Luis Fandiño, coruñés de 38 años que puso a los 23 fin a su etapa como jugador senior para poder dedicarse a lo que más le gustaba, los banquillos. Ya desde los 18 comenzó a entrenar en fútbol base: Sin Querer y Montañeros BG. Posteriormente el fútbol semiprofesional se plantó en su camino para poder ejercer como preparador físico y compartir vestuario con grandes entrenadores: Atl. Arteixo en 3ª Div., Montañeros BG de nuevo con el que llegó a 2ª B, posteriormente RC Deportivo en División de Honor Juvenil y desde esta temporada en el CCD Cerceda, de la mano del ex futbolista profesinal Ángel Cuellar. Arrancamos…
FdB: ¿Por qué preparador físico?
L.F: ¿Por qué preparador físico en lugar de entrenador quieres decir? ¿O por qué preparador físico en el mundo del fútbol?
FdB: Sí. Ambas.
L.F: Siempre me gustó el fútbol. Jugué toda la vida, pero me lesionaba continuamente, entonces tuve que dejar de jugar. Empecé a estudiar. Estudié INEF. Y siempre quería relacionar lo que estaba estudiando con mi pasión, que era el fútbol. Entrené como entrenador desde los 18 años en equipos base de Coruña, pero después surgió la oportunidad de ser preparador físico. Y sabía que yo no tenía el perfil de primer entrenador. El techo estaba muy claro, y como preparador físico… nunca sabes. Si quieres llegar al mundo profesional era una opción más clara. Después ya, vas tirando por ahí porque te va entusiasmando lo que haces (independientemente de que llegar o no al profesionalismo).
FdB: ¿Qué valor le das a seguir formándote permanentemente? ¿De qué manera lo hiciste y lo sigues haciendo actualmente?
L.F: Esto es como la bicicleta, si te paras te caes seguro. Y más en mundos que avanzan tan rápidamente. No podemos comparar el mundo del fútbol y del entrenamiento hoy con el de hace diez años o doce años. Cambió muchísimo, por lo tanto, si no estás continuamente poniéndote al día te caes seguro. ¿Qué importancia le doy a la formación? Muchísima. Tanto la reglada como la no reglada. Tanto los másters como las charlas informales con compañeros, que para mí también es formación, como leer todo aquello que cae en mis manos. Le doy muchísima importancia a la formación. Soy Licenciado en la Actividad Física y el Deporte, y después hice máster en Alto Rendimiento Deportivo del COE en Madrid, hice dos másters en la Federación Española de Fútbol, el de Preparación Física en Fútbol y el de Prevención y Readaptación de Lesiones. Y luego muchas certificaciones. Unas relacionadas con el fútbol y otras con la actividad física y el deporte en general y con el entrenamiento personal que es también mi profesión. Sobre anatomía correctiva, fisiología…Y luego también soy Entrenador Nivel III.
FdB: Cuéntanos un poco tu etapa en la División de Honor Juvenil. Cómo te fue, cómo llegaste…
L.F: Albert Gil (el coordinador) se reunio conmigo y consideró que era la persona indicada para estar ahí y echarle una mano a José Ramón. Así empecé. Llevaba más de dos años sin entrenar, quería volver a entrar en el fútbol, volver a vincularme, lo echaba de menos, y me pareció una buena opción, inmejorable. El año la verdad es que, sobre todo la primera etapa fue buenísima. La segunda hubo cierta bajada del rendimiento. Pero, en líneas generales fue un buen año.
FdB: ¿Prefieres fútbol sénior o fútbol base?
L.F: Mi perfil de “preparador físico”, y no me gusta esa palabra, no me gusta nada, es más de un equipo de rendimiento o sénior… El División de Honor no era rendimiento sólo pero tampoco es base.
FdB: Está un poco más enfocado al rendimiento que a la base.
L.F: Sí. Pero es distinto. No es lo mismo trabajar con juveniles que con adultos.
«es fundamental que la organización del entrenamiento sea perfecta para que el jugador se sienta valorado»
FdB: ¿Cuál es tu objetivo como preparador físico? Que no haya lesiones…
L.F: Bufff. Las lesiones por ejemplo, es un tema multifactorial. Tratar de reducirlo a una sola cosa como es la preparación física es totalmente imposible. Evidentemente podemos actuar sobre factores intrínsecos como sobre los extrínsecos. El modelo de entrenamiento, las cargas… Podemos actuar sobre las lesiones, pero hay muchísimos factores que influyen. Y luego como preparador físico, en estas categorías, yo lo que busco es que el jugador vaya a entrenar con ganas, que al día siguiente quiera volver a ir a entrenar, porque eso hará que ni siquiera piense si está bien o mal físicamente. No lo piensa. Disfruta con lo que hace. Sí que medimos, aunque no es prioritario. Sobre todo, es fundamental que la organización del entrenamiento sea perfecta para que el jugador se sienta valorado, y que estemos muy atentos con lo que él hace.
FdB: Está muy extendido eso de que el preparador físico tenga su media hora. Los coge, los suelta. El entrenador también tiene su tiempo… ¿Prefieres tener media hora para ti y el resto para el entrenador o colaborar y organizar entre todo el cuerpo técnico toda la sesión?
L.F: Para mí la primera opción no tiene ningún sentido. Por eso no me gusta hablar de “preparador físico”. Somos un cuerpo técnico. A lo mejor un especialista en control de las cargas, dinámica de entrenamiento, metodología… no sé, como quieras llamarlo. Pero diseñamos el entrenamiento entre los miembros del cuerpo técnico. A lo mejor hay tareas que son más propuestas por el primer entrenador y tareas más propuestas por mí. Pero el entrenamiento es conjunto. No se puede entrenar de otra manera. No tendría sentido.
«que el jugador sienta la unión, la cohesión entren los miembros del cuerpo técnico es imprescindible para que haya un buen rendimiento»
FdB: ¿Prefieres tener libertad total por parte del entrenador o que te marque unas pautas sobre el modelo de juego?
L.F: Siempre se entrena en base a un modelo de juego o a un tipo de equipo o a un tipo de jugadores que tú tengas y a una idea que tenga el entrenador. Pero después, dentro de eso, yo creo que siempre ha habido libertad total. Pero libertad total es charlar con el entrenador: qué queremos, qué buscamos… No es, “haz lo que quieras”. Yo hago lo que quiero para, a lo mejor, conseguir los objetivos que necesita el equipo. Pero esos objetivos son planteados de forma conjunta. El trabajo en equipo es fundamental. Y que el jugador sienta la unión, la cohesión entren los miembros del cuerpo técnico es imprescindible para que haya un buen rendimiento. Si ellos ven que cada uno hace lo suyo, que no hay unión y coherencia, entonces ¿como se lo vamos a transmitir a ellos? no se va a conseguir rendimiento. Con lo cual, ¿libertad total? Sí pero con matices.
FdB: ¿Cómo han sido tus experiencias? ¿Como es actualmente, como tú quieres, o más cercano a lo que hablábamos anteriormente de la media hora?
L.F: Siempre ha sido un trabajo totalmente conjunto y consensuado entre el cuerpo técnico, y yo era uno de los miembros del cuerpo técnico. Siempre ha sido un trabajo conjunto. Nunca me he sentido un departamento estanco, “tú tienes media hora” o “tú tienes diez minutos”, “el calentamiento para ti y después ya entro yo”. Nunca me ha pasado eso, nunca. No sé si es que lo he sabido llevar yo porque he sido capaz de convencer, o si realmente la gente con la que he estado también era de esa idea, que yo creo que sí. He tenido la suerte de trabajar con gente que siempre ha confiado en lo que yo estaba haciendo. Y yo en lo que ellos hacían. En ese sentido, he tenido mucha suerte con los entrenadores. Con José Ramón, con Brizzola, con Lemos, de nuevo con Jose Ramón, y ahora con Ángel Cuéllar.
FdB: ¿Crees que cada modelo de juego tiene una preparación física específica? Que no es lo mismo el equipo que juega de una manera y el que juega de otra, que requieren distintos esfuerzos.
L.F: Requieren otros esfuerzos, pero, ¿de qué categoría estamos hablando? Por ejemplo, ¿Tercera División cambia mucho? No lo sé. Yo no lo creo en ese sentido. Que cambie demasiado si juegas de una manera o si juegas de otra. Básicamente porque como te decía antes, y en esta categoría ya mucho más, que es una categoría semi-profesional, jugadores que llegan a las ocho a entrenar después de haber trabajado ocho horas, que rápidamente tiene que irse para ver a sus familiar e ir a dormir un poquito… Yo creo que lo que tienen que hacer es disfrutar de verdad del entrenamiento y ver que están entrenando con algo que les guste. ¿Adaptarlo al modelo de juego? Siempre lo tienes que hacer. ¿Que cambie demasiado? No lo creo, yo creo que no.
Sí cambia en élite, y sí que tiene que cambiar. Y no sólo en función del modelo de juego, también del propio jugador, Y el entrenamiento tiene que ser mucho más individualizado del que podamos estar haciendo ahora. En Tercera División lo importante es que el jugador vaya a gusto a entrenar. En ese sentido, creo que hay que buscar tareas atractivas. Pero claro, tienen que ser realizables por el jugador, adecuadas, y que después tengan su transferencia al juego, evidentemente.
«O tienes un talento descomunal o no compites en el fútbol sin fuerza»
FdB: ¿Qué es para ti la fuerza en el fútbol? ¿Qué importancia crees que tiene? ¿La resaltarías como la cualidad condicional más importante?
L.F: Sin duda, sí, sí. La fuerza es la cualidad base o fundamental, de la que derivan todas las demás. El fútbol es un deporte de fuerza, de resistencia a la fuerza, que en el fútbol se da en todas sus manifestaciones (explosiva, explosivo-elástica, reactiva…) y al final tiene que ser una fuerza específica. El fútbol es un deporte de fuerza, totalmente. Hemos pasado los últimos años de entrenamiento más bioenergético (más metabólico, más basado en la resistencia, de larga duración) a un entrenamiento neuromuscular, basado en la fuerza. Yo creo que el fútbol de hoy en día no se parece en nada, incluso al fútbol de hace quince o veinte años. Creo que ha cambiado muchísimo en ese sentido. Hoy en día sin fuerza en el fútbol es muy difícil competir. O tienes un talento descomunal o no compites en el fútbol sin fuerza. Por lo tanto, para mí es la cualidad básica y fundamental. La velocidad es derivada de la fuerza, por cierto. En cuanto a la resistencia, claro que hay que trabajarla también, pero de una forma que no interfiera negativamente sobre la cualidad base, que es la fuerza; trabajamos esa resistencia a la fuerza especial o específica, con método de competición o métodos de juego.
«las tareas totalmente aisladas para desarrollar la capacidad física deberían de quedar en un segundo plano. El rendimiento sólo lo puedo mejorar desde la especificidad»
FdB: ¿Prefieres desarrollar las capacidades físicas a través del juego o aisladas para tener un mayor control de lo que haces?
L.F: Tareas aisladas tienen cabida en muy pocos momentos o en muy pocas circunstancias. Hay una parte del entrenamiento que es totalmente individualizada que es la prevención de lesiones (hablo del programa individual de prevención de lesiones, porque el diseño del entrenamiento, el control de las cargas, los medios adecuados, también es “prevención de lesiones”), ahí claro que tienen sentido las tareas aisladas. O fases de re-entrenamiento después de una lesión… Pero después de eso las tareas totalmente aisladas para desarrollar la capacidad física deberían de quedar en un segundo plano. El rendimiento sólo lo puedo mejorar desde la especificidad. Las tareas aisladas las necesita cualquier deportista, un futbolista, un maratoniano… pero no como una mejora del rendimiento. Si queremos mejorar en fútbol tenemos que ir al fútbol. Pero, ojo, ahí hay matices en cuanto a la fuerza. Creo que la fuerza tiene que tener un tratamiento totalmente distinto al que tiene la resistencia en el fútbol. Para la fuerza no nos llega sólo con fútbol. Pero eso no significa que esté aislada del fútbol. Son dirigidas al fútbol. No es coger una barra y hacer una sentadilla y buscar una hipertrofia, no. No son tareas generales. Lo dirigimos al fútbol. Si podemos meterlo en el campo lo metemos en el campo. Si podemos hacer un método de contrastes pues lo hacemos. Esto es, por ejemplo: aceleración con elástico, + un cambio de dirección + slalom + un 1×1. Trineo + cambio de dirección + rey de pista 3×3. La fuerza lleva un tratamiento diferente pero no son tareas totalmente totalmente aisladas.
FdB2: La fuerza es lo más difícil de potenciar dentro del propio fútbol sin trabajo complementario.
L.F: Eso es. Eso es lo que yo pienso. Hay gente que piensa de forma distinta y trabaja sólo con el fútbol. Que puede estar bien y es muy respetable, evidentemente. De hecho, para mí lo más importante es trabajar la fuerza con el fútbol, pero no sería suficiente. Es decir, 1×1 es fuerza, un 2×2 es fuerza, un 3×3, un 4×4, en espacios reducidos donde se den muchas acciones con gran componente neuromuscular, que dependen directamente de fuerza: saltos, cambios de dirección, aceleraciones, deceleraciones, frenadas, golpeos… Pero creo que para desarrollar la fuerza del futbolista hay que darle un estímulo mayor del que nos proporciona el propio fútbol. En momentos adecuados. Pero no es aislado.
«en resistencia, es que ni una vuelta al campo. Sólo los lesionados. Ni una vuelta al campo, ni la primera. No tiene sentido. Ni el calentamiento, nos haría perder el tiempo»
FdB: Tiene una transferencia digamos.
L.F: Sí. Creo que elementos externos al fútbol sea por sobrecargas, dispositivos elásticos, lastres, arrastres, cambios de dirección, saltos… todo eso sí que puede tener una transferencia al fútbol. Tiene que tener un tratamiento un poquito diferente…no es analítico. Es diferente con respecto a la resistencia. Por ejemplo en resistencia, es que ni una vuelta al campo. Sólo los lesionados. Ni una vuelta al campo, ni la primera. No tiene sentido. Ni el calentamiento, nos haría perder el tiempo. No digo que sea negativo. Negativo sería si vamos a intensidades por encima de umbral anaeróbico con métodos continuos, por ejemplo, entrenamiento de resistencia de consumo máximo de oxígeno (máximo estrés metabólico), eso sí sería negativo, porque eso sí que va a interferir con la cualidad determinante de la que hemos hablado, que es la fuerza, tienen efectos periféricos antagónicos, son incompatibles. Si a nivel periférico conseguimos adaptaciones que son totalmente contrarias a las que nos van a dar el rendimiento, eso va a ser negativo. Y se trabajó muchísimo de esa forma. Una carrera continua muy suave no es negativo pero tampoco es positivo. Es pérdida de tiempo, desde mi punto de vista. La capacidad aeróbica no la vamos a desarrollar a partir de trabajos de poca intensidad y gran volumen.
FdB: ¿Qué tipo de tareas sueles utilizar?
L.F: La mayoría de tareas integran los seis factores de rendimiento. O las seis estructuras de rendimiento de las que nos habla Seirul.lo. Luego nos vamos dirigiendo más a una estructura u otra. Condicional, coordinativa, cognitiva, estructura socio-afectiva (la relación entre compañeros), la psico-volitiva (todo lo relacionado con la voluntad)… Si hay competición el jugador va a ir mucho más que si no la hay. Todas estas estructuras tratamos de meterlas en la tarea. Y la mayoría de las veces lo podemos hacer. También hay tareas en las que alguna estructura nos queda un poquito alejada. Utilizamos lo que Seirul.lo llama Situaciones Simuladores Preferenciales (SSP). Todas las tareas integran todas las estructuras pero se hace un énfasis mayor sobre algunas, que nos interesa trabajar en ese momento. Respecto a los tipos de de tareas que solemos utilizar: nos gustan mucho los rondos, distintos tipos, porque también hasta ahora nuestro modelo de juego siempre ha sido muy combinativo, por así decirlo. Me gustan mucho las posesiones de todo tipo. Me gustan las direccionadas pero también las no direccionadas, las más generales, que se consiguen muchos otros objetivos. Incluso a nivel de resistencia se consigue (sin interferir con la fuerza, como habíamos hablado). Me gusta el rey de pista de 1×1, de 2×2, de 3×3 para trabajar la fuerza. Eso suele ser el día de espacios reducidos, los miércoles. Y luego tipo de tareas más analíticas, más alejadas, en fuerza sí que metemos, como hemos dicho, otras cosas. Ahí, circuito con método de contrastes. Pero siempre aparece algún elemento técnico por el medio. E incluso técnico-táctico con fútbol reducido dentro de los circuitos. Ejemplo: Un circuito en el que hay una posta de elásticos más finalización, una posta de trineo más conducción más 1×1, otra posta de 2×2… este tipo de circuitos también los utilizamos mucho.
«Una tarea que sea específica no se repite, porque nunca hay dos situaciones iguales, con lo que aunque repitamos la tarea el estímulo no es repetitivo»
FdB: ¿Qué te parece la repetición de tareas? Hay gente que cree que no tiene mayor trascendencia, otros que nunca repiten…
L.F: Una tarea que sea específica no se repite, porque nunca hay dos situaciones iguales, con lo que aunque repitamos la tarea el estímulo no es repetitivo. Recuerdo cuando empecé que no quería repetir ningún entrenamiento, hoy al revés. Con las variaciones de espacio, de jugadores… hoy entreno con 12-15 tareas. Entrenas con muy pocas tareas porque es lo que verdaderamente da el rendimiento. Para mí la repetición de tareas es fundamental. Pero eso no significa que la tarea sea siempre automática, porque la tarea es totalmente variable. Entrenamos siempre sobre la variedad, no sobre el automatismo. No es lo mismo un 5×5+2 en 25×25 que en 20×20. No es lo mismo un 5×5+2 que un 5×5+3. No es lo mismo direccionado que no direccionado. No es lo mismo jugando a toque alterno 2-1 con mucha superioridad, que jugando a toque libre. La misma tarea nunca es la misma tarea. Es más, no es lo mismo un 5×5 en el Deportivo que en el Cerceda. Y no es lo mismo un 5×5 el lunes que el viernes. Realmente las tareas específicas es muy difícil repetirlas, siempre son distintas. Es decir aunque se repita la tarea no lo considero un ejercicio repetitivo. Además, para que una tarea salga bien, hay que repetirla, y si con ellas consigues los objetivos, por qué no la vas a utilizar? Por ejemplo, no me gusta nada, nada, nada, las tareas llenas de premisas. No tienen sentido. Hay que ir a lo que da el rendimiento. Llenas de premisas no da. Pensar en cosas ajenas al fútbol…
FdB: ¿A veces no nos volvemos demasiado locos pensando en premisas y pendientes de ellas cuando con espacio, jugadores, etc, ya modificas la tarea?
L.F: Claro, eso es. Por ejemplo, el toque. “Jugamos a un toque”. No me gusta limitar los toques. Lo podemos hacer en determinados momentos, en un rondo sí que se hace evidentemente porque es un tipo de tarea así. Pero si queremos que el jugador juegue a un toque, cosa que es muy difícil, y más en estas categorías, lo podemos conseguir metiendo muchísima superioridad atacante y un espacio reducido. Ahí la tarea te lleva a jugar a un toque. Hay mucha gente cerca, muchos triángulos, acercas al rival y luego lo alejas a zonas libres. Tú no le estás diciendo al jugador que tiene que jugar a un toque sino que ellos están jugando a un toque porque sino no sale la tarea, no tienen tiempo. Tiene que ser a un toque o a dos toques. Pero a veces alguien tiene que parar balón, tiene que fijar a un jugador para poder dar continuidad en el juego. O sea que no soy de premisas. De hecho me gusta mucho más a toque libre. Pero a veces la tareas está diseñada para que se haga a un toque, a dos, o lo que sea.
FdB: ¿Qué importancia das a la recuperación en el entrenamiento y entre entrenamientos? Las llevas ya marcadas dentro del entrenamiento, vas viendo sensaciones…
L.F: Nuestras sesiones son cortas, intensas y densas. Muy poco espacio para la recuperación, muy seguidas. Está todo listo, está todo preparado y el jugador va de una estación a otra, o de una zona a otra, o de una tarea a otra… Entonces la recuperación viene dada un poco por el tipo de tarea, por el adecuado diseño del entrenamiento.. Por ejemplo, en un circuito, hay una tarea metabolicamente más suave, o neuromuscularmente menos exigente, la siguiente más exigente, la siguiente menos exigente… la recuperación va dada por el tipo de tareas. No paramos en el entrenamiento. No hay ese momento de dos minutos de parar y recuperar. El momento de beber agua, que evidentemente hay que hidratarse (en verano, con 28 grados y 70% de humedad, si tendríamos que buscar esos momentos), lo gestiona cada jugador cuando puede hacerlo. Por ejemplo, en un circuito, cuando a él no le corresponde hacer el ejercicio, porque entre una repetición y otra hay 12 segundos y hay una botella de agua cerca, pues echa un trago. Lo que quiero decir es que no hay pausas. Es todo muy seguido. Es una hora y pico. Beben antes, beben después…
FdB: ¿Y entre entrenamiento durante la semana? ¿Eres de entrenar lunes después de partido y descansar martes o descansar lunes por tema mental y empezar la semana en martes?
L.F: A mí me gusta mucho más entrenar lunes. Y así lo hacemos por regla general. Primero porque ves cómo llegan los jugadores que han disputado el partido el día antes, que es la carga más importante. Entrenar el lunes es un poco “cerrar el microciclo”. Tampoco me gusta mucho esa palabra, pero bueno. Cerrar el microciclo anterior. Hablamos del partido, sobre lo que ha pasado… lo analizamos. Eso pasa el lunes. Descansas el martes, y el miércoles ya estás pensando en el partido siguiente. Ya se acabó todo lo anterior. Ya nos ponemos con el partido siguiente. La semana al futbolista a nivel psicológico se le hace hasta más corta si entrenas el lunes. ¿Más factores para entrenar el lunes? Es un entrenamiento diferenciado de los que han jugado respecto a los que no han jugado o han participado menos. Si entrenas el martes, en Tercera División, que no se suele entrenar los sábados, desde un entrenamiento “intenso” hasta el siguiente entrenamiento “intenso” pasan: el viernes que es suave, el sábado que no se entrena, domingo, lunes… pasan cuatro días, casi cinco, en los que hay un grupo de jugadores, que son parte del equipo y que tienen que estar preparados para el siguiente partido, en los que no han hecho nada. A no ser que diferencies un poquito, pero son 4-5 días en los que no hacen nada. Por eso me gusta mucho más entrenar el lunes porque además metes más caña a aquellos jugadores que no han participado y atiendes más a esos jugadores, estás pendiente de ellos. El lunes es un día para atender a los jugadores que no han participado el domingo. Necesitan atención, y necesitan que estés con ellos. Se tienen que sentir dentro del grupo, valorados. Y el que ha jugado, el lunes hace un entrenamiento casi “a la carta”. Algunos hacen alguna tarea de fútbol dentro del grupo, otros hasta a veces se quedan jugando un partidillo final, otros directamente se van al gimnasio sin tocar el campo (los menos y por alguna razón…).
FdB: Lo que necesite cada uno.
L.F: Es casi, casi, a la carta. Y la mayoría deciden hacer gran parte de la sesión con el grupo. Y hacemos tareas en las que, dentro de la misma tarea, haya distintos roles, con jugadores que tengan que currar muchísimo, y otros con un trabajo más suave. Por ejemplo utilizamos rondos/posesiones con mucha superioridad atacante en la que los comodines son aquéllos que han jugado. Y los que tienen que correr mucho, porque hay cambio de espacio por ejemplo, son aquéllos que no han jugado. Un ejemplo: 4×4+3. Pero en otro espacio esperan otros 3 que ayer han jugado. Cuando se dan un número de toques se pasa al otro lado y descansan estos 3 que estaban de comodines en el primer espacio. Este tipo de tareas en las que trabaja muchísimo el jugador que no ha jugado y muy poco el que ha jugado, pero están juntos, me gustan mucho. Además creo que favorecen a la cohesión del grupo. Estamos todos juntos. Cuando acaban eso, unos se van, y otros se quedan jugando un partidillo o haciendo una tarea dirigida fundamentalmente al aspecto condicional.
FdB: ¿Tú crees que los que no han jugado prefieren este tipo de entrenamientos, que se se sienten más valorados? Ser más exigidos por esa carga que no tuvieron del partido o ser uno más.
L.F: Creo que lo prefieren, pero es que además es necesario, hay que hacerlo. El jugador que sea responsable sabe que tiene que hacerlo. El jugador después de no jugar está jodido, sobre todo si cuenta con jugar. Pero si las tareas son agradables, competitivas, motivantes… se va a involucrar muchísimo más en el entrenamiento. Lo que no creo es que después del día de partido metas a los jugadores que no han jugado un fartleck, de ninguna manera. Nunca. Y menos el días después del partido. Eso es matar al jugador. Eso no tiene sentido.
«el equipo siempre tiene que estar en un nivel alto. Nunca se llega al máximo. Esto es un deporte de equipo, no vamos a llegar al máximo todos los jugadores en el mismo momento»
FdB: A nivel mental ya.
L.F: Claro. Fundamental. El control emocional del grupo es importantísimo. Me preguntabas antes que como preparador físico qué me planteaba… todo ese control emocional es una de las labores, planteando entrenamientos con los medios adecuados para conseguir los objetivos pero en los que el jugador, además, disfrute y se involucre. Para nosotros es fundamental tener a todo el equipo motivado, contento, enchufado… A lo largo del año hay jugadores que por un cualquier circunstancia personal (no sólo relacionada con el fútbol) puedan bajar su rendimiento, pero mientras otros lo subirán. Pero el equipo siempre tiene que estar en un nivel alto. Nunca se llega al máximo. Esto es un deporte de equipo, no vamos a llegar al máximo todos los jugadores en el mismo momento. Si lo intentásemos porque este equipo tiene que ascender sí o sí… y tiene que llegar a la última fase a tope… Bueno, si tenemos un equipazo y podemos hipotecar ciertas cosas, pues bueno, pero no tiene mucho sentido. Un equipo normal es estar siempre arriba, siempre arriba, siempre con un buen nivel de rendimiento.
FdB: ¿Crees en los picos? A veces se cree que en marzo tienes que estar a tope porque es cuando te juegas todo, y al llegar a marzo no estás entre los mejores por ejemplo.
L.F: También. Es que son tantos los factores que influyen que no creo que se pueda controlar. Por eso no creo en los picos. Hace años, que en fase de ascenso poca influencia tenía quedar de primero o de cuarto, pues… aun podías pensar, si te clasificabas con antelación, en bajar la carga una semana y luego aumentar la intensidad para volver a bajar al llegar a fase, y encontrarte en ese momento con un pico de forma, pero… Hay tantos factores, el fútbol es tan complejo, que esto tampoco es sencillo. Yo no soy capaz de controlarlo, son muchas las circunstancias que influyen y rodean al futbolista.
FdB: Es una visión un poco reduccionista.
L.F: Sí. Es que no soy capaz de controlar tanto la carga como para decir: “vamos a estar aquí”. Es un deporte de equipo. En un deporte individual tiene que ser así. Tienes tus picos de forma y los vas manejando. Pero en un deporte de equipo, que además tienes que competir todos los fines de semana no tiene sentido. Con lesiones, con estados emocionales, contra rivales que te van a contrarrestar…
FdB2: No es como atletismo que tienes que hacer marcas. En fútbol no.
L.F: Claro. En atletismo 100 milisegundos es un mundo. En fútbol pueden ser un mundo o puede no ser absolutamente nada. Es que depende de tantas cosas…
FdB2: Puedes hacerlo de maravilla y perder.
L.F: Exactamente. Y puede llegar un equipo que no hace nada y ganar. Que eso en otros deportes es menos común. En baloncesto el de ACB juega contra el del LEB y difícilmente pase por apuros.
FdB2: Seguro.
L.F: En fútbol ya se está viendo que no es así. Que un equipo de Segunda División elimina tranquilísimamente a un equipo de Primera División en Copa. Y ya no por el tema de que jueguen otros jugadores o no. Es que hay muchísimos factores en fútbol.
«La mejor forma de controlar la carga del entrenamiento es preguntar, es verdad. Para ver si realmente se produjo lo que yo quería que se produjera ese día»
FdB: ¿Cómo controlas las cargas del entrenamiento? Eso a nivel físico. Y luego también la mental.
L.F: Ahora mismo, las cargas de entrenamiento las controlo de forma subjetiva, pero después de experiencias anteriores que me han dado cierto valor a esta subjetividad. Es decir, lo explico. Para un trabajo de fin de máster había que controlar la carga de un entrenamiento de un jugador lesionado. Hubo que diseñar, que es la manera de controlar esa carga de la mejor forma posible. Hay una tesis de Víctor Paredes, que es el preparador físico del Rayo Vallecano, donde habla de este control de las cargas. Yo lo que he hecho es, a partir de esa tesis, adaptar un sistema de cuantificación de cada una de las tareas. Cada tarea tiene su puntuación. Ahí metemos la estructura condicional, la coordinativa, la cognitiva… Yo trato de meter todas esas estructuras dentro de la tarea y después se divide, teniendo también como variables la duración o volumen de la tarea. Cada tarea tiene su puntuación. A partir de ahí me sale una carga de entrenamiento. Esto lo he hecho durante años. Ahora mismo ya sé, ya en mi cabeza está cuánto es cada tarea. Entonces ya no lo hago tanto. Igual que lo del pulsómetro, igual que lo del GPS. Lo he hecho, lo he hecho mucho. Ahora, después de la experiencia, creo que ya no lo necesito. Creo que la controlo por las sensaciones que veo en el futbolista… Pregunto muchísimo. La mejor forma de controlar la carga del entrenamiento es preguntar, es verdad. Para ver si realmente se produjo lo que yo quería que se produjera ese día. Es totalmente imposible… es que salen muchas ideas. Plasmar esto es muy complicado. Para mí es totalmente imposible controlar la carga en fútbol, totalmente. Nos podemos acercar un poquito. Por eso el valor subjetivo es fundamental, porque es totalmente imposible.
FdB2: La experiencia. Y te engañaría en ciertos casos algún jugador también, seguro.
L.F: Sí…puede ser, pero el equipo es difícil que lo haga.
FdB2: Acabas conociendo también a los jugadores. Sabes lo que tienes. Jugadores que mirándole a la cara sabes el nivel de carga que tienen, seguro.
L.F: Sí, sí. Y hay jugadores que en la misma tarea para ellos es de carga 10 y otros es de carga 6, la misma tarea. Eso puede pasar por un nivel emocional, por un nivel de motivación pero también puede pasar por un nivel fisiológico, de umbral anaeróbico. Es decir, los dos pueden estar trabajando al 75% del Vo2máx, pero uno puede tener un umbral anaeróbico más alto y esa tarea no tiene la misma implicación a nivel carga que para otro que lo tiene más alejado del consumo máximo de oxígeno. Ahora mismo con el GPS en los equipo profesionales nos acercamos bastante, nos acercamos. Pero aún así, no es posible controlarla completamente. Hay muchísimos otros factores alrededor que influyen. Decía Seirul.lo que a veces las declaraciones de Lendoiro el día anterior tienen más influencia en mi jugador que lo bien que haya trabajado yo la fuerza, la técnica, la táctica… sólo las declaraciones. ¿Cómo controlas la carga de un futbolista cuando a su alrededor pueden pasar tantísimas cosas? Una tarea no es lo mismo para uno que para otro, su factor emocional no es el mismo, su trabajo no será el mismo…es muy difícil. En un equipo profesional con GPS, acelerómetros, con el sistema Amisco, pueden acercarse, pero falta una parte en todo eso, falta la parte emocional, que no la controlas. Te acercas mucho en parámetros fisiológicos, te acercas mucho en indicadores externos de la carga, pero falta la parte emocional. Toda la complejidad del ser humano falta. La carga puedes acercarte a controlarla, pero…cuanto influye ese control de carga?
FdB: Nos pasa mucho, sobre todo al principio, que queremos controlar todo al dedillo, y que tienes algo preparado y hay que hacerlo sí o sí… Y cada vez nos vamos acercando más a lo que hablamos de sensaciones. Si hoy no puedo hacer esto no pasa nada porque estoy viendo otra cosa… Una obsesión por el control.
L.F: Sí, sí, sí. Completamente. Yo entreno con un reloj que puede ser hasta de agujas, no tiene ni porque ser digital, ni cronómentro. Con eso lo digo todo. Un preparador físico, no puede tener como prioridad medir. Mililitros, centímetros, tiempos… No tiene sentido. Al final suceden tantas cosas que para mí no tiene sentido. Yo planteo una tarea y, normalmente, me da igual que dure 5 minutos, que 7… A ver, no es lo mismo 5 minutos que 20 evidentemente. Pero me planteo un objetivo, que para eso existe una duración dentro de lo que quiera conseguir. ¿Qué diferencia hay entre 5 minutos y 6 y medio? ¿Y qué diferencia hay entre una recuperación de 30 segundos a que pasen 40 segundos? El cronómetro para mí no tiene mucho sentido. Sólo tiene sentido, evidentemente, si planteamos un circuito de tiempo fijo. Ahí el cronómetro marca el cambio de tarea. Entonces ahí tiene sentido. Y ahí sí me baso en densidades. Por ejemplo, si quiero trabajar la fuerza explosiva, sé que la densidad es 1:4-1:5. Si la acción dura 10 segundos, pues la recuperación debe durar 40 o 50 segundos. Pero esa recuperación a lo mejor ya está dentro de la tarea y la haces dando cuatro pases de apoyo y volver a tu zona y vuelves a empezar, por ejemplo. Esa recuperación no viene marcada por un reloj, viene marcada porque el tiempo hasta que vuelves a empezar la tarea ya va a ser de 40-50 segundos. Entonces para mí no es prioritario medir. A veces digo “venga va 2 minutos más de esta tarea”, y no miro el reloj. A lo mejor la paro cuando va 1’30» o cuando van 3′. Es así. Pero al final, la sesión, con todo eso, es dificilísimo que pase de 1 hora – 1h 5′. Dificilísimo. Lo que sí tengo controlado, porque las sesiones vienen preparadas por nosotros, por el cuerpo técnico, es la duración de la sesión total. Sabemos que en total nos vamos a ir a 1h y 5′, pero no cada tarea. En una tenía pensado que iban a ser 10′ y luego son 8′. y otra pensaba que iban a ser 12′ y luego son 7′. Al final, globalmente, va a salir 1h5′-1h10’…
FdB: ¿Sesiones cortas y muy intensas o más largas?
L.F: Para mí no tienen sentido las sesiones de campo largas. El fútbol es un deporte de fuerza, neuromuscular, y para mí tienen sentido sólo las sesiones cortas, sin tiempos muertos, intensas, manteniendo la concentración… Luego tienen su trabajo aparte. Su trabajo preventivo, su trabajo en gimnasio. Que lo hacemos siempre antes. Es complementario a lo que hacemos en campo. Yo creo que este año se cuenta con los dedos las sesiones que han pasado de 1h 15′. La mayoría están entre los 50′ y 1h 10′. Esas son las sesiones de campo, pero exprimidas a tope.
FdB: Yo creo que si lo haces más corto y más intenso acabas aprovechando más el tiempo.
L.F: Mucho más.
FdB: A veces al tener tiempo de sobra, acabas alargando innecesariamente.
L.F: Sí, sí, claro que sí. Tiene que estar todo perfectamente colocado, perfectamente preparado para que el jugador rápidamente entre en la tarea. Es que además incluso para ellos. Una parte de la intensidad, que hablábamos antes del control de la carga, es la concentración. ¿Cómo medimos la concentración de un jugador?. Hay tareas que pueden tener una carga muy baja a nivel fisiológico (interna) y también una carga externa baja (p. ejemplo, pocos metros recorridos) , pero a nivel de concentración tiene una carga brutal. Y eso, también fatiga. Entonces, ¿cómo medimos eso? Sobre todo en estas categorías. Si empezamos a entrenar a las 20:15, a las 21:30 que estén fuera, que se vayan. Que lleguen a su casa a las 22:00 y que estén un rato con su familia, que disfruten de su familia. No empecemos a entrenar a las 20:15, acabemos a las 22:10, habiendo perdido tiempo, que lleguen a casa a las 23:00… Al día siguiente muchos se levantarán a las 7 para ir a trabajar. Incluso por ellos mismos, porque hay que atender al jugador también. No es lo mismo entrenar en Tercera División que entrenar en Segunda B, no es lo mismo. Incluso hay jugadores dentro de la sesión que, a lo mejor, queremos que acaben antes. No hacen la última tarea, y están perfectamente sanos. Pero hay jugadores que, a lo mejor, sus características son de mucha fibra rápida, muy explosivos, que sabemos que una carga mayor a esa intensidad le pueden dañar. Entonces “tú mejor por hoy ya has acabado”. Los últimos 10-15 minutos, eso es un tema ya de prevención. En eso sí que es cierto que no entrena lo mismo un jugador tipo diésel que uno tipo sprint. Y eso sí que lo miramos, es una parte de la individualidad, que antes hablábamos.
FdB: ¿Qué es para ti la fatiga?
L.F: Cuando no eres capaz de llevar a cabo la tareas, o de mantener el rendimiento en el tiempo (imposibilidad de mantener la fuerza requerida o esperada). Luego, mecanismos de fatiga hay varios. Aquí hablaríamos de factores limitantes en el fútbol. Qué es lo limitante y qué no es limitante. Pero la fatiga tenemos que intentar retrasar su aparición. Fatiga es imposibilidad de poder llevar a cabo la tarea encomendada.
«Hay que saber manejar el grupo. Lo más importante es el estado emocional de un grupo»
FdB: ¿Cómo intentas manejarla?
L..F: Un factor limitante en el fútbol sería la depleción de sustratos energéticos, el glucógeno. El fútbol es un deporte de esfuerzos rápidos, explosivos, y esta energía viene, no a partir de las grasas sino a partir del glucógeno. Entonces son fundamentales las estrategias nutricionales y de la reducción de la carga de entrenamiento y el volumen del entrenamiento en los días próximos a partido para llegar con los depósitos de glucógeno a tope. Si llegamos con los depósitos de glucógeno llenos, al final del partido aún “podremos sprintar”. Si llegamos con los depósitos de glucógeno por la mitad, bien por una mala estrategia de nutrición, bien por una mala estrategia de entrenamiento, porque lo hemos agotado los días anteriores y no le ha dado tiempo a ser repuestos, los últimos minutos de partido van a ser nefastos porque no podremos meter acciones de alta intensidad. Y no hace falta que esta depleción a tope el glucógeno. Con que tengamos poco ya no lo podremos hacer. Ahí hay muchos estudios. Otro factor limitante podría ser la deshidratación. Pero a esto tendríamos que irnos a ambientes húmedos y cálidos, sino es complicado que haya deshidratación con una estrategia normal de hidratación. Sólo en verano, en ambientes húmedos y tal, podría ser un factor limitante. Lactato creo que sea un factor limitante porque, aunque hay que lograr una cierta tolerancia al lactato, esto se consigue con cualquier entrenamiento. No es algo que nos vaya a limitar. No hay ninguna concentración elevada de lactato como puede haber en una carrera de 400-800 metros. No la hay. Además, medir lactato es muy difícil porque depende de las acciones previas, y lo que mediríamos con un test sería el lactato en sangre, que no correlaciona con el lactato en músculo en los deportes intermitentes como el fútbol. Y siempre hay partes de recuperación en un partido que van reutilizando ese lactato y que lo van eliminando también, para mí eso no sería limitante. ¿Cómo manejo la fatiga para llegar a tope al partido? Reduciendo la carga los dos días anteriores al partido. Osea, dentro del microciclo. Dentro del microciclo hay dos días que son de recuperación del partido, dos días de estimulación y dos días de recuperación de la estimulación para llegar al partido al máximo nivel. ¿La mental (que no central) cómo la manejo? La mental la manejas si el grupo funciona con una cohesión brutal, con entrenamientos agradables… Ponles a correr aunque estén poco fatigados, ponles un fartleck, estarán fatigados mentalmente. Ponles a jugar a jugar un 5×5, un 6×6. Vamos, es que siguen jugando aunque estén muertos. Hay jugadores que llegan destrozados. “Vale pues no te preocupes, te quito de la última parte de la sesión”, “Vale, vale, sí”. Después lo quiero sacar y ni de coña. “No, no, no, que estoy bien, estoy bien”. Osea que yo creo que la fatiga mental, con los entrenamientos bien estructurados, dinámicos, divertidos… la conseguimos manejar. Y luego para la fatiga mental está, evidentemente, la competición. Hay que saber manejar el grupo. Lo más importante es el estado emocional de un grupo. Si hay un jugador que consideramos muy importante para el equipo pero lleva dos semanas lesionado, ha entrenado dos días, estoy hablando de Tercera División, y hay otro jugador que juega en su posición que, puede ser a vista de todos, un poquito inferior y que ha entrenado como un loco estas dos semanas que el otro ha estado lesionado, pues a lo mejor merece jugar ese jugador y no el importantísimo que lleva sólo dos días entrenando porque una liga es una competición larga, es una carrera de fondo, no es un sprint. Hay que tener equipo siempre. Osea que puedes destrozar a un equipo o a un jugador si no estás atento a estas cosas. Control emocional del grupo. A lo mejor crees que puedes perder rendimiento en ese partido pero, a la larga, lo vas a ganar en la liga (insisto, hablo de categorías semiprofesionales) Porque si en ese partido no juega el jugador que tiene que jugar, y esto también es lo de la fatiga mental porque puede pasarle, vas a hundir a ese jugador. Si ese jugador después no entrena adecuadamente puede hundir al grupo. Porque una manzana podrida puede pudrir un cesto. Entonces con eso hay que tener cuidado.
FdB: ¿Crees que un equipo de la parte alta de la tabla que lucha por un objetivo como un ascenso o ganar una liga tiene mayor fatiga mental? Por una parte siempre que ganas siempre se va a entrenar con mejor disposición, todos están más contentos, mejor ambiente… pero por otra está la presión de seguir ganando, los perseguidores que se acercan…
L.F: No creo que tenga mayor fatiga. No, no lo creo. Prefiero estar arriba que estar abajo.
FdB: Puede afectar en un partido concreto pero no a la larga quizás.
L.F: Sí exacto. Puede pasar al revés. Que tengas equipo para estar arriba y a lo mejor pierdas cuatro partidos. Eso sí. Pero no creo que estar arriba afecte mentalmente al grupo. Al contrario, se van a sentir cada vez más seguros. Luego hay que ser capaz de manejar eso, no presionándolos tú desde fuera. El fútbol es un juego, y más en estas categorías. En la vida hay muchísimas cosas importantes. Hay que darle la importancia que tiene. Si alguien está muy tensionado… que tienes salud, que tienes familia, no te preocupes que no pasa nada. Hay que saber manejar también un poquito eso.
FdB: Esto ya es un poco más de la prensa pero, cuando hay derrotas se mira con lupa a una parte del cuerpo técnico y se empieza a cuestionar la preparación física. ¿Mito o verdad?
L.F: Totalmente mito. No soy capaz de verlo yo desde dentro…(risas), cuando más un periodista. No, no, qué va, qué va. Cuando hay una derrota son muchos factores.
FdB: Cuando hay una derrota muchas veces también el aficionado. Vas bien, de repente pierdes dos partidos seguidos… ”es que estos no andan”.
L.F: Es la visión reduccionista que siempre aplicamos al fútbol, sobre todo desde el desconocimiento. Pero con las lesiones pasa lo mismo. Cuando se lesiona alguien es que es la preparación física. No, hombre, que no. Que hay muchas cosas alrededor. Pues una derrota igual. Y cuando crees que el equipo rival te ha pasado por encima pues a lo mejor es porque no has sabido leer bien el partido, o porque no has llegado a tiempo por estar mal situado y corres mucho más, por lo tanto estás más fatigado…pero no porque estés mal físicamente. A lo mejor has hecho esfuerzos muy superiores a los que tenías que haber hecho, pero porque el equipo contrario te ha llevado a hacer eso, no porque estés mal. No tiene sentido que un partido estés perfecto, “oye como anda este equipo y tal”, y a la semana siguiente que caiga tu rendimiento. No tiene sentido desde un punto de vista físico si manejamos bien los mecanismos que comentamos antes de la fatiga. De llegar con los depósitos de glucógeno altos, hidratación… Si haces una estrategia muy mala esa semana sí, pero no es una cuestión de estar mal o bien físicamente. Es una cuestión de que has manejado mal esos parámetros. Pero bueno, ese es un factor.
FdB: ¿Y crees que ese mito está eliminado ya por lo menos entre la gente más de fútbol o crees que hay una buena parte que sigue pensando en este tipo de cosas?
L.F: Bueno, a lo mejor entre la gente más de fútbol sí que puede estar más eliminado, puede ser. Pero del aficionado de a pie quizás no. Yo no me he encontrado entrenadores que digan “es que el equipo no anda…”, no me los he encontrado la verdad.
«La pretemporada es el idilio entre cuerpo técnico y jugadores»
FdB: ¿Qué es para ti la pretemporada? ¿A qué le sueles prestar más atención?
L.F: La pretemporada es el idilio entre cuerpo técnico y jugadores en la que no hay que tomar decisiones sobre quién va a jugar o quién no va a jugar. Y todo es muy bonito, todo es precioso. Da igual lo que hagas que va a ser todo muy bonito. Aunque no juegue titular este amistoso no pasa nada. Se va a sentir titular porque esto es un amistoso. La pretemporada no creo que sirva para llenar ningún tipo de tanque. Si vamos a niveles de pretemporada de entrenamiento no es así. Lo que pasa es que tenemos tiempo. Tenemos mucho más tiempo para trabajar cosas, incidir sobre el modelo de juego. Hace calorcito y podemos trabajar aspectos más estratégicos…no lo sé. Tenemos más tiempo pero nada más. Cambio muy poco el entrenamiento de pretemporada… sí la primera semana, que es de adaptación, muy suave y algo más general, pero después cambia muy poco con respecto al entrenamiento del año. La fuerza es la cualidad núcleo en el fútbol y no podemos empezar la pretemporada dando caña en ese sentido. Entonces sí que hay un progresión para llegar a la fuerza que después queremos trabajar todos los miércoles o todos los días centrales de semana durante la temporada. Entonces sí hay una progresión, no empezamos de la misma forma. Pero después sigue siendo muy específica. No hay ninguna carrera continua en pretemporada, ni la primera, no hay. Sí que igual empezamos la primera semana con sesiones cortas, muy suave, coordinativas…tanto con elementos como con el balón, a lo mejor un poco más generales, pero sin perder de vista la especificidad. No creo que haya que llenar el tanque, ni crear ampollas, ni hacer vomitar, ni nada de eso. No, no, no. Qué va, qué va. Al contrario, muy específica.
FdB: ¿Qué importancia das al trabajo preventivo? ¿Consideras que entrenadores, jugadores, están concienciados de su importancia?
L.F: Hay que convencerlos pero yo creo que poco a poco sí, se van concienciando. ¿Pero cómo los convences? Sobre todo en el trabajo preventivo. Si por parte del cuerpo médico y del departamento de preparación física hay una valoración de lo que pasa con cada jugador y realmente ellos ven que tienen un déficit así aquí, y lo están viendo y se lo estás demostrando, incluso con pruebas funcionales. Pues dirán, “oye, esto me va a afectar, pues tendré que trabajarlo porque sino me voy a lesionar más”. Entonces se van concienciando y lo acaban haciendo. El problema es que les digas “tenéis que hacer este programa que es para todos el mismo y sino os vais a lesionar”. No, porque ellos no lo ven. Pero si tú le demuestras… voy a poner ejemplo para que se vea. Fíjate en tu capacidad de dorsiflexión, flexión dorsal de tobillo, muy pocos grados. Con esto así estarás más cerca de la lesión. Tu glúteo no está trabajando adecuadamente, la rodilla va a valgo. Hay mucho mayor riesgo de una rotura de cruzado. Todo eso a lo mejor le va quedando dentro. Y pensará, “cómo no trabaje esto…”. Hay más riesgo, más riesgo. Porque cualquier lesión es un fenómeno multifactorial. Simplemente hay más riesgo. Pues al final le va quedando claro y lo acaba haciendo.
El trabajo preventivo para mí es fundamental en el deporte, fundamental. El futbolista por ejemplo tiene muchísimas carencias, Eso es lo que me voy encontrando. Sobre todo a nivel de dorsiflexión.. A nivel de amplitud de cadera también hay muchísimas deficiencias, de isquios cortos, de glúteos que no trabajan, inhibidos. Sobre todo esos tres hay que prestarle muchísima atención. La lesión muscular más común en el fútbol es, muscular hablamos, es la rotura de los isquios. Pues a lo mejor hay que trabajar también sobre ellos. Y una de las estrategias es a nivel de prevención. Otra el control y la dinámica de la carga (que también es prevención) . Otra podría ser sacar al jugador más explosivo un poquito antes, que no haga tantos esfuerzos explosivos, reducirle el volumen de entrenamiento. Hay muchísimas cosas.
FdB: Es un tema cultural digamos que se debería empezar a meter en la base. El fútbol es un deporte en el que se entrena mucho menos que en otros. Natación pueden pasar 3 horas en la piscina. Quizás es un tema que haya que ir metiendo desde pequeños, que la gente venga acostumbrada ya porque es importante.
L.F: Sí, sí. Seguro, seguro. En el Deportivo de hecho se está haciendo. Allí hay un profesional como la copa de un pino que es Nacho, Ignacio González Zas, que hace todo esto desde categorías tempranas. Hacen valoraciones y se trabaja en función de ellas en gimnasio tratando de que la amplitud articular sea la necesaria, que no existan deficiencias, pero esto te vale para el fútbol y para la vida en particular. El estilo de vida actual nos lleva a estar encerrado en una flexión permanente. Esa flexión permanente es de cadera, es de tobillo, y es la flexión dorsal (perdemos extensión torácica). Pues todo esto, al final, afecta al rendimiento. Nuestro estilo de vida actual está en ordenadores, está en tablets, está en móviles. Llevamos hombros hacia delante, pectoral menor acortado, después me va a doler el hombro, voy a tener problemas en el manguito si reduzco el espacio subacromial por una mala postura…y todo eso afecta al fútbol… Entonces yo creo que hay que concienciar desde el primer momento. Eso sí que es un trabajo general, pero no nos da rendimiento inmediato. Simplemente nos da rendimiento porque evita que nos lesionemos y a la larga da rendimiento. Pero para este fin de semana no va a dar.
FdB: No es inmediato pero es a largo plazo.
L.F: Claro, es para la vida deportiva e incluso para la vida cotidiana de cada jugador. Pero no para este partido. Para este partido hay que ir a la especificidad. Sólo la especificidad nos da rendimiento, pero el trabajo preventivo es necesario.
FdB: ¿El trabajo en gimnasio lo utilizas sólo como preventivo o para más aspectos?
L.F: También hay que ver la categoría. Nosotros, por ejemplo, hay programas más generales para todo el grupo y programas para cada uno de ellos en gimnasio. Si un jugador juvenil necesita una construcción muscular porque realmente le falta cierta hipertrofia, a lo mejor deberíamos empezar a trabajar sobre eso. Y no creo que se pierdan cualidades. Si lo trabajas mal sí podría haber interferencias negativas, si la trabajas bien siempre será positivo… No es lo mismo el Cristiano Ronaldo de 20 años que el de hace un par años. Osea que sí que hay que hacer otro tipo de trabajos que no sean sólo preventivos. A la larga son preventivos también. Por choques, o si un jugador necesita hipertrofia pues a lo mejor tiene que trabajar esa hipertrofia y le va a mejorar su rendimiento. Puede ser. Y respecto a la fuerza más específica, la trabajamos en campo, pero también añadimos sobrecargas o elásticos, o el efecto de los saltos y las frenada. No sólo se puede trabajar la fuerza en el gimnasio.
«entrenar sólo en espacio reducido no tiene sentido desde un punto de vista táctico. Tampoco desde un punto de vista físico»
FdB: ¿Qué opinas de los espacios reducidos y cuál crees que es su utilidad? ¿Se abusa demasiado de ellos? La utilización en exceso de ellos puede generar carencias de aprendizaje también.
L.F: Cualquier moda limita. Entonces, si lo utilizamos como una moda y es lo único que hacemos, si abusamos de ello y no dejamos tiempo para trabajos en amplitud, claro que puede generar carencias. Que tiene su importancia y son tareas muy interesantes, también lo creo. A mí me encantan los espacios reducidos. Los utilizo siempre. Pero hay que ubicarlos dentro de la semana, volvemos a hablar de dinámica de la carga. ¿Cuando lo metemos en la semana? El día de la fuerza. Es decir, no podemos entrenar sólo con espacios reducidos porque en ellos estamos utilizando muchos aspectos como aceleraciones, deceleraciones, cambios de dirección, hay mucha interacción entre los jugadores, hay muchísimo toque de balón, hay muchísimos aspectos tácticos, técnicos, físicos… pero faltan cosas, tanto físicas como tácticas. Es un medio perfecto para entrenar la resistencia específica (resistencia a la fuerza) incidiendo simultáneamente en aspectos técnico-tácticos, y la estructura psico-volitiva y afectiva también se desarrollan a la perfección, pero… si no entrenamos en espacios amplios no nos vamos a poder manejar en espacios amplios, que nos vamos a encontrar después en partido, es una perogrullada, pero es así. No vamos a manejar espacios amplios que tenemos que ocupar en partido y que a lo mejor en un fútbol reducido no existen. No existe el fuera de juego, no existe un pase a la espalda porque no hay espacio que ganar… todo eso hay que saber manejarlo. Entonces entrenar sólo en espacio reducido no tiene sentido desde un punto de vista táctico. Tampoco desde un punto de vista físico. En fútbol, hablo de memoria, cada 2 minutos y medio hay un sprint, entendiendo por sprint velocidades alcanzadas de más de 21km/h. En un fútbol reducido no hay distancia suficiente para poder alcanzar 21km/h. Y si tenemos 40 sprints en un partido, a lo mejor también hay que trabajarlos. Es decir, no podemos trabajar sólo en espacios reducidos, que, insisto, a mi me encantan y son muy útiles para el desarrollo de ciertas capacidades, pero tenemos que trabajar espacios más amplios, porque sino no vamos a entrenar en su globalidad al deportista para lo que necesita y se va a encontrar en el partido. Y en el fútbol se necesitan espacios amplios. Hay un sprint de más de más de 21km/h cada 2´, y en fútbol la mayor velocidad alcanzada es superior a los 30-33 km/h. No llegamos ni de largo en un fútbol reducido. ¿Capacidad de aceleración? Sí. ¿5m? Sí. ¿Importantísimas? Sí. Pero es que no todas las acciones son de 5m. A veces van a ser de más distancia. Hay que trabajarlo.
FdB: ¿Crees que está tan extendido por convicción, como es tu caso; por necesidad, porque no tienes más espacio; o porque son muy vistosos, se ve al equipo muy metido y desde fuera se valora más el trabajo?
L.F: Pues es verdad, por las tres cosas puede ser, sí, sí. Es cierto, porque muchos equipos entrenan en medio campo entonces ya muchas veces no tienen opción de hacer trabajar en espacios amplios. Hombre, hablando de Tercera División es difícil que no tengas un día el campo completo. ¿Son más vistosos? Bien diseñados son vistosos. Mal diseñados puede ser un batiburrillo. Pero también puede ser verdad, sí, un poco por todo. Y luego, ¿que están de moda? Hace 10 años no estaban de moda.ç. Y nosotros entrenábamos siempre en fútbol reducido, tipo rey de pista, que me encanta, que es muy motivante. Ahí el aspecto psico-volitivo y emocional del que hablábamos está siempre presente. Nosotros lo entrenábamos hace mucho tiempo, pero sí que se veía menos. Ahora se ve muchísimo. Y a lo mejor como una moda sí que, a lo mejor, es demasiado. Y cualquier moda limita. Y si sólo usamos fútbol reducido sí que nos limitará.
«La primera característica de una planificación es que sea flexible»
FdB: ¿Sigues alguna metodología específica tipo Periodización Táctica (PT) que está muy de moda, Microciclo Estructurado (ME)? O una mezcla de ambas, otra diferente…
L.F: Cuando empiezas necesitas algo que te apoye, que te ayude, que te vaya guiando, entonces cuando empiezas sí que buscas una planificación, sí que diseñas todo al dedillo, y la intentas seguir. Y me parece muy bien, es normal. Conforme vas cogiendo experiencia te creas tu propio modelo de planificación. Coges cosas de cada una, pero no sigues una en particular. Por ejemplo, el ATR no tiene sentido aplicado al dedillo en fútbol, ya que se compite cada semana y no podemos concentrar cargas con una única orientación. Bueno, hablando de periodizaciones, la periodización clásica en el fútbol no la hace nadie y no tiene sentido en un deporte de equipo. La periodización contemporánea, el ATR es una de ellas. Que es concentrar en bloques y tal. Eso tampoco tiene sentido. En el fútbol tampoco hay tiempo suficiente para desarrollar esas cualidades concentradas en bloques, y además…esto es muy complicado de explicar. Nosotros sí que en una época hacíamos una cosa semejante pero metiendo los contenidos del bloque en el que nos encontramos (del A, del T, o del R), sólo los días centrales de semana. Durante una época sí que hacía cosas así parecidas, pero realmente la Acumulación con trabajos más generales, más volumen… nunca se llevaba a cabo, entonces ya no es ATR. Tú le puedes llamar ATR, pero cogías una cosita de ahí. Pero no era exactamente, en el fútbol no puede ser así. Y si nos vamos a terminología también con las modas, nos limita. Si estamos en un ciclo de trabajo un poco más general, ¿no podemos hacer rondos? No puedo hacer un rondo, tengo que correr aquí. No. No tiene sentido.
Luego la PT se basa en planificar en función del modelo de juego. Yo me imagino que todos los equipos se entrenarán basándose un poquito en el juego, me imagino. Entonces claro que sacas de eso. Yo lo baso más en un modelo global, cognitivo, más parecido a lo que nos cuenta Seirul.lo, que habla de la microestructuración. Él trabaja de microciclo en microciclo y le llama ME. Y le presta mucha atención al futbolista como una persona, como una estructura híper compleja. Para mí eso es muy importante. Juntando un poco todo eso te das cuenta que vas haciendo tu metodología. No sigo ninguna en particular. Y Si que tenemos una planificación de la temporada que seguimos más o menos, con ciertas cargas, pero es una guía tan global que luego nunca se cumple al 100%, de hecho, no debería cumplirse. La primera característica de una planificación es que sea flexible.
FdB: ¿Cómo es tu semana de entrenamiento? ¿A qué das más importancia cada día?
L.F: Te cuento la semana de entrenamiento que llevamos a cabo este año en Cerceda.
Lunes: vemos como viene el jugador. Valorar el estado de cada futbolista y tratar de hacer un entrenamiento diferenciado entre los que han jugado y los que no han jugado. Y casi a la carta para aquéllos que han jugado. Utilizamos muchos rondos, posesiones con cambios de espacios en las que trabajan más un grupo que el otro. Y en esos cambios de espacio, que son largos, hay desplazamientos intensos y de más de 20m para aquellos que no han jugado. Después hacemos siempre un partidillo de 5×5, de 6×6, de 4×4… depende un poco de lo que tengamos.
Martes solemos descansar.
Miércoles: es el día más de, atendiendo siempre a nuestra forma de jugar, más de tensión neuromuscular. Más de espacios reducidos. Dependiendo del momento en el que estemos utilizo elementos, o no, si no utilizo elementos es mucho partidillos de 2×2, 3×3, 4×4, reyes de pista…ese tipo de entrenamientos. Siempre acabamos también con un partido de los que tengamos, 8X8 por ejemplo, pero no a todo campo. Ahí también utilizamos los circuitos de fuerza explosiva, de resistencia a la fuerza… ahí utilizamos ciertos elementos externos como son arrastres, elásticos, alguna valla, cinturón ruso, aspectos coordinativos…no sé. Pero siempre vinculándolos a alguna acción técnica, táctica. A veces con un método de contrastes… Eso te estoy hablando desde un punto de vista físico pero evidentemente también hay aspectos técnicos y tácticos, que a lo mejor el entrenador le da su toque a cada tarea. En un 3×3 hay mucho componente táctico, como convertirlo en un 3×2 por ejemplo. Eso se trabaja.
El jueves: nos vamos a espacios más amplios. Pensamos un poquito más en el rival incluso. No atendemos mucho al rival, sinceramente pero siempre piensas un poquito en como te puede jugar. El 10% es atendiendo al rival y el otro 90% somos nosotros mismos, siempre teniendo en cuenta el contexto de Tercera División. En categorías superiores tendríamos que tener más en cuenta al rival. Atendemos a las transiciones, a juntar con 3-4 pases y llevar al otro lado rápidamente. Y acabamos con un partidillo en espacio amplio. Hacemos ese tipo de cosas.
El viernes: volvemos a espacios más reducidos y a entrenamientos más de orientación neuromuscular, de velocidad… es que no son velocidad, porque la velocidad de palmada no tiene sentido, entonces no hacemos eso de la velocidad de palmada. Pero sí que hacemos más finalizaciones, para algunos, para aquellos que van a finalizar, en las que hay, por el tipo de tarea, que imprimir mayor velocidad. Pero por el tipo de tarea no porque yo diga “va, va”(da dos palmadas). Mucho 1×1 de finalización, rondos de distinto tipo, (tarea que utilizamos siempre… el viernes quizás más lúdico). Entonces el viernes casi siempre utilizamos algún juego de que lo pasen bien, incluso alejado del fútbol. Por ejemplo el cortahilos que me gusta mucho cuando está bien atendido. Ahí hay mucha velocidad, en los juegos de persecución. Y además atendiendo a estímulos como los del fútbol, visuales, no a palmadas. Evidentemente no es específica porque no hay balón, ni tienes que estar atento a los compañeros y a los adversarios pero sí que neuromuscularmente se puede parecer, aceleraciones, frenadas, fintas,estímulo visual… Alguna de las estructuras sí que las cumplen los juegos de persecución. ¿atención a la estrategia? Más quizás los viernes pero bueno, hay que tener mucho cuidado con eso y más en invierno. No queremos tener a un jugador parado en el campo a las 9 de la noche del mes de diciembre.
El Sábado no entrenamos. Muy poquitos sábados lo hemos hecho, que a mí me encantaría.
¿Duración de los entrenamientos? El más largo es el jueves en cuanto a volumen e intensidad. Todos los días son de intensidad máxima pero relativa a la tarea. Yo tengo que poner una tarea para que la intensidad sea la que yo quiero. Pero la intensidad del jugador siempre es máxima relativa a esa tarea. Y la concentración siempre es máxima relativa a esa tarea. Si tratamos de valorar la carga, los miércoles sí que habría mayor carga general. Y los jueves los de mayor volumen, que en lugar de la hora, hora y cinco de siempre, entrenamos hora y diez, hora y cuarto.
FdB: ¿Sigues alguna pauta a lo largo de la semana como en los aspectos físicos para los aspectos psicológicos como puede ser la concentración? Días más exigentes a nivel mental y días que menos.
L.F: No. El día más light de concentración es el lunes, sobre todo para aquellos que han jugado. Ellos actúan muchas veces como comodines pero no hay una gran exigencia a nivel concentración. Siempre que estás en una tarea integrada tienes que estar concentrado, pero no es lo mismo. Todos los entrenamientos tienen que ser de máxima implicación. Entonces todos los entrenamientos, tanto de jueves, como viernes, como miércoles tienen que estar a tope. Es muy poquito tiempo que hay que estar concentrados. Y luego, hay que conocer al jugador. Qué necesita éste, qué necesita este otro… y nos vamos a equivocar. Siempre nos vamos a equivocar con jugadores que a lo mejor hay que apretarlos menos menos y darle más zanahoria y menos palo, jugadores que necesitan más palo y menos zanahoria…hasta que no los vas conociendo te vas a equivocar.
FdB: ¿Crees en, no sé si es mito o si se sigue utilizando, como son las salidas de los viernes que hacía casi todo el mundo?
L.F: ¿Salidas? No, no tiene sentido. En el fútbol no te vas a encontrar con una palmada y sales desde una posición… no tiene sentido. Puede tener sentido para divertir un poquito al jugador, eso sí. Si lo quieres hacer en el calentamiento, como un juego. Cualquier cosa en el fútbol puede tener sentido.
FdB: Pero no con el objetivo que se le daba antes.
L.F: Eso es. Justo es eso. Puede tener sentido todo en el fútbol. Puede tener sentido jugar con una pelota de playa con un sentido lúdico. Para el control de la cohesión, por ejemplo.
«¿salidas ante la palmada? No tiene sentido»
FdB: Pero no confundir el objetivo.
L.F: Eso es. Pero lo de trabajar la velocidad con palmada o levantando la mano derecha… eso no tiene sentido. Encima tienes que discriminar un estímulo inexistente en el fútbol. No lo veo. La velocidad es una cualidad derivada de la fuerza, entonces entrenando la fuerza vas a ganar en velocidad. Después hay que mirar los patrones coordinativos, esa técnica. Y con eso tenemos la velocidad. ¿Pero qué es velocidad en fútbol? Pues hay muchas velocidades. Velocidad de desplazamiento, velocidad segmentaria, velocidad acíclica, velocidad cíclica… hay muchísimas velocidades y hay que trabajarlas todas. Y la única forma de trabajar todas esas formas es en entrenamientos totalmente integrados. Sino no se puede trabajar esas velocidades. Entonces, ¿salidas ante la palmada? No tiene sentido. Y en línea recta además. A nivel muscular, ¿qué sentido tiene correr en línea recta? En fútbol tienes que atender a estímulos, cambiar de dirección, atender a dónde está el balón, a ir corriendo a lo mejor en línea recta pero mirando de lado porque el balón está allí…
FdB: Yendo a aspectos más de partido. El tema del calentamiento. ¿Repites el mismo o lo sueles modificar en función del rival o de si pueden estar más o menos relajados? ¿Les exiges mucho mentalmente?
L.F: No, poco mentalmente. ¿Y modificar? Quizá lo cambiemos un poquito, más que en función del rival, en función del campo, del tiempo atmosférico, pero muy poquito. El calentamiento también nos vale para adaptarnos al campo en el que vamos a jugar. Si tengo que jugar en un campo que está muy irregular pues a lo mejor tengo que meter más pase por abajo y menos por arriba para que sean conscientes de la dificultad, hacer el calentamiento en todas las zonas del campo para ver un poquito cómo está. Para que el jugador vea lo que va a encontrarse. Incluso por las botas mismo, para que sepa qué botas tienes que poner. Aunque parezca una chorrada, pero es así. Y luego puede cambiar también un poquito en función de la meteorología. Si hace mucho calor pues a lo mejor caliento un poquito menos que si hace mucho frío. Pero es que estamos hablando de un par de minutos. Después es parecido. Siempre hay variantes, pero siempre es parecido. No es siempre el mismo calentamiento pero siempre son cosas conocidas por el jugador.
Es decir, hay 7 tareas de calentamiento. A veces coinciden 4 y a veces otras 4. Pero quiero que el calentamiento sea conocido por el jugador. El jugador en el calentamiento no tiene que estar pensando en el calentamiento, tiene que estar pensando en el partido. No quiero cosas complicadas, quiero tareas que él maneje y no demasiado complicadas. Y tienen su tiempo. Cada calentamiento tiene su espacio para el propio jugador. Normalmente en nuestro calentamiento ellos salen y están tocando un poco por parejas por tríos sin ninguna exigencia física durante 1′. Después yo los llamo y nos metemos en un espacio de 15×15 por ejemplo, durante 1′ o algo más, y ellos se están moviendo haciendo movilidad articular. Distintos tipos de desplazamientos, que si abducción de cadera, skipping, talones, marcha atrás…todo este tipo de cosas. Pero siempre moviéndose, nunca parados. Ahí ya tengo colocados petos con equipos, y justo cuando acaba lo anterior, a veces, metemos una posesión con mucha superioridad atacante, 3×3+4 con oposición semi activa. Sigue siendo suave pero son ya movimientos de fútbol. 1′ o 1’30» cada equipo. Metemos también temas de propiocepción en cada calentamiento. Después salen de esa zona y tienen 2′ para ellos, para lo que necesiten. Algunos golpean en largo, otros de cabeza, alguno necesita estirar… lo que ellos quieran. Luego estiramientos balísticos, dinámicos, no estiramos estáticos, pero si alguno lo necesita a nivel psicológico yo no se lo voy a prohibir. Aunque sé que fisiologicamente el estiramiento estático puede producir determinadas adaptaciones que nos van a venir mal, no se lo voy a prohibir. Lo mal que le venga fisiologicamente no es tan malo como lo mal que le viene mentalmente si no lo hace. Después de eso nos volvemos a meter en el espacio de posesión y ya posesión con intensidad. Un minuto. Paran. Y nos metemos en tema de aceleración, de toque en rueda de pases en las que voy, salto, voy, salto. Paredes… ruedas de pases cortas. Después tienen otro ratito libre y ya nos volvemos a meter en la posesión más amplia, con menos comodines, 4×4+2. Y justo en ese espacio acabamos con un juego de persecución de 10-12».
FdB: Tengo un amigo, preparador físico también, que dice que el calentamiento, dentro de unas pautas lógicamente, es un poco personal. Que a veces parece que hay un tío que no se mueve y se dice que calentó fatal, empieza el partido y anda como una moto. No hay que se cerrado digamos.
L.F: Sí. Yo he tenido muchos jugadores de ese tipo. O jugadores que necesitan salir antes a calentar. Adelante, haz tus cosas antes. Jugadores que estiran mucho en el vestuario. Yo les puedo explicar, les puedo decir pero es que ni les quiero convencer.
FdB: Cada uno cree que necesita unas cosas y a lo mejor se encuentra mal si no lo hace.
L.F: Sí, sí. Hay jugadores que se concentran de una manera, jugadores que se meten en el partido de otra… tienen que tener su espacio. En los calentamientos que planteamos, organizamos tareas grupales porque creo que tiene que haberlas, (después vamos a jugar de forma grupal) pero también ellos tienen sus momentos para incidir en lo que necesite.
FdB: Hablabas ahora de los estiramientos dinámicos y estáticos. Por lo que leo, hay cierto debate que fue cambiando un poco desde antes hasta ahora. ¿Cuándo crees que es mejor cada uno? Quizás en los momentos de competición más los dinámicos.
L.F: Sí. El músculo para el partido no puede estar sin tensión, y un estiramiento estático va
a bajar el tono del músculo, por así decirlo, los estiramientos estáticos inhibirían el reflejo musculares y bajarían el tono muscular, cosas que no queremos que ocurran antes de un partido. El músculo tiene que estar con tono y queremos que conserve sus propiedades elásticas y reflejas. Tenemos que aprovechar, ¿Cómo lo conseguimos? Con estiramientos dinámicos, con estiramientos balísticos, rebotes, balanceos… con todo eso. Entonces antes de una competición o un entrenamiento sólo metemos estiramientos dinámicos o balísticos. Al final de una competición o un entrenamiento sí que nos interesa bajar el tono de un músculo hiper tonificado; queremos devolver la longitud de reposo de los músculos activos. Ahí sí que un estiramiento estático mantenido puede acelerar la recuperación al reducir el tono de la musculatura. Nunca antes de un entrenamiento. Después eso sería cuestión de una cualidad que es la flexibilidad. ¿Hay que trabajar la flexibilidad en el fútbol? Claro que la hay que trabajar, teniendo como objetivo el equilibrio artromuscular.
¿El momento en el que se trabaja? Pues a lo mejor es una cosa más individual del jugador porque cada uno va a necesitar “su flexibilidad”, atendiendo a la musculatura acortada. Lo ideal sería que este programa fuese individualizado, en función de las necesidades y carencias de cada futbolista, y después de haber hecho las pruebas de valoración de la flexibilidad. Y hay jugadores que a lo mejor apenas tienen que trabajarla, otros mucho. En el fútbol, si queremos hacer un control como los de las fotos de Zidane, necesitamos por ejemplo una amplitud de cadera brutal, ¿se trabaja?.. Si yo sólo puedo levantar la pierna a 50cm y el balón me viene a 55 cm, y lo intento levantar a 55 me voy a romper. Entonces tengo que ganar mi flexibilidad hasta los 60 cm, para que de los 55 a los 60 tenga una flexibilidad residual. Pero no sólo eso. A nivel de descompensaciones musculares eso influye muchísimo. Hay que hacer una valoración de cada futbolista y ver qué tiene acortado. Si los isquios están muy acortados sabemos que la posibilidad de lesión es muy grande, entonces a lo mejor hay que actuar sobre eso. Y ahí hay que emplear otros métodos. Hay que emplear el método pasivo, el PNF si lo necesita. ¿En dónde? Muchas veces en abductores que tienden a estar acortados. Muchas veces también en flexores de cadera, que están cortos en la mayoría de los casos. Hay que ir mucho a la amplitud de cadera. El tobillo, que hay que estirar mucho el tema de la dorsiflexión, por el gemelo y sóleo, los dos músculos que insertan el tendón de aquiles. Eso merece su atención particular, temas preventivos. Estirar no está pasado de moda. Para jugar al fútbol se necesita cumplir un perfil fisiológico que no es demasiado exigente, pero hay que llegar a unos mínimos. Una vez llegados a unos mínimos es poco predictivo del rendimiento en fútbol, pero hay que llegar sino no vas a poder rendir, te quedarás en otra categoría inferior. Si estás arriba es porque lo tienes todo, sino no estás arriba. Salvo que tengas tantísimo, tantísimo, tantísimo de una cosa y lo demás te da igual, pero eso es uno o dos en el mundo, y cada vez menos.
FdB: ¿Ves opción de dedicarte profesionalmente a esto?
L.F: Siempre trabajas para ello. Sí, veo opción, pero no me quita el sueño. Lo que tenga que llegar, llegará, y mientras a seguir disfrutando. Me gustan muchísimas cosas de mi vida. El fútbol es una cosa que me apasiona y me gusta. Pero es que me gusta hacer muchas más cosas. Sí que me gustaría dedicarme a ello, pero no a cualquier precio, no hipotecando mi vida. Tengo una familia y ya no es tan fácil emprender una aventura. Ha habido opciones de salir, pero no había garantías suficientes y a lo mejor era un riesgo demasiado grande y una apuesta demasiado arriesgada. Para mí la familia es fundamental, los amigos son fundamentales. Pero si llegase la opción de dedicarme profesionalmente a esto, aunque sea muy mayor ya, que ya lo soy (risas), lo valoraría. Nunca se sabe. Todo es cuestión de estar en el momento adecuado en el lugar adecuado. Pero me gustan más cosas en la vida. No sólo de fútbol vive el hombre. Me gusta mucho la música, el cine, la literatura, estar con mi familia, los amigos, hacer deporte…
FdB: Un libro que consideres interesante. Y un entrenador o preparador físico que recomiendes conocer.
L.F: Hay mucha gente muy buena y que me gusta mucho, pero sólo te puedo hablar de gente que conozco. Por ejemplo Chema Sanz, el que estuvo en el Deportivo. Creo que es un tío con una empatía y una capacidad de trasmitir brutal. Y eso es fundamental. Fran Albert, que estaba en el Celta. Me gusta mucho cómo plantea los entrenamientos. No sé… cada uno tiene sus cosas buenas. Es una eminencia en el tema de la readaptación Carlos Lalín. Luego, y a este no lo conozco personalmente, del que hemos podido sacar más cosas y creo que se ha convertido en un mito (con lo positivo y negativo que tienen los mitos) del que más sacamos siempre es de Seirul.lo y su visión del futbolista como una estructura hipercompleja, esa visión del ser humano desde una perspectiva ecológica y cognitivista También, menos relacionado con el fútbol pero sí con muchas cosas que hemos hablado de anatomía correctiva, descompensaciones, desequilibrios, prevención… recomiendo seguir a un entrenador personal que me encanta que es Héctor García. Me encanta cómo transmite, su visión del cuerpo desde una estructura funcional, de una anatomía en función, no es la visión del cuerpo desde una posición anatómica que nos han enseñado siempre. Es que me da rabia si me olvido de alguien… A nivel Tercera División, es amigo mío, pero destacaría como entrenador de porteros a Iago Farto.
Y libros… soy poco de libros técnicos. Voy directamente a los artículos y a las revisiones. Reviso habitualmente los módulos de los másters que realizo, esos son los libros que yo recomiendo y que a mí me gustan. Módulos de autores como Eduardo Domínguez, Paco de Miguel, Carlos Lalín, Juan José González Badillo, y por supuesto, Rafa Martín Acero.
FdB: Tu recomendación sería que la gente investigue y busque más allá de lo que nos dan.
FdB2: Alejarse de lo comercial.
L.F: Exacto. En materia técnica prefiero ir directamente a los artículos o a libros de revisión.
FdB: ¿Cómo afecta a tu vida personal todo el tiempo que le dedicas al fútbol (formación, entrenamientos, partidos…)?
L.F: Primero tengo la suerte de que mi mujer comprende todo esto. Y tengo dos niños. Una niña que cumple ahora 4 años y un niño de un año y medio. Y tengo la suerte de trabajar además del fútbol en algo que me también me gusta, mi vida profesional aparte del fútbol es el entrenamiento personal, como autónomo. Tengo días más ocupados y días con mucho “tiempo libre” entre sesiones. Y ese tiempo lo aprovecho para seguir aprendiendo, buscando, preparando sesiones de entrenamiento personal, y mucho de fútbol y estar con mi familia. Todo el día estoy tratando de formarme. De fútbol en particular y de entrenamiento y preparación física en general. Pero… cuando llego a casa por la noche, después de entrenar, ahí se acabó el fútbol y el entrenamiento. Leer una novela alejada del fútbol, estar con mi familia.Tengo la suerte de dedicarme a lo que me gusta y que me deja tiempo para dedicar a mi familia.
FdB2: Lo más difícil de un cuerpo técnico es trabajar en grupo. Es más complicado eso que hacerlo individualmente porque tienes que respetar las opiniones, compartir ideas, hacer cosas a veces que se escapan de lo que te gusta… es complicado porque también pierdes protagonismo… por lo que sea. Tú que pasaste por varias experiencias como preparador físico, es decir, a lo mejor no bajo tu mando sino bajo el mando de un entrenador. ¿Cómo gestionas esto? En un grupo la gente siempre tiene que ceder algo, siempre. Porque es imposible que tú lleves al fondo lo que tu crees o que lo lleve el entrenador. ¿Te llenaron a tope esas personas? O con alguna tuviste que ceder muchísimo más.
L.F: He tenido la suerte que todas las personas con las que he trabajado han confiado mucho en lo que yo hacía. Y yo en lo que él hacía. Todas las personas eran distintas y yo tengo una capacidad de adaptación alta en ese sentido. Pero siempre he entrenado como creía que debía hacerlo. Nunca voy a tirar piedras contra mi tejado. No voy a hacer algo en lo que no creo. Es distinto el trabajo en grupo que el trabajo en equipo. Nosotros trabajamos más en equipo. Las parcelas se diluyen, no son estancas. Cada uno tiene una atención especial a algo, una formación en algo, pero la responsabilidad es de todos.
«si yo siempre estoy de acuerdo con el entrenador con la que estoy, flaco favor le estoy haciendo. Tengo que tener siempre una visión incluso crítica, y dudar. Desde el respeto y de forma que pueda aportar y sumar, no restar»
FdB: Mejora la calidad del entrenamiento.
L.F: Claro. El grupo, el equipo, va a ver la cohesión, la unión, entre el cuerpo técnico. Eso no significa estar siempre de acuerdo. Porque si yo siempre estoy de acuerdo con el entrenador con la que estoy, flaco favor le estoy haciendo. Tengo que tener siempre una visión incluso crítica, y dudar. Desde el respeto y de forma que pueda aportar y sumar, no restar. La visión global del fútbol y el entrenamiento tiene va en la misma línea, pero, desde mi posición de ayudante creo que tengo que dar mi punto de vista, sea o no coincidente. A veces me hacen cambiar de opinión y a veces le hago cambiar yo. Hay un concepto que se llama índice de distancia al poder, que yo lo descubría leyendo un libro: Outliers (fueras de serie), sobre el talento. Ese puedes recomendarlo. Uno de los capítulos es la distancia al poder. Hablan de por qué se estrellaban tantos aviones de Corea. Se estrellaban porque había un índice de distancia al poder muy elevado en esa cultura. Se acepta que la estructura es muy piramidal, muy jerárquica. Y se acepta totalmente la jerarquía del jefe. Y si te vas a estrellar con una montaña, no le dices nada porque es tu jefe y te estrellas, no le llevas la contraria. Creo que en el fútbol no debemos de tener tanta distancia al poder. Si yo no le digo al entrenador que tal vez haciendo eso nos podemos estrellar, no le estoy haciendo ningún favor. Si tengo una idea o una opinión se la tengo que decir. Si no se lo digo, flaco favor le estoy haciendo. Hay otro capítulo también muy interesante, en el libro que he citado, que habla sobre la edad relativa. El proceso de selección de los clubs de Primera División.. La fecha de nacimiento. El 60% es del primer trimestre. ¿Por qué hay tan poquitos del segundo semestre?. Cuando somos niños los que destacan son los fuertes. ¿Quién va a los equipos grandes? El que ha marcado 6 goles en ese partido de infantiles mientras lo veía el ojeador del club grande. A lo mejor estamos despreciando mucho talento porque después llega un momento en que te igualas. Y ese jugador que va a un equipo grande va a tener más horas de entrenamiento, mejores entrenadores…entonces va a crecer, pero por una cuestión de que le has dado los medios para que crezca. Pero a lo mejor al otro, que no le has dado los medios, crecía mucho más. De todas formas, creo que poco a poco, los clubs ya están cambiando sus criterios en el proceso de captación y ya se fijan en potencialidades. Eso no quiere decir que el alto, grande y fuerte que nació en enero y que marcó 6 goles jugando contra chicos de Diciembre, no pueda ser un gran jugador en el futuro y no tenga que ser seleccionado, claro que sí, pero debemos fijarnos en más cosas.
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