo. Como decíamos antes estamos creando “profesionales del sedentarismo”. Son gente que va a entrenar 3 horas, juega el domingo, 6 horas… y con 6 horas ya quiero ser mega profesional. No conozco ningún trabajo, ninguna carrera, que tú haciendo 6 horas solo…
FdB: Yo creo que ahí también, no sé si por todo lo que rodea pero, me parece que le hacemos o hicimos creer a los jugadores que los jugadores profesionales van, entrenan hora y media y el partido.
FdB2: Lo que se ve es eso.
FdB: Lo acabas de decir. Tienes que ir tres horas antes porque tengo el preventivo. Tengo una hora de vídeo de no sé qué. Que no es solo ir, entrenar hora y media, ducharse, partido y ya está, soy libre. Creo que no son conscientes de las horas que hay que meter y que se meten.
C.R: Es que es el foco. El foco está desfocalizado. Antes hablábamos, hoy hay mil imputs que te dan diariamente, que te confunden. Y para un chico, por no decir ninguna red social ni ninguna plataforma, tú te puedes tirar horas y horas viendo cosas que no valen para nada y que si ves la aportación que te dan es cero. Más allá de un entretenimiento. Todos esos ímputs son los que el cerebro está recibiendo cada día, cada día, cada día… Cada vez los alumnos, los jugadores, van a estar más desfocalizados porque no saben que esa parte existe. Y que muchos jugadores que tienen ese talento natural, que su mejora tiene que venir a través del trabajo, cada día lo tienen más difícil porque no saben que tienen que hacer mucho más trabajo. Cuando había el fútbol de calle, nosotros acumulábamos muchísimas, muchísimas horas en relación con la pelota de manera natural. Tengo 45 años, yo recuerdo el sábado y domingo desde la mañana hasta la noche no parar. Al mediodía ibas a comer a casa en diez minutos, si podían ser cinco mejor, para ir rápidamente al colegio a jugar. No sé a qué. A lo mejor no era fútbol.
«¿Cuántos entrenamientos vemos ahora en fútbol base que duran una hora, una hora y cuarto, en medio campo? El jugador viene, baja del coche, no va ni andando al entrenamiento, entrena una hora, se monta en el coche y se va para casa. Yo creo que tenemos que fomentar más la parte del juego.»
FdB: Estar en movimiento.
C.R: Eran muchas, muchas, muchas horas. En España ahora mismo hay muy pocos espacios, eso lo sabemos. La cara B de las instalaciones. Mucha gente que juega al fútbol, pocos espacios, pocas horas. ¿Cuántos entrenamientos vemos ahora en fútbol base que duran una hora, una hora y cuarto, en medio campo? El jugador viene, baja del coche, no va ni andando al entrenamiento, entrena una hora, se monta en el coche y se va para casa. Yo creo que tenemos que fomentar más la parte del juego.
Yo creo que esto es cíclico. Llegará un momento dentro de 5-10-20 años que nos daremos cuenta y diremos oye, quizás tenemos que cambiar el foco. En relación al fútbol, porque el resto de deportes siguen entrenando mucho. ¿Cuántas horas entrena uno de natación? ¿Cuántas horas entrena uno de gimnasia rítmica? ¿Cuántas horas entrena uno e baloncesto? Yo voy a ver pretemporadas de baloncesto. Están entrenando cuatro horas seguidas. Cuatro horas. En fútbol no. Hora y cuarto. Las cargas… lógico. No están preparados. Sus cuerpos no están preparados. Eso va a tener que cambiar. Ahora mismo en España estamos en un momento complejo porque el jugador, que necesita acumular muchas horas para mejorar, no está teniendo esas horas. Entonces, solo quedarán los jugadores de talento. Pero los jugadores de talento que no sean muy disciplinados por la parte personal… entonces se nos quedarán en el camino. Yo el fútbol en España, en relación a otros países que todavía tienen esa ventaja de las horas en la calle o que el ámbito social les lleva a estar más tiempo en la calle, pues nos va a tocar estar unos años de pasarlo mal. Lógicamente en España vamos a seguir teniendo grandes centrocampistas porque les hacemos entender…
Yo cuando era juvenil no entendía nada. Qué táctica, que bloque bajo… Tú ahora hablas con un alevín y te habla del bloque bajo. Pero creo que es como un tipo de aprendizaje poco establecido en el tiempo porque en cuatros años no se llamará bloque bajo sino elástico de no sé qué. Pero hay cosas en el fútbol, esenciales, que esas van a perdurar en el tiempo siempre. Cómo marcar. Da igual el sistema. Pero cómo se marca.
FdB2: Fundamentos básicos.
C.R: El fundamento básico del juego no se trabaja porque no hay tiempo y porque el entrenador… tenemos muchos cursos de táctica, entramos en muchas webs de análisis de la salida de tres de Pep que es espectacular, que es fenomenal, pero realmente no sabe cómo corregir la esencia. Hoy en día nos vamos al fútbol base y le decimos: pégale bien. Pero nadie sabe explicar cómo se pega bien la pelota. Parece obvio pero es que hay que decirle: pégale por el medio del balón… Luego como entrenadores les pedimos que golpee bien, pero si no le has enseñado. O marca bien, o saca de banda bien. Porque es normal, porque eso no se enseñaba antes porque el jugador con la repetición continua de las horas nadie se lo tenía que explicar.
Yo hoy en día con 45 años y las rodillas hechas polvo, creo que tengo la capacidad para pegarle al larguero las veces que quiera. Nadie me ha dicho cómo tengo que pegarle. Si no le dedicamos tiempo a las partes esenciales del juego o a los fundamentos, no podemos pretender que jugadores que no tienen el talento natural, esa magia, o ese elemento condicional-físico diferencial porque tu padre mide 1’90 y tú mides 1’90 y eres fuerte, vas a ir más o menos…
Pero hoy te encuentras con centrales que no van bien de cabeza, que no miden el timing para cabecear. Yo creo que los entrenadores tenemos que hacer un esfuerzo por volver a la base, a ese formador que teníamos antes. Ese formador que no entendía mucho de táctica o de sistemas, pero lo recuerdas y piensas bien y deja huella. Y ahora le preguntas a un jugador quién es tu entrenador… y bufff. Yo lo veo así.
FdB: Yo creo que, a raíz de lo que dices, los entrenadores entrenamos mucho lo que creemos que dominamos y lo que a lo mejor no requiere tanto de nosotros, de saber. Esas cosas individuales, de pequeños detalles. El entrenador veterano que hablas que te decía dos detalles y daba en el clavo. A lo mejor más dificultad en la metodología para llevarlo a cabo pero buen conocimiento, intuición, para tocar las 2-3 cosas necesarias. El típico vídeo de Maradona con Messi ayudándole a tirar mejor las faltas. Pienso que puede ser lo que nos falte a los entrenadores de ahora. Muchos vídeos de táctica, de cosas generales digamos, pero de lo que acaba marcando la diferencia… y lo descuidamos más.
C.R: Ahora por ejemplo, nosotros lo hacemos porque tenemos mucho tiempo. Típico de antes de finalizar el entrenamiento y te quedabas a golpear faltas, tirar… Ahora no lo puedes hacer. Venga, rápido, son y 25. Está ya el entrenador del infantil A… Y después yo creo que perdemos mucho, mucho tiempo en cosas que realmente a los chicos no les aportan grandes cosas. Cuando preparamos una posesión de 8×8. El entrenador dice: voy a preparar unas zonas para salir de presión… el jugador no entiende nada.
FdB: Juega a la norma muchas veces.
C.R: Juega a la norma. Pero hasta que el jugador no entienda que hay zonas del campo, que parece obvio. Que un jugador entienda que no se puede jugar igual en una zona de riesgo que en una que no lo es. Hasta que no entienda eso da igual las tareas que hagamos. Cada vez vemos más a laterales regateando. Cada vez más. En campo propio con situaciones que no requieren. ¿Por qué? Pero no porque el jugador no tenga capacidad para resolver, porque a lo mejor incluso tiene la capacidad para resolver. Ahora, no tiene conciencia para nada. Esto aquí no toca.
FdB2: Riesgo…
C.R: Riesgo. Antes por ejemplo te castigaban mucho.
FdB2: No calibra el beneficio-riesgo.
C.R: Y has hecho 40 tareas de entrenamiento tal, pero si al final el jugador no entiende: fase de creación, fase construcción, fase de finalización. Obvio ¿no? Parece hasta antiguo. Es fundamental. ¿Fase defensiva? Defender. Fase defensiva, defender. Fase de construcción, construir y destruir. Fase de ataque, finalizar a portería. Cuantas veces vemos ahora a los delanteros que no tiran. En eso sí que tenemos que ir a la esencia. Cuando uno está en el balcón de área… cuando Iago Aspas está en el balcón de área no hay táctica que valga. ¿Qué estás pensando? Que tire. Hasta que tú no hagas que el jugador tuyo de ataque entienda que a la mínima opción, atacante, atacar, tire… no, es la toma de decisión. ¿Qué toma de decisión? El de la banda centrar y el del centro golpear. Parecen cosas que entendemos que el jugador las tiene que saber. O que el alumno las tiene que saber. Y la realidad es que no es así.
¿Cuántas veces vemos situaciones que el que está para centrar no la pone y vuelve para atrás? Bueno, yo creo que el fútbol que nosotros vemos, que es el que más se produce en la tele es el irreal. El fútbol que juega el Barça y el Madrid no existe. Partidos de esos, al fin de semana hay 50 voy a decir. Bundesliga… Pero es que el fútbol real es el que ocurre en los otros 5.500 partidos del mundo. He dicho una cifra. Me la he inventado. Pero que nos pasa lo mismo como entrenadores igual que a los chicos. Hablaba hace poco de que me gustaba mucho Riquelme, que decía: está haciendo muchísimo daño Busquets. El pivote toda la vida jugaba la pelota fácil y a defender se metía en medio de los centrales. Ahora la salida de 3, la de 6, la de 8… Y después tiene al pivote que no ayuda a los centrales nunca. Como concepto… Da igual el planteamiento que tú quieras hacer de juego de posición, de un juego de transición… da igual lo que sea. Pero si esencialmente, ahora cada vez cuesta más ver jugadores que saquen rápido la pelota. Lo hace el intuitivo del equipo. Cada vez hay menos faltas, porque es políticamente incorrecto cortar un contraataque. Cosas que es en el fútbol una herramienta del juego. Y no hablamos de violencia para nada. Un jugador de zona de mediocampo tiene que saber hacer eso. Ahora los jugadores de ataque, con el tema de la pierna cambiada, se ataca poco al espacio. ¿Por qué? Jugar a pierna cambiada es mucho más cómodo. Si a mí me dices qué quiero yo, si tirar cinco desmarques a la espalda con cinco carreras de 50 metros o ir al pie… Todos vienen al pie. Muchos de ellos. Estamos queriendo hacer con todos los futbolistas lo mismo y muchas veces no les está ayudando a que el jugador conozca más el juego, la parte esencial. Así lo veo.
FdB: Vamos a volver un poco atrás y después continuamos. Nos comentabas que los entrenadores mentorizaban jugadores. ¿Cómo elegís quién va a estar con cada uno? Y si llegado el caso, por ejemplo, él tiene ocho, y uno de ellos tiene muy buen feeling conmigo. ¿Hay opción de cambiar durante el año? Los rotáis por tiempo…
C.R: Vamos a ver. Yo tengo que ver el perfil del alumno-jugador y el perfil del formador. Hay personalidades que las tienes que entrar por un lado completamente contrario al otro. Por ejemplo, me imagino, un jugador que yo preveo que va a tener un papel muy importante en el equipo porque yo le veo un nivel formativo avanzado, lo normal es que su entrenador de grupo pueda ser su mentor. Porque de manera natural va a interactuar mucho más, por lo que hablábamos anteriormente. Posiblemente el jugador que yo veo que a lo mejor está más atrasado formativamente dentro del colectivo, que todos tenemos. El entrenador de bloque no le va a parecer el más alto ni el más guapo si no tengo un rol importante dentro del equipo.
Nosotros, por ejemplo, en las partes técnicas siempre tratamos de tener un jugador que haya sido ex-jugador o jugador actual. No hace falta haber sido jugador de élite. También tenemos que han jugado en élite. Pero si yo tengo un jugador que está jugando en 1ªRFEF o 2ªRFEF y que es medio centro, pues lógicamente, qué mejor que lo que está sintiendo cada domingo se lo transmita al jugador. Y en este caso no suelo hacer cambios salvo que haya procesos de nudo donde no se esté fluyendo, donde realmente que los objetivos que nos planteemos con los chicos no se está avanzando. Ocurre, pero no ocurre mucho. Al final, la experiencia que tengo con el tiempo me hace acertar. Lógicamente también hay un aspecto que hay que tener en cuenta, el idioma. Nosotros tenemos una persona del cuerpo técnico que habla francés y justo viene un chico de habla francesa, pues lógicamente, al menos en fase inicial, ya le mentorizo con ese chico porque va a favorecer la adaptación al grupo.
«lo importante no es la clase magistral, es lo que está percibiendo el que la ve. Y si está aprendiendo. Una cosa es impartir y otra cosa es que él aprenda. Son cosas distintas. Lógicamente ese factor de conectar con el jugador, de implicarlo en su proceso.»
FdB: Y el entrenador digital qué funciones tiene con los chicos.
C.R: El entrenador digital hace soporte digital a la parte de bloque y a la parte individualizada que luego interactúan. Él tiene la obligación de trabajar digitalmente con todos. Pero también, si por ejemplo, me imagino, queremos hacer un trabajo específico de la defensa del área, y queremos utilizar el partido anterior y resulta que ese entrenamiento lo va a hacer el entrenador digital pero queremos hacer un pre, lo normal es que el entrenador de bloque ya le haya pedido al entrenador digital: oye, Carlos (Carlos Guzmán es un analista) prepárame todo lo que tengamos del entrenamiento del lunes. Hicimos un trabajo de no sé cuánto y del último partido para hacer un pre previo al entrenamiento. Al final es un soporte. Nosotros prácticamente grabamos todos los partidos y entrenamientos. El soporte imagen no te genera opinión, no hay discusión. Porque hay una cosa que es fundamental. Nosotros en nuestro modelo pedagógico lo tenemos muy claro. Tú no puedes dar clases magistrales. Es decir, yo vengo aquí, doy una clase magistral, pero lo importante no es la clase magistral, es lo que está percibiendo el que la ve. Y si está aprendiendo. Una cosa es impartir y otra cosa es que él aprenda. Son cosas distintas. Lógicamente ese factor de conectar con el jugador, de implicarlo en su proceso.
Yo creo que cuando un jugador solo valora a un entrenador por las veces que le pone en la alineación está muy bien, pero es algo que no se sostiene en el tiempo, porque el día que no le pongas… El buen formador es el que el jugador siente “éste tío me está ayudando”. Lógicamente al final todos somos egoístas, pero cuando tú percibes que es un tío que me está ayudando, voy a estar con él. Pero claro, le tienes que impartir cosas que él pueda hacer, que las entienda. A su nivel. Porque al final el jugador es como mi hija. Yo le digo: oye, no chilles. Pero si va a chillar. Tengo que educarle durante muchos días, mucho tiempo, para que no levante la voz. Requiere un esfuerzo continuo del formador de entender que los chicos están en procesos que ya les gustaría hacerlo. Y a mí me ha pasado como técnico. Yo empecé muy joven y ahora me miro y digo… le pedía a los jugadores unas cosas muy difíciles. Por eso yo creo que hay que diferenciar al técnico de competición del técnico de formación. No tienen nada que ver. ¿Ideal? Una estructura donde te obligue a que formes al jugador. ¿Quiénes lógicamente pueden hacerlo? Los que tienen más recursos. Sin hablar de academias que todos tenemos en la cabeza que tienen muy claro la parte formativa de hacer que el jugador mejore más allá de ganar la liga de cadete no sé cuánto. Y están recibiendo los frutos.
Yo es que creo que muchas veces en las canteras, por la prisa que tenemos también los técnicos de avanzar, porque queremos nuestros camino, es lógico, yo lo entiendo esto. A mí me ha pasado. El camino de: estoy aquí, para estar aquí, para… Somos como la sociedad de hoy, que con un botón queremos todo inmediato pero la formación no se puede. Por qué un proceso de un chico 2007 que es un proceso no madurativo con otro chico 2007 de proceso sí madurativo, hablamos físico, hablamos cognitivo… no está a la misma altura. Están en el mismo equipo, pero el trabajo no es el mismo. Pero claro, lo que hablamos antes, es que el técnico muchas veces no tiene recursos, no tiene tiempo, no tiene espacio… no es fácil
FdB: Justo por lo que dijiste, Julio Velasco decía que si tú como entrenador sabes 80 y a él le llega 20, sabes 20. Pero si él sabe 50 y al jugador le llega 50, sabes 50. Lo que le llega al jugador es lo que…
C.R: Me parece que hay entrenadores que no son políticamente correctos pero que te dicen las cosas con claridad. Luego con el tiempo preguntas a los jugadores y curiosamente todos le aman. No sabemos por qué. En cambio otros entrenadores que siempre todo fenomenal, y luego le preguntas al jugador qué tal y dice… bueno. No lo eligen como el mejor, como su mentor. Ahí está un poco el punto de ser clarividente, de decir la verdad. Lo que pasa es que el fútbol, y más el fútbol profesional muchas veces, es una máscara que te tienes que poner porque no puedes decir lo que realmente piensas.
FdB: Retomando lo de antes, estos entrenadores digitales, usan solo imágenes propias de partido y demás o también imágenes de fútbol profesional como modelaje.
C.R: Nosotros utilizamos tres cosas. Nosotros tenemos un sistema de evaluación donde tenemos que comparar a los jugadores con los mejores jugadores de su etapa. Es decir, precisamente por lo que decíamos antes. Si tenemos un jugador 2007 o 2008, yo no tengo que estar comparando a ese jugador con uno de élite, con Modric porque es mediocentro. Sí lo utilizamos para llamar la atención del jugador. Éste es el modelo, pero tratamos de que ese modelo le dé los valores esenciales. Si tú dices Modric, la gente: qué calidad, cómo tira las faltas… Yo digo: no, no, Modric a mí lo que me interesa es lo que trabaja en el campo, las idas y vueltas, lo que está relacionándose con todas las zonas del campo en muchos momentos… Sí que tenemos que utilizar esos modelos porque no podemos aislarnos de la sociedad de hoy, les tenemos que llegar, pero al final la realidad es que también les tenemos que equiparar con los jugadores de sus etapas de élite. Al final, un jugador que tengo 2008, su espejo real es el jugador 2008 que está en la cantera “x” y a lo mejor también comparado con él porque a lo mejor tampoco has hecho el cambio físico. Porque esa es una de las cosas también que es brutal. Cómo apartamos a esos jugadores que los aparta la competición. Que nosotros ni en formación somos capaces de esperarles pero tenemos a otros que sabemos que es 50 veces peor pero que sabemos que no se van de él en el duelo, y al lateral que no tiene piernas lo dejamos en el banco. Porque somos así, yo lo he hecho. No hay problema en decirlo. Pero es una realidad. Yo creo que de alguna manera tenemos que equipararles con jugadores acordes a las competencias que ellos tienen, y sobre todo, nosotros tenemos muy claro que tenemos que potenciar las fortalezas que tiene cada chico. Cada chico es distinto. Todos tenemos nuestras debilidades.
Yo he tenido jugadores, por ejemplo Bryan Angulo en el Granada, que cuando se le fichó defensivamente era un jugador, para mí, flojo, pero no importaba porque ofensivamente era muy bueno. Y ahora queremos que el jugador lo haga todo. El jugador que no defienda naturalmente, pues a lo mejore tenemos que pensar en reubicarlo en otro lado. No podemos meter por dentro a un jugador que tenga una personalidad de inconstancia porque no puede ser. Si tú eres un tío inconstante… yo al mediocentro o volante lo considero como el corazón, que está palpitando continuamente. Si tú tienes un tío inconstante no puede jugar de mediocentro en la vida. O un tío con falta de responsabilidad no puede jugar de central porque tú necesitas seguridad.
«hay una fase que es fundamental que es la fase de inconsciencia, es decir, el alumno muchas veces es inconsciente de las cosas, no tiene conciencia real de lo que él es. O quiere ser un futbolista que él no puede ser.»
Nosotros utilizamos bastantes espejos con ellos pero el mejor espejo es que ellos… en Marcet Football University hay una fase que es fundamental que es la fase de inconsciencia, es decir, el alumno muchas veces es inconsciente de las cosas, no tiene conciencia real de lo que él es. O quiere ser un futbolista que él no puede ser. Si tú eres bueno al espacio, te tendremos que enseñar mucho y te tengo que focalizar en que te desmarques mucho. Tendrás que ser muy bueno en la finta y el desmarque interior… cualquier tipo de desmarque. Muchas veces el jugador tiene esa inconsciencia: no, yo quiero venir al pie porque es donde está la pelotita… Yo creo que hay que despertar la consciencia de dónde están sus fortalezas. Muchas veces con los defensores, pasa mucho con los centrales. Por el fútbol moderno muchos quieren ser centrales, pero que realmente quieren ser medios centros. Esa es la realidad. Ahí hay un foco que está totalmente desajustado. Va a ser muy difícil que el alumno evolucione. Tenemos que cambiar del periodo de inconsciencia a un periodo de consciencia total: qué soy, qué puedo hacer. Y entonces es cuando unes el aprendizaje del alumno, porque si al final el jugador no se vincula contigo en su formación. Tú le estás diciendo: tú eres esto. Es que no es opinión. Se lo tienes que mostrar hasta que el jugador se dé cuenta. Es verdad, soy defensivamente bueno, entonces tengo que centrar todos mis esfuerzos más que en sacar la pelota jugada, en ganar todos los duelos 1×1. Entonces es cuando va a mejorar y cuando va a crecer. Pero cuando tú tienes a un lateral que todo el mundo está viendo que con la pelota va justo y él quiere seguir sacando la pelota, sacando la pelota… en lugar de darle la pelota rápido al mediocentro. Ese periodo de consciencia es clave en la formación. Sobre todo a mí me parece clave en la etapa cadete. Despertar esa consciencia. Cuantas veces vemos en la etapa cadete… yo siempre lo hago con los laterales izquierdos. Yo veo un zurdo y lo primero que digo es: al lateral. Claro, me quieren matar todos. ¿Por qué? Porque trato de ver en ellos a versión futura. Zurdos no veo, no eres regateador, sí que tienes recorrido… Yo veo las competencias que él tiene, a futuro, entonces trato de ubicarle ahí. Pero muchas veces nosotros sabemos que en los equipos, a ver, quién es el grande. Entonces delantero o central, da igual. Y a lo mejor resulta que sus características son de mediocentro, no sé, me lo estoy inventando.
«Yo creo que para poder conectar la formación con los jugadores es fundamental pasar de ese periodo propio del jugador de inconsciencia a la conciencia. Y en eso el formador es clave.»
Yo creo que para poder conectar la formación con los jugadores es fundamental pasar de ese periodo propio del jugador de inconsciencia a la conciencia. Y en eso el formador es clave. Es clave. Porque sino el jugador se confunde. Nosotros siempre hacemos una pregunta en la reunión inicial. Les hacemos tres preguntas: quién es tu entrenador favorito, porque ya te marca. Te dan muchas pistas. Si tú ves que te viene un central de 1’95 y que su entrenador favorito es Pep Guardiola. Este no va a querer defender nunca. Lo digo… no quiero decir tal. 1’90, grande, defensor, me gusta Simeone… Vamos bien, defensor. O al revés. ¿Con qué es con lo que más disfrutas en el fútbol? Y te sorprendería esa pregunta que parece obvia. Yo metiendo goles. Pero si eres lateral derecho.
FdB2: Hay un trabajo ya ahí claro. Antes de cualquier otra cosa.
C.R: Claro, claro. Pero son cosas que damos por entendidas. Tú tienes un mediocentro que le pones de 6 y resulta que no disfruta nada de la recuperación del balón. Nunca va a ser un gran recuperador del balón. No se puede. No se puede. Entonces, tú despiertas la conciencia. Vale, tú sabes que físicamente, condicionalmente, eres un gran recuperador de espacios. ¿Lo ves? Estas son tus condiciones. Pero esto no es una reunión de un día. Es tarea, tarea, tarea, ¿te das cuenta?, ¿lo ves?, tú qué piensas, quizás yo creo… Entonces, claro, esto es lo que realmente luego ajusta que el jugador vea.
FdB2: Es hacérselo ver, no obligarle a verlo.
FdB: Sí que creo que muchas veces hay un conflicto entre lo que son, las capacidades que tienen y el jugador qué quieren ser.
C.R: Casi siempre.
«La táctica no puede estar por encima del futbolista. Nunca. Para mí la táctica es una herramienta para solucionar lo que el futbolista no puede hacer.»
FdB2: Es muy difícil de mover eso.
C.R: Casi siempre. ¿Cómo lo cambiamos? Lo que hemos dicho antes, implicando al jugador en el proceso formativo. Que él te vea a ti como un tío que tú le quieres ayudar. Que no es fácil eh. No es fácil.
Si tú vas a un equipo: a ver con qué disfrutas tú. ¿Cuántos te dicen defendiendo? Típica tarea de entrenamiento de los viernes. Finalización. Y ves a los centrales disfrutando metiendo goles… Y tú piensas: pero si no pasa nunca. No te va a pasar nunca. Es como ir a la Universidad en la carrera de letras y estar haciendo divisiones todo el día. Cómo me gusta. Lo paso fenomenal. Si no te pasa nunca. ¿Qué tienes que hacer? Que el jugador disfrute, si eres defensor, defendiendo. De un espacio reducido 5×5 y no ser superado. Pero entonces tienes que modelar las tareas para premiar eso. Muchas veces condicionamos las tareas hacia una fase del juego. Que es la que normalmente el entrenador quiere que se dé. Lo que sea. ¿Cuántas veces vemos a los extremos defendiendo, porque estamos en bloque bajo 4-5-1 y es un mediapunta que está ahí de extremo? Y encima le pedimos: eh, tienes que defender. Lo podemos hacer pero no podemos pretender que el jugador crezca. La táctica no puede estar por encima del futbolista. Nunca. Para mí la táctica es una herramienta para solucionar lo que el futbolista no puede hacer.
FdB2: ¿Y si nos equivocamos cuando les queremos hacer conscientes? ¿Dónde está el acierto? Me llega ese central que quiere meter goles, que es lo más exagerado digamos. ¿Dónde está el acierto? En hacerlo consciente de que es central, en lo que nosotros creemos que va a ser en un futuro…
C.R: Claro, yo creo que tiene que ver con lo que se te da bien hacer. Al final, nosotros de manera natural hay cosas que se nos dan bien. Por ejemplo, yo con los idiomas soy un desastre. Pues pongo un traductor, no pasa nada. Imagínate que llego a una reunión y voy a hablar francés. Pues tendré una ilusión tremenda… Entonces, yo creo que el jugador, si tiene unas capacidades, unas competencias, que no van relacionadas con su disfrute del fútbol, tiene que haber un trabajo para intentar que él disfrute de eso. Pero es un proceso. No sabemos cuánto va a durar. Tenemos que hacer, provocar, que eso lo vea como un disfrute. Si lógicamente, él tiene unas competencias y no hay disfrute, si el jugador tiene un nivel excepcional y llega a élite, como pasa muchas veces y cada vez lo vemos más, que hay jugadores en élite que dice: no me gusta el fútbol. Antes sería impensable, hace 20 años, que un jugador llegase a Primera División y no viese los partidos de La 2 del sábado.
FdB2: Total.
C.R: Y hoy en día ni el jugador profesional ve fútbol. Hace otras cosas, súper profesionales. Y además se ve mucho. Tú ves claramente quién disfruta. Tú ves a Militao y disfruta defendiendo. Pepe. O sea… Sergio Ramos. Luego tiene la otra vertiente de disfrute de defender. Yo creo que si el jugador en etapas formativas, que digo que lo normal es no llegar a la élite, tenemos que intentar que ellos tengan disfrute con lo que hacen. Y si realmente tú tratas de orientar a un jugador para pasar esa etapa de conciencia. De decir: oye, tú en esto eres bueno, vamos a intentar hacerlo. Ahí está el trabajo más duro, pero si no logras eso, luego va a ser muy difícil que un jugador luego pueda avanzar. Ahí hay un trabajo. Yo creo que hay que diferenciarlo. Hay un año que yo creo que casi todos los jugadores se orientan de manera definitiva, que es el juvenil de primer año. Es un poco ya tu realidad. Ya se han ido las ventajas físicas, vengo de estar en un contexto alto el año anterior y me veo como juvenil de primer año en nivel medio-bajo, no vamos a decir bajo. Entonces el jugador como que dice: o me pongo las pilas en lo que yo soy o esto ya se acaba. Primero de Bachillerato, ya en un año acabo tal…
En cadete tenemos que hacer una labor total de conciencia. Porque anteriormente en infantiles queremos estar… porque ese es otro tema. La especialización tan temprana. El jugador tiene que jugar y la etapa cadete es de despertar totalmente sus virtudes, sus carencias, que él descubre, que vea… porque eso es lo que está haciendo en esa etapa. Lo está haciendo a nivel sexual, a nivel de relaciones personales… se está despertando. Yo creo que en fútbol tenemos que despertar en ellos también que se direccionen. En mi experiencia, yo siempre hablo de los laterales izquierdos. Ahora tengo un chico que se llama Rober, como tengo Héctor, el chico que está ahora en el Murcia… son chicos que en la etapa del cambio, de hacerles entender: tú no eres extremo, eres esto. Hay un proceso… al principio me quieren matar. Cada vez me quieren matar menos. Les comprendes y no les exiges en la fase de aprendizaje, en la fase de conciencia, que cometan errores. Claro, porque le van a ganar la espalda 70 veces. Cuando ya su características, y se acerca a cadete de 2º año, y ya van viendo que lo que ellos son ya les va dando rendimiento, por ahí viene el convencimiento, el de la conciencia. Porque en cadete de primer año todavía piensan en etapa infantil. Piensan: yo era muy bueno en infantil, en cadete sigo. Y son niños todavía. Pero ya en la etapa cadete de primer año a cadete de segundo ya se despiertan, y cuando llegan a juvenil de primer año ya tienen que estar despiertos. El que no se despierte hará fútbol, pero no lo hará en una línea de progresión tan marcada.
FdB: Enfocándonos hacia la metodología, ¿cómo organizáis los grupos de trabajo? Por equipos, por años…
C.R: Bueno, esto es un máster. Mi trabajo es muy complejo en ese aspecto. Cada año nuestros equipos son completamente nuevos. Por las evoluciones de los chicos, los cambios de estructura, los chicos que salen, etc. Cada año es partir de cero. Partir de cero donde, a lo mejor, me lo invento, en cadete de primer año pasan para cadete de segundo, diez. Pero vienen quince que pueden tener cierto nivel pero de una etapa formativa que no tiene nada que ver. O porque pueden tener competencias buenas en algunas cosas. Sobre todo cuando traen chicos de fuera, que es lo que tenemos nosotros mayoritariamente. A nosotros nos viene un chico cadete de segundo año de República Dominicana con unas competencias brutales con balón, me lo estoy inventando, pero luego olvídate, no hay más fases en el juego. Ahí hay un trabajo muy complejo. Nosotros siempre en la primera parte del año nos cuesta mucho hasta que ajustamos todo esto. Siempre hacemos los grupos por nivel. No lo hacemos por edad. Grupos de nivel. Y lógicamente, si hay jugadores que el contexto se les queda pequeño los avanzamos. Por ejemplo el año pasado había un chico infantil que se llamaba André que jugaba en mi cadete de segundo año porque entendía que sus competencias, en ciertas fases del juego, eran de cadete de segundo año. Y en este caso también él, debido a que todavía no ha hecho el cambio físico, yo sabía que tenía que provocar en él la dificultad física lo antes posible, para que tuviese opciones futuras lo antes posible.
Yo creo que los jugadores de nivel se entienden bien, los del nivel medio se entienden bien, y los de nivel bajo se entienden bien. Y lógicamente, sí que es verdad que después, una de las cosas que más nos cuesta… nuestros chicos mejoran muchísimo por todas las horas que les dedicamos, y muchas veces tenemos que mirar a septiembre, a octubre, para mirar todo lo que han avanzado nuestros chicos. Los jugadores que más avanzan son lo que, como antiguamente en clase, el que levantaba más la mano normalmente era el que más rápido iba. Pues aquí es un poco lo mismo. Tratamos de buscar momentos para que ellos sean los que vengan a nosotros y no al revés. No tiene que ser todo: reunión a las tres, reunión a las tres y media…
FdB2: Romper la estructura clásica.
C.R: Que sea al revés, que sea el jugador. Por ejemplo, yo hago un sistema con algunos chicos de agenda, donde yo les hago que escriban lo que les apetezca de un día. Lo que les pasó en el entrenamiento, una experiencia, una cosa… Porque esa es otra, les decimos y les impartimos tantas cosas que para ellos es muy importante discernir lo importante de lo menos importante. En fútbol no todo tiene la misma importancia. No tiene la misma importancia una defensa de la línea de cuatro que tú pierdas el balón y te quedes parado, no está al mismo nivel. Claro, es que en fútbol hay un millón de cosas. Tienes que intentar que los alumnos vean las cosas más importantes. Por eso las agendas, como hacen en los colegios, propia. No es qué he hecho durante el día. Es: hoy me he puesto nervioso. Hoy no me he encontrado bien. ¿He entendido la tarea? ¿Qué quería buscar con la tarea? Porque cuántas veces haces la tarea, la vienes a hacer al día siguiente y tienes que explicarla otra vez entera. El jugador resetea automáticamente. Sí míster, fenomenal. Y hoy… Yo creo que hay que buscar herramientas para que los jugadores se queden con las cosas más importantes.
FdB: ¿Cómo es el horario del chico cada día? Para luego adentrarnos en lo que hace dentro del entrenamiento.
C.R: Nuestros chicos se levantan a las 7 de la mañana. A las 7:30 los que quieren tienen un pequeño tentempié, que es un pequeño desayuno para poder entrenar.
FdB: No es obligatorio.
C.R: No, no es obligatorio. Lo que pasa es que lógicamente la cafetería está abierta. Hay un buffet. El que quiere leche, leche. El que quiere una tostada, una tostada… El que necesita comer más por lo que sea lo hace y el que no, no. Pero normalmente hay un breve desayuno. A las 7:30 los chicos están en vestuario y a las 7:45 ya están entrenando. El entrenamiento dura hasta 8:50-8:55 más o menos. Las dinámicas de la mañana son bastante intensivas, donde intentamos que haya poca pausa. El objetivo es que durante los entrenamientos de la mañana variamos los entrenamientos técnico-tácticos con los condicionales-físicos. Vamos alternando. Por ejemplo, un mismo grupo a lo mejor martes una semana hace entrenamiento técnico-táctico y a la siguiente, condicional. También es verdad que la parte cognitiva a primera hora de la mañana, aunque parece que estás dormido, al jugador le llega más fresco que no a media tarde. El entrenamiento acaba a las 9 de la mañana, los chicos se duchan, desayunan y se van a sus obligaciones académicas hasta las 2 de la tarde aproximadamente. A esa hora comen. Luego tienen un pre descanso de entrenamiento. Los entrenamientos son por la tarde. Depende del grupo, pero de 3 a 6. En ese margen de 3 a 6 puede haber solo un entreno grupal, puede haber un pre entreno de parte preventiva y otra de parte grupal, puede haber una parte de trabajo con entrenador digital, puede haber un entrenamiento con el entrenador de bloque o de objetivos relacionado con su plan de objetivos…
Normalmente estamos variando de 7, a 9, a 12 sesiones a la semana en pequeños entrenamientos por la tarde. Ellos hacen esa parte horaria de 15:15 a 18:00. A esa hora se duchan, meriendan y después van a recuperar las horas académicas que “perdieron” entrando un poquito más tarde por la mañana al haber entrenado. Académicamente, por la tarde, los que están haciendo Bachillerato por ejemplo, tienen el aula de refuerzo, de lo que toque. Los que no saben el idioma tienen un extra de español por niveles. Y los de aula internacional depende un poquito del sistema académico.
A las 20:30 van a cenar. Han acabado su día de horario reglado. Ahí ya es un horario libre hasta las 22:00-22:15 que están en habitaciones. A esa hora se hace recogida de todos los elementos electrónicos, porque fue algo que detectamos la Navidad pasada que era un desastre. Generaba chicos que se dormían en clase, mal ambiente, incluso conflictos entre ellos por la falta de descanso. Nosotros lo notamos. Cuando hay un día que no has descansado, el carácter no es el mismo. No lo hacemos de una manera negativa sino que ellos al final lo agradecen. Dejas el dispositivo y ya tranquilo. Es un tiempo que ellos utilizan también para ellos. Creo que es una medida buena.
Esta dinámica la hacen tres días a la semana, de doble sesión. Lunes por la mañana nunca hay entrenamiento por la mañana por si hay competición de fin de semana. Y luego hay un día a mitad de semana que coincide que no entrenas por la mañana o por la tarde, de campo, pero sí que puedes ser citado para otro tipo de trabajo, como puede ser trabajar con los de desarrollo personal, sesión de vídeo, una reunión con el director deportivo, con el entrenador de objetivos… O a lo mejor, yo qué sé, si a lo mejor estamos intentando un plan de desarrollo técnico, ese jugador, si no tiene carga alta, se le puede meter un específico por la tarde meramente más técnico. El objetivo es que un día a la semana no toquen campo porque sino al final la rutina es exigente. El fin de semana se juegan partidos, y después, depende de los minutos… tratamos de meter la mayoría de los partidos en sábado, para que si algún jugador, por lo que sea, ha tenido menos minutos, el domingo o entrenar, o si ha jugado más, uno más recuperatorio, o meter algún partido.
FdB: Y en cuanto al trabajo de campo ¿cómo es el enfoque? ¿Es grupal, colectivo, individual?
C.R: El departamento de metodología les marca un poco. En Marcet Football University tenemos, vamos a decir, las recetas. Lo que queremos es impartir materias. Pongo un ejemplo: nuestros alumnos tienen que saber cambiar al espacio libre. Ya sea con balón o ellos mismos. Dentro de la metodología, hay una serie de fundamentos fundamentales relacionados con el juego donde los entrenadores tienen que tocarlos de manera obligatoria. Ellos podrán decidir cuándo meten los contenidos. Resulta que queremos trabajar la distancia entre líneas. Si el entrenador lo hace el martes, el miércoles o el jueves, lógicamente los de metodología hacen un seguimiento de lo que se va haciendo, pero se le da libertad a los entrenadores. No creemos en decirle al entrenador: tienes que hacer esta tarea. No. Sí que tienes que impartir estas materias. Organízate. Sí que es verdad que en los específicos, según vaya desarrollando el año y vamos viendo… al principio a los entrenadores de bloque, de objetivos y digitales les dejamos que puedan elegir los objetivos de los específicos. Es decir, quiero hacer trabajo específico de los centrales para las marcas de centro lateral. Pero según vamos viendo cómo se va desarrollando el año, si vemos que hay grupos que nos está costando mucho la defensa dentro del área de todos los jugadores de la línea de cuatro, pues ya les decimos: oye, tenéis que hacer el jueves por la mañana específico de esto. Pero no le decimos: haz esto, porque es algo que no creemos en ello. Como compartimos un espacio multi, tienes acceso a muchísimas cosas, muchas sesiones. Pero copiar y pegar no queremos.
FdB: ¿Tenéis programación del tipo: miércoles espacios más reducidos todos o por la transferencia que pueda tener al juego, sobre espacios reales con más o menos participación en el juego?
C.R: Le damos una repartición de espacios coherente en la semana. Al ser nuestra propia instalación y los horarios en los que entrenamos, tenemos disposición de espacios. Nosotros a un bloque decimos: tú vas a tener campo completo dos días, vas a tener medio otro día… Es decir, ya les damos los espacios y por lógica ya tienen esa repartición de espacios. Ya te estamos diciendo. Si tienes medio campo ya sabes que toca espacio reducido. Si tienes campo completo ya sabes, situación de ¾ y tal. Lógicamente ahí hay un seguimiento de la parte de metodología que van viendo las tareas que se van haciendo para que haya una coherencia en todo eso. Lo que no puede ser es que al final tú tengas campo completo dos días a la semana y estés haciendo tareas en un 30×20. Tenemos esa ventaja. Tenemos muchos espacios y lo vamos variando. Procuramos que todos los grupos mínimo tengan 2 días a la semana el campo de fútbol 11 completo. Condiciona mucho, es uno de los problemas del fútbol base. Tener que compartir campo. La dinámica horaria que tenemos ahora la cambiamos en su día precisamente por eso. Cuando yo llegué a Marcet Football University había una estructura donde se entrenaba en esos horarios habituales a partir de las 7 de la tarde. Y yo dije que eso no podía ser. Si nosotros queremos dedicar tiempo a los chicos, que es lo que más necesitan, no podemos ir apretados de calendario de tiempo. Tenemos que buscar la franja en la que haya menos masificación de equipos. De tres a seis no entrena nadie. Salvo algún juvenil División de Honor que ya entrena a las cuatro de la tarde o equipo sénior.
FdB: El trabajo individualizado lo enfocáis, dentro de una tarea grupal o colectiva, el foco en el jugador. Por ejemplo, una tarea colectiva pero que el foco va para los centrales. El resto tiene cosas secundarias de la tarea. O es más individualizado en el que solo se trabaja con el jugador, o los jugadores y se completa con muñecos, entrenadores…
C.R: Te explico. Cada chico tiene una programación de objetivos individualizada en diferentes aspectos. Depende del chico, porque esto también depende de su capacidad de aprendizaje. Pero a nivel técnico-táctico, cada chico tiene tres objetivos marcados. Pongo un ejemplo que hemos hablado, el marcaje dentro del área. Tenemos un central, pero a veces nos vamos mucho a macro objetivos. Nosotros tenemos muy desarrollado los micro objetivos. Todas las cosas previas que hay a que ocurra que tú marques bien. Para que un chico tenga establecido marcar bien tiene que pasar por diferentes etapas. Primero, lo tiene que conocer. Cómo se marca. Lo tiene que saber hacer después de conocerlo. Lo tiene que saber hacer en entrenamiento y en competición. Y luego está la estabilidad, que tú lo haces regularmente. Si tú logras, en un año, que un central tenga estabilidad en el marcaje, en diferentes contextos, has triunfado. Muchas veces queremos que los jugadores hagan 40 millones de cosas. No, no. Si yo logro con este central, que marque dentro del área, y lo tenga establecido, interiorizado. Porque claro, luego están los niveles. Puedes marcar bien en el cadete de primer año, que resulta que eres físicamente superior. Por eso nosotros variamos mucho el contexto. Tenemos diferentes tipos de competición y también nos medimos mucho con canteras. A lo mejor vemos un jugador que en su competición regular lo está haciendo bien pero luego vamos y jugamos contra el Barça. Ahora ya no lo hace bien. Claro. Tienes que jugar mucho con el contexto.
Con esa programación de objetivos, tenemos objetivos de desarrollo personal, que tienen que ver con los comportamientos, con los hábitos. Hay a nivel físico. Cada chico tiene su programa “x”. Puede ser preventivo de lesiones, puede ser de fortalecimiento “x”. Hay una programación de objetivos y una evaluación semanal. Evaluación de entrenamientos y evaluación de competición de esos objetivos. Es decir, puede ocurrir que tú el fin de semana hayas ganado 3-0 y haya sido un verdadero desastre en tus objetivos individuales. Por eso tenemos tanto personal, porque nosotros evaluamos a cada chico. ¿Con qué equipararle? Lo que decíamos antes. Nosotros evaluamos de 0 a 40, pero lo evaluamos comparado con un jugador de su etapa. De ese jugador del Real Madrid cadete A. Al final, tenemos Wyscout también, la plataforma para poder medir dónde están los jugadores y qué tipo de jugadores hay actuales, porque si tú ves el tipo de jugador que hay en cadete hace dos años al de ahora, cambia. Antes tú veías en cualquier equipo cadete que el elemento condicional no era tan importante. Ahora ves cualquier cadete A, de cualquier cantera y ves que todos los chicos están por encima del 1’80.
En el entrenamiento lo que hacemos es: dentro de lo que se imparte, se tiene que ir dando los objetivos individuales de los jugadores, por eso en todos los entrenamientos está el entrenador de objetivos. Pueden tener labor de corrección sobre los objetivos individuales de los chicos pero no relacionado con la tarea de entrenamiento. Lo decíamos antes, el entrenador se encarga de que el carrusel se mueva, y después están el entrenador digital y el de objetivos, donde, dentro de cuando se mueve el carrusel, coge el caballo del carrusel y le dice en la pausa: a ver, estamos haciendo esta tarea. Tú que eres un extremo, tienes un objetivo fundamental que es fijar marca y buscar espacio libre. Claro, el jugador hace la tarea, que a lo mejor es un trabajo de posesión 8×8. Pero hay que incidir sobre que Pedro Pérez fije y se escape al espacio, porque sino al final el jugador entrena, hace la tarea, pero nunca hace lo que realmente para él es más importante. Y decimos: hoy el viernes sí, vamos a meter acciones combinativas donde hago que me voy, busco al espacio… Los minutos que tú estás dedicando a la formación del jugador es la clave. Tú haces una tarea de 8×8, una posesión para el pressing. Pero en esa tarea, de manera implícita, se dan los objetivos que tú tienes que trabajar con ese jugador. Ahí está la labor del entrenador de objetivos, del entrenador digital, de hacer ese seguimiento.
«Cuando hablábamos del arte de entrenar es saber cuándo, cómo y de qué manera dirigirte al jugador. En qué situación.»
FdB2: En esa supervisión diaria del entrenador de objetivos, ¿tienes la potestad de interactuar con el jugador o simplemente es un asesor del entrenador a la hora de dirigirse al jugador? O puede intervenir directamente en la sesión para corregir una cosa puntual… O tiene que esperar a terminar el entrenamiento.
C.R: Hay que elegir los momentos. Cuando hablábamos del arte de entrenar es saber cuándo, cómo y de qué manera dirigirte al jugador. En qué situación. Si tú vas a un jugador que vienen de hacerle una entrada y quiere matar al lateral izquierdo y tú vas a corregirle que no vas a los espacios libres… te va a matar. Sí que le damos opción a que el entrenador participe, pero tiene que intentar que la tarea no se pare si no requiere pausa la tarea. Sí que hay veces que el analista, saca con tablet directamente al jugador de la tarea, porque sí que es verdad que está más que comprobado que es la mejor manera de que el jugador se vea en ese momento. Es que no ha sido así… mira. Aquí está. ¿Lo ves? Depende del tipo de tarea. Lo puedes hacer en las pausas si haces trabajo por series. Si hay un trabajo de asignación de tareas, si hay un trabajo de rotación… Normalmente, como tenemos muchos chicos, siempre tenemos grupos grandes. Mínimo hay 20 o alguno más, en cada equipo. Hay muchas tareas que te puedes permitir el lujo de…
FdB2: ¿Y podría ese entrenador actuar como asistente a la hora de subdividir el grupo por ejemplo?
C.R: Sí.
FdB2: Digamos que puede participar como un segundo entrenador…
C.R: Los tres son del grupo de trabajo. Aquí no manda más…
FdB2: Digamos que son especialistas en su responsabilidad final.
C.R: Al final, cuando tú vas relacionado con la competición del fin de semana, no pueden estar los tres… pero al final un cuerpo técnico de élite funciona así. Yo el año pasado, por ejemplo, en el juvenil A les tuve que ayudar en la segunda vuelta. Yo me ocupaba meramente de los jugadores de zona no activa. Cuando no había balón, me intentaba ocupar de posicionamiento, de vigilancias… Repartición de tareas. Yo creo que el entrenador, está más que demostrado, lo que pasa es que es muy difícil tener un cuerpo técnico con tres entrenadores competentes. Es muy difícil. Pero si tú quieres trabajar con un grupo de 20 y los tres vamos a trabajar y los tres somos competentes, claramente los jugadores se van a ver beneficiados. No es fácil, por eso nosotros, este modelo, que ha requerido muchísima inversión por parte de Marcet Football University, es el primer año que le hemos tenido. Queremos darle mucho servicio individualizado al alumno. Antes sí teníamos al primer entrenador, al segundo entrenador, el analista un poco tal… pero este año hemos hecho un gran esfuerzo para tratar de personalizar dentro del colectivo y es donde claramente los jugadores mejoran más.
FdB: La idea de esa individualización, de poner el foco en él, es enlazado siempre dentro del colectivo.
C.R: Claro.
FdB: Me refiero porque habitualmente entendemos por entrenamiento individualizado el estar un jugador aislado aparte. Luego eso llevado al juego muchas veces… Evidentemente hay cosas que se pueden perfeccionar, pero realmente jugamos con y contra otros jugadores.
C.R: No creo en el entrenamiento individualizado más allá de la técnica con chicos menos de 14 años. El fútbol es espacio-tiempo. Sí que creo en los trabajos en subgrupos. Sí que creo en que hay un tipo de trabajos… para mí la etapa de los entrenamientos específicos es muy importante en la fase de conocer. De saber cómo hacerlo. Oposición, sin oposición… todo este tipo de trabajo. Pero yo creo que al final el jugador también se siente seguro cuando hace muchas veces lo que puede hacer. Si hablábamos de que el central marque y estamos todos los días haciendo tareas de salida de pelota, está muy bien, pero no le pidamos marcar. O ese objetivo no está alineado. Si tenemos un grupo a tres centrales, donde los defensas tienen como objetivo la defensa dentro del área, hay que hacer muchas tareas de defensa dentro del área. Y tiene haber específicos de defensa dentro del área. Y tiene que haber entrenamientos donde el jugador… eso ocurre mucho en la élite. Ese Messi que se queda solo después del entrenamiento. Que es un poco como tu espacio de seguridad, mi tiempo. Lo hemos visto mil veces. Yo me acuerdo en el Getafe con Pedro León. Con Ustari. Me acuerdo de Ustari y Abbondanzieri. Los dos con un juego de pies… Cogían la nevera, ponían una botella de agua a 70 metros y el objetivo era darle de volea a la botella a 70 metros. Y le daban. Tenían una competición brutal. Es un ejemplo de que tú tienes que repetir en lo que tú puedes hacer bien. Si yo soy central por qué no voy a estar cabeceando. Si soy medio centro tendré que hacer un montón de cambio de orientación. Y luego es eso, muchas veces el juego no repite las secuencias más importantes para los jugadores. Estamos hablando de que acumulan poca experiencia previa y encima en los entrenamientos provocan muchas veces cosas que no se dan. Por ejemplo, cada vez vemos más a los laterales en mil tareas de entrenamiento en que no sacan de banda. Y luego el domingo 30 veces. Pero en el entrenamiento ni una vez. Habrá que empezar las tareas que en vez de meter el entrenador la pelotita perfecta… Otra cosa que hacemos nosotros, echar la pelota sucia. Si muchas de las jugadas inician de una pelota sucia, que el jugador tiene que reaccionar. Los saques de banda…
«Si tú trabajas defensa sin consecuencia de ataque, si tú trabajas ataque sin consecuencia de defensa, para mí no es fútbol, es otra cosa.»
Tenemos que provocar, ya que no tienen tanta experiencia de tantas horas, provocar que la secuencia sobre las cualidades de los jugadores se repitan. Mucha dedicación de mucho tiempo. Y después, en el fútbol base normal, con cuatro horas peladas a la semana, que de esas son tres para entrenar, es muy complicado. Tienes que hacer unas tareas globales donde tienen que provocarse todas las fases del juego. Esa es otra cosa, vamos y hacemos una fase del juego. Y la aislamos de la otra. Una fase no tiene nada que ver si no tiene la consecuencia de la otra. Si tú trabajas defensa sin consecuencia de ataque, si tú trabajas ataque sin consecuencia de defensa, para mí no es fútbol, es otra cosa. ¿Fase de conocimiento de que el jugador entienda bien cómo hacerlo? Bien, te lo compro. Una vez que ya tal, tiene que haber… por eso hablábamos al principio de que cuando yo hago entrenamientos qué quiero, qué voy a hacer, qué se está repitiendo, qué se está provocando, en qué yo voy a incidir realmente en esta tarea de entrenamiento, a qué le voy a dar importancia. Eso pasa mucho en los entrenamientos de los viernes, cuando hay esa situación de espacio reducido, que casi siempre terminamos contentos la semana. Cómo hemos entrenador hoy. Y luego ves la grabación en vídeo y dices… y al revés. Muchas veces tienes tareas de entrenamiento donde tienes la sensación de que no ha habido ritmo, no tal, pero realmente el jugador. Por eso es tan importante el feedback post entrenamiento. Y tú jugador, qué hemos hecho hoy, de qué te ha servido el entrenamiento de hoy. Porque esa es otra, termina el entrenamiento y venga profe, vamos… No, no, tranquilos. Qué hemos hecho hoy. Esa reflexión me parece fundamental.
FdB: Una tarea que en fútbol profesional se hace creo que, sino en todos los equipos, prácticamente en todos, que es el clásico 11×0. ¿La utilizáis? Sí tiene aspectos relacionados con el jugador, o incluso la disciplina de estar preparados cuando tengan entrenadores que les guste hacer eso. O no es habitual porque va más a automatismos colectivos.
C.R: Me gusta que eso mismo se haga subdividido. Al final, una secuencia en la cual los jugadores se muevan sin balón me parece interesante. Muchas veces hacemos los entrenamientos solo pensando en los jugadores de la zona activa. Me parece interesante esa parte, pero nosotros en la etapa de formación no es algo que realicemos mucho porque el jugador sino desconecta mucho. Para mí, en la fase de juveniles sí que quizás se pueda trabajar, pero en la fase anterior me parece que no es adecuado porque hay cosas más importantes. Ahí hablamos del fútbol total, de todas las variables que hay en el fútbol. Cuando hacen eso siempre les recomiendo que el jugador elijas respecto a diferentes opciones, que es un poquito más el fútbol. Tú puedes hacer una situación de una acción combinativa donde el objetivo es intentar entrar por banda contraria pero tienes que hacer que el jugador decida con qué jugador entra a banda contraria. No hacer A, B, C.
FdB: O si este jugador hace esto, estos jugadores tienen que tomar una decisión u otra.
C.R: Si jugamos con B, el B tendrá que decidir si jugar con el C, el D o el H. Con ese objetivo de ir a banda. Ya no sé si luego será doblando el lateral, si una caída del punta. No algo cerrado porque nunca hay dos situaciones iguales en el fútbol. Y si al jugador le potenciamos… eso en rendimiento puro sí que se hace. ¿Por qué? Porque tú quieres que el jugador tac tac listo. Pero en formación tenemos que hacer un marco más abierto y que el jugador aprenda a ver. Queremos llegar a banda contraria. ¿Cómo llegamos? Si el jugador te pregunta: pues a lo mejor descargar de cara y cambiar, quizás puedas estar orientado y e irte a nivel técnico con la pierna de lado contrario y dar tú mismo la apertura, amagar dentro-fuera e intentar fijar y hacer… les tenemos que dar herramientas para que busquen soluciones, pero las soluciones las tienen que encontrar ellos.
FdB: Vamos con las últimas para terminar. ¿Cómo llegan los jugadores a vuestra institución? Cualquier podría o hay un proceso de filtrado vuestro.
C.R: Dentro de los departamentos que hemos hablado antes hay uno de administración. Muchos jugadores nuestros nos llegan porque con el proceso de los años, hay cierta satisfacción, vamos a dejarlo ahí. Yo soy de Francia, tú has ido a la academia, el padre está contento, tú estás contento. Entonces hay un elemento de boca a boca importante. También tenemos a nivel internacional bastante presencia. Es más, tenemos más presencia fuera de España que en España. Nos llegan muchísimas peticiones de muchos alumnos. Nosotros en junio no sabemos si vamos a tener 200 o vamos a tener 100. Tienen que contratar el programa. Tenemos una estructura y una experiencia para saber los máximos donde nos podemos mover y dónde ponemos el máximo porque sino esto sería eterno y tendríamos los equipos con 50 jugadores. Al viajar a diferentes partes del mundo también, hacemos procesos selectivos. Por ejemplo, este mes viajo a Ghana. También vamos a Colombia, Estados Unidos… Como en Marcet Football University también hay muchos chicos que vienen en verano para hacer dinámicas de 15 días o un mes, también es un proceso selectivo para nosotros. Ya no solo vemos a los jugadores por vídeo, ya no solo hablamos con los entrenadores sino que les vemos in situ en el contexto y fuera de casa. Hay muchos medios por los que llegan los jugadores a la academia. Cada vez el crecimiento está siendo… ahora de hecho estamos pensando en otras sedes en otras partes de España porque llega un momento que no podemos tener más de lo que tenemos actualmente.
«Creo que el jugador tiene que saber lo que es. Eso es lo más importante.»
FdB: ¿Qué valoras de un jugador?
C.R: Creo que el jugador tiene que saber lo que es. Eso es lo más importante. Creo que el jugador que descubre en los que es bueno y en lo que es malo, rápido, tiene una herramienta de ventaja respecto al resto muy importante. Sabemos que todos tenemos nuestros talentos, pero hoy en día está más que demostrado que si no tienes un talento relacionado con aspectos de esfuerzo, dedicación fuera de, es prácticamente imposible jugar en la élite. Vemos que los jugadores de máximo talento de los equipos top, cuando tú escarbas y hablas con toda esa gente que tiene detrás, hay un elemento común: que se ha esforzado muchísimo. Tener unos valores relacionados con el esfuerzo, con el no rendirme… El futbolista está muy relacionado con, yo siempre pongo el mismo ejemplo. Cuando uno va en un trasatlántico y tú vas a cruzar de Galicia a América, ahí va todo el mundo. Hay jugadores con calidad…. Vas en el trasatlántico, piscina, todo fenomenal… Para mí el futbolista realmente diferencial y el que tiene opciones es el que se va en barca sin saber lo que va a ocurrir en el mar. Que no sabes si las velas te van a ir, si te va a entrar agua, si hay olas. Cómo tú te comportas ante todo lo que ocurre en la carrera del futbolista a mí me parece lo más importante. Por eso, cada vez más, llegan a la élite jugadores que mucha gente no les tenían como el elegido. Claro que el que tiene ese talento sobrenatural todo el mundo sabe quién es y le tiene marcado.
«Vemos que los jugadores de máximo talento de los equipos top, cuando tú escarbas y hablas con toda esa gente que tiene detrás, hay un elemento común: que se ha esforzado muchísimo. Tener unos valores relacionados con el esfuerzo, con el no rendirme…»
FdB2: El que mejor fue esquivando los golpes digamos.
C.R: Eso es. Pero yo creo que el que responde a las situaciones de adversidad, por eso cada vez es más importante los entornos. El jugador tiene que pasar dificultad en esa barca. Es muy importante que el jugador pase dificultad. Va a tener que pasar dificultad, y cómo tú reacciones a ella es la clave. A mí me parece un elemento fundamental. Ser buen tipo, conocer lo que tú eres y ser capaz de ante las situaciones de adversidad, responder. Para mí, eso es el nivel. Este jugador era muy bueno… no, no. Era muy bueno en algunas cosas, pero cuando se movió el barco solo era bueno en eso y no respondió.
«los entrenadores tenemos que hacer un esfuerzo por realmente querer mejorar. Yo es lo que más valoro. Hay entrenadores súper proactivos, súper profesionales, pero con poca capacidad, por ejemplo, de escuchar.»
FdB: Dos preguntas que van ligadas. Qué buscas en un entrenador para incorporarlo. Y qué valoras de un entrenador, ya no necesariamente para ficharlo sino fuera de ese ámbito.
C.R: Valoro la capacidad por querer ser mejor. Igual que hemos hablado de los futbolistas, de la capacidad por entender qué tipo de jugador es, los entrenadores tenemos que hacer un esfuerzo por realmente querer mejorar. Yo es lo que más valoro. Hay entrenadores súper proactivos, súper profesionales, pero con poca capacidad, por ejemplo, de escuchar. En tu época de crecimiento personal como técnico, si no tienes capacidad para escuchar… Pero tienes que estar siempre apoyado de unos valores que tú creas. Me gusta entrenar con una seriedad por encima de la media. Perfecto, es tu valor fundamental. Y ése, para mí, debe ser invariable. Ahora bien, tienes que tener capacidad también para entender, igual que el futbolista, que hay cosas que se le dan bien. A los entrenadores nos pasa lo mismo, lo que pasa es que en el fútbol todos vamos escondiendo lo que no sabemos. Lo que decimos siempre de saber leer los partidos. Yo en ataque es que no veo nada… valoro mucho entrenadores que quieran verlo. Oye, que no lo entiendo, no lo veo… para mí eso es fundamental.
Después, en élite, para mí Paco Jémez, que a veces es no políticamente correcto, me parece el entrenador moderno. Un entrenador de gestión, que los jugadores le respeta, que él cree en el futbolista. Y los jugadores saben, cuando realmente notan que el entrenador cree en ellos. Esa gestión. Y después, creer en una idea e ir afín con ella. Yo creo que en fútbol está más que demostrado que cualquier manera de jugar es válida, cualquiera. Pero tienes que ser afín a ella. Los entrenadores que triunfan son los que allá a donde van, cuando tú ves al equipo dices: éste es de este entrenador. Tienen muy claro lo que quieren hacer. La gestión, que el jugador crea en ti y tener la idea muy clara. Por eso no todos los entrenadores pueden estar en un tipo de club. Hay tipos de entrenadores que podemos ser más para entrenar no sé a quién, sin decir nombres, y otro tipo de entrenadores para entrenar a otra cosa. Hemos visto en los últimos años entrenadores que han ganado la Liga de Campeones que a lo mejor la gente del mundo de entrenamiento no los considera como un gurú de la táctica no sé cuánto. Ahora bien, la realidad es la que es. Y a partir de ahí, qué es mejor, qué es peor, no lo sé. El fútbol profesional tiene que ver con el rendimiento y los resultados. El entrenador que consigue resultados es el buen entrenador. ¿Modelo? Todos son válidos siempre que se respeten unos valores éticos, lógicamente.
FdB: Un libro que recomiendes.
C.R: Uff esta es buena. Ahora estoy leyéndome el de Simeone, el último, porque se ha escrito en una época donde no le van las cosas tan bien. Me ha gustado. Porque aun con la duda, se está afianzando en su idea, la que sea. Es un libro que me ha gustado. Luego hay libros que son mucho más, vamos a decir románticos, pero a mí me gustan los libros esenciales. Hay muchos.
FdB: ¿Cómo afecta todo tu trabajo, horas dedicadas, etc. a tu vida personal? Todo lo que hablamos antes de conciliación familiar.
C.R: Tu compañero se ríe porque ha sido padre ahora. Creo que el fútbol, si quieres ser un gran profesional tienes que dedicarle muchas horas. Esto es así. Lo que creo que, según uno va siendo más mayor, va gestionando mejor su tiempo. Tiene que ver con la optimización. El cambio a ser director de la academia va pensando en esa línea. Poder compartir más tiempo con mi familia. Pero hay una cosa mala, es que para mí el ir a trabajar no es trabajar. Las horas… muchas veces mi mujer, de manera totalmente acertada y con más razón que nada… claro, es que para mí estar a las nueve en la oficina es como para otros jugar a las Play Station a las diez. Yo lo digo mucho de broma: me voy al trabajo que me voy a descansar. Bueno, creo que con los años vas gestionándolo mejor, pero creo que el mundo en el que estamos requiere, sobre todo en la formación, si tú quieres ser un buen profesional, tienes que dedicar muchas horas a los chicos porque realmente lo necesitan.
Muchas gracias Carlos!
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