Café y charla con Iago Farto

En la Plaza de La Herrería en Pontevedra, nos encontramos y charlamos de forma tranquila y relajada con Iago Farto, 34 años. Como jugador nos comenta que comenzó tarde, siendo el Atl. Marcón su primer equipo en juveniles y modestos y posteriormente otros en etapas más cortas: Bora, Figueirido y Ribadumia. Con tan sólo 20 años decide que su camino será otro.

Comienza como entrenador de porteros bien joven, a la vez que lo compagina con tareas de scouting y de preparación física en los clubs en los que trabaja. Montañeros (Juvenil División de Honor, fútbol base y primer equipo), Bergantiños, Montañeros (3 años en 2ªB), Pontevedra CF, Avilés y actualmente Arosa SC, lugar en el que sigue trabajando. Arrancamos…

IMG_4501.JPGFdB: ¿Por qué entrenador de porteros?

I.F: Básicamente, me gustaba hacer deporte y quería mejorar lo que yo viví, cuando era portero. Ahora, intento ayudar a los porteros desde un enfoque más profesional, aportando rigor y criterio a su trabajo. Esto es algo que me apasiona y como tal, todos los días, estoy en ello.

FdB: ¿Imprescindible haber sido portero para entrenar porteros?

I.F: Vivenciar y conocer lo que vas a entrenar, te ayuda a comprender, un poco, la parcela más psicológica: las emociones, las frustraciones, el estrés, ansiedad, y también, los aprendizajes con su complejidad y evolución. A la hora de hacer los ejercicios, cuando un portero me dice: “es que esto no va…, no me sale”, soy capaz de ponerme en el otro lado, analizarlo y buscar el conflicto. Localizar el problema y encontrar otra solución. Trato de conseguir un objetivo, si se cumple, no tengo problema en adaptarme y facilitar su aprendizaje y progresión, “buscamos otra tarea, darle otra vuelta, otra forma”. Puede que haya otros profesionales que sean capaces de ponerse en el otro lado, sin necesidad de haberlo vivenciado. A mí me ayudó. ¿Fútbol profesional?, no te puedo decir porque no lo viví.

FdB: ¿Qué estudios realizaste?

I.F: INEF en La Coruña. A medida que avanzaba en mis estudios, sentí que tenía que evolucionar. En esa época, empecé por los títulos básicos de masajista, socorrismo, monitor de tiempo libre… Después, me fui especializando y me decante por la rama del rendimiento y saqué los títulos de: Técnico Superior en Fútbol, Natación y Baloncesto. Al terminar la carrera, realice un master en: Preparación Física, otro de Entrenador de Porteros, y el de Readaptación de lesiones… Ahora, intento asistir a algún curso, o actualizaciones que van saliendo.

FdB: ¿Cómo te sigues formando? ¿Qué importancia le das a no pararte en ese sentido?

I.F: Mucha. De hecho, no soy el mismo entrenador que cuando empecé. Antes era un entrenador y, ahora, soy otro algo diferente. Evidentemente, hay un hilo conductor en ese proceso de cambio, que lo va produciendo la información y todas las vivencias que vamos metiendo en el saco… todo suma y modifica mi entorno, los compañeros, las reflexiones… Intento captar de todos los profesionales que me rodean (fisio, pf, medicos, etc), este año tengo la suerte de tener a Ezequiel, con el que charlo sobre la nueva información, que va surgiendo. Consulto bases de datos científicas, es un trabajo arduo ya que  tienes que traducir artículos que, en ocasiones, son de difícil comprensión y las debato con otros compañeros de profesión (Luis Fandiño, José Barcala, Jordi de la Campa, etc….)

FdB: ¿Cuál crees que es la importancia del entrenador de porteros?

I.F: Que es un especialista que guía al deportista, de una manera casi individualizada. Evidentemente, creo que todos los equipos deberían tener uno. Las características del portero son algo diferentes a la de sus compañeros. Puede jugar con los pies o con las manos, los requisitos físicos no son los mismos, los técnicos tampoco, los tácticos, etc… Hoy en día y tal como ha evolucionado el fútbol no te puedes permitir estar anclado en el pasado, sino, estás muerto. Pienso que es vital un entrenador de porteros que le ayude y guie en su evolución.

FdB: Dice Óscar Cano, un entrenador muy formado y de notable prestigio, que el entrenamiento con el entrenador de porteros es necesario, pero que es cuando menos están entrenando porque están aparte del equipo.

I.F: Está claro que depende de cómo lo vea cada uno. Yo veo el entrenamiento de porteros, como una oportunidad para que pueda perfeccionar y mejorar ciertos aspectos. Es cierto que está aislado. El fútbol, sin fútbol, tampoco tiene mucho sentido. Por tanto, a la hora de estructurar las sesiones, considero ese aspecto. Personalmente, trabajo de 40 a 50 minutos bien planificados en campo, con buena intensidad, y una buena estructura de cargas. A esto hay que sumarle, a mayores, un trabajo previo, en el gimnasio y, después, tiene que estar con el resto de los futbolistas. El fútbol son 11. Yo, por muy bien que golpee, no lo voy a hacer como el mejor delantero que tengamos en ese equipo. Él se tiene que enfrentar al delantero, no a mí. La Teoría del Aprendizaje te dice que tienes que repetir y repetir, variar los contextos, etc., hasta que los mapas se consolidan y las cosas acaban saliendo fluidas. Le cambias los contextos, se los modificas, pero a partir de ahí, lo real es lo que sucede los fines de semana en el verde.

 

«Yo no entiendo que el portero entrene una hora y media conmigo y se vaya para casa.»

 

Dependiendo de los objetivos colectivos, que se planteen para la sesión, yo creo que el inicio, de la misma, puede ser un buen momento para trabajar específico y llegar al final con el equipo. Si no está con el grupo, se desvirtúa. ¿Ha entrenado para qué? ¿Para irse para casa? No, ha entrenado para que, lo que ha hecho conmigo, reproducirlo en un contexto de fútbol. Yo no entiendo que el portero entrene una hora y media conmigo y se vaya para casa. Oscar Cano, en esa reflexión que hace, tiene razón. Si no le dejamos trabajar con el equipo, se desvirtúa totalmente. Si no, ¿dónde lo aplica? ¿Dónde surgen las dudas? “Esto que te hice yo, ahora te lo hace el delantero. ¿Lo ves? ¿Lo interpretamos?”. Lo volvemos a extraer, lo llevamos al entrenamiento específico otro día e intentamos darle otra vuelta. Los conflictos realmente salen en el juego.

FdB: ¿No prefieres otro cargo dentro del cuerpo técnico?

I.F: No, que va…(risas). Porque entrenar porteros te permite estar muy cerca de los jugadores. Y eso, es algo que me encanta. El rol te permite muchas cosas que a lo mejor siendo entrenador, segundo entrenador o incluso preparador físico, no te permite. Yo tuve la suerte, de momento, de encontrarme con porteros que fueron geniales y guardo muy buenos recuerdos de todos ellos: Jorge, Lucas, Angel Diez, Armengol, Diego Lopez, Alvaro lopez, Taranilla, Iván, Rafa, Sergio y muchos más… Para trabajar, siempre es otra dinámica…el grupo es reducido, tiene una gran calidad y la relación es muy próxima y hay camaradería. Ni de coña (risas). De hecho soy preparador físico, puedo hacerlo y ya ejercí como tal en alguna ocasión. Si surge la opción, de nuevo, a nivel profesional, me lo plantearía, pero… si puedo elegir, no me sacan de porteros… (risas).

 

«Tienes que valer para entrenar en la base. Debes tener mucha paciencia y saber llegar al jugador.»

 

FdB: ¿Prefieres fútbol de rendimiento o fútbol base?

I.F: Prefiero el fútbol de rendimiento. Trabajar para poder optimizar al máximo cada semana. Te exige inmediatez. Tal y como yo enfoco el entrenamiento (desde la fuerza), tengan un poquito más de sentido. La formación, es un proceso más lento, una evolución progresiva (etapas), vas año tras año y, al final, obtienes un resultado. En el trabajo de base, cobra muchísima más relevancia, si cabe, la organización y estructuración, para que después se pueda ver la evolución y tener claro como se ha conseguido. Por ejemplo, si yo hago un año una cosa y, el siguiente, otro entrenador sigue el hilo conductor, lo enriquece y esto será positivo, pero, si lo rompe, el proceso pierde el sentido. Tienes que valer para entrenar en la base. Debes tener mucha paciencia y saber llegar al jugador. Cuando eres adulto tiene mayor capacidad de análisis y reflexión, pero, en niños es mucho más difícil. Hasta que esa reflexión se produce requiere más tiempo, más paciencia, saber salir de las situaciones, porque ellos son muy curiosos y expresivos… Pero bueno, si tengo un proyecto de cantera, donde tengo la posibilidad de participar, desde luego que lo cogería. Un perfil de cantera donde los niños que van, ya tienen claro que van a ser porteros, que le gusta exigirse, es un matiz importante.

FdB2: No es lo mismo un equipo que entrene. Que un equipo que entrene para sacar…

I.F: Correcto. Hay ese perfil, un trabajo…

FdB2: Se acerca más, digamos, al rendimiento.IMG_4494.JPG

I.F: Claro. Porque puedes participar y es lo que hablábamos. Como entrenador marcas un proceso e intentas llevarlo a cabo. Compruebas si esto funciona o no, si hay que modificarlo, etc….y, también, el perfil de niño que tienes es diferente. Si hemos elegido bien, estos niños deben tener cabida en el fútbol, sea profesional o semi-profesional. Tienes que guiarlo hacia este objetivo. Pero bueno, rendimiento… (risas).

 

«Yo me adapto a lo que él pide al portero. A partir de ahí, intento trabajar desde lo individual»

 

FdB: ¿Tú trabajo depende del modelo de juego del equipo? Si es así, ¿en qué medida?

I.F: Evidentemente, el equipo tiene una forma de trabajar y eso le corresponde al entrenador. Yo me adapto a lo que él pide al portero. A partir de ahí, intento trabajar desde lo individual, no desde lo grupal o colectivo. Los aspectos tácticos, los enfoco desde el pensamiento individual. Desde la relación portero – balón, portero – adversario, portero – espacio, portero – tiempo, etc…El dominio de esto será el hilo conductor que enlaza con los aspectos tácticos colectivos, donde ya cobra más importancia el trabajo del entrenador.

Cuando entrenamos, no me puedo centrar sólo en los conceptos que, ese año, tenga el entrenador, ya que, seguramente, para el año sean otros o, incluso, dentro de una misma temporada. Hay que pulir los aspectos más importantes del portero, minimizar sus carencias, etc. y, luego, poner énfasis en esas cosas que le pidan a nivel grupal. Si, en un momento dado, el entrenador solicita ayuda y colaboración para algo concreto, con el portero, pues genial, encantado de poder aportar y participar.

FdB: ¿Qué importancia ha ganado el portero en el juego en los últimos años? Es decir, ¿cómo ha cambiado el trabajo del entrenador de porteros respecto a hace diez años por ejemplo?

I.F: La innovación y la información. Se ha evolucionado mucho en diversas áreas relacionadas con el futbol: materiales, reglamento, análisis de videos, la cuantificación y control de las carga, etc… En definitiva, los porteros han evolucionado, como han evolucionado el resto de las cosas en el futbol. En cuanto a la estructura del entrenamiento las programaciones y planificaciones, la progresión en la carga, la complejidad de las tareas, etc., cada vez debemos tener más control sobre lo que hacemos,  sin volvernos locos, ni esclavos de la medición, pero si darle sentido, control y criterio. Los trabajos preventivos que antes no teníamos ni idea, ahora sabemos qué tipo de lesiones, como se producen, cuales son las más frecuentes. Por tanto debemos trabajar para protegerlo. Sobre el propio futbol,   ¿Cómo evolucionó el juego de cualquier jugador?

FdB2: Marcado por el cambio de todo en todos los aspectos. Pero digamos que el portero antes…antes éramos diez más uno, y ahora somos once ya. Antes el portero era un mundo aparte y ahora yo creo que ya es…

FdB: No es el jugador que ponemos en la portería a tirarle tiros y “fusilarlo”.

I.F: Sí, respecto al tema del entrenamiento sí. Sin duda.

FdB2: El rol que asume en el grupo. Ya no es aquel raro. Es uno más. Participa del ataque más que antes.

I.F: Todo su entorno ha evolucionado, pero siguiendo la propia dinámica del fútbol. No porque uno diga “voy a hacer esto”, no!!. Es el propio fútbol el que te lleva, te induce, incluso te obliga a hacer determinadas cosas que, en ocasiones, son de forma inconscientemente.

FdB: ¿Se peca a veces en el entrenamiento de portero de entrenar excesiva técnica de portero y poca táctica individual? Con respecto a la colocación y este tipo de cosas. Toma de decisión.

FdB2: Es muy bonito el tiro, tiro, tiro…

FdB: Luce mucho el entrenamiento de portero.

FdB2: Exacto. Brilla más digamos el trabajo técnico.

I.F: Sí…pero, al mismo tiempo, es algo que me preocupa, porque la técnica también es base del éxito. Hoy en día, tengo la sensación de que cada vez, tenemos porteros menos técnicos, aunque puede ser que yo esté equivocado. A mí, personalmente, me importa que el trabajo cumpla con los requisitos de eficacia y eficiencia. Quiero que el portero no solo se conforme con golpear el balón, pararlo, etc., sino que trate de hacer la acción más correcta, bajo el criterio de máxima seguridad. Parar balones, no es lo mismo que blocarlos. Para conseguir esto, tienes que trabajar la técnica. Presentar contextos en los cuales se afiance el conseguir el objetivo propuesto. Yo peleo para que intenten hacerse más con el control del balón. Está claro que, una vez que trabajas la técnica dentro de las sesiones, lo enfocas hacia contextos analíticos, mixtos y globales. Estas posibilidades también vendrán condicionadas por las instalaciones y el club donde trabajas. Evidentemente, a medida que van mejorando, les voy metiendo mayor complejidad. Para ello, también utilizo lo que llamo encadenamientos, acciones de baja complejidad técnica, que evolucionan hacia otras acciones que podrían suceder, a posteriori, en el juego. Por ejemplo, una prolongación podríamos encadenarla con una acción de posicionamiento básico y  un blocaje. Una vez que se asimila  esto, se debe ir progresando en dificultad, modificando el entorno y sus posibles decisiones (con respecto a qué me tengo que posicionar, espacios a defender, espacio que domino, espacios que domina el rival, ritmo de la acción, ritmo del rival, el mío propio, distancias, recursos que posee el rival – tiro, pase regate,-  etc…) y todo nace de un gesto concreto.

Soy partidario de la técnica enfocada desde la biomecánica, sabiendo que buscamos en cada repetición,  no repetir por repetir y Feedbacks vacíos. Analizar cómo se produce la impulsión de la pierna, como se comportan la cadera, rodilla tobillo en una impulsión lateral, si es correcta y si se está activando de forma secuenciada dichas articulaciones y la musculatura implicada, si el tobillo es capaz de transmitir al suelo toda la potencia. Si hay un golpeo desde fuera del área, no tienes tiempo para dar tres pasos y después dejarte caer allí, tienes que salir desde donde estés ubicado, como un resorte hacia el balón, esto hay que trabajarlo. Tenemos que hacer de las debilidades, fortalezas. Tenemos que dar respuestas a las demandas del juego sin que la lateralidad y la coordinación, nos jueguen malas pasadas.  En un desvío, ¿estás haciendo lo correcto?, ¿Tu gesto domina el balón o el balón domina tu acción? Estas cosas me gustan y creo en ellas. A los porteros, se lo transmito de una forma más simple para que lo entiendan y les pongo  ejemplos. Mi trabajo es pulir esas carencias, potenciando sus cualidades, elevando su nivel de competencia generando una mayor confianza y seguridad.

FdB2: Vosotros tenéis mucha más ventaja en ese trabajo por la propia calidad. Trabajáis con un número mucho más reducido. No es lo mismo trabajar con dos jugadores, o con tres, que con diez.

I.F: Por eso a mí me encanta.

FdB2: Tu nivel de autoexigencia se puede incrementar muchísimo…

FdB: Es eso. Requiere mucho más del entrenador. Estando tanto tiempo en contacto con el jugador, como no seas capaz de tener ese conocimiento, dar respuestas, correcciones, etc…quedas un poco señalado, entre comillas.

I.F: Sí, es cierto. Pero también he tenido porteros veteranos que me han puesto en aprietos, he tenido que volver para casa, darle vueltas y vueltas hasta tenerlo claro, gracias a ellos también voy aprendiendo. Ahora bien, ¿cuándo cambiar un gesto técnico y cuándo no?. Por ejemplo, un portero amateur, veterano, cuyo objetivo es disfrutar del fútbol no tendría mucho sentido, dependería más del nivel de autoexigecia del portero…, quizás, de lo que me tengo que ocupar es de optimizar lo que ya tiene, darle ciertas pautas para que pueda intentar probar un gesto nuevo sin que le genere estrés ni incertidumbre y que le pueda ser útil. Si es capaz de tener esa autoexigencia, lo intentara y si  persevera, probablemente, con el paso del tiempo, lo conseguirá, son retos, objetivos. En el caso de un portero joven, sí que trato de explicarle que, con lo que tiene, puede tener éxito, pero, para maximizar sus cualidades, tiene que elevar su nivel autoexigencia para acercarnos a la excelencia y con ello al objetivo perseguido. Conseguirlo, dependerá mucho de su perfil y de como tú le transmitas y llegues a él. De momento, no conocí ningún jugador que no quisiera mejorar. También, es cierto, que los contextos (las categorías) marcan. No es lo mismo trabajar con un portero que tiene que trabajar en una empresa y después entrenar, que uno que es semi-profesional, que vive de ello, que se cuida y toda su vida gira entorno al futbol, etc.  La prescripción del trabajo y el esfuerzo realizado es completamente diferente.  En Tercera División te encuentras con perfiles muy diferentes, jugadores que lleva muchos años  jugando y jóvenes que buscan su oportunidad. Sus objetivos, para mí, son totalmente diferentes. Al veterano intentare mantenerlo motivado, con ilusión, prevenir las lesiones -en la medida de lo posible- mediante trabajos compensatorios. Él, probablemente, ya hizo lo que tenía que hacer en el fútbol, y ahora es mantenerse. El jugador joven tiene que cuidarse, trabajar en el gimnasio, adquirir cultura deportiva, etc. Y volvemos a los contextos, espacios donde tenemos que desarrollar el trabajo ya que, condicionan, perturban, modifican y dificultan el mismo. Por ejemplo: uno de los objetivos en la sesión, es el juego de pies. Vale,  hay medio campo para el equipo y para ti. Tu espacio es muy limitado. ¿Qué hacemos? Debo buscarme la vida y mirar cómo mejorar el juego de pies desde los controles y la intención del control, así que ya no necesito un espacio muy grande. Otro ejemplo, cómo dejarse el balón. ¿Es lo mismo dejárselo a un lado o al otro, cuando lo controlo?, ¿Qué espacio debo dominar?. En el juego de pies, para mí, el control debe quedar en el medio, así puedo golpearlo con la derecha o con la izquierda. Esos matices son los que trato de enseñarles y, sobre todo, que lo entiendan. Cómo se pueden ver favorecidos o no, simplemente por un control.

 

«La autoexigencia, que cada día lleguen con ganas de superar lo realizado anteriormente y no esperar que el futbol les dé las condiciones ideales para progresar.»

 

FdB: ¿Qué valoras de un portero?

I.F: Muchas cosas, entre ellas, la genética y sus capacidades psicológicas. La capacidad que tienen de llegar a sus compañeros. En ocasiones, me comentan: “es que no transmite, no llega”, entiendo que esto es debido a una falta de autoconfianza. No llega con ser bueno hay que transmitirlo a los jugadores. La autoexigencia, que cada día lleguen con ganas de superar lo realizado anteriormente y no esperar que el futbol les dé las condiciones ideales para progresar. Ej.  Los porteros más jóvenes dicen: “Si yo tuviera las condiciones que tienen los profesionales, me esforzaría más”  No, esto no es así. Primero te esfuerzas y haces todo lo que está en tu mano para ser profesional y luego puede ser que llegues o no, pero no al revés. El esfuerzo constante, la capacidad para creer en sí mismo, capacidad de análisis y reflexión, la autocrítica y una actitud positiva ya que, a lo largo de  la competición, van a fallar y tienen que aprender a vivir con el error asumiéndolo y trabajando para minimizarlo.

 

«van a fallar y tienen que aprender a vivir con el error asumiéndolo y trabajando para minimizarlo.»

 

FdB2: Personalidad.

I.F: Claro.

FdB2: Y a raíz de esto, una cosa que yo siempre me pregunto. El buen portero, obviamente se hace porque entrena y demás, pero, ¿nace? Es decir, tú cuando tienes niños de 6 años ya ves quien puede ser portero y quién no. Por naturaleza, por complexión, por agilidad… ¿O tú puedes coger a cualquier jugador y hacerlo buen portero? Yo estoy seguro de que no.

I.F: Tú me dijiste que eras entrenador. Y cuando estás con los niños ¿ves cuál tienes más condiciones, que puede ser jugador…?

FdB2: Sí.

I.F: Y luego, ese niño, a veces es jugador y otras no. Creo que nace y se hace. Nunca soy de extremos (risas), no soy radical…. Hay mucho talento que…

FdB2: Que no tiene la capacidad de trabajo para darle oportunidad a ese talento. O lo contrario.

I.F: La autoexigencia, la autoconfianza dichosa. A veces tengo mucho talento, subo de categoría y donde tenía una personalidad marcada ya empiezo a ver el miedo, el abismo. Esos jugadores los vemos todos. Si hiciera esto y esto… Ya, pero no es capaz de hacerlo. Ya sea, porque los entrenadores no lo conseguimos, o bien, él jugador no está preparado. También se pueden dar ambas cosas a la vez. Excepcionalmente hay jugadores brillantes.

 

«No puede ser que un portero, en una categoría de F8, no le llegue al larguero. El tamaño de la portería, no puede condicionar sus actuaciones»

 

FdB: ¿Se mira excesivamente con lupa a los porteros? Especialmente en fútbol base, que son foco de muchas críticas. Incluso cuando a veces, por su edad, no llegan al larguero y les meten muchos goles por arriba. Y los padres están a cañón con ellos, sobre todo en f8.

I.F: A mí me da mucha pena cuando los veo, porque no se ajusta el fútbol a la realidad. No puede ser que un portero, en una categoría de F8, no le llegue al larguero. El tamaño de la portería, no puede condicionar sus actuaciones, tiene que intentar hacer las acciones correctas a pesar de que el espacio y las dimensiones no se ajusten a su talla. Es complicado porque chocan dos ideas, el hacerlo bien, con el encajar gol… Y en estas edades, sabemos por dónde va a romper la cuerda, el niño prefiere hacerlo mal, pero no encajar el gol…. Es un tema delicado.

IMG_4499.JPGFdB: ¿Qué importancia das a la comunicación por parte del portero? Que los entrenadores suelen tener queja, están más encima. Es una demanda muy habitual en el portero. Que sólo se la demandan al portero muchas veces y no al resto de jugadores.

I.F: Correcto. Pero esto tiene algo de tópico. ¿Siempre tiene que ser el portero? ¿Y el resto? Él por su posicionamiento, lo ve mejor, pero si la jugada está a 50m, lo normal es que se lo comunique la siguiente línea más próxima. Pero, a partir de ahí, ¿qué tiene que comunicar? Tenemos que ponernos de acuerdo.

FdB2: Yo creo que aspectos tácticos que ve más fácil desde atrás. Pero bueno, que un central también lo podría hacer. Un lateral lo podría hacer también…quizás mejor aún, por comprensión.

I.F: Después el tono con que lo diga, la cantidad de palabras que utilice y que la información sea útil. Siempre digo a los porteros: cuando tengáis que dar una instrucción, que sea breve, escueta y valida.

 

«El portero no solo tiene que comunicar. Tiene que saber cómo hacerlo y con qué insistencia debe hacerlo para llegar al jugador.»

 

FdB2: Depende. Depende del contexto, marcador, capacidad de concentración… Incluso hay gente que le dices “eh” y ya sabe que es la cobertura o alguien que le viene detrás. Depende.

I.F: Bueno, entonces ya estamos hablando de algo. Él portero no solo tiene que comunicar. Tiene que saber cómo hacerlo y con qué insistencia debe hacerlo para llegar al jugador.

FdB: ¿En qué aspectos te centras en el calentamiento del partido? ¿El planteamiento del equipo te influye en algo? Si lo modificas por el tipo de campo donde juegas, un rival que, por ejemplo, tira mucho centro al área…

I.F: Ahora podría quedar bien y decir que los rivales (risas). No. El fútbol es multifactorial, basta que condiciones un partido y que esperes algo, para que pase lo contrario. Puede ser que le cambie el calentamiento, le centre 50 balones y, por lo que sea, ese día no le sale y ya está condicionado. El calentamiento no lo suelo condicionar. Tengo unos aspectos técnicos y unos aspectos emocionales que deben trabajar. En todas las categorías los jugadores ya se conocen unos a otros. La información que yo le voy a dar, ellos ya la saben y es posible que, en alguna ocasión, jugaran juntos.

FdB2: ¿La semana la condicionas al rival?

I.F: No. Tengo mis objetivos. Los estudios sobre porteros nos dicen que las acciones son aleatorias. Es verdad que, las que más se reproducen son la de inicio de juego y continuidad, pero las más determinantes son las defensivas. El entrenador lo que quiere es que, el portero, lo haga todo genial…pero cuando charlas con ellos, lo que les preocupa es que la portería quede a cero.

 

«en pretemporada, trabajo para poder entrenar a lo largo del año.»

 

FdB: ¿Cómo preparas tus tareas? ¿Cuánto tiempo te lleva preparar un entrenamiento?

I.F: Te diría que años (risas). Porque al final esto viene de atrás. Viene de tus primeras planificaciones, de la elaboración de tus primeras tareas y vas desarrollando tu propio método y diseñando tareas específicas para cada contenido. Por ejemplo, en pretemporada, trabajo para poder entrenar a lo largo del año. Cuando llego no sé qué tipo de jugador tengo. Lo que sí tengo claro es que voy a tener que trabajar con él toda la temporada. Tengo que conseguir que lo que yo quiera hacer, él sea capaz de soportarlo. Ver cómo está e intentar minimizar al máximo los posibles problemas, para evitar lesiones en un futuro. Durante la temporada, ya empezamos con trabajos de fuerza, cuya progresión será  lineal en intensidad y volumen, para después provocar una descarga. Yo quiero un portero que se ponga de 0 a 100, lo más rápido posible. Necesito entrenar la aceleración, para ello, estructuro la potencia en dos ciclos. A partir de ahí, intentamos integrar los trabajos de técnica que van a lo largo de la semana.

¿Las tareas? Las realizo en casa porque, evidentemente, tienes que diseñar el entreno con todas variables que te puedan surgir (imprevistos). Es decir, tú preparas una idea y a partir de ahí, con el objetivo que tienes, es cuando intentas desarrollarla. También la cuantificación de la carga en cada sesión. Ej. realizo1,2,3…lanzamientos ¿por qué los realizo? ¿Cuánto tiempo de recuperación? ¿Es lo mismo un minuto que tres de recuperación? Evidentemente lleva tiempo. En el mesociclo, ¿dónde colocamos el trabajo de fuerza máxima?, ¿dónde el trabajo de fuerza hipertrofia?, etc. El portero debe recibir diferentes impactos sobre fuerza, no siempre va a ser pliométrico. Para esfuerzos explosivos, por ejemplo, ¿van mejor tareas de posicionamientos básicos y arrancadas?, para tareas de fuerza elástico-explosiva-reactiva, ¿mejor en movimiento?. La clave es la adaptación controlada, no barra libre.

FdB: ¿Qué importancia das a tener entrenador de porteros desde edades tempranas?

I.F: Vital. Esta palabra lo resume. Tener a alguien que te pueda enseñar. Estás en la etapa del aprendizaje motor, etapa sensible… Los patrones motores si los aprendes en iniciación y son correctos, van a poder perfeccionarse de una manera brutal cuando vayas llegando al rendimiento. Si no son correctos tienes que tener la capacidad de poder cambiarlos, que no todos son capaces.

 

«Las escuelas de porteros las veo necesarias, pero me cuesta entenderlas con el modelo que hay hoy en día.»

 

FdB: ¿Qué opinas de algo que está empezando a aparecer, muy poco aún aquí en Galicia me parece, pero sí más en auge en otras comunidades, como son las escuelas de porteros?

I.F: Las veo necesarias, pero me cuesta entender el modelo que hay, hoy en día. Puede que no tenga la capacidad para verlo pero, a veces, cobran un sentido más comercial. Si un niño tiene que elegir, entre un club donde no hay entrenador de porteros o ir a una escuela, lo mejor es que vaya a la escuela. Se supone que realizara entrenamientos específicos. A mí me genera dudas el nivel de calidad. Cuantos menos niños tengas, más fácil te va a ser trabajar, corregir y el feedback se divide menos. Se tiende a hacer muchos juegos y, a lo mejor, no se entra tanto en la técnica.

FdB: Más lúdico.

I.F: Para mí sí. No sé si funciona. Si la gente va, seguramente, sea bueno. Allí puede ir todo el mundo. Puedes ir tú con un nivel A y yo con un nivel C, y convivimos. Si están y funcionan será por algo. Hay niños que salen super contentos. Yo, de momento, no lo veo. Lo he hecho a nivel de entrenamiento personal. Tres porteros o así, eso ya lo he llevado a cabo y creo que todos acabamos satisfechos. El entrenamiento personal quizás sí que lo veo más…

FdB2: Pierde mucho del sentido que tú le quieres dar.

I.F: Mucha información, mucho feedback, mucho estar encima, es posible que tengas que realizar tareas más globales con el fin de no estar parados y que sea más vistoso. Pero, en ocasiones hay aspectos técnicos que requieren de poca movilidad, no lucen tanto y los padres dudan… A mí me cuesta. Igual por incapacidad, pero me cuesta verlas.

FdB: ¿Crees que tu puesto está valorado?

I.F: ¿Valorado por quién?

FdB: Entrenador, afición…

FdB2: Directivos.

 

«Yo me siento valorado por el jugador. Para mí es mi principal juez.»

 

I.F: Yo me siento valorado por el jugador. Para mí es mi principal juez y creo que todos han progresado. Mi principal valor es ese ya que, ellos sí que le dan sentido a mi trabajo. ¿El resto? Supongo que sí, por eso te contratan pero no sé qué lleva a un directivo a ficharte o no. En cuanto a los entrenadores, supongo que depende del grupo de trabajo. Con respecto a mí, esté donde esté, siempre intento trabajar de forma profesional, adaptándome y colaborando con el cuerpo técnico. Esto es esencial.

 

«intento trabajar de forma profesional, adaptándome y colaborando con el cuerpo técnico.»

 

FdB: El tema de la portería suele ser algo difícil de gestionar porque sólo puede jugar uno. En fútbol base suelen rotar y jugar uno, dos partidos cada uno. ¿Los porteros son de una pasta especial para entender esto? Los jugadores de campo no tienen esta mentalidad. ¿Tienes que actuar como psicólogo un poco con el portero que menos juega para intentar exprimirlo en el entrenamiento a tope?

I.F: IMG_4500.JPG Es duro… Trato de expresarles que es un año en el pueden intentar aprender. En pretemporada, suelo comentar que yo no decido quien juega, es el entrenador el que toma las decisiones. ¿Ellos? ¿Entenderlo? No lo sé. Intento que se mantengan unidos, tanto el que juega como el que no, porque por la situación pueden pasar los dos. El entrenador atendiendo a distintos criterios, puede poner a uno u otro. ¿Cómo entrenas tú eso? ¿Cómo le explicas? Tienes que estimularlos para que sigan trabajando y luchen por sus objetivos. ¿Los jugadores tienen pasta especial?

FdB2: No, pero los porteros lo necesitan para comprender. Es una forma de decirlo. A nivel psicológico deben ser más fuertes. Somos crueles con ellos porque fallan y perdemos. Somos crueles los entrenadores porque a veces se quedan sin jugar y en fútbol base son los únicos que a veces se quedan sin jugar. Entonces, sí que considero que debe haber un trabajo psicológico mayor con ellos y en el que creo que el entrenador de porteros…. Tú empezaste diciendo una frase, “siempre fui el eterno suplente”.

I.F: Sí, sí, sí.

FdB: “Y siempre fui a entrenar a tope”. Y el jugador de campo, normalmente, si es el eterno suplente, o ya no sigue en la plantilla o ya no va a entrenar a tope.

 

«El entrenamiento es para competir. Si no compites, no tiene sentido.»

 

FdB2: Y el portero…puedes ser muy bueno y ser el eterno suplente, ¿entiendes? Porque sois dos. Y el otro puede ser mejor que tú. Pero tú puedes ser buenísimo, cuidado. Y no eres polivalente. No puedes jugar en otro sitio. A lo mejor hay un mediocentro buenísimo y tú juegas de lateral si hace falta, pero el portero no.

I.F: Es cierto, en el fútbol base deben competir. El entrenamiento es para competir, sino, no tiene sentido. Hay que buscar un modelo para gestionarlo. Muchas veces los entrenadores lo rotan en el mismo partido y, otras veces, cada ciertos partidos. ¿Qué pasa con la confianza del portero? Nada, si lo quitas se enfadará pero, si está en un buen momento, seguirá entrenando fuerte, rindiendo más. Tienen que entender que la confianza, te la da el trabajo diario, no el jugar partidos. Los partidos testan tu nivel.

FdB2: Un colchón que utilizan.

I.F: Perdona. Como entrenador, cuando en el equipo hay varios porteros, de buen nivel, no tiene sentido dejarlos sin competir sino que debemos rotarlos. La rotación no se produce por falta de confianza, más bien, por optimización del trabajo y gestión el grupo. Hay que hablar con ellos, explicarle el porqué de las acciones, para que entiendan que el trabajo de todos, está enfocado a conseguir el bien común. Insisto, tienen que entender que la confianza la da el trabajo diario.

FdB2: Pero yo creo que los chicos lo asimilan como los mayores digamos. Tú ves en Primera División, Tercera División un cambio de portero y es un castigo. Siempre un cambio de portero en esas categorías…por cultura establecida.

I.F: Exacto.

FdB2: Tú estás ahora en el Arosa. Cambian al portero. Lo cambió porque la cagó sino no lo cambia, Es así.

I.F: Ese es el gran problema del fútbol, hay que cambiar la mentalidad.

FdB2: Después vamos a la base. Portero infantil ve que lo cambian y él asimila ese cambio seguramente a, cambiaron el otro día el portero del Sporting porque lo hizo mal, entonces a mí también. Lo hice mal y me cambian. Y no. El cambio es como cuando cambias un central en el fútbol base. No lo cambias porque esté mal, lo cambias porque tiene que jugar el otro central también.

I.F: Correcto.

FdB2: Entonces ellos lo asimilan de esta manera y son muchos más “profesionales” los porteros que el resto de jugadores. Se parecen más al profesionalismo que el resto de jugadores. Porque trabajan aislados, trabajan específico. Todo eso.

I.F: Esa es la cuestión.

 

«No estamos hablando de regalar minutos, sino de ganárselos y tener todos un alto nivel. Todos tienen que estar preparados para jugar en el momento que se les pida.»

 

FdB2: Son más «pasionales».

I.F: Es lo que dices tú. Al final, se interpreta todo como un castigo y no es así. Es cuestión de entrenamiento hasta alcanzar el nivel de competición. No estamos hablando de regalar minutos, sino de ganárselos y tener todos un alto nivel. Todos tienen que estar preparados para jugar en el momento que se les pida. No se pueden venir abajo, si se lesionan o no juegan lo que ellos quieren. Los  entrenadores, no podemos perder de vista lo importante que es para un jugador la competición (test), a fin de mantener su nivel de exigencia y confianza.

FdB2: ¿Y el portero debe ir al partido sabiendo que va a jugar? A nivel psicológico.

I.F: A veces le damos muchas vueltas a las cosas. Es un jugador más. Se entera como los demás.

FdB2: Los tratamos a veces como una especie rara.

I.F: Claro. Y hay que darle más normalidad, más naturalidad. ¿Qué haces con los demás? ¿Se lo dices antes de los partidos?

FdB2: Hay entrenadores que sí y otros que no. Hay quien considera que es bueno y otros no.

I.F: No creo que haya que darle un énfasis especial. Sí puedo hablar con el otro para exponerle la decisión que se va a tomar, para que no le choque tanto. Se le puede decir el propio domingo o durante la semana, para que llegue al partido relajado ya que, por cualquier razón (lesión, imprevisto, etc.) puede que tenga que jugar. Yo siempre fomento una buena cohesión de grupo entre ellos. Para mí es fundamental y siempre lo tengo presente en las sesiones. Al final, en el deporte, como en la vida misma, debes utilizar el sentido común. ¿Y qué es el sentido común? lo que no quieres que te hagan, no lo hagas. Debes saber valorar al otro, tal como te valoras a ti mismo.

FdB2: Dejas de ganarte la confianza de ellos al dejar de utilizar el sentido común que tú dices.

I.F: Cuando les hablas desde la formación, la reflexión y el lado positivo de las cosas, ellos se dan cuenta. Han tenido muchos entrenadores, distintas maneras de entrenar y enfoques diferentes. No se puede  pensar que eres un crack y le va a enseñar todo, tan solo vas a mostrar tu visión. Intento que sea la que más se ajuste a lo que necesitan y les doy la información para que puedan masticarla, procesarla, reflexionar y ejecutarla.

 

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