Café y charla con Álex Abilleira

alexabilleira2Tras recibir noticias de que la semilla de una nueva escuela de fútbol está empezando a germinar en la ciudad de Pontevedra, decidimos investigar quienes están detrás de todo esto. Varios nombres, varios enlaces y finalmente Álex Abilleira como objetivo a conocer. Escola de Fútbol Pontevedresa.

En Padrón, a medio camino. Álex, 39 años y natural de Pontevedra. Como habilidoso extremo izquierdo pasó por Sagrado Corazón, A Seca, Pontevedra CF en su etapa de juvenil y algún que otro equipo en categorías regionales. Ya en los banquillos, Sagrado Corazón, AJ Lérez, Moaña infantil y cadete División de Honor, EF Moañesa entre medias y la gran oportunidad en el Alondras juvenil División de Honor. Su última experiencia en el Marín. Tenemos ganas ya de saborear el café…

 

FdB: ¿Por qué entrenador?

A.A: Pues muy fácil: porque no puedo jugar, porque me hago viejo y quiero estar todo lo cerca que puedo del juego y no encuentro manera más cercana que siendo entrenador, pues es lo que me permite estar en el campo, en los entrenamientos, cerca de los jugadores -que los quiero- y del balón. Y como ya hace tiempo que salen canas… no me queda otra.

FdB: Antes de la entrevista, nos estabas contando un poco tu trayectoria. ¿Qué otras experiencias tienes con el fútbol, que no sean específicamente como entrenador?

A.A: Que me hayan movido por dentro, diré dos. El haber pasado una semana en Londres con el primer equipo del West Ham, estando presente en los entrenamientos, compartiendo charlas durante los almuerzos… También tuve la oportunidad de visitar la propia academia de este club. Traes cosas contigo que te maravillan y cosas a las que crees que podrían sentarle bien una vuelta… los ojos son de cada uno. Y ya más reciente, justo algo de estos días, un fantástico intercambio de ideas con la gente del FC Barcelona allí en su casa, momentos de aprendizaje con mayúsculas.

FdB: ¿Por qué te surgen estas opciones?

A.A: En Londres estaba trabajando Eduardo Parra –un tipo de gran conocimiento, honesto y cercano- como readaptador. Él es de aquí de Galicia y gracias a la puesta en contacto que llevaron a cabo mis tutores en época del curso de entrenador terminé cogiendo un vuelo, algún que otro metro y varios autobuses hasta las instalaciones de entrenamiento en Chadwell Health. En cuanto al encuentro en Barcelona, cosa privada.

FdB: A nivel formativo, ¿en qué crees que existe mayor diferencia entre España, o lo que tú conocías, y lo que viste en Londres esa semana?

A.A: Lo que no puedo es extrapolar mi experiencia en un club y hacer de lo visto una regla general, pensar que eso es común a todo el fútbol inglés. Donde yo estuve están en un progreso de hacer cosas más próximas, seguramente, a las sensibilidades que tenemos ahora mismo por aquí. Hay una persona allí, Adam Crossley, haciendo cosas muy interesantes. Cuando yo estuve daba la sensación de que se estaba todavía al principio del camino hacia el lugar que se proyectaba en sus ideas.

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FdB: La División de Honor Juvenil, es lo más cercano a Primera División, pero de fútbol formativo. ¿Qué tal fue tu experiencia? A nivel futbolístico.

A.A: Mi experiencia con los jugadores que formaron ese equipo fue fantástica, no me he olvidado de ellos. También el día a día junto a mi compañero y amigo Antón, junto a mi también amigo Fernando Quinteiro –un educador excepcional-, al lado del resto de compañeros, intercambiar ideas con colegas de la división de aquí o de allá… No todo lo ocurrido por entonces fue bueno, pero en la vida quizás hay que saber qué rescatar y qué no del pasado. Si guardo cierta preocupación por el hecho de que creo que el nivel general de la competición ha ido bajando de manera constante, los puntos y las prisas no sé si alejan al jugador del juego más que ayudarle a encontrarlo. Esta es una situación que seguramente debiera llevar a sentarnos. Algo está ocurriendo negativo para que, el seguramente mayor exponente de calidad y madurez en cuanto a las categorías que consideramos de base esté bajando de nivel.

 

«Tendemos a decir que ahora mismo la gente joven, que no tiene ganas, que les falta esto, que cojean de aquello… ¿Nosotros qué les damos? ¿Le estamos dando todo lo mejor que podemos darle?»

 

FdB: Pasada esta etapa, junto con otra gente, acabas de fundar una escuela de fútbol. ¿Por qué montar una escuela?

A.A: Porque tenemos dos opciones si estamos disconformes con cómo funcionan las cosas: quedarnos en casa o darles cosas a los chavales. Tendemos a decir que ahora mismo la gente joven, que no tiene ganas, que les falta esto, que cojean de aquello… ¿Nosotros qué les damos? ¿Le estamos dando todo lo mejor que podemos darle? Pues nuestra apuesta tiene que ver con dar lo mejor de nosotros. Y entonces podremos ver si a lo mejor nos estábamos confundiendo. A lo mejor somos nosotros, los de las generaciones que les preceden, los que verdaderamente no estamos apostando por ellos.

Estamos ilusionados. Es un proyecto que intenta hacer grieta en el cemento. Vamos a ver si entra la luz por esa roca. No tenemos ninguna prisa. No queremos ser mejor que nadie. Y con cuatro  gatos empezamos y tan anchos. Le hemos dado un poquito de forma cooperativa, o colectiva, o común, como queráis. Los propios formadores formamos la directiva del club. Tenemos un presidente, seguramente más simbólico que otra cosa. Es uno más entre iguales. Y esta horizontalidad con la que entendemos el fútbol, con la que entendemos también que debe existir entre los propios formadores y los jugadores… esto del modelo autoritario no va mucho con nosotros, del entrenador que proporciona información para que recojan otros y esos otros hagan. Pensamos que la gente aprende con ideas, y las ideas tienen que ser compartidas. Tú te tienes que poner un poquito al nivel de la persona protagonista, que son en este caso los chavales. Exponer cosas pero que corra la voz, que corran las ideas. Lo mismo hacemos en la directiva. Cualquier tema, nos sentamos, lo hablamos… Seguramente, estoy aquí y sea un poquito la cara más visible, pero es lo último que se pretende. Es una cosa absolutamente entre amigos, entre amigos seguramente escogidos, porque… bueno, queremos conocimiento. Conocimiento y calidad.

FdB: ¿Qué crees que la diferencia de otras “ofertas” por así llamarlo?

A.A: No lo sabemos. Exponer señas de identidad está muy bien si después se cumplen. Es que no nos hemos puesto realmente en marcha todavía, esto sucederá cuando la pelota aparezca… y todo lo que le rodea también. Que tenemos muy buena intención, sí, que seguramente todas las escuelas tienen buena intención, sí, pero lo que tenemos en la cabeza es mantener esa buena intención con el paso del tiempo y costa de lo que sea.

 

«Nosotros al final… yo por lo menos tengo en la cabeza que plantaremos semillas de árboles que seguramente no vamos a ver crecer.»

 

FdB: ¿Pensáis en competir como un club o cuál es el objetivo de la escuela?

A.A: El objetivo lo tenemos claro, y es ninguno. Queremos proporcionar a los chicos y chicas de Pontevedra, un espacio de tiempo libre donde se produzca un auténtico aprendizaje. ¿A dónde le va a llevar esto? No lo sabemos. Pero nosotros se lo queremos proporcionar. Nos gustaría el día de mañana, por supuesto que la gente reconociese de donde ha salido un chico o una chica por su modo de ser, por su modo de hacer. Y con esto, suficiente. Nosotros al final… yo por lo menos tengo en la cabeza que plantaremos semillas de árboles que seguramente no vamos a ver crecer.

FdB2: ¿Cómo está evolucionando por ahora el tema?

A.A: Tenemos unas jornadas de puertas abiertas… Tenemos ahora mismo 14 interesados. Bueno, podía ser peor. Nosotros, con un equipito de f8 tan contentos. Somos a día de hoy 7 formadores. Quizás sumemos en breve a alguna formadora más… Nos interesa por enriquecedor el perfil femenino. Que nos aporten cosas alrededor del juego. Que hagamos un tejido ahí. Y los chavales que vengan, sean dos, tres, cuatro… los que sean, que se vean favorecidos por la creación de un entorno que nosotros consideramos interesante para ellos. Van a tener en una escuela tan pequeñita, tan familiar, pues 2-3 entrenadores por sesión. Entrenadores, entrenadores. No pasa nada si uno un día tiene obligaciones familiares porque va otro cualquiera de nosotros. Compartimos ideas. Sinceramente, creo que me he rodeado de tipos de muy buen corazón. A partir de ahí, pues seguro que podemos ayudar a los chavales. La gente que está, o llama la atención por su conocimiento o llama la atención por su prudencia. Es decir, creo que lo interesante es que nuestra gente que todavía no se ve con capacidad de hacer muchas cosas, ante la duda, no toca. Y esto para nosotros es tremendo. Y bueno, bien, estamos ilusionados, por qué no. ¿Necesitamos entrenar al Milán para sentirnos frescos, vivos y no sé qué? Vamos a hacer una cosa aquí al lado de casa… seguro que vamos a dar guerra.

FdB: ¿Qué valoras de un entrenador?

A.A: Lo mismo que de alguien que no sea entrenador: seguramente la honestidad. La honestidad. Si después a uno se le cae la baba por su conocimiento y todo este tipo de cosas, perfecto. Primero, honestidad. Y luego, como entrenador, si yo me tengo que poner en el sitio de un jugador y tengo que mirar hacia él en el vestuario, me gustaría ver pasión por lo que hace y sensibilidad con lo que ocurre y con todo el grupo de personas que compartimos vestuario.

 

«Se valora del entrenador lo mismo que se valora en cualquier producto de cadena de mercado: que se pueda vender, liquidar, comprar, tirar, reciclar… los valores de todo lo que ocurre a nuestro alrededor se han introducido en esto del fútbol. Yo no lo comparto.»

 

FdB: ¿Y qué crees que se valora de un entrenador?

A.A: Se valora del entrenador lo mismo que se valora en cualquier producto de cadena de mercado: que se pueda vender, liquidar, comprar, tirar, reciclar… Claro, los valores de todo lo que ocurre a nuestro alrededor se han introducido en esto del fútbol. Yo no lo comparto.

 

«somos unos urgentes, unos ansiosos… porque claro, la vida se nos marca así. Tenemos que sacar la mejor nota del colegio para luego, no sé… no sé llegar a dónde… Y a lo mejor nos olvidamos de ser.»

 

FdB: ¿Qué déficits consideras que existen hoy en día en la formación, en fútbol base?

alexabilleira5A.A: Déficit de tiempo. Que somos unos urgentes, unos ansiosos… porque claro, la vida se nos marca así. Tenemos que sacar la mejor nota del colegio para luego, no sé… no sé llegar a dónde. Tenemos que sacar la mejor nota para entrar en esta carrera. Tenemos que sacar mucha mejor nota para ser mejor en esto… Y a lo mejor nos olvidamos de ser. A lo mejor parece que somos mucha cosa y nos olvidamos de ser. ¿Déficit en cuanto a fútbol formativo? Pues seguramente lo mismo que en el resto del contexto. Si al final estamos viviendo en la calle como todas las demás actividades o proyectos. Necesitamos tranquilidad, necesitamos saber que esto es un camino largo y que hay que formarse, como todo. Que estamos tratando con temas muy sensibles que es el crecimiento de personas. Y que seguramente todo lo que hagamos puede influir de modo difícilmente reparable en ellas. Lo mismo que ellas nos influyen a nosotros, nosotros también influimos en ellas. Al final, las personas que estamos con gente en una edad más pronta, más pequeña, le estamos planteando una sociedad. Le estamos planteando un sitio donde vivir. Entonces, ojo con lo que trasladamos. Y para uno saber lo que puede trasladar o no necesita sentarse muchas horas durante años. Y escuchar. Y enterarse un poquito de qué va la formación, de si vamos bien, de qué le gusta en la vida o qué no le gusta en la vida. Porque es que al final, ¿qué le vas a trasladar a esos chavales? ¿Qué le estamos trasladando? ¿Qué jugar con amigos es lo que ocurre en la consola? Algunos chavales van vestidos de arriba abajo en un entrenamiento con 300€. No entiendo.

FdB2: Alguno sólo en las botas ya.

A.A: Sólo en las botas. No entiendo la razón. ¿Qué necesitas? ¿Esto? Ya lo tienes. ¿Por qué tienes que tener cosas que están por encima de lo que tu felicidad te va a exigir? No lo entiendo. Y ahí tenemos que entrar, por supuesto que tenemos que entrar. “No, yo no me meto…”. ¿Cómo que no te metes? Claro que nos tenemos que meter, claro que tenemos que incidir. Nosotros en la escuela y tal, claro que tenemos que salir a la calle y decir: mira, queremos platear esto. Queremos incidir en la sociedad. Y sobre todo, queremos aportar paciencia. Tiempo. La escuela, ahora la tenemos como un lugar que te quita el ocio casi. Esto en la Antigua Grecia no era así. El término “escuela” viene de “skholḗ”, un término que tenía que ver con el tiempo que la gente pasaba en una plaza, entre otras actividades. Pero era un tiempo enriquecedor culturalmente también. Conversaban de sus cosas. Traían seguramente los papeles que les emocionaban, que seguramente no eran los establecidos para el funcionariado… Y esto ahora se ha transformado. La escuela es el anti-ocio. Y en realidad no sé si nos damos cuenta que todos los lugares de –entiéndaseme bien, por favor- encierro: escuelas, cárceles, hospitales, centros de formación del tipo que sea… están en decadencia. Surgen reformas, tras reformas, tras reformas… Para mantener la agonía de lugares de los que seguramente conviene volver al origen y preguntarse por qué, para qué y con quién. Nosotros queremos abrir las puertas del campo (terreno de juego) y ahí también tocar lo menos posible y que tengan un lugar también para abrirse al mundo los chavales. Porque ahora mismo… “De 7 a 8 vamos a aprender fútbol. Cierra puertas…”. Información, información. Yo no sé si hubiera aprendido así. Yo a mí me quitan la calle y…

FdB2: Cuando hablabas antes de horizontalidad y demás. Requiere acercarte un poco al modelo de calle de antes donde no existían esas jerarquías. Las jerarquías eran naturales. Liderazgo natural. Resolución de problemas. Fútbol de la calle al final. Y cómo ves eso ligado a la falta de mando, a la falta de orden, en lo que es el entrenamiento.

A.A: Empiezo por el final. Yo vengo deformado por los estudios donde la palabra “autoritas” significaba algo muy diferente a lo que hoy conocemos por autoridad, que tiene más bien que ver con la antiquísima ”potestas”. La autoridad ahora mismo es impuesta. Éste es vuestro entrenador, le tenéis que hacer caso porque es vuestro entrenador y le hemos situado en una escala superior a vosotros. Bien. Puede tener puntos interesantes a los que acogerse, pero “autoritas” es otra cosa. Es el saber socialmente reconocido. Queremos que los jugadores o las jugadoras se fijen en nosotros por nuestro conocimiento, no por la imposición. Ojo, esto en una charla de café es muy fácil decirlo. Luego hacerlo no es tan fácil porque te va a exigir. Pues nos vamos a exigir a morir.

Me habías preguntado por la horizontalidad y por la calle. Hay una frasecita que hemos puesto en la presentación de la escuela que dice “Somos aula. Somos calle”. “Somos aula. Somos rúa”. Vamos a intentar juntar esas dos cosas. Es decir, este proyecto tiene trampa. Empieza como una escuela pero en nuestro pensamiento está el intentar meterse en la ciudad y en las aceras. En las aceras y en las plazas. De hecho en el futuro si podemos nos vamos a plantear situaciones que tengan que ver con la construcción de la calle. Hemos proyectado cinco pilares que conformarían lo que hemos llamado intervención social de la escuela. Podrían ser uno menos, uno más… entre ellos está el tema de la resolución de conflictos. La manera de promover esto en los chavales puede ser simplemente un partido en la calle,  donde los problemas los resuelvan ellos. Esto a la vez está enlazado con alguna propuesta que estamos estudiando y que seguramente no pueda ser ahora, que tiene que ver con movimientos dentro de la Unión Europea. Con movimientos estilo Erasmus donde incluir este tipo proyectos: de resolución de conflictos, de igualdad, de educación inclusiva… vamos a ver. Es que es lo que hablamos antes. Queremos darles a los chavales oportunidades. Que no es sólo ver si ganamos el domingo y lo ponemos en Facebook. Aquí en Pontevedra tenemos más espacio que hace unos años para caminar, ahora sólo falta que la gente llenemos las aceras. Escuché a Tonucci decir que una calle sin niños es peligrosa. Pues vamos a ver qué podemos hacer. Creo que tenemos ideas. Estamos tejiendo relaciones que vamos a ver a donde nos llevan. Estamos empezando a tocar cosas por si en el futuro las podemos utilizar.

 

«Hay palabras como solidaridad, como valores, o cualesquiera otras, que están tan manoseadas, con tanta carga de orientaciones incluso políticas y demás, que ahora mismo casi es un peligro trasladárselas así a los chicos y chicas»

 

FdB ¿Crees que se han perdido valores en el fútbol base?

A.A: Cada vez que escucho valores, yo me sujeto a  la silla y miro a mis espaldas. Hay palabras como solidaridad, como valores, o cualesquiera otras, que están tan manoseadas, con tanta carga de orientaciones incluso políticas y demás, que ahora mismo casi es un peligro trasladárselas así a los chicos y chicas. Creo que tenemos que utilizar palabras sencillas y seguramente con un cierto vacío para que ellos las puedan llenar. ¿Que se han perdido valores? Pues no lo sé. Yo es que ahora mismo no soy chaval. Me gustaría estar entre ellos. Hay cosas que aparentemente a nosotros no nos gustan, nos chocan pero primero tenemos que ofrecerle también un espacio, a ver si a lo mejor resulta que el contexto que les ofrecemos no es el adecuado para esas cosas que nosotros echamos a lo mejor en falta o pensamos que no están. A ver si le damos el espacio adecuado, a ver si le damos un sitio abierto, a ver qué relaciones surgen ahí. Es que ahora mismo, entre padres, madres, presidentes, nos metemos incluso en a ver con qué niño te tienes que llevar. Vamos a intentar limar eso un poquito. Por lo menos nosotros queremos incidir en lo que podamos y a lo mejor nos estrellamos. Tampoco pasaría nada. Volveríamos cada uno a nuestra casa y ya está. Pero, ¿echamos de menos valores? Sí. Pero es que a lo mejor están. Son chavales. Seguramente no están tan contaminados como pensamos. El problema es que hay que darle un espacio para que se desarrollen esas partes y no éstas que no nos gustan.

FdB2: ¿Y qué rol le das a los padres en todo esto? En conexión con lo que vosotros queréis hacer.

A.A: Creo que tenerlos al margen es un error. ¿Por qué? Porque las familias, del tipo que sean, con la convicción que sea, terminan por ser micro sociedades. Si tú maltratas o alejas a esas personas que forman una sociedad con esos niños o niñas que tú aprecias, de manera tajante, estás cortando la comunicación. ¿Cuántas horas va a pasar un niño en esta escuela haciendo las cosas que tú quieres hacer, y cuántas va a pasar en su pequeña sociedad que tiene en casa? Pues seguramente, más horas allí. Será más inteligente llegar a acuerdos con ellos.

FdB2: Convencerlos.

A.A: Bien. Exponer cosas. Para nosotros creemos que la situación de empezar de cero puede ser más fácil para decirles desde el principio: vamos por aquí. Porque cuando los clubs ya tienen un recorrido y la gente lleva años haciendo las cosas de una manera… quizás sea difícil torcer el hierro de manera rápida.

FdB2: Cambiar es difícil.

A.A: Nosotros no nos presentamos como solucionistas. Queremos proponer. Queremos escuchar y ser escuchados. Las familias son personas con las que podemos hablar. A lo mejor un día discutimos y otro nos llevamos bien. Pero no queremos tampoco apartarlas. Creo que es un error. Son los padres y las madres, los hermanos, las primas, de esos niños, que pasan mucho tiempo con ellos. Creo que es más inteligente exponerles ideas también a esas personas. Tenemos contacto con una psicóloga, tenemos contacto o vamos a tener esta semana con una psicóloga deportiva en Pontevedra… y a ver si entre esta gente tan capaz somos también nosotros capaces de organizar cosas donde podamos atraer un poquito a estos espacios a las familias. Cuando no haya partidos tenemos pensado si podemos reunirnos y pegarnos una pateada por el monte, con las familias… ¿Significa eso que vamos a ser menos entrenadores porque nos mezclemos? No, no lo creo. Si tenemos muy claro lo que tenemos que hacer y sabiendo que nosotros tenemos nuestra función e intentamos ser profesionales en aquello que queremos ser profesionales, ¿pues por qué no podemos charlar con las familias? Ellas tienen su espacio. Cuando nos ponemos de corto, nosotros también tenemos nuestro espacio.

FdB: En vuestra web (http://efpontevedresa.com/) apareces un poco como el encargado de la metodología de la escuela. Por así decirlo. ¿Cómo serían un poco vuestras ideas o vuestras líneas a seguir sobre cómo enfocar el entrenamiento?

A.A: Nosotros pensamos que un club, un equipo… es una forma de ser. ¿Metodología? Seguramente tenga en casa 7000 PDFs que he construido con esto primero, esto después, esto por aquí y esto por allá… Mira, queremos que esto del juego no sea dividido en partes. Creemos que es inútil. Creemos que, como ya hemos dicho, las personas son un todo, esto que también está un poquito manoseado ahora, y que la cosa no va de ejercer de constructor de mecanos: vamos con la pierna derecha, para el año vamos con la pierna izquierda… No. Creo que el mejor punto de empezar como un equipo, incluso de la categoría que sea, es no tener ningún punto de comienzo. Juntarnos, y que vaya surgiendo el fútbol, porque el fútbol va surgiendo permanentemente. A partir de ahí, el entrenador o entrenadores, claro que necesitan sensibilidad, necesitan vista para entender el juego, para poder ayudar, para entender lo que puede requerir ese equipo. Ahora, ¿programaciones? Más bien estrategias, sí manejamos estrategias, guiones de nuestras acciones abiertos. Por ejemplo, hemos estudiado un tramo de edad la que le hemos puesto nombre: pre-iniciación, con un guion (abierto), con mucho componente de psicomotricidad, donde ahí Antón, un compañero nuestro será el más adecuado para orientarnos en esta cuestión por su conocimiento. Hay un trabajo responsable detrás. Pero aun así no llegamos a establecer un modelo mecanicista de entrenamiento que creo que al final también nos aburriría y no estaría de acuerdo con nuestra sensibilidad. Creo que al final al fútbol, como juego, se aprende jugando. Entonces, por supuesto que tenemos una orientación en cuanto a estructuración de tareas que realizamos colegiadamente, algo que nunca está terminado, por su propia naturaleza. Por supuesto que vamos incluyendo ahí contenidos, no una batería de tareas pero sí de contenidos que creemos que, de una forma u otra, antes o después, habrá que exponer porque eso es lo que va a formar nuestra manera de ser también. Pero estamos para algo. Nosotros tenemos que respetarnos también como personas. Podemos llegar el primer día con: esto el lunes, esto el martes… Pero creemos que eso no tiene que ir por ahí, que tiene que ir por otro lado. Pero ya, además. Y tenemos que estar preparados para redirigir el rumbo. Y para eso necesitamos conocimientos. Y para eso, he pegado un telefonazo a gente que pienso que tiene conocimiento o que está en un camino muy bueno de conocimiento.

FdB: ¿Cómo sueles enfocar tú tu semana de entrenamiento cuando ejerces dealexabilleira6 entrenador?

A.A: Estamos hablando, por un lado, de fútbol formativo, y por otro lado de fútbol sénior o incluso y rebajado en grado de “profesionalidad” divisiones como la de honor juvenil, por ejemplo. Con fútbol de adultos o últimas etapas que vayan de la mano de rendimiento, la forma de enfocar la semana es romperte los cuernos hasta que no puedas más y darle 7000 vueltas a las cosas y quedarte alguna noche sin dormir, coger un papel, a ratos tirarlo, coger un ordenador, apoyarte en ideas de un compañero entrenador, apoyarte en ideas de un hermano, de un amigo, de tu madre, de tu abuela cuando te da un consejo sobre la comida… Yo creo que, ante todo, romperte los cuernos. Y cuando lo tengas, criticarlo y volver otra vez. Darle vueltas y poner todo patas arriba. Hasta que llegue el momento del entrenamiento y tú pienses que has llegado con lo mejor de ti para los jugadores. Nada más. Si es que… Sí. Microciclo, mesociclo… todo este tipo de cosas. Ya. Pero el martes se le han secado las flores a cuatro del vestuario y están tristes, ¿qué haces? ¿Sigues con el plan? No. Tienes que adecuarlo. A lo mejor tenías unas tareas de exigencia mental y tienes que cambiarlas y adaptarte. Y para eso hace falta romperse uno mucho las pelotas en casa. Durante mucho tiempo. Que seguramente no siempre vale para algo y no siempre puede ser expuesto. Pero si a ti te gusta esto y sientes pasión, no dejas de hacerlo. Claro que entrenar es un desgaste de la hostia.

FdB: ¿Periodizas los contenidos un poco por edades o vais haciendo en función de lo que vais viendo?

A.A: Volvemos a la escuela… Tenemos unos contenidos que queremos exponer. Sí. Ya lo he dicho antes. Su periodización, sus fases, seguramente serán de tareas más sencillas a más complejas. Ahora, ¿el contenido? Pasarse el balón va a ser un contenido desde el día uno a la edad de 3-4 años hasta los 18. Aprendizaje sólo en fútbol base… ¿Y cuándo llegas a un equipo de mayores no hay aprendizaje? ¿Cuándo tienes alguien de veinte y pico o treinta no hay aprendizaje? Entonces, ¿cómo llegáis a acuerdos sobre el modelo de juego y demás? Si tú no aprendes y ellos no aprenden también. El tipo de pase con el que pretendemos ayudar a que la gente que esté con nosotros se comunique lo tenemos claro. Que eso habrá que incluirlo a diferentes niveles de dificultad lo tenemos claro. Si eso es lo que estamos hablando de poner fases en las etapas de aprendizaje, sí. Ahora, que a determinada edad vamos con el control-pase, luego al siguiente año vamos con no sé qué… Nosotros no vamos por partes. Intentaremos que desde el primer día los elementos que nosotros defendemos que nos sirven como lenguaje común o como metalenguaje para que nos comuniquemos y tejamos redes que nos puedan llevar a exponer esa forma de ser que pretendemos, tienen que estar presentes desde pequeñitos hasta mayores. Por supuesto no les puedes plantear una tarea con 7000 petos y 7000 condicionantes a unos niños de 4 años. Posiblemente, convenga un lenguaje muy sencillo sin que eso signifique que no van a estar presentes los mismos elementos que van a estar con 18 años.

 

«Creo que a cada niño o cada niña hay que situarlos en el lugar adecuado. El que necesite ese niño o esa niña. Hay que situarlo, creo, como estamos hablando de aprendizaje, con los problemas justos y necesarios. Si está en un contexto en donde los problemas, han dejado de ser problemas para él o para ella, pues seguramente hay que ponerlo en otro lugar»

 

FdB: ¿Crees en la promoción de jugadores para mejorar su desarrollo? A veces genera conflicto en padres cuando a un niño que destaca mucho en su categoría y lo subes a una superior para que encuentre más dificultades. Genera muchas controversias por cambio de rol…

A.A: Creo que a cada niño o cada niña hay que situarlos en el lugar adecuado. ¿Cuál es el lugar adecuado? El que necesite ese niño o esa niña. Hay que situarlo, creo, como estamos hablando de aprendizaje, con los problemas justos y necesarios. Si está en un contexto en donde los problemas, han dejado de ser problemas para él o para ella, pues seguramente hay que ponerlo en otro lugar. Y al revés. A lo mejor tú tienes más edad, pero realmente tú tienes tu velocidad y hay que ponerte en tu lugar justo. ¿Qué esto puede ser un conflicto o lo que sea? Bien. Pues vamos a intentar desde el comienzo que no lo sea. Cuando tú tienes una comunicación con el balón igual que la que tienen los que están más arriba… Que yo no estoy hablando del Barcelona, no. Yo estoy diciendo que éste es nuestro lenguaje, éste es nuestro idioma. Bien. Sabes más o menos de qué vamos a hablar. Pues éste no ha dejado de ser tu sitio. ¿Significa que vas a perder de vista a tus amigos? No, no vas a perder de vista nada. ¿Qué tus padres van a estar nerviosos porque no sé qué? No, tíos, no. Si estamos intentando que el chaval esté en el lugar adecuado… Y esto va a depender de cada niño y cada niña. A lo mejor un chaval que viene de un equipo de Coruña, por ejemplo, que tal… pues igual tiene que estar con chicos más pequeños para llevar a un proceso de adaptación, qué sé yo. Tenemos que ver cada niño. Esto de programarle la vida a alguien desde el despacho sin verlo, sin conocerlo, no entiendo cómo se puede hacer.

FdB: ¿Cómo crees que puedes estimular la creatividad del jugador dentro del proceso de entrenamiento?

A.A: Ah, dejándolo ser. Dejándolo ser. Yo si tengo una infancia como la que ahora mismo tantos se proponen, creo que dimito como niño. Es decir, los chavales tienen un monitor, o un profesor, o un tutor, o el padre o la tía y no están nunca con sus amigos sin tener ningún adulto a más de 15 metros. Yo no sé cómo van a coger un palo y empezar a ver qué puede ser esto. Todo está tutorizado. Intentaremos crear un espacio, como hemos hablado desde el comienzo, donde no toquemos donde no tengamos que tocar y dejemos espacio para que surjan conexiones entre ellos y demás. Esto es muy bonito decirlo. La práctica sabemos que es más complicado. Pero vamos a ir por ahí y enlazo con lo que decíamos antes: si nos tenemos que estrellar nos vamos a estrellar, pero vamos a ir con esas ideas, seguro.

 

«Aprender es situarse permanentemente en el límite con respecto a aquello que todavía no conocemos»

 

FdB: ¿Qué es para ti aprender?

A.A: Aprender es situarse permanentemente en el límite con respecto a aquello que todavía no conocemos. Y en ese sentido, enlazo con la pregunta anterior, tenemos que colocar a los niños y niñas en ese punto, en ese pliegue en donde está lo que conoces y está lo que está por conocer. En ese límite, ese pliegue, tenemos que vivir jugadores, entrenadores, personas, grupos de personas, sociedades… En el límite entre lo que sabemos y lo que está por conocer. Eso es el aprendizaje para mí.

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FdB: Antes hablabas un poco del colegio, de los espacios cerrados. ¿Crees que esto de aprender, este deseo de aprender, está poco incentivado desde el colegio?

A.A: El aprendizaje no entiende de tiempo.

FdB: El querer aprender. No inculcan esa, no me gusta la palabra inculcar. Que no te prenden esa chispa. Sino que lo entienden como una cadena de producción.

A.A: Porque necesitamos un resultado.

FdB: Saco 25 alumnos que pa, pa, pa. Y no tenemos que buscar más allá.

A.A: Comparto al 100% lo que estás diciendo. Al final, el resultado. Resultado para todo. Llega el niño con las notas a casa…

 

«Los que pretendemos enseñar algo tenemos que darle más importancia al que aprende que al que enseña. Ellos. Tenemos que acostumbrar a los chavales a intervenir en la tarea. Ha de existir una fuerza conjunta entre los chavales y el entrenador cada día donde surjan problemas comunes y surjan soluciones comunes. Porque entonces podrán negociarse cosas, podrán exponerse cosas, podrán sentarse con ellos y hablarlo o lo que sea… Si no le das opción, no te van a decir nunca nada. Y entonces ¿el aprendizaje?»

 

FdB: Llega con todo dieces y es fenomenal.

A.A: Pero y qué, ¿Cómo fue tu vida? ¿De qué va esto? ¿Y qué te gusta? ¿Qué no te gusta? Entonces, me dices, que si no hay propósito de aprender. Creo que al final, donde tú me estás haciendo mención a aprender, estamos hablando del que enseña o deja de enseñar. Los que pretendemos enseñar algo tenemos que darle más importancia al que aprende que al que enseña. Ellos. Tenemos que acostumbrar a los chavales a intervenir en la tarea. Ha de existir una fuerza conjunta entre los chavales y el entrenador cada día donde surjan problemas comunes y surjan soluciones comunes. Porque entonces podrán negociarse cosas, podrán exponerse cosas, podrán sentarse con ellos y hablarlo o lo que sea… Si no le das opción, no te van a decir nunca nada. Y entonces ¿el aprendizaje? Pues no lo sé. Pero, en fin, que si ganamos los partidos es que somos unos buenos enseñantes. Siento ser tan crítico pero…

FdB: El paradigma de la complejidad ahora está muy en auge. No para todo el mundo pero sí en cierto sector ha crecido. ¿Qué es para ti ese paradigma? ¿Eres capaz de entender el fútbol desde un paradigma diferente?

A.A: La complejidad es una actitud ante la vida. Pero la complejidad exige algo para lo cual, no sé si más allá del Twitter, estamos preparados. Y es que exige aprender a vivir en la incertidumbre. O mirar desde las lentes que te dicen que no puedes predecir el futuro. Y esto, a nosotros, en donde vivimos, lo que nos traslada es inseguridad. Y las personas la inseguridad la llevamos muy mal. Nos quita el sueño, nos preocupa en exceso y demás porque queremos tenerlo todo controlado. ¿Estamos preparados los entrenadores para la complejidad? Porque la complejidad supone que lo que tú le digas a un jugador puede no ser cierto, puede no cumplirse. Necesitas mucha prudencia. ¿Cómo encaja un entrenador expuesto a una grada, un día entre semana, diciendo pocas cosas y prudentes? Tiene un problema. ¿y tú eres capaz de ser un entrenador “complejo” y callarte porque no estás seguro de lo que vas a decir? Y porque a lo mejor lo que vas a decirle a ese jugador o esa jugadora puede mañana no ser cierto. ¿Estamos preparados para eso?

Sí, hay un montón de documentos sobre la complejidad. A mí me interesa, sí. Lo reconozco. Me interesa pero mucho. Pero la complejidad no es esto, o al menos, no solamente esto. Es un desde donde ver.

Recomiendo a Edgar Morin que es un poquito el padre filosófico de todo esto. Es muy exigente con respecto al punto de partida. Es decir, tenemos que situarnos y aprender a vivir con la incertidumbre antes de tener un montón de conocimientos sobre la complejidad. Después, un poquito más práctico, para un entrenador, que algo complejo tienes que transformarlo a algo sencillo para darle el traslado a otra persona. No en algo simplista. Simplismo es intentar cerrar lo que no puede estar cerrado. Es intentar cerrar, empaquetar, una información que va a salir por fuera del continente, del paquete de envío. Pero necesitamos conocimiento para toda esa maraña que significa complejidad, todos esos elementos que intervienen. Poder transformarlo en algo sencillo, abierto, que se pueda comunicar y que sea fácil de entender. ¿Estamos preparados? No lo sé.

FdB: Siendo estudiante de filosofía. ¿Qué te aporta la filosofía y otras lecturas para entender mejor el fútbol y mejorar como entrenador? Hablabas antes de Edgar Morin por ejemplo.

A.A: Queremos saber qué va a pasar pero no invertimos apenas tiempo en saber lo que pasa. Esto es un problema, creo, pues en lugar de facilitar el ampliar nuestro conocimiento, esta actitud vital nos empuja a tratar de encerrar la realidad en nuestra estructuración del conocimiento: separamos y troceamos. ¡Y esto mismo hacemos con los jugadores! Hablamos así de sumar sus capacidades y no de complementarlas.

La ética, que cada cual lleva puesta la suya, es más necesaria que nunca en la labor del entrenador, porque estamos en tiempos de impacto directo sobre lo emocional, porque resulta, pero sustituye absolutamente a los hechos, pasando lo que verdaderamente trasladamos a alguien en puntas de pie por el cerebro. No establecemos relaciones, establecemos mecanizado de emociones.

Lecturas… Hay una respuesta a todo esto de un entrenador argentino, que dice: “bueno, ¿qué daño te hace leer para jugar al fútbol? Yo no sé si te hace mejor, pero peor no te hace”. Entonces, aparte de jugar al fútbol, ¿crees que te enriquece como persona? Cógete un libro. De filosofía o de lo que tú quieras. A mí me gusta la filosofía.

FdB: ¿A veces nos olvidamos de que tratamos con humanos y no con meros robots?

A.A: Mira. Las abuelas, los abuelos, dicen que las comidas hay que hacerlo con amor y con cuidado. ¿Quién soy yo para no hacerle caso? Tú cuando estás con unas personas tienes que tener pasión por lo que estás haciendo. Tener pasión por el juego y por los jugadores, que son los que lo ponen en práctica. Y después tienes que tener cuidado. Y cuidado significa que eso que tú tienes enfrente en ese momento no es un mecano, son personas… que pueden tener otra sensibilidad y a los que les tienes que dar cancha para pensar eso que expones de manera personal. Esto no quiere decir que un entrenador no llegue a un club con una idea con la que trazar un desafío al propio juego. Sí creo que un entrenador debe definirse, debe tener claro lo que siente con respecto al juego.

Y esa definición se la tienes que trasladar a los jugadores pero además no has de obstaculizar que los jugadores puedan pensar esas ideas ellos puedan pensarlas a su manera porque si no estás instruyendo. ¿Hay una instrucción? Sí. Pero no hay aprendizaje. Hay adoctrinamiento. Cuando vas a conocer a un grupo de personas llevas tu propia idea. Bien. Pero dales la oportunidad de que la piensen por ellos mismos. Creo que esto es lo principal. Que esto tiene que ver con la sensibilidad.

Hablábamos antes de la pasión… Sabes que a lo mejor uno de los jugadores y sus circunstancias, sus necesarios errores, su falta de alegría… puede suponer que un día no duermas. Esto requiere de pasión, algo que te mueve, que te hace pensar y repensar toda la noche en eso que falla continuamente vas a dar la vida por él, aunque sea toda la noche. Esto tiene su coste y puede suponer tensión en casa, despreocupación de uno mismo… es lo que tiene estar con y para las personas.

FdB: Antes citabas una frase del libro La trama de la vida que dice “el ser humano piensa con ideas, no con información”. ¿Qué opinas al respecto?

A.A: Al final, uno aprende con las ideas y las ideas requieren tiempo. Esto tiene que ver con todo con un recorrido que, como dice Menotti, te acompaña toda la vida. El aprendizaje tiene que ver con que las ideas circulen de unas cabezas para otras y con que se tejan redes. ¿Información? Como apoyo, fantástico, ahora bien, ¿hablamos de llegar con unas fotocopias para entregar al jugador y creemos que con ello ya está todo aprendido? Pues que se lleve el papel para casa y ya no nos vemos más hasta el viernes… estiramos un poquito y ya está. No aprendemos con información. Aprendemos siendo personas. Nuestro aprendizaje tiene que ver con la horizontalidad, el aprendizaje para mí es rizoma, no es jerárquico. No es que yo te doy información, tú haces esto y ya está. Ya está metido en tu cabeza. Creo que no vale.

FdB: ¿Qué entrenadores, profesionales o no, te han influido?

A.A: Puedo decirte que encuentro mayor sintonía con aquellos entrenadores que son sensibles hacia la expresión y dimensión estética del juego, lo que verdaderamente nos conecta con las ideas, con los sentimientos, con el propio pensamiento. Me fijo en todos aquellos que entiendo que enriquecen el fútbol, que profundizan en la comprensión de las personas y el juego Están ahí Cruyff, Menotti, Cappa, LilloBielsa.  Está ahí Edgar Morín detrás del escenario. Está mi amigo Jesús Fernández Bujía, Kevin, Adrián

FdB: Ahora mencionabas a Cruyff, Lillo… que son dos de los máximos exponentes de lo que conocemos o llamamos juego de posición. Que es un término muy debatido a raíz de la entrada de Guardiola a los banquillos. ¿Qué es para ti el juego de posición?

A.A: No creo que haya una formulación única del juego de posición, pues se trata más bien de una sensibilidad hacia el propio juego, aunque desde luego sí tiene que ver con la solidaridad para esperar, la inteligencia para crear espacios y la intencionalidad en los pases. El equipo se reorganizará constantemente mientras trata de desorganizar al rival.

FdB: Sobre este tipo de juego. Hay una serie de conceptos que enumeramos y consideramos que deben tenerse o practicarse para ser considerado como tal. ¿Pecamos los entrenadores de ir consolidando y metiendo esos conceptos en una mochila más que intentar ayudar al jugar a interpretar ese continuum del juego?

A.A: Creo que el empleo de estos conceptos está haciendo daño al joven jugador.

FdB: ¿Crees que está perjudicando más que ayudando?

A.A: Pretendemos encerrar todo lo que no se puede encerrar en los conceptos. Y al final el juego sucede más allá de lo que nosotros hablamos, es un espejo que huye, como dijo Papini. Ponemos un pie en la baldosa de lo absurdo: pretendemos fiscalizar el juego. Queremos radiografiar cosas que ocurren y que todo lo que quede fuera de ahí no existe. Sobre todo a los niños siempre escucho lo de intensidad, línea de pase… vale. Entiendo que cuando nacieron esos conceptos por parte de alguna metodología o en algún lugar, tenían toda la mejor intención del mundo. Seguramente querían facilitar la comunicación de ideas, transmitir algo complejo de manera sencilla. Línea de pase por ejemplo, es muy fácil de entender para todas las edades lo que es. Línea lo tenemos muy mecanizado en la cabeza. Línea de pase significa que hay un espacio, por donde puede circular el balón y llegar rápido a tu compañero. Le comentaba a Kevin Vidaña, un amigo entrenador, hace un año o algo así: Jugaba de pequeño de extremo izquierdo. Y para mí que hubiese un jugador entre medias de un compañero mío que podía estar en situación de remate… eso era fantástico. Esa era mi «línea de pase» preferida, porque la rosca que dibujaba el balón significaba ventaja rotunda para tu compañero. Esa era la “línea de pase” que yo buscaba. Más que de línea de pase, siendo puntillosos, deberíamos irnos a «situación de pase». El fútbol, el juego, sucede más allá de nuestro lenguaje. Me parece un error intentar encerrarlo porque no se puede.

FdB: Creo que es Lillo, acuñó el término cultura táctica. ¿Qué es eso para ti?

A.A: Como en la vida, la cultura y la inteligencia sirven para abrir caminos. Aunque en la práctica del juego todo es impensado, sí es cierto que existe una configuración táctica del mismo, y esto es un requerimiento al jugador de una habilidad táctica, que precisa de una inteligencia para el juego como de una cultura táctica de fondo y su consecuente memoria. Bien, pues alguien que crea que lleva consigo cierto conocimiento sobre el juego, puede guardarlo en casa o utilizarlo para ayudar a otros a ser mejores. En esto Lillo, que creo que sabe bastante, quizás no esté hablando de otra cosa que de estimular el conocimiento en otros, de proporcionar ideas que puedan ser concretadas, interrogadas o perfeccionadas por otros.

FdB: Un concepto o término que se usa mucho en fútbol con diferentes acepciones, como es el orden o desorden. A veces orden se refiere a ordenarse jugando. Otros hablan de orden como tener el equipo esperando, preparado para que lleguen los rivales. ¿Qué consideración tienes del orden y desorden en el fútbol?

A.A: En un equipo se organiza y reorganiza constantemente durante el juego, se produce una acción organizativa general constante, una “organización”. Busca permanentemente la estabilidad, eso que llamamos orden, que no es más que una tendencia natural de todo sistema a alejarse de lo caótico. Aquí podemos incidir con un guion estratégico de esa organización, entendido como algo flexible y abierto, de forma que ayudemos al equipo a vivir mejor en su flexibilidad. Esto es lo que entiendo yo como orden de un equipo, que además creo que significa el lugar más confortable posible para la expresión del talento.

FdB: ¿Crees en sistemas, o como los denominan ahora, módulos de juego?

alexabilleira9A.A: Creo que ha de haber una configuración táctica en el equipo para que exista un lenguaje común con el que podamos entendernos todos, pero la decisión última es siempre del jugador. No estoy diciendo otra cosa que es la táctica la que ha de estar a disposición del jugador, por tanto el entrenador ha de estar permanentemente reconfigurando todo para que los jugadores y, en definitiva, el equipo pueda exponer su mayor potencial. Los sistemas, la disposición espacial sobre el terreno de juego… lo conforman personas, con nombres y apellidos, no lo olvidemos. Hay que reconocer que existen ciertas referencias o pautas por las que las situaciones van apareciendo y hacen que todos esperemos de los otros una situación similar… es lógico que pensemos en lo esperable y busquemos formas de superar al oponente. Tampoco creo que deba olvidarse que un equipo no es sin el de enfrente, el rival está dentro de ti, no es un observador ajeno a lo que haces.

FdB2: ¿Qué significa que el equipo rival está dentro de ti?

A.A: Movilizar y desequilibrar al rival lo incluye en la propia acción. Las acciones del rival y las propias forman también un todo que pasa por momentos de equilibro y desequilibrio, influimos en el rival y este influye en nosotros. Esto te condiciona completamente.

FdB: ¿Y cómo plasmas eso en el entrenamiento?

A.A: Jugando. Tratando de crear situaciones en los que el equipo logre entenderse bien con la flexibilidad para mejor adaptarse sin dejar de ser quien uno es a los desequilibrios que tanto el rival como el propio equipo general a lo largo de un encuentro.

 

«Creo que en demasiados entrenamientos de fútbol hay déficit de fútbol»

 

FdB: Tener al rival pero sin tener al rival.

A.A: De nuevo he de decir, jugando. Creo que en demasiados entrenamientos de fútbol hay déficit de fútbol. ¿Cuántas de cuántas tareas contemplan oposición durante nuestras sesiones? Ojala pudiéramos estar siete horas jugando cada día… ensayar para ser más nosotros, para ganar riqueza en nuestras interacciones. Un todo como es un equipo, necesita tiempo y espacio también para depurar fisuras, porque sí, un todo también es siempre algo conflictivo, todo un conjunto de potencias que no siempre se expresan en la misma dirección.

FdB: ¿Qué opinas de la especialización de los jugadores por puesto específico que cada vez parece que se hace antes?

A.A: Le preguntaría al jugador joven: tú qué quieres, ¿aprender a ser delantero centro o a jugar al fútbol?

 

«Me parece realmente mal que los jugadores jóvenes no vayan pasando a lo largo de los períodos formativos por diferentes funciones sobre el terreno de juego, ¿qué pensamos sobre nosotros mismos para darnos licencia de cegar al jugador en relación a la comprensión del juego mientras pasa el tiempo y lo separamos del mismo no haciendo otra cosa que trocear el fútbol para hacerlo especialista en una parte que sin las demás no es más que una capacidad aislada y limitada de hacer lo que sea?»

 

FdB: Incluso a veces los propios jugadores lo tienen tan interiorizado que les genera incomodidad y resistencia el cambio. Y se bloquean a veces.

A.A: Qué mejor manera de entenderse con un compañero que ser compasivo, esto es, que saber ponerse en el lugar del otro. Me parece realmente mal que los jugadores jóvenes no vayan pasando a lo largo de los períodos formativos por diferentes funciones sobre el terreno de juego, ¿qué pensamos sobre nosotros mismos para darnos licencia de cegar al jugador en relación a la comprensión del juego mientras pasa el tiempo y lo separamos del mismo no haciendo otra cosa que trocear el fútbol para hacerlo especialista en una parte que sin las demás no es más que una capacidad aislada y limitada de hacer lo que sea?.

FdB2: Cada vez es una lucha más complicada contra el niño. “Tú no eres esto, tú no eres aquello”. Sobre todo “tú no eres defensa”. Delantero son todos.

FdB: Etiquetas.

FdB2: Delanteros son todos, no pasa nada. Pones un central de delantero y el chaval se vuelve loco. Al revés es complicado. No porque el niño no quiera, que el niño a veces hasta quiere. Sino porque “eh, tú jugaste hoy de defensa. Tú no eres defensa, díselo al entrenador”. Es dificilísimo.

FdB: O “ha puesto a éste que es medio centro como central, y mi hijo que es central de verdad lo deja en el banquillo, no entiendo qué hace”.

A.A: Vosotros que sois entrenadores, ¿qué se aplaude? ¿El gol no?

FdB2: O la parada.

A.A: Nos importan más los resultados que los procesos. Esta cultura de la propaganda en la que nos hemos instalado no nos deja ver más allá del rendimiento. ¿Recordáis cuando salían medias puntas por todos lados? Extremos a pierna cambiada… Jugadores como Busquets o Iniesta son un desafío al presente.

FdB: Quizá es una tontería, pero yo me fijo que en el fútbol, comparado con otros deportes, se celebra mucho menos. Hay menos tantos y menos acciones celebradas. En el fútbol sala, balonmano o baloncesto, hacer una buena defensa se celebra tanto como el gol. En cambio en el fútbol se celebra sólo el gol o el casi. En fútbol sala incluso, cuando hay un 5×4 y un defensa corta un balón o impide que el ataque tenga éxito, lo celebra con la grada como si marcara el gol del partido. En cambio en fútbol no pasa.

A.A: ¿Crees que puedo añadir algo a eso que acabas de decir?

FdB: Rubén de la Barrera, en un vídeo sacado recientemente. Bueno, es algo que ha dicho más veces pero justamente en ese pequeño vídeo lo menciona: “Los jugadores son en función de las complementariedades que se generan”. ¿Qué opinas sobre esta frase? ¿Tenemos esto en cuenta?

A.A: No sé en qué contexto se dijo esta frase pero, en cualquier caso, parece que hace referencia a que diferenciar lo individual y lo colectivo cuando hablamos de fútbol requiere de la precaución de saber que no son uno sin lo otro.

 

«La individualidad, que no el individualismo, ha de ser reconocida y respetada. Hay jugadores que siendo quienes son hacen crecer las flores alrededor y otros –individualistas- que cuando han calmado su sed, comparten, cuando ya se han secado las que había»

 

FdB: Era una charla donde mencionaba por ejemplo Cristiano, Benzema y Di María seguramente tendrán una predisposición al contraataque.

A.A: Nombres y apellidos. La individualidad, que no el individualismo, ha de ser reconocida y respetada. Hay jugadores que siendo quienes son hacen crecer las flores alrededor y otros –individualistas- que cuando han calmado su sed, comparten, cuando ya se han secado las que había. Un equipo termina siendo un conjunto organizado de diferencias.

FdB: Sin embargo yo cuando empezaba al fútbol se hablaba mucho de los mediocentros. De que si uno manejaba bien la pelota, el otro tenía que ser de perfil recuperador. Curiosamente la complementariedad en este caso eran polos opuestos que “unían” funciones. Lo escucho mucho cuando hablan del Madrid de Zidane. Con Kroos y Modric debe jugar Casemiro porque corre. Da igual lo que haga después. Se llame Casemiro o se llame como se llame.

A.A: No puedo entrar en valoraciones sobre lo que un entrenador opine en cuanto a su sensibilidad futbolística. Trataré de decir algo simple: como jugador y como entrenador creo que me entiendo mejor con alguien que cuida el balón que con alguien que lo descuida.

FdB: No quiero decir que Casemiro sea malo, sino que debido a ese contexto se le evalúa sólo como corredor, por así decirlo. No se le miran otras cualidades.

A.A: Seguramente esta visión no ayuda a estos jugadores a que sean reconocidos también por la calidad que tienen.

FdB2: La etiqueta.

A.A: El imprescindible. Sí, el tipo honesto, el feo. El que no juega, el que trabaja.

FdB: De hecho el Madrid de los galácticos pasó 10 años buscando a Makelele.

A.A: Claro, pero Makelele también jugaba, eh!

FdB: Claro, claro. Pero sólo se le tenía como la persona que recuperaba todo. Y se empezó a buscar a un jugador que recuperar pelotas y que nada tenían que ver con él en muchos casos.

A.A: Hace años me encontré con Busquets por primera vez en un calentamiento, la tarea era un rondo mediano, muy suave. Es impresionante la cantidad de balones que recupera y apenas necesitaba de alguna carrera. Él da dos pasitos aquí y el balón termina aquí, dos allá y el balón termina allá. Y cuando el balón termina aquí o allá en sus pies, la idea colectiva para desmontar al rival mediante pases ya ha comenzado. Eso es un recuperador para mí.

 

«Ponemos demasiadas trabas al talentoso. Siempre nos fijamos en por donde le entra el agua en lugar de observar como es capaz de no hundirse entre el oleaje. ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué buscas? ¿El talento? Apuesta por él. El talento para mí es lo primero»

 

FdB: Una idea que hablamos al principio de todo de la entrevista y que ahora quiero recuperar es: ¿por qué hay tanto talento perdido? Hablabas de bajada de nivel. Pero hay muchos casos donde talentos muy grandes se quedan por el camino y no sabes cómo no pudo llegar más arriba.

A.A: Ponemos demasiadas trabas al talentoso. Siempre nos fijamos en por donde le entra el agua en lugar de observar como es capaz de no hundirse entre el oleaje. ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué buscas? ¿El talento? Apuesta por él. El talento para mí es lo primero. Luego tiene que ir respaldado por ciertas circunstancias, claro está. Tú tienes un talento pero llevas una vida que es un desastre para un recorrido en el fútbol… sabemos que eso por ahí no puede ir. Durante el juego con el talento lo que con la inteligencia: “este es un crack pero…”. Pero nada.

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FdB: Te la enlazo con esta pregunta. ¿Infravaloramos las capacidades o potencial de los jugadores? A veces nosotros mismos somos los que no permitimos que su talento fluya más. A mí me gusta mucho la capacidad de algunos entrenadores de descubrir o ayudar a descubrir en el jugador capacidades que parecía que no tenía. Lahm resulta que también era mediocentro. No sólo lateral. Óscar Cano habla mucho de este tipo de cosas, de capacidades dormidas. Guardiola lo ha hecho mucho con varios jugadores.

A.A: Un entrenador puede ayudar, puede sugerir, puede estimular… hasta ahí. El jugador puede terminar sabiendo lo que ya sabía, solo va a aprender lo que ya estaba. El conocimiento no es de quita y pon, no es transmisible, es algo interno.

FdB: ¿Qué es para ti alinear y en función de qué lo haces?

A.A: ¿Alinear? Es incluir la contradicción para ser utilizada. Es decidir los elementos con los que estimular una organizacción pretendida para un encuentro. ¿En función de qué se hace? De con qué tipo de pases pretendes hacer daño, de qué modo quieres jugar con los espacios… de qué once jugadores crees que van a resolver mejor la problemática que estimas va a plantear el encuentro.

 

«El objetivo de los entrenamientos es optimizar todas las estructuras que viven en el jugador y ensayar redes de entendimiento entre ellos en base a un lenguaje común.»

 

FdB: Y un poco uniendo con lo que acabamos de hablar, ¿para qué utilizas el entrenamiento? Muchas veces decimos que los 11 que mejor entrenan son los que van a jugar. Bueno, decir los que mejor entrenan quizá sea algo muy abstracto también.

A.A: El entrenamiento sirve para encontrarnos en aquello que estamos haciendo o queremos hacer, para encontrar nuestras y nuevas interacciones. Para eso el jugador ha de estar y ha de estar abierto a ser en un todo. Creo que me explico. También es verdad que no hay que depositar toda la responsabilidad en los jugadores, ha de estar uno también preparado para poder generar contextos no cretinizantes, porque hay mucha sesión resultona con la que parece que el jugador se come el mundo, que es “el que mejor entrena” y esos entrenamientos no generan más que inteligencias ciegas. ¿Recuerdas eso que le dijo la Reina Roja a Alicia? Algo así como que es necesario correr mucho para permanecer en el mismo sitio y para llegar a otro lugar hay que correr el doble más rápido. ¡Para eso es el entrenamiento! El objetivo de los entrenamientos es optimizar todas las estructuras que viven en el jugador y ensayar redes de entendimiento entre ellos en base a un lenguaje común.

FdB: Hablamos de que muchas veces lo importante es el feedback dando durante las tareas. ¿Eres de los que da mucho durante la tarea, de los que espera a pararla e intercambiar impresiones con los jugadores…?

A.A: Soy de los que cree que cada día hay que encontrar el modo. Al entrenador, además de conocimiento se le exige ojos y sensibilidad. ¿Yo qué sé de lo que soy?. A lo mejor un día estoy  tranquilo y al otro estoy de mala hostia, a veces sonríes… A veces tratas de ayudar al jugador con rapidez, otras dejas que todo vaya ocurriendo…

FdB: Eso que dices sobre ayudar al jugador o dejar ir descubriendo. Lillo hablaba de que a veces era como abrirle la puerta de la jaula al pájaro. Hay pájaros que quieren salir pero otros que prefieren estar ahí, que tienen su comida asegurada. Hablando de que hay jugadores que quieren la ayuda directamente, no quieren volar por así decirlo.

A.A: Pero esto no sólo en el fútbol. Hay gente que se siente cómoda haciendo completando listas de verificación y otras que les gusta no sentir que hay carriles delimitándoles.

FdB2: Habría que identificar qué cada uno…

A.A: Claro. Al final el objetivo es que entiendan que hace falta la mejor de las colectividades para poder ser oposición a un equipo rival, pero el mensaje varía en función, de nuevo, de los nombres y apellidos.

FdB: Esos jugadores que se quedan en la jaula. ¿Intentas llevarlos hacia fuera o le prestas la ayuda?

A.A: Es importante conocer con qué personas estás creando desafíos, cuál es su manera de ser. A partir de ahí respetar la singularidad y exponer la importancia de la colectividad para que cada uno encuentre un espacio para ser entre otros. Con unos eso te llevará un minuto. Con otros una temporada… otros… quién sabe si querrán escuchar. Sea como sea, cuando inicias y proyecto importa de qué personas te vas a rodear y si estas y el proyecto son compatibles o pueden serlo.

FdB: Conocer a la persona ayuda a conocer tanto o más…

A.A: El tiempo se limita tantísimo para todo que en ocasiones terminas conociendo a tus jugadores cuando ya no lo son.

FdB: Enfocándonos más en lo que es el partido. ¿En qué intentas fijarte más?

A.A: En todo, pero siendo consciente de que uno solamente ve lo que sabe. Por eso es tan importante vivir en el aprendizaje permanente.

FdB: Hay gente que está muy pendiente del balón. Otros creen que lo importante está en zonas alejadas del balón. A lo mejor te fijas más en el rival…

A.A: No creo en la lectura de juego. Sí creo que hay que tratar de interpretarlo y para ello no puedes fijarte en unas cosas y en otras no. Y es que además todo lo que ocurre sobre el terreno de juego está conectado con algo anterior y algo posterior… Todo influye y es influido por lo que ocurre. Ahí ya entra la sensibilidad y el conocimiento del entrenador, para recoger complejidad y exponer sencillez a sus jugadores en los mensajes.

FdB: ¿Y en qué crees que tienes incidencia, si tienes en algo, durante el partido? ¿En los 11 que pones, las indicaciones que vas hablando, las modificaciones que puedas ir haciendo durante el partido…?

A.A: Creo importante diferenciar lo que es tratar de regular un sistema (controlarlo) de lo que es ayudar a que se auto ordene. Es la segunda propuesta la que me interesa y está más cercana a mis inquietudes. ¿Cómo ayudar al equipo a que su organización alcance un nivel alto de eficacia con respecto a un rival? La posición, el panorama visual no es el mismo desde fuera que interviniendo en el juego. Los entrenadores quizás pensamos más desde una posición elevada y el jugador va descubriendo el territorio en un plano de horizontalidad, es algo absolutamente diferente.

 

«La pretemporada… Para empezar a formar una personalidad colectiva. Para empezar a hablar un mismo idioma. Para comenzar a tejer redes. Para construir algo que se mueve horizontalmente: aprendizaje. Para que los afectos empiecen a aparecer en cada pase o en cada movimiento al espacio.»

 

FdB: Dos temas que generan mucho debate. Primero la pretemporada. ¿Para qué la utilizas tú?

A.A: Para empezar a formar una personalidad colectiva. Para empezar a hablar un mismo idioma. Para comenzar a tejer redes. Para construir algo que se mueve horizontalmente: aprendizaje. Para que los afectos empiecen a aparecer en cada pase o en cada movimiento al espacio. Si tienes la suerte de contar con compañeros especializados en entender alguna estructura de la persona más concreta, pues tendrán que aparecer y ayudar a los jugadores. Ojo, esto que digo no tiene que ver con la falta de exigencia… que a lo mejor lo parece. Soy jodido, advierto… Una conservación de balón y un partido puede ser tan buena manera de empezar a tejer como alguna otra…

FdB: Tampoco debemos confundir el partido de jugar con la pachanga. Evidentemente no es un solteros contra casados.

A.A: Caminas por donde la tarea, te acercas a uno y le dices: venga, prueba esto. Vamos viendo cómo evoluciona la cosa… Roma no se construyó en un día, pero se puede ir tocando alguna cosita y ver si aparecen los afectos entre compañeros y con respecto al balón. Por supuesto también vas diciendo no a algunas cosas… no y el porqué.

FdB: La otra gran pregunta, es relacionada con tu opinión acerca de la preparación física.

A.A: A mí me cuesta un poco meterme en estas cuestiones… porque tengo dificultad para la separación. No creo que sea una cuestión de fragmentar capacidades sino de optimización de las mismas. Cómo entender eso que me preguntas, la preparación física, sin asociarla a las emociones, a la voluntad de mejorar, al conocimiento del propio juego… Y sí, nos entendemos cuando me preguntas por la preparación física, y sí, por qué no puedo decirte que me interesa que los jugadores estén bien, que puedan jugar, que estén rápidos, atentos… nada original en lo que digo seguramente. ¿Dónde empieza y termina la preparación física?

FdB: Somos muy etiquetadores. Ahora se habla mucho de gestor de grupo o conocimientos tácticos. Sería un poco como dos vías para triunfar. ¿Crees que se puede llegar más lejos teniendo mayor conocimiento del juego o crees que el gestor de grupos puede tener más recorrido? Sabiendo que evidentemente todo es importante. No son cosas aisladas ni dicotómicas.

A.A: No lo sé, creo que uno ha de intentar ser todo lo bueno que pueda ser. Si tienes memoria y ojos para el juego, si tienes sensibilidad para las personas, fantástico. No me importa nada lo que pueda ser entendido como triunfar al margen de la propia valoración personal que de ese concepto uno tenga. Uno no necesita representantes para escoger sus triunfos en la vida.

FdB: En un vídeo de hace un año aproximadamente, el periodista Axel Torres hablaba de que el fútbol había nacido como algo social, una experiencia social. Hablaba también de los filiales que le comían espacio en el fútbol profesional a equipos con una masa social, etc. ¿Se está perdiendo este fútbol como experiencia social y está totalmente absorbido por el fútbol negocio? Ahora se habla mucho de Segunda División como negocio, más que un aspecto futbolístico. Y Segunda B como una ruina.

A.A: Quisiera recomendar un libro titulado También nos roban el fútbol, escrito por María y Ángel Cappa. Con esto contesto a tu pregunta.

FdB: Él incluso hablaba de esta liga europea que se habla mucho. O clubs con acuerdos o convenios con varios equipos. Y comentaba que si seguimos así, los equipos que denominamos top acabarían por tener una especie de sucursales. Habría Real Madrid de Praga, de Lisboa… Acabaríamos perdiendo la raíz del porqué nació el fútbol.

A.A: Resulta que somos seres y comunidades contextuales. Todo lo que ocurra a nuestro alrededor nos va a influir. ¿Pretendemos crear una cosa distinta a lo que hay en el mismo molde para el acontecimiento? O se cambia el molde, o se produce un auténtico desafío, o no soy optimista con respecto a que ese valor lúdico y popular originario del fútbol juego quede por encima del valor de mercadotécnica en el que se encuentra sumergido.

FdB: ¿Qué valoras de un jugador?

A.A: Lo mismo que valoro de ti, de vosotros. Si sois buenos tipos y miráis de frente, empezamos. A partir de ahí, el talento.

FdB2: Te ilumina los ojos. Te hace feliz.

A.A: ¿Por qué negarlo? Te alegra el día a veces una linda jugadita, como dijo Galeano. Talento hay poco y el poco que hay a veces es maltratado desde la sospecha de que puede escaparse a lo que sabemos sobre el fútbol, de que pueda escaparse a nuestro ojo supervisor.

FdB: ¿En qué papel te encuentras más cómodo dentro de una estructura?

A.A: Como entrenador. Es lo más cercano al juego que encuentro sin ser jugador. ¿Todo lo demás? Me parece interesantísimo también y alguna cosa he hecho ya. Hay parcelas fantásticas para poder uno trabajar intentando generar lugares con una personalidad suficiente para pelear en armonía contra toda la confusión que se aproxima desde el exterior. Ese lugar visible a los jugadores desde el cual tienes la responsabilidad de comprender que tocando mínimamente una tarea puedes originar comportamientos más o menos esperados, ese lugar es en el que respiro.

FdB: Tal y como está el fútbol, ¿se puede hacer un proyecto de vida basado en el fútbol? Tú como entrenador. Desarrollarte profesionalmente. Que no te pregunten que qué más haces cuando dices que eres entrenador.

A.A: ¿Qué estás dispuesto a hacer para que algo así ocurra? Tengo mis límites. Estos límites no me facilitan entrenar quizás cómo o donde me gustaría. Nunca le pregunto a nadie por su profesión salvo por motivo de afecto o porque intuyo que esa pregunta puede tener buena acogida en quien la escuche. Me cuesta lo mismo decir un sí que un no y esto quizás genera una imagen que intranquiliza.

FdB: La etiqueta.

A.A: Cómo nos gusta. Intento vivir al margen, que no marginado, de las etiquetas.

FdB: ¿Qué importancia das a la formación constante y de qué manera lo haces?

A.A: No recuerdo un solo día en el que algo relacionado con el fútbol no me haya hecho pensar y buscar respuestas, las haya o no. Ni un solo día.

 

«Quizás lo que determine el fracaso sea no hacer algo interesante o importante. El miedo al fracaso limita los desafíos.»

 

FdB: Una palabra que aparece mucho en fútbol es la palabra fracaso. ¿Qué es para ti un fracaso? Normalmente se asocia a un resultado y no tiene por qué serlo. Ni siquiera que salgan mal las cosas tiene que serlo.

A.A: Quizás lo que determine el fracaso sea no hacer algo interesante o importante. El miedo al fracaso limita los desafíos.

FdB: Alguien decía que la vida era ir acumulando fracasos. Churchill creo.

A.A: Acumular pérdidas, sumar derrotas no equivale a un fracaso. Se pierde muchas veces, se vive muchas más.

FdB: Quizá deberíamos relacionar más el fracaso con no ser fiel a uno mismo cuando estás en un club, el no hacer lo que piensas…

A.A: Es un tema de matiz filosófico. Las personas también tenemos que ser un poquito generosas con nuestros errores. El aprendizaje nos acompañará toda la vida.

FdB: ¿Tal vez deberíamos desligar fracaso de error?

A.A: El error es un elemento de aprendizaje. Hemos cargado esa palabra de un peso negativo que no se corresponde con su realidad. Seamos un poquito más vitalistas, el error está en el movimiento perpetuo, en los cambios… la vida no es una cuestión de especialistas en vivirla.

FdB: ¿Un libro que recomiendes? Sin ser necesariamente de fútbol.

A.A: En la mesita de noche tengo ahora mismo, entre otros, Nueva Ilustración radical, de Marina Garcés. Es un libro incompleto, casi un folleto… a completar por el lector.

FdB: Un entrenador desconocido a conocer.

A.A: Confío en mis amigos. Recomendaría a cualquiera de ellos. No los citaré.

FdB: ¿Cómo afecta tus horas empleadas al fútbol y tu pasión a tu vida personal?

A.A: Las alegrías en el fútbol no duran tanto como el desgaste que provoca. Aun así, quién puede separarse de algo que tantas tardes te hizo tan feliz. Va con uno a donde uno va. A veces uno se olvida hasta del hambre y la sed pensando en el juego. Quiero que la gente que tengo cerca esté bien. También la demás. Quiero entrenar.

 

#caféycharlaFdB

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@AlexAbilleira

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