Los entrenadores, sobre todo en fútbol base y amateur, muchas veces no podemos disfrutar de las condiciones que nos gustarían para el entrenamiento de nuestro equipo. Material escaso de mala calidad, poca luz, tiempo de entrenamiento limitado, poco espacio para desarrollar tareas y un largo etcétera que nos priva de ofrecer nuestra mejor versión.
Ante esta problemática es fundamental saber optimizar y exprimir al máximo todos los recursos que puedas, dentro de tus limitaciones, para sacar el máximo partido de tus futbolistas.
Con la finalidad de ayudaros y daros ideas para conseguir aprovechar todo el tiempo, espacio y material que tenemos a nuestra disposición, escribo este artículo para vosotros, entrenadores.
Antes de entrar en materia, para mí, lo fundamental que debe tener todo entrenador, sin importar la categoría, el nivel o la edad de sus jugadores, es un cuerpo técnico lo más “profesional” posible. Esta es la base sobre la que parten el resto de las premisas. No hace falta que tengas un cuerpo técnico de 5 personas para un benjamín, pero al menos ten a una persona de confianza, con ciertos conocimientos (cuantos más mejor) y con la que estés cómodo.
Tu cuerpo técnico podrá:
- Reforzar tu mensaje: Consiguiendo que llegue de manera efectiva a todos los jugadores, ofreciendo la posibilidad de dar un feedback individualizado a cada futbolista.
- Descargarte de trabajo: Se pueden encargar de tareas que normalmente realiza un primer entrenador, si tienes confianza en ellos, para que tú puedas centrarte en lo fundamental de la sesión.
- Agilizar el tiempo entre tareas: Pueden hacer la transición entre tarea y tarea, rápida y eficaz para aprovechar los momentos de recuperación e hidratación de los jugadores, mientras tu corriges la tarea finalizada e introduces la siguiente.
- Analizar más situaciones y dar continuidad al ejercicio: Cuatro ojos ven más que dos y seis más que cuatro. Cuántas más personas tengas en tu cuerpo técnico y mejor distribuidas estén en el campo, podréis analizar y corregir más elementos del entrenamiento: colocación de material, controlar tema balones, entregar petos, detectar errores, percibir situaciones de interés, etc…
Además, como extra, si los miembros del cuerpo técnico están concentrados y disfrutando del entrenamiento, trasladarán esa emoción a tu equipo.
Nada de esto sirve, sin embargo, sin un capitán que dirija a sus marineros. Que tu cuerpo técnico saque su máximo rendimiento depende de ti únicamente. Debes encargarte de establecer y coordinar sus funciones, fomentar la comunicación entre los propios miembros, empoderarles para que puedan tomar decisiones autónomas de acuerdo con la idea común del equipo, fomentar su participación escuchando sus opiniones, ayudarles a desarrollar sus habilidades y por supuesto, ser el mejor ejemplo posible.
Yo recomiendo:
- 1 reunión semanal con el cuerpo técnico: Generalmente al inicio del microciclo (semana de entrenamiento), puede ser vía presencial, whatsapp, a través del ordenador o como queráis. La finalidad de esta reunión es planificar conjuntamente el trabajo de la semana, objetivos del microciclo, de cada sesión, comentarios con respecto al anterior partido y pinceladas sobre el próximo rival (en caso de fútbol competitivo). Duración aproximada de 10-15′.
- 1 reunión antes de cada sesión: Acostumbrad a vuestro cuerpo técnico a llegar 10′ antes los días de entrenamiento para reuniros y explicar todo lo relacionado con la sesión, repasar objetivos, funcionamiento de tareas, equipos, preparar material, charla con jugadores, tiempos de cada ejercicio, etc.
Para terminar con este aspecto, quiero explicar que la labor de un cuerpo técnico no es la de acatar y secundar todo lo que dice el entrenador. Esa actitud “apostólica” debe ser practicada ante los jugadores una vez se haya trazado un plan, pero entre el cuerpo técnico deben surgir debates, alternativas y diversos planteamientos, que, mediante la discusión positiva, enriquezca al equipo y nos hagan encontrar un pensamiento que nos satisfaga a todos los miembros y que mejore la idea inicial del primer entrenador.
Antes de profundizar en los elementos del entrenamiento, propiamente dichos, quiero comentar otro aspecto que para mí es fundamental. Llevar impresa la sesión de entrenamiento, si puede ser con una copia para cada miembro del cuerpo técnico.
MATERIAL
En cuanto al material del que disponemos, como hemos dicho anteriormente, suele ocurrir que es escaso y está en malas condiciones. No tenemos miniporterías, no tenemos elementos de coordinación, los conos los están usando el equipo que entrena a la vez que nosotros, etcétera.
Debemos reinventarnos y plantear alternativas tanto en la concepción de las tareas (no vamos a diseñar una tarea con miniporterías sabiendo que nuestro club no tiene), como en la ejecución de las mismas (si no quiero que el jugador meta gol con un pase preciso, en vez de situar miniporterías, hago que tenga derribar una pica, un cono o que un compañero tenga que recibir su pase en una zona delimitada).
Incluso podemos diseñar nosotros nuestro propio material. He visto gente diseñar cajones para entrenar con los porteros, espantapájaros con pvc para simular rivales o escaleras de coordinación con mini picas.
Otra recomendación que os doy es que no saturéis el campo de material, si acaso delimitar zonas y sectores en alguna tarea final en la sesión principal de la semana. Evitad hacer “aeropuertos” sobre el césped ya que el jugador se confunde y aumenta la dificultad del ejercicio.
ESPACIO
Aquí tengo varios consejos para que vuestros entrenamientos aprovechen al máximo el espacio disponible, casi siempre insuficiente. Lo primero que puedes hacer es un gráfico en el que señales dónde se va a realizar cada tarea, de esta manera podrás, junto con tu cuerpo técnico aprovechar más el espacio, aclarar los cambios de tarea y dejar montados todos los ejercicios lo antes posible.
Otro truco es hacer una plantilla en la que estén señaladas las líneas del campo de F11 y de F7, con medidas y distancias entre sí para calcular espacios que se pueden aprovechar sin tener que realizar mediciones. Y puestos a medir, os recomiendo que las dimensiones de las tareas no las contéis en metros, si no en pasos, nadie va con un metro a entrenar para calcular distancias. En caso de que te hayas equivocado de mediciones, corrígelo en el momento y anota en tu cuaderno, libreta o plantilla, las dimensiones corregidas para esa tarea, para que la siguiente vez que la lleves a cabo no te equivoques. Si no tienes claro las dimensiones, redondea hacia arriba. Siempre es más fácil reducir los espacios de una tarea que aumentarlos.
Otra alternativa poco utilizada en los entrenamientos de fútbol base y amateur, es la de dividir el grupo, gracias a lo cual:
- Aumentas la participación de los jugadores: No interviene las mismas veces un jugador en un 4:4 que en un 11:11.
- Trabajas más conceptos y principios: Mientras que, con una tarea todo el grupo trabaja lo mismo, con dos tareas simultáneas pueden trabajar distintas tareas divididos por posiciones, sectores o simplemente rotar de una tarea a otra.
- Logras un feedback más individualizado: Puedes centrarte más en un menor grupo de jugadores a la hora de corregir.
Por último, no hagas tareas en cuadrado. Ningún campo tiene las medidas de un cuadrado, haz rectángulos que se asemejen a la situación real de un campo reglamentario.
TIEMPO
Ya hemos hablado de la posibilidad de optimizar el tiempo con la ayuda de tu cuerpo técnico, 5′ antes de finalizar la tarea que estáis llevando a cabo, un miembro de tu cuerpo técnico, con la hoja de sesión en la mano y la información de la siguiente tarea la deja colocada para no perder ese tiempo.
Una buena idea para que nuestros jugadores se familiaricen con nuestra manera de dirigir es la de crear hábitos. Usar los mismos colores de petos y setas, dejar el botellero con agua siempre en el mismo sitio, colocar los balones en una zona determinada al finalizar la tarea, mismo orden de estiramientos, etcétera. Esto ayudará a:
- Eliminar distracciones del jugador: Le quitamos estímulos que le saquen del entrenamiento para que se pueda concentrar mejor.
- Generar rutinas: Se familiarizará con una serie de pautas que le introducen al trabajo/competición.
- Aprovechar el tiempo: Tu cuerpo técnico no tendrá que andar recogiendo el material, organizando las cosas y rascaréis unos minutos al crono.
FEEDBACK Y LOS JUGADORES
Es importante optimizar recursos propios, como el esfuerzo. En ese sentido, debemos de aprovechar los momentos de alta elaboración de los jugadores, es decir, los momentos en los que esté más receptivo para escuchar indicaciones. No quiero profundizar mucho en este tema que podría ocupar un libro entero, pero sí quiero daros un par de consejos básicos.
- Conoce a tus jugadores: No todos son igual de receptivos, ni tienen la misma manera de motivarse, ni se comportan igual en el campo. Adecúa tu feedback a cada jugador.
- Provoca los momentos de alta elaboración: Un jugador demasiado nervioso no va a escucharte, un jugador demasiado relajado tampoco. Intenta encontrar estados intermedios, a jugador relajado → picar/retar, a jugador nervioso → relajar/bromear.
- Elogia y corrige en público: Cada jugador y grupo es diferente, pero deberíamos intentar que todo (o casi todo) el proceso de aprendizaje de un jugador sea conocido por el resto de compañeros, siempre constructivamente y lógicamente sin dejar a nadie en evidencia.
- Repartiros el feedback: Es imposible que un solo entrenador interaccione de manera adecuada en cantidad y calidad con todos los jugadores de la plantilla. Por eso lo ideal es que el feedback se reparta entre el resto del cuerpo técnico.
- No introducir directamente la resolución de la tarea: Yo personalmente siempre divido la tarea concreta en, mínimo, 2 series. En la primera explico el funcionamiento, doy las reglas y pautas, y el objetivo del ejercicio, ellos se encargan de resolver el problema. En la siguiente serie, corrijo si lo hacen mal o felicito y explico por qué lo han hecho bien.
OTROS ASPECTOS EXTRA
Para terminar, los últimos consejos para optimizar y mejorar tu entrenamiento:
- En categorías de fútbol de competición, debemos plantar la semilla del gen competitivo en nuestros equipos. Esto es, hacer tareas con ganadores y perdedores, que tengan puntuación y que se realice desde el calentamiento hasta la vuelta a la calma.
- Precisamente, sobre la vuelta a la calma. Es totalmente necesaria, rebajamos pulsaciones, liberamos la mente y el estrés del jugador y prevenimos lesiones. Se puede hacer de manera tradicional con estiramientos o con otras alternativas como ejercicios sin oposición de ruedas de pases, evoluciones, trabajo de basculaciones, acciones combinadas o trabajar el BP.
- Realizar entrenamientos diferentes. No todos los entrenamientos tienen que ser iguales, con balón y trabajando aspectos físicos, tácticos o técnicos. Debemos trabajar también el factor psicológico y social. Os sugiero realizar de vez en cuando, dinámicas fuera del campo (cena en equipo, bolera, paintball…), entrenamientos didácticos (explicación de temas tácticos o técnicos a los jugadores), entrenamientos sorpresa (sin previo aviso realizar juegos totalmente lúdicos o dar sorpresas al equipo), entrenamientos emocionales (dinámicas de compartir sentimientos, voluntariado, etc….)
- Desgranar los objetivos en 3 claves de éxito. Es decir, introducir que para que un jugador domine, por ejemplo, la defensa de área tiene que realizar 3 claves de éxito: tocar marca, perfiles corporales, activación para anticipar
Esta es mi guía, consejos o pautas para poder optimizar mejor tu entrenamiento. Siempre se puede mejorar, progresar y crecer con pequeños detalles que marcan la diferencia.
Nacho Álvarez García
Muchas gracias Nacho!