Previo a estas últimas navidades, nos visitaba, en Santiago de Compostela, Mikel Etxarri, con motivo de la ponencia de la cual se iba a encargar en la Lección 2 de La Academia FdB. Aprovechamos la mañana para charlar un poco sobre fútbol, sobre sus experiencias, su punto de vista del fútbol actual y un poco volvernos al pasado debido a su gran experiencia como entrenador.
El salón social de la azotea del Hotel Pazo de Altamira nos brindó un inmejorable marco para charlar tranquilamente, disfrutar de un buen café y desgranar las experiencias de todo un referente formativo.
La compartimos…
FdB: Has desempeñado diferentes cargos durante tu carrera: has sido primer entrenador, has estado en un cuerpo técnico, secretario técnico, director de fútbol base… ¿Por qué te metes en esto del fútbol?
M.E: La entrada al fútbol es prácticamente desde crío. Empezamos en la playa en el año 59 con el equipo del pueblo, jugábamos en la playa de La Concha como prácticamente todos los que juegan al fútbol en San Sebastián. Y una lesión grave, con 25 años, me hizo dejarlo. Una fractura de tibia y peroné. Una vez curada jugué algún partido, pero como ya estaba trabajando en un laboratorio como perito químico, dejé la práctica de futbolista y empecé a hacer los cursos de entrenador. Terminé los cursos de entrenador. Donde más entrené fue en el equipo del pueblo, empecé con un año de juvenil, otro año cogí al equipo a mitad de temporada en Tercera División y hacemos un final de temporada muy bueno. De -7 pasamos a -17 (risas) y bajamos a toda velocidad. Pero al año siguiente subimos de nuevo de categoría, con tan mala suerte que estando jugando la Tercera buena (entonces había muchos menos grupos). La empresa Michelin, que estaba en mi pueblo, dejó de patrocinar. Y volví a la categoría juvenil, que era la que existía.
Estuve 5 años creando una especie de escuela. De ahí me llama la Real Sociedad y estoy tres años como segundo entrenador del segundo equipo. Me quedo sin trabajo industrial y no me renueva la Real Sociedad. Entonces me voy al equipo de la Universidad un año y me llaman del Éibar en Segunda División. Hago dos años en Segunda División y paso a la Real Sociedad, ahora ya como primer entrenador del segundo equipo durante tres años. Y ante la marcha de Toshack, me nombran responsable, director técnico del equipo. Ahí hago 6 años, hasta finales de 2001. Vuelve Toshack y me bajan a responsable de todo el fútbol base. Pero ahí estoy prácticamente un año porque Toshack sale de nuevo fuera y entonces entra Roberto Olabe, que ya estaba trabajando conmigo un poco en la secretaría técnica. Y entonces él es nombrado Director Deportivo y yo trabajo con él como Secretario Técnico. Hasta que llega el año 2007 en el que descendemos y ahí ya iban a hacer una reestructuración y ahí yo, voluntariamente, llegué a un arreglo con el club. De ahí fui al Alavés, no fichado, sino como autónomo para llevar el fútbol base durante 6 meses. De ahí estuve haciendo de scout para el West Bromwich inglés y de nuevo me llama la Real Sociedad para hacer de asesor, ayudante del Director Deportivo que era Loren. Ahí pasé dos años. Y después ya con 69 años me retiré. Porque desde el año 78 en que sacamos el carnet nacional, empecé a dar técnica en la Escuela Guipuzcoana de Entrenadores. Estábamos Azkargorta y yo. Él daba táctica. Sacamos ambos a la vez. Y al año Azkargorta se fue al Tarragona, de ahí al Espanyol y ahí ya empezó su recorrido internacional. Entonces tuve que coger yo de nuevo la táctica. Y de ahí que me han colocado el sambenito de “táctico”. Pero a mí la técnica me gusta. Yo de lo que no tengo ni idea es de todo lo demás. Pero técnica y táctica me han gustado toda la vida.
FdB: ¿En qué cargo de los que has desempeñado te sientes más cómodo?
M.E: Bueno, ahora en el de profesor de la Escuela. Y muy cómodo en las conferencias. Soy discutidor por naturaleza. Pero lo que más me gusta es entrenador. Yo tenía ganas de dejar de ser entrenador. Porque yo quedo sin padre a los 13 años, entonces tuve siempre en la cabeza que no se podía vivir muchos años en el banquillo sino que había que parar un poco. Por eso cuando me dijeron para ser Director Deportivo me sentí muy contento. Sin embargo, no lo eché de menos al principio, pero a los 4-5 años me arrepentí un poco. Lo que pasa es que he ido matando un poco el gusanillo como he estado de Seleccionador de la absoluta de Euskadi, pues por lo menos el gusanillo de banquillo una o dos veces por año ya lo tenía cubierto. Mandar, corregir… No dejaban de ser amistosos, aunque quieras ganar. Jugabas a cara de perro. Pero lo que más me ha gustado es entrenar. Bueno, lo que más jugar. Como jugar no hay. Jugar ha sido lo más bonito. Lo que pasa es que hacía trampas y al final me cazaron. Medía 1’65cm., era habilidoso, hacía cosas de cañetes y esas cosas y al final…
FdB: Hablabas ahora de que tenías en mente no estar muchos años en el banquillo y hace un tiempo hubo una entrevista a Arrasate en la que decía no se veía muchos años en el banquillo por el desgaste. ¿Se puede alargar la vida deportiva dentro de un cuerpo técnico en lugar de como primer entrenador?
M.E: Sí, sin lugar a dudas. Yo en los dos últimos años que estuve un poco, además estábamos jugando Champions, tenías que hacer de analista de los equipos rivales y luego hablar con el entrenador, discutir y debatir… eso me encantó. Yo, los dos mejores años que he pasado como técnico han sido los dos últimos. Sin esa responsabilidad absoluta de tomar decisiones, con lo cual igual estabas más cómodo. Ir a ver al Leverkusen o al Manchester United para decir cómo juega y hablar con el entrenador… hablar con el entrenador y además qué entrenador. Porque Arrasate es un entrenador fantástico, que escucha mucho… Porque hay de todos los tipos. Hay entrenadores que no preguntan. Por ejemplo, a mí el año del subcampeonato de 2002 me tocó seguir al Deportivo, que jugaba 15 días antes. Preparabas el informe y al siguiente año me dice el Director Deportivo: “no sé si vale la pena que vayas porque yo creo que no hacen ni caso”. Ahí me quitó un poco valor al segundo puesto. Pero bueno, es bonito. Lo que hace falta es tener pasión. Y eso me sobra.
FdB: Sobre todo ahora, a raíz de ganar la Eurocopa, el Mundial… el entrenador español se puso un poco en valor. ¿Qué crees que diferencia al entrenador español del resto? Algo a nivel metodológico, a nivel de preparación, formación, pasión…
M.E: Yo creo que sí que ha habido un cambio en la formación. Cómo se formaban los entrenadores cuando yo empiezo a la formación que llevan los entrenadores ahora, hay mucha diferencia. Pero yo creo que en todos los países ha ido mejorando la formación. Una cosa que yo creo que sí se ha hecho en España en general, ha habido una época en que se hablaba de cantera y solo hablabas la Real Sociedad, Athletic de Bilbao y Sporting de Gijón. Aparte de los dos grandes, que son los que más dan. Nunca se dice pero son los que más dan. Traen extranjeros muy jóvenes y al final los sueltan. Pero hoy en día casi todos los equipos. Mira el Celta lo que ha dado, ahora que estamos aquí en Galicia. Y Osasuna. Yo le tomaba el pelo a Manolo Sanz que era Director Deportivo: “Vosotros nos os dais ninguna importancia. Nadie habla de Osasuna y tenéis 7 jugadores que han nacido con vosotros metidos en el Athletic de Bilbao”. Yo creo que esa formación de escuelas que han empezado los equipos de fútbol con trabajo desde la base han hecho mejorar al fútbol. Y luego al salir Campeón del Mundo y de Europa España, lógicamente ha dejado de ir por detrás, por tanto han tenido oportunidad los entrenadores. Se ha pasado de no salir nadie de aquí a que salga mucha gente. Nosotros hemos tenido de la Real Sociedad varios entrenadores en la Premier League: han estado Javi Gracia y Unai Emery, más Íñigo Arteaga, entrenador de porteros. Yo creo que se ha estudiado más, se forma mejor, pero creo que en todos los lados ha mejorado. Yo he tenido la oportunidad de estar en Serbia, Japón, Polonia… Y quizás no haya tantos como aquí, porque los entrenadores en general aquí están más formados, pero ya hay entrenadores… Antes tenían fama solamente los italianos. Hay un país que nunca ha tenido nombre, son los ingleses. Nunca se oyen de entrenadores así en general.
FdB2: Creo que además la mayoría de entrenadores de la Premier son extranjeros.
M.E: Sí, extranjeros.
FdB: Pero es verdad que durante la historia del fútbol, muchos grandes innovadores de los primeros años salen de allí o de haber estado en contacto con entrenadores de allí. Años 30, 40, 50…
M.E: Sí. En el Athletic estuvo Ronnie Allen…
FdB: Y salieron de allí para el resto del mundo.
M.E: Llegaron Robinson y Sammy Lee a Osasuna. De este tema hablé el año pasado o el anterior. Se ha interrelacionado todas las comunidades con el fútbol nacional. Es decir, la Escuela Nacional y las Federaciones, a la hora de seleccionar a los jugadores, ahora hay una unión y relación constante para hacer una auténtica selección con muchos datos de toda España. Y yo creo que eso ha dado como resultante que se escapan pocos jugadores de la Selección. Ahora mismo, fíjate, han aparecido una docena de jugadores nuevos en la Selección.
FdB: ¿Cómo es posible que gente como tú o gente como Lillo, con muchos menos medios que había antes, porque ahora mucho más sencillo llegar a la información, que llegarais a ese conocimiento que tenéis y ese estudio? Ahora, con los medios que hay de acceso a esa información, ni siquiera hay mucha gente que tenga esas ganas de estudio del juego.
M.E: Bueno, a ver. Considero, he trabajado 45 años en la industria, 60 llevo en el fútbol, pero muchos de los años compaginando. Incluso cuando estábamos en Segunda División entrenábamos después de las 6 de la tarde porque muchos trabajábamos por la mañana. Y yo considero que la observación de cualquier profesión es la que te tiene que dar la metodología de la formación. Nosotros, en nuestra época para hacer perito industrial no estudiábamos informática porque no existía. Sin embargo, ahora, quien no estudie informática no termina la carrera. ¿Y por qué no en el fútbol? Yo, el libro que he escrito de las frases, son obviedades que llegas a conclusiones por la observación del juego. La observación del juego es lo que te da algo que pensar, algo que concluir y de ahí tú expones lo que te parezca. Yo, por ejemplo, le recomiendo a los entrenadores no que los conceptos que yo tengo como buenos los apliquen, sino que ellos mismos se fijen en hechos que se repiten en el fútbol, algunos de ellos con sentido satisfactorio, y otros al revés, negativos. Y los vas clasificando. Y algunos no podrás definir si son positivos o negativos. Pero lo que hay que hacer es observar mucho. La observación es fundamental para llegar a conclusiones. Eso ha sido para mí siempre. Ya digo que igual ayudado por ese trabajo de la industria, de una carrera de ciencias. Y me cuesta debates.
Por ejemplo, con Lillo. Él y yo funcionamos como hermanos prácticamente, aunque él dice padre-hijo. Por la edad, el cabrón. Creo que soy exagerado en la búsqueda de causa-efecto, y eso muchas veces me lo ha echado en cara Juanma: “es que tú siempre quieres buscar causa-efecto y hay algunas cosas que no sabes la causa, pero no sabes el efecto, no sabes el porqué”. Bueno, no sabré el porqué pero a mí me parece que el porqué es ese, igual no lo es. Entonces, como que en fútbol ocurren cosas que son porque sí, y yo no quiero que ocurran porque sí. Debate que ha sido durante muchos años y que sigue siendo. Que yo no he cambiado y otros sí han cambiado y han vuelto para atrás. Por ejemplo, el marcaje en zonas en los saques de esquina y no poner jugadores en los postes. Ahí estamos algunos a favor de seguir poniendo, como yo, y otros que no. En los debates con gente que ha jugado hay quien me dice que si tú marcas al hombre te pueden hacer bloqueos. Y yo les digo: “es que tú me estás hablando de hacer faltas”. Si me dejan hacer falta, le piso al que estoy marcando. No me vale. Yo me voy un poco a la lógica. Ante igualdad de altura, igualdad de salto, entre dos jugadores (atacante y defensor) ¿quién gana un balón aéreo? ¿El que salta sobre el sitio que está ocupando la zona o el que viene en carrera?
FdB: El que viene en carrera.
M.E: Seguro. Y otra, le pregunto a Ansotegi, que ahora está de tercer entrenador con nosotros pero ha sido central. Pero ha sido un hombre que habrá metido un par de goles a favor en córners cada año. Y le digo: ¿tú qué prefieres que te marquen? “¿Yo? En zona. Ya buscaré yo por dónde irme de la zona, el sitio para ir”. Con una desventaja. Los marcadores en zona colocan sus jugadores antes que el equipo rival. Luego, el equipo rival puede buscar el lugar más bajo, más débil del equipo defensor. Eso es lo que miro yo. Yo voy buscando cómo puede ser uno mejor que otro.
Y la última, por defender, porque igual no es así. Y te voy a decir contestaciones que he recibido que también son verdades. Imaginemos que el que marca en zona de 10 veces, hay 2 que le rematan. Y el que marca mixto también 2. Yo lo único que digo que si remato de cabeza y va a un lado no hay portero que en el córner llegue. Discusiones que ya me han rebatido y seguro que tienen razón. Son algunos porteros. Hay porteros que dicen que a la hora de tirarse, con el ángulo con que se tiran pueden impedir la llegada del balón a la portería si en vez de intentar parar linealmente respecto a la raya de gol, atacarla un poco más adelante para que le pilles más cerca. Seguro que tienen razón porque eso es física. Hay entrenadores que me dicen: “es que yo soy activo y tú eres reactivo, tú dejas que el contrario tome la decisión”. Y digo: no puede ser de otra forma. ¿Cómo puedes ser tu proactivo y anticiparte si no sabes a dónde va a ir el córner? ¿Qué movimiento vas a hacer? Porque si yo sé que va a ir hacia el primer palo entonces es cuando puedo hacer el movimiento, mientras no. Y ahora hay gente que está cambiando otra vez a un marcaje, yo diría mixto. Hacen una zona de 3 delante del portero o lo que fuera, pero la segunda línea más próxima.
Y luego hay cosas que son de lógica. Si yo tengo que marcar a Sergio Ramos, yo lo que no puedo hacer es dejar que me arranque en carrera porque ya me gana. Tengo que poner trampas en el camino, como yo suelo decir, de la posible carrera del contrario para evitar la carrera. Eso me parece que es primordial. Y cuando ya me tocan los pies con lo de que no es bueno marcar mixto, le digo que el Éibar fue el equipo menos goleado en la 91-92 de Segunda División. Y éramos amateurs. 4 goles menos que al Celta, campeón, y 6 menos que al Rayo Vallecano, subcampeón.
Y otra que tengo con Juanma, que es muy buena. Me dice: “es que tú eres newtoniano”. Y digo: «no lo digas peyorativamente, hablar mal de la física relacionada con el fútbol. Porque si algo hay en el fútbol es física. Golpeo de balón, aplicación de fuerza, correr, saltar…”.
«Lo de jugadores es una tradición de toda la vida. En origen, el fútbol se jugaría amigos contra amigos, o pueblo contra pueblo, o colegio contra colegio. Cada uno jugaría con sus armas.»
FdB: ¿Por qué crees que los vascos en Euskadi, tienen una cultura de incentivar tanto lo propio? Jugadores de cantera, entrenadores de allí… ¿Crees que es algo de capacidad o de apuesta? Surge se apuesta o surge por capacidad.
M.E: Lo de jugadores es una tradición de toda la vida. En origen, el fútbol se jugaría amigos contra amigos, o pueblo contra pueblo, o colegio contra colegio. Cada uno jugaría con sus armas. Si estudias un poco el nacimiento del fútbol, en Inglaterra, el fútbol profesional nace, según el libro de Desmond Morris, surge del juego de la calle pero hay unas crisis industriales en las empresas. Una forma de mitigar lo de las huelgas empresariales es jugando al fútbol. Lo que hacen las empresas es conocer qué jugadores son mejores que otros y fichan a esos jugadores y empieza el fútbol en que las empresas son propietarias de los jugadores. Ahí dicen que nace el fútbol inglés.
El pueblo vasco ha sido una tradición jugar con los de casa. Ha sido así hasta que se abolió el derecho de retención. Cuando esto pasa, el Athletic de Bilbao, que es el equipo más rico de Euskadi, empieza a coger jugadores del Alavés, de Osasuna, de la Real Sociedad… y ahí es cuando se hace más fuerte y el único capaz de seguir con esa idea de que sean todos vascos. Ha habido un momento ahí de indecisión, incluso el Athletic dijo que estaba pensando si establecer que fueran los que se formaran en equipos vascos, y no sólo con familiares vascos. Pero yo no creo, personalmente eh, que no tenemos nada especial. Lo único que damos es el salto. Porque el Celta cuando lo dio ha estado jugando con 7-8 de aquí.
FdB: Nosotros tenemos esa postura o esa creencia de que más allá de que sea una zona más prolífica o no, hay que intentar apostar. El talento lo hay, la cuestión es ponerlo en valor.
M.E: Claro. ¿Gijón por qué no tiene ahora? Y hubo una época hace 30 años que en el Sporting de Gijón todos eran de Gijón, todos eran asturianos. O la mayor parte y desapareció eso.
FdB: Entiendo que también hay que ser valientes para aceptar que los límites o los objetivos son diferentes también. Y que con lo tuyo no vas a ganar la Liga o no vas a ganar la Champions.
M.E: Claro, claro. Lo que no es normal, aunque eran otros tiempos, aunque no había libertad para largarte, son los campeonatos de los vascos del 80 al 83, que gana dos veces la Real y dos veces el Athletic, con todos de casa. Ahora es una utopía.
FdB2: Es una utopía. Que podría llegar a pasar perfectamente.
M.E: Pero es muy difícil. Yo sí creo que los gallegos… me acuerdo de una Selección campeona de Europa, año 54, tendía yo 8 años. Que me parece que 8 sobre 11 creo que son jugadores del norte de España. Yo tenía un jefe en la fábrica que le gustaba mucho el fútbol y me descubrió: “Tú fíjate que son todos del norte”. Pero ¿por qué? Porque en aquel momento la fuerza era un factor importante. Yo creo que eso lo podría hacer cualquiera. El Zaragoza lo hizo hace tiempo… En todos los sitios hay futbolistas.
Y lo de los entrenadores no ha sido siempre así. En esta época reciente sí, pero no ha sido siempre así. Entrenadores en Euskadi… Bueno, nosotros hemos sido campeones con entrenador vasco y el Athletic también. Ellos con Clemente y nosotros con Ormaetxea. Pero nosotros hemos tenido extranjeros y el Athletic también. A ellos le gustaban los ingleses. Nosotros hemos tenido dos franceses en los últimos años. Cuando quedamos segundos y cuartos eran franceses. Francia era una nación que, cuando yo empezaba a entrenar, llamaba la atención. Fui con dos compañeros a conocer Vichy. Vichy era lo que luego ha sido Clairefontaine, el lugar de entrenamiento de la Selección Francesa. Y era de llamar la atención en aquella época. Estuvimos una semana. Cada jugador tenía su balón. Empezaban entrenando, desayunaban, iban a la escuela, seguían entrenando a eso de las 10:30-11, comer, siesta, escuela, fútbol… estaban chavales de edades juveniles en el centro. Eran de Francia y de las colonias. Y entonces trabajaban mucho, mucho y muy analítica la técnica. Golpeos de balón, golpeo de cabeza… A mí me da la impresión, aunque ya no voy a ver entrenamientos como antes, ¿qué se entrena el juego de cabeza? Prácticamente nada.
FdB: ¿Crees que la técnica se puede entrenar descontextualizada de lo que es una acción del juego?
M.E: Sí. Yo de eso precisamente tengo un debate con Juanma y con Julen Castellano, que ahora está trajando para el Alavés, que era decano del INEF de Vitoria. En una charla que estaba dando del Osasuna, que yo estaba de oyente, dijeron que las formas de entrenar hasta el momento eran una porquería, que qué era eso de entrenar tirando contra la pared. Y yo que estaba allí por penúltima fila le digo: “Julen, a mí no me va a incidir porque tengo 67 años, no estoy preocupado pero eso que estás diciendo delante de tanto entrenador joven no me parece correcto. Porque el Liverpool es de los mejores equipos de Europa, hace ese entrenamiento. De hecho Toshack lo primero que hace al venir a San Sebastián es poner maderas para pegarle”. Entonces Juanma, para picarme yo creo, desde arriba de la mesa me dice: “Mikel, serás campeón del Mundo de jugar contra la pared”. Es que yo soy analítico. Yo tengo una formación como perito químico y toda la vida he trabajado en ciencias. Pues tienes una deformación o formación, no sé. Cómo no va a ser efectivo. Si yo no tengo la pared y querer jugar con el interior o con el exterior a diferentes velocidades, en principio tengo que tener otro compañero para que me devuelva. Para hacer puramente analítico. Sin embargo, si tengo una pared, puedo trabajar diferentes alturas, controles, diversas partes del cuerpo… y no estaré haciendo la parte del juego, pero la parte del juego… yo una vez, para tomar la decisión, si yo veo la distancia entre los dos contrarios y es de un metro, y tengo una línea de pase y sé qué superficie es la idónea para poder pasarle ahí, ese gesto si tengo repetido, repetido, repetido, lo manifiesta. Ya no me importa nada más. Yo cuando he tomado la decisión se me olvida si le podía haber dado con el exterior porque la decisión la he tomado una vez he visto las posibilidades de hacerlo. Al golf se hace el swing sin pelota, entonces, la respuesta es rápida. Sí pero es pelota parada, vale. Pero qué pasa. ¿No hay pelota parada en fútbol?
Os pongo un ejemplo de cosas con las que he hecho pruebas y dan resultado. La dirección del pie de apoyo ayuda para elegir la trayectoria del balón. Si yo voy corriendo por banda izquierda, punteras hacia delante, y ahora tengo que sacar un centro, si yo el centro lo quiero sacar sin efecto tengo que ganarle al balón y meter el pie para que con el empeine la meta. Pero si yo voy y tengo que sacar con efecto porque no llego al balón, tendré que inclinarme. Si yo soy extremo y quiero centrar lo primero que tengo que cambiar en la carrera es el pie de apoyo. Por eso muchas pelotas se van fuera, porque pones el pie de apoyo de cualquier forma. Por eso esos aspectos técnicos los puedes sacar del juego. Luego en el juego tú verás cuando tienes que utilizar eso o no utilizarlo. Bajar el centro de gravedad para los cambios de trayectoria. Por eso los pequeños se escurren tanto. Bajas el centro de gravedad, la inercia es menor y la carrera cambia la trayectoria más fácil. Y todos esos aspectos ayudan a que luego puedas hacer labores conjuntas e incluso complejas.
FdB: ¿Crees que invertir en fútbol base da rendimiento y en hacerlo en esos entrenadores que trabajan ahí?
M.E: Sin lugar a duda. Yo el problema que veo, llevo 40 años en la Escuela, veo mucho entrenador que va a por el título. Y es una pena. Nosotros en Guipúzcoa tenemos casi todos los meses una conferencia trayendo a gente de fuera y van 20, 15… Muy pocos. Yo creo que es muy importante el fútbol base. Pero me parece que en fútbol base hay cosas sencillas del fútbol que no se aplican o no se le da importancia. Por ejemplo, volver a iniciar el juego después de haber fallado una ocasión, el ocupar de nuevo las posiciones, el perseguir después de pérdida de balón… Hay una serie de conceptos sencillos, fáciles de hacer, a los que no se les da importancia porque al chaval lo que le gusta es el balón. Y ese querer del balón le quita importancia. Y el entrenador, normalmente, esas correcciones no le dan importancia, que lo he visto yo. Una además a nivel: cuando se hacen finalizaciones de centros, remates… una vez que ha rematado nadie va al rechace. Yo le solía decir a Xabi Prieto: “Xabi, cómo puede ser que nosotros no metamos un gol de rechace y hay un tal Raúl González que cada año sólo, mete 8-9 goles de rechace. Y no me vale decir porque es más listo. Es verdad que por eso va a meter más que otro, pero los que mete es porque va”. Le preguntaba si, después de 12 años aquí, algún entrenador le había corregido eso y me dijo que igual Lillo alguna vez.
Otra cosa que a mí me encanta es cruzarse en finalizaciones o balones laterales. Si tú no vas a rematar perpendicular a la portería es muy fácil de marcarte. Tienen problemas porque tiran de diagonales y otro hace el movimiento circular a tu espalda. La gente no le da importancia al cruce en el remate. El cruce en el remate… Por eso te digo que es desde la observación. No es lo mismo que arranque uno antes de otro. Lo normal es que arranque el de atrás adelante y el de delante atrás. Pero por leyes físicas. Y a mí todas esas cosas pequeñas que son para toda la vida… Pero bueno, lo que te decía, todas estas acciones que son simples, pero que no se le dan importancia… ¿entonces qué haces? Jugadores buenos salen, juegan y ya está…
FdB: Al hilo un poco de esto, ¿crees que en fútbol base se pone demasiado el foco en el equipo y todos los aspectos individuales del jugador tienen menor protagonismo que lo referido al colectivo?
M.E: Casi siempre ha sido así.
FdB: En cierto modo debería ser al revés. El fútbol base es más para jugadores que para equipos.
M.E: Sí. Un jugador que le habéis conocido, igual no como jugador pero sí como técnico, porque ha estado en varios equipos. Zubillaga, que ha sido Director Deportivo en el Alavés el año del ascenso hace unos años. Y ése, hace mucho tiempo me decía a mí: “la enseñanza de la táctica hay que individualizarla mucho más en los equipos, porque al final tú haces como una enseñanza grupal, y al final, la atención del individuo no es la misma y la recepción no es la misma”. Es mucho mejor, como dices tú, aplicar individualmente. Hay un dicho que es que un equipo de base no va a subir entero. Van a subir jugadores determinados. Y ahí sí habría que hacer. Lo que pasa es que vuelvo a decir, los criterios de lo que quieres transferir los tienes que tener claros tú entrenador. ¿Dónde sacas las ventajas? Las ventajas siempre las saca el listo. Qué movimientos ha hecho antes previos… Ahora se está llevando mucho, que es uno de los aspectos que me gustan, es hablar sobre la fijación. Yo tengo ahí una frase puesta: “trayectorias diferentes crean espacios diferentes”. A partir de un punto de determinado y quiero arrastrarte a ti. Depende de dónde quiero crear el espacio, te arrastro de forma diferente. Con balón o sin balón.
«En cualquier profesión yo creo que el conocimiento es lo más importante. en el caso del fútbol será la forma de transferir ese conocimiento, es decir, ser capaz de hacerlo de forma que se entienda ese conocimiento.»
FdB: ¿Qué valoras de un entrenador?
M.E: Yo siempre digo, una, el conocimiento. Nosotros hicimos un año, yo creo que el primer año de Roberto Olabe como Director Deportivo, una valoración de los entrenadores. Yo puse primero el conocimiento. Y me decían: «depende». En cualquier profesión yo creo que el conocimiento es lo más importante. en el caso del fútbol será la forma de transferir ese conocimiento, es decir, ser capaz de hacerlo de forma que se entienda ese conocimiento. Y luego las demás son: la pasión, la voluntad, la honestidad… lo que quieras. Pero los dos más importantes son el conocimiento y la pasión. Sentir el fútbol como una necesidad. Porque luego, dentro de la transferencia también hay el comportamiento, el liderazgo. Y hay que distinguir el liderazgo institucional y el liderazgo moral. Es decir, yo soy entrenador y mis jugadores me reconocen como entrenador por lo que yo hago, por lo que yo trabajo, no porque el presidente me ha puesto de entrenador. Y eso es importante. Por eso la transferencia tiene mucha importancia. A mí me parece de los aspectos más importantes. Tener la capacidad para aclarar dudas. Y luego lo que es la gestión de personas, tener paciencia, aguantar mucho… Pero sí hay que distinguir eso, porque hay entrenadores que su liderazgo lo quieren imponer más porque son entrenadores que por ser verdaderos educadores, por decirlo de alguna forma.
Otro tema, que además tuve un debate con Toshack en su día, a mí el entrenador me parece un formador que no acaba su vida de formador hasta que finaliza su vida profesional, tiene que transferir conocimiento, por eso es correcto tener a un entrenador muchos años en una categoría determinada del fútbol base. Cosas que en sénior o en aquellos grupos humanos o equipos que cambias la gente, hay más problemas. Yo comparo mucho con la enseñanza reglada. Y tú conocerás profesores que los 30-40 años que trabajan son profesores de Primaria. Y todos son válidos. Y todos tienen una forma de transferir, pero todos ellos son capaces de que sus alumnos tengan la atención debida porque son diferentes para los jugadores. Ese joven, ese niño, le ha tenido en Primaria y en Secundaria, a otro determinado. Si tú tienes durante 6 años al mismo profesor, los estímulos que tú transfieres a una misma persona tienen un límite de vida. Vete a empresas y las empresas normalmente, el jefe de compras, al cabo de unos años, fuera; jefe de ventas… seguirán en los mandos por sus características, pero yo, para mí, un entrenador que sin cambiar a los jugadores está más de tres años… difícil debe ser que lleve bien.
FdB: Tú que has estado en contacto con tantos jugadores y entrenadores, ¿qué crees que es lo que más valoran los jugadores del entrenador? Sobre todo en la élite, que es más complicado.
M.E: No te puedo contestar, porque hay de todo. Pero lo que sí te puedo contestar es con una derivada, por decirlo de alguna forma, y es que el futbolista, que practica un deporte colectivo, tiene muchas posibilidades de diluir las responsabilidades. Tú te fijas en un entrenamiento de un deportista de deporte individual y comparas con el de colectivo… Y además me parece normal, yo también me cansaría del mismo rollo. Llega un momento en que tienes que cambiar. Yo por eso decía, yo no era cruyffista, pero sí me gustaba Cruyff en su forma de actuar. Un día le pregunté a José Mari Bakero: “¿cuántos empezasteis y terminasteis con Cruyff?”. Y me dice: “Alexanco y yo”. Cruyff cambiaba. Fichó a Stoichkov y luego lo echó… Yo recuerdo una vez, solían entrenar en mi pueblo los equipos de fuera. Yo soy de Lasarte, que es donde está el hipódromo, donde está Zubieta. Y sería el año 79 o por ahí. Y venía Miguel Muñoz de entrenador. Y estaba el que nos jodió a nosotros la Liga, Bertoni, el argentino. Y estaban todos con chándal rojo y Bertoni con blanco o al revés. Bertoni tenía diferente. Y habían hecho el calentamiento e iban a montar un partido la víspera. Y Miguel Muñoz: “Daniel quítese el chándal por favor”. “¿Diga, míster?”. “Que se quite el chándal”. Y seguía igual, así 4-5 veces, ni caso. Pues al año siguiente, efectivamente, aire. Ya no estaba en el Sevilla. El jugador se diluye. Hay historietas que puedes contar… Viene el equipo al pueblo y le pregunto a uno: “¿Qué? ¿Qué habéis hecho?”. “Calla, hemos jugado de puta madre y nos ha jodido el partido el portero”. “¿Sí? ¿Qué habéis hecho?”. “Perdimos 1-0”. “Coño, el portero nos ha jodido… será por los goles que habéis metido”. El portero tiene la culpa siempre. Por eso digo que se diluye es responsabilidad. Los fallos que tienen consecuencia… Por ejemplo, en el descanso a mí no me gusta llamar la atención de un fallo clamoroso que ha tenido una consecuencia negativa. Si no ha tenido esa consecuencia negativa sí se lo digo. Pero si ha sido clamoroso ya lo sabe él. Porque hay jugadores que si les vas a chillar ya los puedes quitar porque se acaba el jugador. Yo ahí sí he sido flexible. Yo tuve un jugador que lo eché 4-5 veces de los entrenamientos, y sin embargo el domingo jugaba. Y el presidente me decía: “pero cómo lo pones, si te contesta…”. “Que me conteste lo que quiera pero que juegue”. Que yo también contestaba. Que conteste lo que quiera pero que haga lo que le he mandado.
Y luego otra cosa que no se dice: el entrenador se siente responsable uno. El segundo es segundo, pero el que va a casa jodido de verdad es el primero. Yo me acuerdo cuando se le quitó a Salva Iriarte y ya se olía que igual le quitaban. Estábamos en Zaragoza y estaba toda la familia allí… Les dije: “Arropadle y dadle mucho cariño”. El tío que echan salen más jodido que un piano.
«Yo, toda la vida, confianza. Yo con ellos y ellos conmigo. Me gusta mucho la bidireccionalidad. Me gusta mucho que el jugador te hable. Un fallo que yo creo que existe en el fútbol es que no tienen confianza. Futbolistas profesionales no entiendo cómo no pueden preguntar. No entiendo cómo siempre las ideas parten del entrenador hacia el jugador. Nunca del jugador hacia el entrenador, muy raro.»
FdB: La interacción con el cuerpo técnico qué importancia crees que tiene para la mejora del equipo y la mejora del propio entrenador. Y cómo sería tu cuerpo técnico ideal.
M.E: Yo no sé cuál sería el ideal. Seguro, seguro, seguro, que tendría un preparador físico porque yo no tengo ni idea. Nosotros en Segunda División todo lo hacíamos entre dos. Ni entrenador de porteros tampoco. Es más, en la época que estuve de segundo entrenador en el Sanse, a Arconada y estos el rato que hacíamos los dos equipos juntos, los entrenaba yo, no teníamos entrenador de porteros. Pero segundo entrenador sí, preparador físico también. Analista si tú no puedes ir a ver. A mí me gustaba ir a ver los partidos. Esos puestos sí me parecen necesarios. Más… no veo. Coaching o psicólogo, no digo que no. No digo que no. Yo no he usado más que una vez, cuando estuvimos muy cerca del descenso aunque luego quedamos el diez. Si tú estás fuerte, si tú estás fuerte… haría yo mismo de psicólogo. Yo he sido mucho de chillar pero mucho de darles mucha confianza. Cambiante. Con una mano darle y con otra quitarle. Decían que era totalmente diferente en el entrenamiento que en la calle… es que estoy en diferente sitio, cómo no voy a ser diferente. Yo, toda la vida, confianza. Yo con ellos y ellos conmigo. Me gusta mucho la bidireccionalidad. Me gusta mucho que el jugador te hable. Un fallo que yo creo que existe en el fútbol es que no tienen confianza. Futbolistas profesionales no entiendo cómo no pueden preguntar. No entiendo cómo siempre las ideas parten del entrenador hacia el jugador. Nunca del jugador hacia el entrenador, muy raro.
FdB: Y son los que lo están viviendo.
M.E: Claro. Pasó un día con Idiákez, no sé como estoy explicando y me dice: “Mikel, es que esto a mí no me lo ha explicado nadie jugando al fútbol”. Digo, oye tú, que has estado tres años conmigo. Eso cuéntale a otro. Ahora, esos tres años no hacías ni caso a lo que yo te decía (risas). Te habrá pasado a ti también.
FdB2: Al final, yo creo que el jugador tiende a ser cómodo. A pensar lo menos posible. Y cuando se ponen a pensar, a estudiar, con el paso del tiempo es cuando le dan la vuelta y dicen… a mí esto no me lo explicó nadie. Seguramente te lo explicaron pero tú no estabas predispuesto a escuchar.
M.E: Claro. ¿Sabes en qué se nota también la diferencia?
FdB2: La edad también, entiendo, es responsable de eso.
M.E: Yo donde me daba cuenta de eso, como he estado 40 años de entrenador, cuando venían a hacer el curso de entrenador, joder si preguntaban… Yo he sido muy abierto y no me da vergüenza decirlo. Yo era sistema antiguo, cuando perdías el balón, repliegue enseguida a mitad de campo y ahí esperábamos. Y un día mi lateral derecho, que era el tercer año que jugaba conmigo, me dijo: “oye Mikel, por qué me dices que vaya para atrás, si el que me ha robado está mirando hacia su portería déjame que le apriete y le eche contra su córner en vez de bajar”. Y dije: oye tiene razón. Y desde entonces lo empezamos a hacer.
hay que ser abierto. No querer ser autoritario porque sí. Intentar dar explicaciones. ¿Qué no te entienden? Eso sí, si no te entienden…
FdB2: Generó en ti algo…
M.E: Claro. Pero bueno, te voy a decir lo que me pasó con él otro día. Yo en las charlas daba mucha chapa, 22 minutos aproximadamente. A los de ahora no les puedes dar. Pero están equivocados. Lo que yo cambié en el Éibar… el anterior entrenador los juntaba a comer, era Segunda División… y yo no los juntaba a comer porque decía: si estás currelando entre semana y entrenamientos y tal… para que estén con la familia con la mañana o lo que quieran. Pero lo que sí vamos a hacer es ir dos horas y media antes. Pero en vez de ir al campo vamos a ir a un hotel. Porque tú sabes lo que pasa en el campo, que estás hablando y allí te va entrando todo el mundo. Entonces, la charla la dábamos en el hotel y después subíamos al campo. Viene y me dice: «¿sabes cuánto tiempo has estado?”. “Sí, 22 minutos”. “Joder, pero siempre dices lo mismo”. Y le digo: “malo sería que dijera diferente”. Todos los días oyendo lo mismo…
Luego hay que ser abierto. No querer ser autoritario porque sí. Intentar dar explicaciones. ¿Qué no te entienden? Eso sí, si no te entienden… Un día un padre de un chaval, un día que habíamos ido a jugar a un pueblo allí a las 7 de la mañana. Jugábamos a las 11. Hora y media para ir. Encima vivía en el portal de al lado de mi casa. Bajamos del autobús. Su hijo no había jugado: “Oye, a mí no me hagas esto de nuevo de hacerme ir y no ponerlo ni un minuto”. Le digo: “oye perdona, yo no te he dicho que vayas. Si quieres vas y si no quieres no vayas que a mí no me preocupa. Si además juega siempre. y para que juegue tu hijo tendrá que dejar de jugar otro. Si no te conviene ir, no vayas, no pasa nada”. Yo tenía fama en la Real de hablar mucho con los padres de los jugadores. Aunque estaba de Director allí arriba bajaba mucho a hablar. Y yo les decía: pero cómo no voy a hablar si son sus padres. Son sus padres. Duermen en su casa. Les dan de comer. Son sus padres. Y los entrenadores me decían que es que son los que fastidian todo… Sí, pero son sus padres, y tú como entrenador tienes que aceptarlo.
FdB: Tú que estás en formación continua, ¿cómo de importante consideras que lo hagan de forma permanente y de qué maneras les recomendarías hacerlo?
M.E: Yo a los jugadores que quieren ser entrenador, les diría que lo hicieran lo antes posible, porque hay gente que no hace nada durante muchos años y luego por diversas circunstancias se quieren dedicar. Y eso, en principio, no me parece muy buena señal, porque me da la impresión de que es algo muy inesperado, que no lo tenías pensado de verdad. Si lo tienes pensado de verdad ya piensas como entrenador. Gaizka Garitano los años que ha jugado con nosotros, de mediocentro, que además es un puesto que se da mucho para ser entrenador, por la colocación y tal, corregía. Corregía mucho al compañero. Porque ya tenía esas dotes. El día pasado que nos reunimos los 5 entrenadores vascos ya lo dijo, que le preocupaba por qué pasaban las cosas y que eso le hacía ser mejor o verlo de forma distinta. Entonces yo le conteste: “tenías en casa a una persona a la que podías seguir”. Porque el padre es el famoso Ondarru, que fue segundo de Mané durante todos los años que entrenó. Y me dijo: “no, yo y el aita no creas que hemos tenido muchas conversaciones de fútbol. A mí me gustaba pero no creas…”. Y yo creo que lo antes posible tienen que intentar ser entrenador.
Y luego lo que te digo, el tema de la observación…
Y si hablamos de táctica, el equilibrio con balón y sin balón, me parece de las cosas más importantes y de las que más hay que trabajar. Por eso me gusta mucho hablar de las transiciones. Soy un poco malo con los portugueses y la Periodización Táctica. Cuando me hablan de los cuatro momentos del juego, qué hacer en los cuatro momentos. Y yo le digo que en las transiciones no se puede hacer nada. Porque es que ahora todos le llaman transición a, o bien cuando pierdes el balón o bien cuando recuperas el balón. Y mi pregunta es: ¿y cuándo se acaba? ¿Cuándo se acaba la transición?
«transición es el momento de perder. Inmediato. Yo tengo el balón, tú me lo quitas y ahora ya estás en la fase de posesión tuya del balón.»
FdB: No está definido el límite.
M.E: Si es en el Barcelona igual al minuto de robar el balón. Si es en el equipo del Éibar de Etxarri, dos segundos. Una patada larga arriba y ya se acabó la transición. ¿A qué le llamamos transición entonces? A todo lo que se hace después de robar o de perder se le llama transición. No, transición es el momento de perder. Inmediato. Yo tengo el balón, tú me lo quitas y ahora ya estás en la fase de posesión tuya del balón.
FdB2: Y ahí ya empieza el ataque organizado ya, digamos.
M.E: Claro.
FdB2: Más rápido o más lento…
M.E: Como tú quieras, claro. Empieza el ataque o empieza el contraataque, lo que tú quieras. O simplemente la posesión. Empiezan los conceptos o los principios de cuando tienes tú el balón. Y yo los de cuando yo no tengo el balón. Entonces ¿qué hace falta? Que los movimientos compensadores, previos a la pérdida o previos al robo, estén equilibrados. Por eso yo he escrito en el libro: “los movimientos de aquellos jugadores que no actúan directamente en la transición…”, es decir, estamos atacando con cuatro jugadores y hay seis que no están participando de ese ataque. Su colocación debe estar asegurando que una pérdida de ese ataque no suponga un peligro inmediato a nuestra portería. Y al revés. Cuando estamos dominados, los delanteros en vez de estar despistados, lo que tienen que hacer es estar desmarcándose, soluciones para cuando… pensar en qué zona podemos robar en función de cómo se está desarrollando el juego y estar preparados para poder recibir.
Estuve en Colombia hace dos años y el Porto tiene allí a un equipo. Entrenan con la Periodización Táctica. Y debatiendo con el director, un chico joven de aquí de Portugal, en el trabajo que hacían, desde jueves no hacían nada de táctica. Yo miro al fútbol como una profesión más, como una enseñanza reglada. Tengo un debate con Xepe, el que fue mi segundo en Éibar, y un día después de una charla de 22 minutos me dice: “joder, hablas mucho. Es que les dices algunas cosas que son del jueves”. Le digo: “cómo me dices del jueves. Si le dices dos horas antes y no se acuerdan después”. Pues este de la Periodización Táctica no repetían desde jueves, ni viernes ni sábado. Y yo al revés. Yo, lo mismo que en la vida. A Juanma Lillo le he dicho muchas veces: yo en mi vida como entrenador hago lo mismo que en mi vida laboral. Cuando entro a trabajar con 14 años, cojo el protocolo y lo sigo. Yo no sé lo que hago, no sé qué es cada compuesto químico, pero lo hago porque lo pone el protocolo. Cuando empiezo a estudiar química y empiezo a estudiar acidimetría, es cuando te empiezas a enterar de qué estabas haciendo. Hasta los 13-14, más que la táctica me preocupa la técnica. Me preocupa que en esas edades cojan mucha técnica. Y que juegue. Ya iremos explicando la táctica. El porqué. Pero en principio que jueguen, y que jueguen, que jueguen mucho. Y cuando pasan a sénior, también me gusta. Nosotros los miércoles siempre hacíamos partido, 11×11. Pero todos los sábados, todas las vísperas del partido, la gente se reía, pero yo todos los sábados jugaba 11 contra nadie. Con lo que hemos hecho durante toda la semana. Me dice Juanma: “qué cabrón eres, eso lo haces para asegurarte tú”. Claro, claro. Yo quiero irme a casa, que me han entendido los movimientos que queremos hacer. Aunque sea sin contrarios, pero en qué zona está el balón.
Muchas gracias Mikel!
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