Café y charla con Javier Lavandeira

IMG_4482.JPGCogemos el coche y nos plantamos en un centro comercial de A Coruña para encontrarnos con Javier. Actualmente se dedica a la docencia, tanto de Educación Física como del curso de entrenadores de fútbol, y nos confirma que este tiempo que lleva parado ha aprovechado mucho el tiempo para hacer cosas distintas, estudiar y no dejar de aprender.

Como jugador, su carrera la desarrolló en el Orillamar, equipo de su ciudad. Ya como entrenador, por motivos laborales, comenzó en la base del Atlético Bembibre, del Bierzo, hasta llegar al RC Deportivo de La Coruña, cuando el club herculino comenzó con sus categorías de base. Allí, 7 años pasando por diferentes banquillos hasta que, tras su marcha, disfrutó enormemente de dos temporadas como entrenador del primer equipo del Bergantiños en Tercera División, Regional Preferente Gallega y que compaginó como coordinador de todo el fútbol base del club de Carballo.

Actualmente no está en ningún proyecto pero no cierra puerta a alguna propuesta atractiva que le pueda llegar. Cuenta con 2 publicaciones escritas y es propietario del blog Fútbol Ofensivo. Comenzamos con la charla…

FdB: ¿Por qué entrenador?

J.L: Por el tema de que siempre me gustó enseñar, ya desde pequeño siempre tuve la idea de que me gustaba enseñar y yo fui probando cosas una vez acabé de jugar. Siempre me gustó el fútbol. Como la relación de profesor de educación física te lleva a que muchas veces te digan en los colegios “Oye, me puedes echar una mano a esto…” y finalmente decido ser entrenador porque me apasiona el fútbol con lo que eso conlleva.

FdB: Estuviste muchos años en el fútbol base del Deportivo.

J.L: Ha sido desde luego de las mejores experiencias de mi vida. Primero, por todo lo que aprendí de los compañeros que tenía. Teníamos una persona que se llama Anto, de la cual aprendimos muchísimo porque era nuestro coordinador de metodología. Era una persona que ya tenía eso que tengo yo ahora mismo. Ese hecho de querer buscar mucho, que sabía de muchísimas cosas, siempre estaba continuamente buscando las nuevas tendencias, las nuevas cosas…entonces bueno, aprendimos muchísimo con él, con Anto, que ya era un tío que ya empezó a enseñar que teníamos que buscar más allá de lo que teníamos en aquel momento en las manos. Buena experiencia porque manejas los mejores futbolistas de Galicia o de los mejores futbolistas de Galicia, entonces todo se hace más fácil, y sobre todo, para mí, fue un aprendizaje. Más que un aprendizaje, una experiencia espectacular que me permitió poder vivir cosas que nunca pensé que podría haberlas vivido: torneos internacionales; poder haber entrenado a futbolistas como Ínsua, o jugador luego como Xisco que luego fueron profesionales…una experiencia muy buena en el Deportivo.

FdB: ¿Cómo llegas allí?

J.L: Llego a través de Tito Ramallo, que es amigo personal mío. Yo estaba en León y entonces me destinan a Coruña y en ese momento se estaba configurando todo lo que es la cantera del Deportivo, y, dentro de eso, pues encuentro mi sitio como un entrenador más. Y en ese momento necesitaban gente y entré un poco, bueno, para echar una mano y por circunstancias acabé en el Fabril con Tito. Y siempre digo un poco que fue la persona…él es amigo mío personal, entonces desde pequeño, entonces él me indujo un poco el ansia que él tenía por ser entrenador. Y yo lo veía a él, y siempre quería aprender de él, siempre quería vivir cosas con él….para mí fue unos de mis inductores en el tema éste de ser entrenador y me ayudó muchísimo en el Deportivo.

FdB: Después de tantos años allí, ¿por qué no continúas?

J.L: Bueno por un tema de cambio de estructura. Cambian de coordinador y en un momento determinado deciden no contar conmigo. Bueno, y en ese momento pienso que mi etapa en el fútbol base ha terminado porque ya eran muchos años y decido que, de tener una oportunidad, tenerla en el fútbol de rendimiento. Entonces bueno, deshecho varias oportunidades de seguir en el fútbol base y prefiero esperar a tener una oportunidad en el fútbol de rendimiento. Un poco también para probarme a mí mismo, para ver otras cosas que no tiene el fútbol base y salir un poco del proteccionismo que era el Deportivo, porque el Deportivo al final tienes los mejores medios, los mejores futbolistas….es más fácil ser entrenador en el Deportivo.

FdB: ¿Qué déficits veías en tus jugadores en tu etapa en el Deportivo, o qué problema hay en una etapa tan cercana al primer equipo como es el Juvenil Nacional en el que estuviste varios años, para que esos futbolistas seleccionados entre lo mejor de Galicia, no tengan ese paso al primer equipo?

J.L: Yo creo principalmente que por apuesta. Por apuesta….primeramente yo estuve en el Deportivo en una época en la que era el Superdepor. Entonces ahí era muy complicado sacar futbolistas para ese equipo ¿no? Después de eso ya entramos en una vorágine donde se cambió mucho de entrenador. Se cambiaba de entrenador, se cambiaba de distintos modelos de juego, entrenadores que jugaban a cosas distintas…donde era tremendamente complicado que los futbolistas encajasen. Entonces…para mí siempre dije que el potencial estaba ahí pero que había que apostar por ellos, y hasta que apuestas por ellos no te das cuenta realmente si valen o no valen, porque en las categorías de base no sacas esa conclusión. Para mí fue un tema de apuesta, de creer. Se creía pero con la boca pequeña, para mí. Y creo que hoy en día pasa un poco lo mismo. Se sigue creyendo en la base, se monta una estructura tremenda de base pero hay que acabar de creer en ella y no se cree. Se les pidió un gran esfuerzo Luis Fernández, Juan Carlos Real, Insua, Uxío…futbolistas de ese corte, se les pidió un esfuerzo tremendo por subir el equipo a Segunda División en su momento, de subir de Segunda a Primera, lo subieron, ayudaron, y cuando ya estaban en Primera les dijeron que eso era para otros y ellos tenían que buscarse la vida. Eso todo tiene que seguir un camino, y si no sigue un camino es muy complicado que realmente tengas un final.

FdB: ¿Qué influencia crees que tienen los agentes en esos niveles que te movías de Depor, Celta…jugadores que están tocando el profesionalismo?

J.L:  A mí me tocó muy poco de ese mundo. Yo creo que ahora está todo mucho más profesionalizado, que ya los niños desde muy pequeños tienen su agente…yo siempre les decía lo mismo “el mejor agente son los padres. Que les hagan caso a lo que los padres les digan. Que no piensen que una persona de fuera va a mirar por ellos porque los que realmente van a mirar por ellos son sus padres”. Y en ese sentido yo creo que deberían estar prohibidos, que en edades tan tempranas que gente lleve los destinos de esos futbolistas. Es un tema que la verdad tampoco domino mucho ni quiero meterme en esas historias. A mí me gustaría que los niños estuvieran aconsejados por las personas que realmente deben aconsejarles que son sus padres.

 

«Ese entrenador no es racional cuando por ejemplo saca a un niño 4 minutos, un niño pequeño que juega poquísimo y no se le deja practicar el deporte. Se le evalúa desde excesivamente temprano y de esa manera no consigues que se estimule con el deporte. Y por otro lado está la figura del padre que quiere a toda costa que su hijo salga, que sea futbolista y haga todo lo que tiene que ser.»

 

FdB: Cuando estabas en el Deportivo, ¿qué tipo de trato tenías con los padres? Porque es un problema que surge habitualmente en el fútbol base.

J.L:  En el fútbol base hay un problema tremendo por una dinámica distinta. Yo he escrito hace poco un artículo que gira alrededor de eso. De los padres y de los entrenadores. Tengo la suerte de que ahora soy padre y veo las cosas desde la perspectiva de padre. Entonces eso me ayuda muchísimo a entender el por qué actuaciones de determinados padres, viendo también determinadas actuaciones de entrenadores. No todo va en una línea como nosotros cuando somos entrenadores nos pensamos. Hay que buscar un poco el equilibrio, y para buscar ese equilibrio hay que ser racional el entrenador y ser racional el padre. Ese entrenador no es racional cuando por ejemplo saca a un niño 4 minutos, un niño pequeño que juega poquísimo y no se le deja practicar el deporte. Se le evalúa desde excesivamente temprano y de esa manera no consigues que se estimule con el deporte. Y por otro lado está la figura del padre que quiere a toda costa que su hijo salga, que sea futbolista y haga todo lo que tiene que ser. En el Deportivo era una cosa muy sencilla. Había figuras intermedias que hablaban con ellos. Tú no tenías que estar pendiente en ningún momento de lo que te decían los padres. Pero yo creo que hay que tener capacidad de entendimiento por las dos partes. Por un lado, hay que formar a los padres. Los padres no tienen formación. Hay que dar reuniones informativas donde se les pueda explicar un poco las cosas a ellos. Y por otro lado hay que pedirles formación a los entrenadores porque ese es un problema que está habiendo. Que entrena gente que no está preparada y que aún encima va absolutamente en su beneficio provocando en muchos momentos una problemática tremenda hacia los niños, porque hay niños que ya desde pequeños se les está diciendo que no valen, cuando aún ni siquiera han experimentado el deporte, diciendo que no valen para eso. Entonces es un problema gravísimo que hay hoy en día en el fútbol y que lo veo complicado de erradicar si no vamos de la mano padres y entrenadores.

 

«Si tú crees en una metodología de trabajo tienes que llevarla a cabo. Con todo, con todas las consecuencias.»

 

FdB: Hace poquito estabas de entrenador y coordinador de la base del
Bergantiños, un poco como director de todo el club.

J.L: De las mejores IMG_4484.JPGexperiencias también de lo que he vivido. Porque te permite ser capaz de palpar qué es lo que necesita la base, cuáles son las necesidades… Que nosotros siempre huíamos de burocracia y de situaciones… yo cuando estaba en el Deportivo las critiqué muchísimo. Demasiada burocracia y lo que hay que hablar es del trabajo del campo de entrenamiento. Entonces nosotros marcábamos unas directrices muy generales, muy básicas, y a partir de ahí lo que hacíamos era que eso tuviera un transcurso, un discurrir un poco con cierta lógica ¿no? Nada más. Nada autoritario, nada que tuviésemos que hacer lo que yo decía, todo consensuado, y en función de eso pues se llegaba con esa perspectiva a lo que es el primer equipo. Como ejemplo: nosotros no hacíamos preparación física inespecífica. Todo iba y giraba en relación al balón. Entonces para eso lo tenían que hacer los infantiles, los cadetes, los juveniles y el primer equipo. Que yo siempre les decía que cada una de las cosas que yo promovía en el fútbol base yo era el primer ejemplo en hacerlo en el primer equipo. Y eso hay que atreverse también a hacerlo ¿no? Porque a veces se critican todo este tipo de situaciones y tú tienes que tener personalidad para llevarlas a cabo. Que si crees en ellas…es como lo que hablábamos antes de la cantera. Si crees en ella hay que apostar por ella. Si tú crees en una metodología de trabajo tienes que llevarla a cabo. Con todo, con todas las consecuencias. Aunque al final te salga mal. Yo creo que a veces falta personalidad para hacer esas cosas. Entonces yo si estoy en un sitio es para trabajar como a mí…para lo que a mí se me ha contratado. No voy a trabajar como quieran los demás. Ya saben para lo que me contratan. Eso a veces falta esa personalidad. Por eso yo también…no entrenaría nunca en cualquier sitio y a cualquier precio. Yo entreno en aquel sitio que me propongan algo en lo que crea y que me ponga los medios adecuados para poder llevar a cabo mi trabajo.

FdB: Juanma Lillo dice que “a veces el entrenador con tal de estar, deja de ser”.

J.L: Claro, tenemos que ser…yo no hablo de no ser tolerante, todo lo contrario. Yo tengo mucha capacidad de adaptación y que entiendo que cuando llegas a un club tienes que adaptarte a su cultura, adaptarte a la forma de pensar de la gente que manda porque es así, pero eso no tiene que ver con que tú hagas algo contrario a lo que realmente crees. Si en un momento determinado hago algo contrario a lo que yo realmente crea, no voy a estar ahí. Prefiero no estar. Porque yo prefiero disfrutar con otras cosas relacionadas con el fútbol sin tener que estar en un banquillo donde no se cree en mi trabajo. Yo cuando me contrate alguien espero que se me pida hacer lo que me pidieron hacer en el Bergantiños, que fue: trabajar con la base, empezar a sacar gente de la base y ser capaz de hacer lo que yo hice. Yo descendí un equipo de Tercera División con gente toda, el 75%, de la zona de Carballo, que es muy fuerte decir eso, de la zona de Carballo. Bueno, se descendió porque ellos querían eso. Y con la misma política, aderezando un poquito con futbolistas como Roberto (Roberto Piñeiro) y futbolistas que nos daban un plus, intentamos hacer lo mismo en Preferente, los conseguimos, y eso tendría que haber tenido un poquito más de continuidad, pero se prefirió estabilizar un poquito más el club en Tercera División, intentar buscar otras metas.

FdB: ¿Con qué categoría y en qué faceta te encuentras más a gusto?

J.L: Yo me considero siempre entrenador. Yo me considero entrenador de fútbol. No quita que pueda disfrutar como coordinador, pero yo me siento entrenador de fútbol. Y entrenador de fútbol principalmente…he disfrutado en el fútbol de rendimiento, he disfrutado con niños más pequeños…soy entrenador y no entiendo que haya grandes diferencias entre alguien que entrena un infantil y alguien que entrena un equipo de rendimiento. Al final, lo único, que son plantillas distintas, y al igual que tú los niños que entrenas en infantiles tienen unas características determinadas, los hombres que entrenas en Tercera División tienen otras características determinadas. Y tú tienes que adaptarte un poco a ellas y trabajar con cada una de ellas.

FdB: ¿Qué era lo más importante para ti como coordinador?

J.L: Yo creo mucho en el juego, que hay que jugar. Que los niños en el fútbol base tienen que jugar. Jugar, jugar, y no cansarse se jugar. Hay un problema hoy en día en el fútbol base, que yo veo, que la mayoría de entrenadores hablan y hablan y vuelven a hablar. Cuando el niño no es capaz, no tiene la capacidad de concentración que tiene un adulto, por lo tanto te va a escuchar “x” tiempo, muy poco tiempo. Luego ya desconecta. Tú sigues hablando y no te estás dando cuenta que lo único que estás haciendo es perder el tiempo porque él no te está escuchando. Y menos, te lo está interiorizando. Todo aquello que tú no aprendas a través del entrenamiento, del ensayo-error, de lo que es el propio entrenamiento del juego, nunca lo vas a interiorizar, nunca lo vas a hacer tuyo. Sólo aquello que tú, a través del ensayo-error, de trabajar, de ponerte en situaciones que tú tengas que tomar las decisiones…ahí es donde realmente puedes crecer. Pero si te crees que puedes crecer por hablar, hablar, hablar, hablar… Ahí el niño te escuchará, pero es que luego hay que llevarlo a la práctica, y luego hay que verlo in situ la situación de entrenamiento, y todo eso es extremadamente complicado para luego poder aplicarlo a lo que es el propio partido, a lo que queremos después ¿no? Que el niño, eso que entrenes, lo lleve a la práctica del propio partido. Si no lo vio en el entrenamiento, no lo va a ver en el partido.

FdB: ¿Qué importancia das a que un club tenga una idea definida de juego? ¿Basarías todo en ella: elección de entrenadores, jugadores, etc.?

J.L: Es algo muy revolucionario en lo que creo. Para mí uno de los mayores errores que cometimos en el Deportivo cuando estuve yo allí es estipular todo a un modelo de juego. Hoy el fútbol es variedad y los niños desde muy pequeños tienen que acostumbrarse a manejar los diferentes modelos de juego. El contraataque. ¿Por qué no puede contraatacar un niño? ¿Por qué un equipo alevín no va a poder contraatacar en un momento determinado? No como norma, pero puede jugar. ¿Por qué un niño alevín no puede jugar ataque directo? Si lo puedes trabajar, le puedes enseñar las características del ataque directo. ¿Y por qué todo hoy en día es combinativo y posicional? Si luego la mayoría del juego adulto, del juego de rendimiento, son todo transiciones, y lo ves en la Primera División… ¿Qué estamos creando? ¿Un mundo totalmente distorsionado para lo que luego se van a encontrar? Lo encontrábamos después con los jugadores que salían del Deportivo y no valían, cuánto les costaba adaptarse a la Tercera División. Por eso que estamos hablando. Porque nosotros creábamos un patrón único, que era un único modelo de juego, el ataque combinativo. Esa frase típica que yo oigo, “Yo siempre saco el balón jugado”, de los entrenadores de base. Pues muy mal hecho. A veces no hay que sacarlo jugado, a veces hay que ponerlo arriba. Si tu contrario está pegado a tu compañero, ¿que se la vas, a dar igual? ¿Eso es personalidad? No, eso es no ser listo. El fútbol hay que interpretarlo, y a veces no les dejamos interpretarlo. Está mal visto. “Bufff estos le pegan sólo para arriba”. Hay que enseñarle a jugar a eso también, a jugar a los espacios, jugar sobre alguien de referencia…el ataque directo es uno de los modelos que más hay que trabajar, está muy mal visto y ¿por qué? Porque todo el mundo se cree que…bueno y la influencia del juego del Barcelona que es tan bonito de ver…pero es que esos futbolistas no los tienes. Nosotros trabajábamos de la misma manera un entrenador como Caparrós, que un entrenador como Lotina, que otros entrenadores que hemos tenido…pero si son diferentes, piden diferentes cosas. Entonces, yo creo que al futbolista, cuanto más global lo hagamos desde pequeño mejor. Entonces, pinceladas, pinceladas del ataque directo, pinceladas del contraataque. Está claro que nuestra base debe ser el ataque combinativo porque es el que más nos explica cómo se desarrolla el juego pero lo otro, ¿por qué no hacerlo desde pequeñito también? Enseñarles a que hay que adaptarse a determinadas circunstancias. Para mí es un error, yo creo que hay que trabajar lo más global posible y hacer al futbolista lo más completo posible.

FdB: Para que se pueda adaptar a todo.

J.L: Exacto, para que se pueda adaptar a todo. A ti como entrenador que le pides una cosa, a él como entrenador que le pide otra cosa, otro que le pide otra cosa…porque al final, arriba, llegan muy poquitos. Al final, ¿en qué se quedan la mayoría de futbolistas con los que trabajamos? Tercera, Preferente…hay que adaptarse a los que te pidan allí. O una Primera  Autonómica o lo que sea…nunca sabes lo que hay y hay que adaptarse. Y les creamos unas mentiras a veces al futbolista y que no es así. Luego les cuesta cuando se estrellan a la realidad del fútbol. Yo creo que hay que trabajar más…por ejemplo, hay un dicho que está muy mal visto un jugador que tenga unas condiciones físicas espectaculares, “es que ese no llega, no va a llegar porque no maneja el balón y tal”. ¿Pero cuántos jugadores han vivido de sus condiciones físicas y han llegado al fútbol profesional? Sólo por sus condiciones físicas. ¿Por qué desprestigiamos a ese futbolista? No hay que desprestigiarlo, hay que trabajar con él. Y estamos obsesionados con pulir los defectos de ese futbolista en vez de potenciar las virtudes. ¿Qué hace bien ese futbolista? Eso, pues vamos a potenciarlo. A lo mejor con eso le llega para ser futbolista. ¿No hace otras cosas bien? No, pero le llega eso, y con eso puede ser futbolista también. En el libro nosotros ponemos el ejemplo de Mauro Silva. Que era un tío que nunca marcó un gol. Me refiero que marcaba pocos goles pero que vivió de otras cosas. Si a ese tío le llegan a obligar a marcar goles no hubiera sido futbolista profesional.

 

«En el fútbol no tienes que entrenar para competir. Sino que si tú entrenas bien, haces un trabajo bueno, con sentido, le das tiempo al tiempo para que las cosas fluyan y tal…al final compites mejor. Y al final la consecuencia es que terminas ganando.»

 

FdB: ¿Cuál es, según tu perspectiva, el objetivo del entrenador de base?

J.L: Yo creo que hay que formar. Pero hay que formar a la vez que competir. A veces estamos con que la formación está reñida con la competición. No tiene que estar reñido, para nada. Tú puedes formar y competir. Yo siempre digo, yo tuve cuatro años consecutivos cuatro camadas distintas del Deportivo en Liga Nacional. Y las cuatro terminamos siendo campeones. Yo nunca me enorgullecí de ser campeón de la Liga Nacional cuatro años consecutivos porque yo tenía a los mejores, tampoco hay que inventar mucho. Pero sí de cómo yo lo conseguí. Siendo fiel a unas ideas, participando todos en el juego, creyendo en el trabajo que estábamos haciendo… Y eso al final, como consecuencia, te hace competir bien. No debemos invertir las cosas. En el fútbol no tienes que entrenar para competir. Sino que si tú entrenas bien, haces un trabajo bueno, con sentido, le das tiempo al tiempo para que las cosas fluyan y tal…al final compites mejor. Y al final la consecuencia es que terminas ganando. Pero por inercia. Porque como haces las cosas bien terminas ganando. Si no tienes futbolistas no, evidentemente. Eso ya…yo creo por encima de todo en los futbolistas. No voy a decir aquí que el entrenador sea alguien que hace milagros, no. Yo creo que hay que tener una plantilla para conseguir los mínimos, pero luego, a partir de ahí, hay que trabajar con ella. Y a veces la gente se queda sólo con el camino o con el resultado, y yo creo que hay que ir de las dos maneras y no mentir tanto con “nosotros formación, nosotros tal”. Bueno hombre, pero puedes formar compitiendo. No pasa nada. Ahora, si competir es que los tres niños que son peores no los pongas nada, entonces no, entonces no estás compitiendo. Eso no es competir en el fútbol base. Competir en el fútbol base es, siendo fiel a una metodología de trabajo y una forma de sentido común que se estructure en el club, cumplirlo, y luego acabar compitiendo.

FdB: En F8, dentro de la base, en qué aspectos insistirías tú más: ¿mejora individual o mejora colectiva?

J.L: Yo creo mucho en que hay que trabajar de formar muy diversa. Igual que creo que en los modelos de juego hay que trabajar más globalidad, en el trabajo desde abajo creo mucho en el trabajo en diversidad. Me explico, no hay que erradicar el trabajo analítico. Yo no lo quitaría nunca. Yo creo que el niño tiene que tener mucho contacto con el balón en edades tempranas, F8 fundamental. Mucho contacto con el balón. Trabajo analítico, no pasa nada por hacerlo, pero no puede ser el grueso del trabajo. El grueso del trabajo es: para qué sirve ese trabajo analítico. Si a mí me estás enseñando a hacer controles orientados ponme luego situaciones de juego donde tenga que hacer controles orientados. Y después de realizar los controles orientados, que vea un poco una versatilidad de las circunstancias de las cosas, ¿vale? Entonces, creo que hay que trabajar en el fútbol base de todo: analítico, grupal, colectivo e individual. ¿Qué buscamos en el fútbol base a esas edades? Para mí, la mejora individual del futbolista, pero como es un deporte colectivo, no lo podemos separar del trabajo grupal y del trabajo colectivo. Un niño no le puedes enseñar a centrar sin que haya alguien que vaya a rematar ese centro. Entonces ya estás trabajando grupalmente. Y eso luego hay que incidirlo en el terreno colectivo. Entonces hay que tener tranquilidad en todas esas cosas. Potenciar el trabajo individual, del trabajo individual saldrá una mejora en el trabajo grupal, y buscarle un sentido en el juego colectivo.

 

«a veces hay entrenadores que están muy formados pero están pensando más en ellos que en los propios niños y no son los entrenadores adecuados.»

 

FdB: ¿Qué valoras de un entrenador?

J.L: En edades de la base, hace poco tenía una conversación con un coordinador. Me preguntan mucho ¿no? Y me dicen “mira, tengo este entrenador…¿qué te parece?”. Porque muchos han sido alumnos míos. Me hizo tantas preguntas que yo terminé diciéndole “Pero vamos a ver, ¿qué es, un entrenador para un equipo alevín tuyo…no sé qué no sé cuánto? ¿Y me estás pidiendo que te valore todas esas cosas?”. Yo no lo entiendo. Con que sea cariñoso con los niños, tenga ilusión y quiera trabajar para ellos… Para mí eso es lo fundamental. Porque a veces hay entrenadores que están muy formados pero están pensando más en ellos que en los propios niños y no son los entrenadores adecuados. Entonces para trabajar en el fútbol base un entrenador tiene que tener ilusión. Por estar con los niños, por gustarte trabajar con ellos, por entender y ser capaz de adaptarte a las distintas posibilidades que te ofrecen ellos…¿no sabes? Un poco todo eso. Para mí tendría todo eso. ¿Para ser un entrenador a nivel de rendimiento? Yo creo que se puede vivir de entrenador de muchas maneras. Hay entrenadores que viven de manejar el grupo, hay otros entrenadores que viven de que realizan una lectura del partido muy buena, hay otros que saben seleccionar los futbolistas, hay otros entrenadores que viven de muchas cosas diferentes ¿no? El que reúna un poco todas esas es un gran entrenador. Y a lo mejor hay uno que haciendo una bien, por ejemplo, manejar el grupo, obtiene un rendimiento espectacular. Está muy mal visto el entrenador que no es excesivamente táctico y eso sí, domina muy bien el entrenamiento. Pero es que hay otros aspectos que son tan importantes como eso. Y a veces nos obcecamos, porque a nosotros nos han enseñado en la Escuela de Entrenadores que los más importante es el entrenamiento, tareas chulas, tareas tal… Y eso no es lo más importante del entrenamiento. A veces, saber ceder con los futbolistas, saber empatizar con ellos, te da un mayor rendimiento que una tarea u otra que hayas realizado que pienses tú que son las top, espectaculares que tienes. Hay una mentira, mucho, en todo eso. Muchas cosas son las que pueden hacer que tú seas entrenador. Y en función de ellas, si destacas más en unas que en otras, tienes que rentabilizarlas y demostrar que eres capaz de llevarlas…de ser eficaz con ellas. Yo puedo entrenar muy bien, sí, yo entreno muy bien, pero ¿qué haces? ¿qué consigues al final? ¿Ganas partidos? ¿No ganas partidos? No estás rentabilizando tu trabajo. Son muchas cosas las que tiene que tener un entrenador para ser entrenador.

FdB: ¿El Barça de Guardiola hizo mucho daño o beneficio al fútbol base? Hay un poco un debate en torno a ello.

J.L: Yo creo que perjudicó a aquéllos que no entendieron los que estaba pasando en el F.C. Barcelona. Es decir, que era algo anormal. Que era un trabajo que se había hecho desde hace mucho tiempo, que no fue algo que surgió de repente. Paf, llegó Guardiola y todo fue maravilloso, no. Él le puso un poco de sentido y criterio a todo lo que se había hecho anteriormente. Entonces la gente que quiera jugar como él y tal…nadie va a poder jugar como él porque nadie tiene esos futbolistas. Ni él mismo lo puede hacer en el Bayern ahora. Es decir, no tiene esos futbolistas. Esos futbolistas eran los idóneos para poder plasmar esa idea. Entonces yo creo que el fútbol base lo que tiene que hacer es no fijarse en esos espejos y fijarse más en el día a día y en la realidad de los propios niños y a donde pueden llegar.

IMG_4479.JPGFdB: ¿Cómo es tu semana de entrenamiento?

J.L: Vamos a ver, a mí me gusta mucho…los lunes siempre suelo hablar con mis futbolistas sobre lo que ha sucedido el fin de semana. Más que exponer yo lo que ha pasado, que me cuenten ellos las sensaciones que han vivido en el terreno de juego. Me gusta hacer algo consensuado entre los dos para ver…yo hago mi lectura y ellos hacen su lectura de lo que ha sucedido en el propio campo, porque hay veces que ellos me enseñan cosas a mí. Yo siempre he dicho que he aprendido muchísimo de mis futbolistas. No sé si ellos de mí algo pero yo de ellos muchísimo. Y luego me gusta trabajar, ya desde principio de semana, algo de lo que quiero ver el fin de semana. Me gusta trabajar mucho en situaciones…si el lunes hablamos de ese tema, el martes descanso, el miércoles ya empiezo a trabajar cosas de las que he visto que no me gustaron el fin de semana y cosas en las que yo creo hay que ir incidiendo poco a poco de lo que va a pasar el fin de semana. Entonces diseño tareas para trabajar los posibles errores, puntualizar, y empiezo a hablar algo, muy poquito, de lo que podríamos hacer el fin de semana. Luego está el jueves en donde sí que centro ya un poco más qué es lo que vamos a trabajar el fin de semana. Todo eso siempre intentando trabajar las situaciones más reales de juego…con todo lo que pueda acercarse más a lo que es la propia realidad que nos vamos a encontrar el fin de semana, ¿entendido? Y luego ya el viernes potenciar situaciones más de estrategia, más de aspectos puntuales que yo quiero trabajar, determinados mecanismos, determinados automatismos que el equipo tiene que tener claros en el sentido de que si no sale esto tenemos el plan B. Hablar un  poco del plan B. Un poco eso suele ser la semana. Sin volverme excesivamente loco con el rival, intentando siempre, todas las semanas potenciándolo, que es nuestro modelo de juego, sabiendo cuáles son nuestras alternativas, pero también a la vez, hablando del plan B, de las distintas opciones que tenemos que tener en cuenta si no sale lo que queríamos.

 

«yo no entiendo un entrenamiento si el futbolista no piensa.»

 

FdB: ¿Te gusta hacer pensar al jugador en el entrenamiento?

J.L: Muchísimo. Es que yo no entiendo un entrenamiento si el futbolista no piensa. Si el futbolista viene a correr yo creo que debería buscar otro deporte porque en el fútbol hay que correr, hay que esforzarse, de todo pero..todo se hace con un sentido, todo tiene un sentido. Cuando tú vas a apretar, vas a apretar por algo. Cuando tú tienes el balón y decides lanzarlo a un lado, se lanza por algo. Todo tiene un sentido. Es un juego de inteligentes, no nos cansaremos de repetirlo. Ahora la Selección Española gracias a los que hizo en el Mundial y el Barça como juega, parece que ya por lo menos están dignificando de una vez el futbolista distinto, inteligente, que ve cosas que los otros no ven. Que eso es una cosa que hacíamos mucho en el Deportivo. Cuando captábamos futbolistas tratábamos de captar futbolistas que veían cosas que otros futbolistas no las veían. Eso los diferenciaba a ellos. Entonces yo creo que sobre todo en el juego hay que tener muy en cuenta que hay que estar pensando todo el rato en el entrenamiento. Y yo mis tareas son todas basadas en resolución de problemas donde el futbolista tiene que poner mucho de su parte para resolverlos, porque yo siempre creo que si ellos ponen mucho de su parte les va a quedar más que si yo se lo digo.

FdB: ¿Y crees que el jugador quiere pensar en el entrenamiento o quiere todo “masticado”?

J.L: El futbolista de rendimiento lo que quiere es subir las piernas atrás y levantar las rodillas y hacer todo lo que les manda su entrenador. Es decir, ejecutar las órdenes, porque es lo más fácil del mundo. No tiene que cometer errores, el error fue del entrenador que le mandó hacer eso. No quieren pensar. Pero porque no han sido educados para ello tampoco. Es una corriente que tenemos, desde la base, darle una continuidad. Que el futbolista venga acostumbrado desde pequeño a pensar. Yo me acuerdo cuando estaba en el Fabril que empezaba a hacer el calentamiento y hacía juegos de estos de cogerse de la mano y tal, no sé qué…y les daba la risa, les parecía que era una tontería eso. Y cuatro años más tarde, cinco, veías a Iniesta y los jugadores de la Selección Española cogidos de la mano y jugando a pillar. Tenía un sentido, pero ellos no le encontraban ese sentido a las cosas. No tienen ganas de que les obligues, quieren todo lo más “masticado” posible. Y se equivocan, porque al final, él tiene que tomar tantas decisiones en el partido a nivel individual que no llega el entrenador y como no esté preparado para tomarlas va a quedar en evidencia. Lo que hay que hacer es dotarlo para que realmente esté capacitado para hacerlo.

FdB: En tu metodología de entrenamiento, ¿qué ventajas y qué déficits encuentras en el trabajo global y el analítico?

J.L: A ver, sí, en mi metodología de entrenamiento intento hacerlo lo menos analítico posible. Yo utilizo mucho lo que es el trabajo en medio grupo, o pequeño grupo, principalmente a nivel físico. Es decir, si quiero buscar una situación de 5×5 y tal…todo trabajo con una finalidad. Nunca hago un ejercicio de conservación de balón para mantener el balón. Si hago un ejercicio de 5×5 lo hago para algo. Enfrento a los centrocampistas por ejemplo, y unos les digo que adopten un posicionamiento, los otros juegan, y después, intentan robar y buscamos salida o intentamos situaciones distintas, todo tiene un sentido en cada trabajo que yo hago. Entonces, en la metodología de entrenamiento, yo lo que busco es que, tanto trabajo a nivel más analítico, más global, más integrado, más de lo que es el propio juego, yo trato siempre de que sean situaciones lo más parecidas al juego real. Y que todas tengan una finalidad. Que todo trabajo tenga una finalidad. Que no sea un ejercicio que ellos me puedan decir “¿esto para qué vale?”. A veces lo desmenuzo y hago un trabajo grupal y lo aparto del grupo y lo hago con eso tal, y a veces lo hago a nivel colectivo. Entonces como yo no creo que haya que integrar nada, yo creo que todo forma parte del juego. La preparación física forma parte del juego, la técnica forma parte del juego, la táctica forma parte del juego, y luego está toda inmersa en el juego. Cuanto más nos acerquemos a situaciones reales, más nos acercaremos a aquello que pretendemos que hagan nuestros futbolistas.

FdB2: Hablando del entendimiento del juego, ¿algún jugador te sorprendió? Te puso contra las cuerdas a ese nivel, a nivel táctico a lo mejor con alguna pregunta. Algún jugador que le buscara ese sentido que tú a lo mejor no lo llegaras a ver ese entrenamiento.

J.L: Muchas, muchas veces.

FdB2: ¿Y alguien concreto que dijeras, “¡qué visión!”?

J.L: Destacarte así alguien particular no sabría decírtelo ¿no? Pero sí ellos tenían en el campo, me daban soluciones que yo muchas veces no las veía. Y eso es también porque yo siempre he dejado hablar al futbolista. Es que a veces los entrenadores nos creemos que ellos no pueden hablar. Ellos pueden hablar también de cosas si les damos información. ¿Cuál es el problema que hay en el futbolista? El futbolista el problema que tiene es que no sabe el tope. Cuando los dejas hablar no sabe cuál es su tope. Él te habla de eso y de repente te termina ya con, jolín, que no entiende por qué Pepito quedó fuera sin convocar. Entonces ahí es el problema ¿no sabes? Pero si se supieran medir…ellos te dan muchísima información. Mucha, mucha, los futbolistas. Yo creo muchísimo en ellos, me han enseñado muchísimo. Es imposible que el entrenador vea cosas que ellos ven en el campo. No las vemos.

FdB: Sí que existe un poco el miedo en ese sentido de los entrenadores. A que el futbolista te cuestione y no sepas…

J.L: Pero vamos a ver. Es que tú no eres más que el futbolista. Y aparte con lo que dependemos de ellos como para no escucharlos. Hay que tratar de escucharlos. Hay veces que si tú escuchas al futbolista eres un entrenador blando. Está muy de moda ¿no? Si tú tal, si tú no gritas como un loco no te impones. Eres un entrenador tal. Y yo no creo nada en eso. Porque si yo no tengo nada que gritar. ¿para qué voy a gritar? ¿De cara a la grada, como hace mucha gente? Yo no voy a gritar porque quiera la grada escucharme gritos. Yo voy a gritar porque en un momento determinado veo algo que no tiene sentido con lo que estábamos hablando. O para dar una ayuda al futbolista. Y cada vez que he ido evolucionando como entrenador me he dado cuenta de que cuanto más tranquilo estoy en el banquillo mejor soy capaz de evaluar qué es lo que está sucediendo en el campo. Y más puedo ayudar al equipo. En ese estado de enajenación de tal, de locura, que a veces tienen los entrenadores, no somos conscientes de lo que está pasando más allá que aquí, que donde está el balón. A lo mejor más allá está pasando algo que está influyendo en esto notablemente. Y no lo vemos. Pero eso se va aprendiendo con el tiempo.

FdB: ¿Cuánto tiempo te lleva preparar los partidos? No sólo a nivel de entrenamientos y trabajo de campo sino más allá, con visionado de rivales, tiempo que le dedicas…

J.L: Claro, es que esa es una de las cosas que me enseñó un poco el fútbol de rendimiento. La cantidad de tiempo que se necesita para preparar cada partido. Porque en muchos casos teníamos grabaciones de los equipos. Mira, muchas veces ya hay que grabar nosotros mismos, hay que ver, hay que sacar conclusiones, hay que entrenar en base a esas conclusiones, hay que convencer a tus futbolistas de que hay que hacer estas cosas…es todo un desgaste físico-psicológico espectacular. Muy poco valorado en el entrenador de rendimiento. Que ahora en el fútbol base también lo están haciendo. Que yo creo que tampoco se nos debería ir excesivamente la olla. Y eso de andarles poniendo vídeos a los niños pequeños y cosas de esas…me parece que nos estamos volviendo un poco locos. Y yo incluso pocas veces he perdido el tiempo poniéndoles…no es perder el tiempo, a ver si me explico, es que si tienes…

FdB: ¿Igual profesionalizamos demasiado la base?

J.L: Sí. La base y el fútbol también de rendimiento. De Tercera, de Preferente, lo que sea. Porque si yo tengo poco tiempo para trabajar, porque realmente nosotros tenemos poco tiempo para trabajar. Yo no puedo dedicar una sesión para unas personas que vienen de trabajar y que tienen una hora y media para entrenar, no me puedo dedicar una hora a sentarme y que vean en una televisión y que vean lo que han hecho mal. Prefiero ir yo diciéndoselo e ir trabajando cosas en el campo que me ayuden a mí a que ellos visualicen eso. Yo entiendo que ahora está muy de moda el tema todo de los vídeos, de todo eso, y creo que está bien, que es una ayuda, que todo suma, igual que lo del coach y mil cosas que creo que suman y que no son malas. ¿Cuál es el problema?

FdB: Los extremos.

J.L: Claro. El porcentaje que le des de dedicación a eso. ¿No sabes? Es que yo creo que a veces se vuelve un poco loca la gente con todo eso. Yo creo que hay que tener un poco más de sentido común con las cosas.

 

«yo creo que al futbolista hay que traerlo a raya a través del conocimiento. De demostrarle que tú sabes. Y él va a confiar en ti.»

 

FdB: ¿Consideras que te adaptas al jugador o que adaptas al jugador a tu idea?

J.L: Yo me adapto al futbolista. Yo creo más en  adaptarme a los futbolistas. No considero que tenga una idea tan extrema…sé lo que me gusta ¿vale? Pero tengo que, cuando llego a un equipo de fútbol, hay una serie de características que definen a esa plantilla y yo tengo que intentar sacar el mayor rendimiento posible a esa plantilla. Entonces en función de eso, si tengo que jugar de otra manera un poco distinta de la que me gusta a mí lo haría. En el fútbol de rendimiento, al final, el objetivo es sacar rendimiento a la plantilla que tengas. Si esa plantilla rinde más de una manera has sido inteligente. No entiendo cuando alguien critica pues porque alguien juega de una forma excesivamente directa o de compañeros…no entiendo las críticas de compañeros, de unos a otros, desprestigiando, “es que ese sólo sabe alinear…”, “es que ese sólo le pega para arriba…”, son tonterías. Porque al final, si ese tío está consiguiendo ganar domingo tras domingo…algo bien está haciendo ¿eh? Porque ganar sabemos que es lo más difícil. Entonces no entiendo ese tipo de desprestigios al que hace cosas distintas. Yo, al que hace cosas distintas, intento aprender. ¿Por qué él haciendo eso, que yo no creo, o que yo no entiendo, consigue rendimiento? Trato de ver por qué. Y eso me enseña muchísimo a mí. Entonces no desprestigio ningún tipo de modelo, ningún tipo de entrenador, ni nada. Eso sí, yo lo que nunca voy a ser como entrenador es nada distinto a lo que soy como persona. Si yo soy una persona que dialoga en la vida en general, coherente, que trato de basar mi forma de actuar en el sentido común, lo mismo voy a ser como entrenador. Que no piensen que voy a hacer un papel para que la gente le guste y piensen “qué tío más duro”, “buf los trae a raya”. Yo no necesito…yo creo que al futbolista hay que traerlo a raya a través del conocimiento. De demostrarle que tú sabes. Y él va a confiar en ti. Cuando tú le demuestres que tú sabes no te preocupes que ya él va a venir a ti. Te va a necesitar. No hay que pegarle cuatro gritos ni decir siete tacos. Que a veces lo haces porque es otra forma de llegar. Hay veces que te lo pide la situación. Pero por norma, yo siempre prefiero el diálogo y las cosas consensuadas.

 

«Antes que morir con mi idea prefiero no morir y seguir vivo.»

 

FdB: ¿Crees en el sistema de juego o en situaciones de juego independientemente del sistema que utilices?

J.L: Yo creo que hay que adaptarlo también. El sistema de juego hay que adaptarlo a los futbolistas y a tu modelo de juego y a lo que tú quieras hacer. Y luego dentro de ese sistema de juego, lo más importante es cómo evolucione. Y en función de cómo evolucione tú lo trabajas. Es decir, a mí me gusta mucho, yo creo que es más importante hoy en día que el sistema de juego, son las variantes que tú tengas de tu sistema de juego, y que tu equipo sea capaz de tenerlas bien trabajadas. Porque hoy en día la mayoría de los equipos te tienen estudiado, saben cómo juegas, y la mayoría de las veces es un juego de combatir y neutralizar contra el equipo rival, que lo que te da un plus es que tú tengas mejor trabajadas que tu rival las variantes de tu sistema de juego ¿entiendes? Si tú eres capaz de tener bien trabajadas unas variantes, y eso que hablábamos antes del plan B, que para mí es muy importante del entrenador, eso te va a dar un plus muchas veces porque el equipo contrario se va a preparar para contrarrestar tu plan A. Y muchas veces estás tan visto que… Mi experiencia en el Bergantiños es que yo jugaba mucho el balón y hubo veces que tuvimos que hacer cosas distintas para adaptarnos a campos y para adaptarnos al porque no nos dejaba hacer lo que nosotros queríamos. No te vas a morir…eso de morir con tu idea, no. Yo prefiero no morir. Antes que morir con mi idea prefiero no morir y seguir vivo.

FdB: Tus equipos últimamente tuvieron un estilo combinativo por lo que comentas de haber estado en el Depor, Bergantiños…y ese tipo de futbolistas que tuviste. ¿Qué consideras fundamental en ese estilo de juego?

J.L: Sobre todo, tener futbolistas en el eje que vean el juego colectivo. Los mediocentros que vean el juego colectivo, que tengan buen trato de balón, que le den sentido al juego. Es que si no tienes futbolistas que tengan buen trato de balón te va a ser imposible poder realizarlo. Entonces para mí eso es la clave ¿no? Manejar, tener futbolistas que tengan buen trato de balón, gente con calidad, visión de juego y calidad técnica porque lo necesitas porque vas a querer mucho el balón, vas a tenerlo mucho…pero bueno, a mí el contraataque me apasiona. El cotraataque del Madrid cuando lo hacía de forma espectacular…es un modelo de juego que para mí también me gusta. Lo que pasa que yo, por las circunstancias que yo he vivido pues he jugado a otras cosas ¿entiendes? Pero que si mañana tengo que jugar al contraataque creo que me siento preparado para preparar a mi equipo para jugar al contraataque. Y no pasa nada. Y ha habido partidos que he jugado un poco más al contraataque que otras cosas. Hay que adaptarse a lo que pide la competición y ser competitivos en la competición.

FdB: Algo fundamental dentro de este estilo de juego como es la conducción, para fijar, etc., está sin embargo muy mal vista. ¿Cuál es el problema?

J.L: No lo entiendo. No entiendo por qué no se trabaja la conducción en el fútbol base. Es que es fundamental. Es que siempre que tengas 10 metros y que tú conduzcas el balón más rápido que el contrario estás por ejemplo escapándote de un par y fijando a otro par que te va a dar la superioridad que es lo que buscas en el fútbol. En el fútbol jugamos todo el rato todos a tener superioridad numérica en cada parcela. Que ahí podríamos hablar largo y tendido porque la superioridad numérica muchas veces no te la da la cantidad de futbolistas que tú tengas sino la calidad de los futbolistas de la zona, ¿vale?

FdB: Superioridad cualitativa más que cuantitativa.

J.L: Yo creo mucho en eso ¿vale? Hay futbolistas que habréis tenido todos que por su situación en el campo, posicionalmente te están dando una situación en la que tú eres superior al rival. Y no tienes más gente que el rival. Pero ese futbolista te la está dando. Entonces, hay que trabajar la conducción, cansarse de golpear el balón en el fútbol base… Yo siempre les digo a los entrenadores “Mira, según el número de contactos que hayan tenido los futbolistas en un entrenamiento….”. Yo, mi hijo tiene 7 años. Si sale del entrenamiento habiendo tenido 30-40-50 contactos con el balón ya hizo un buen entrenamiento. No me digas qué hizo ni qué dejó de hacer. Tuvo que pensar, tuvo el balón en sus pies, tuvo que dárselo a un compañero, tendría que tirar, tendría que regatear, tendría que conducir…pero lo que no puede ser es entrenamientos donde los niños se van con 7-10 contactos, ¿12 contactos con el balón? Los hay eh. Fútbol base en edades tempranísimas. Que no, que no, que no. Mucho, mucho, mucho contacto con el balón. Pero mucho, mucho, mucho, mucho. Porque el balón es fundamental, dominarlo. Y si no lo dominas, ¿de qué te vale un cambio de orientación? ¿De qué?  Si no sabes golpear el balón. Primero tienes que saber golpear el balón. Luego ya le buscarás un fin a eso. La conducción, fundamental en el fútbol, para mí.

FdB: ¿Crees que está sobrevalorado jugar a un toque? Que a veces exigimos un toque,  cuando realmente no todas las situaciones requieren un toque. A veces se pierde el balón por este motivo.

J.L: ¿Por qué? Yo le diría a esos IMG_4477.JPGentrenadores, ¿por qué un toque? En un momento determinado quieres darle un ritmo al juego, quieres darle ritmo al entrenamiento, lo veo bien pero que eso sea algo repetitivo no tiene sentido. El fútbol es interpretativo, interpretativo. Y como tal, implica que cada actuación conlleva la lectura de la situación que estás viviendo. Y a partir de ahí decidirás. Un toque, dos toques, cinco toques seguidos…porque tienes un espacio abierto y puedes conducir, o lo que sea.

FdB: En tus tareas de entrenamiento, ¿sueles limitar los toques? Es algo muy habitual.

J.L: Lo he hecho. Te mentiría si te dijera que no lo he hecho. Pero no con una finalidad…yo lo he hecho más con una finalidad emocional, de incidir en ellos que es importante circular el balón rápido, y muchas veces con una intención física más que táctica, ¿entiendes? Para las situaciones tácticas me gusta más que ellos tengan mayor abanico de posibilidades de hacer, no limitar tanto. “Sólo puedes hacer esto…”, no. Me gusta decirle “bueno, tienes esta opción, ésta, ésta y ésta, tú decide”.

FdB: Muchas veces los entrenadores pecamos de dar la consigna de “dos toques” por inercia no como objetivo real.

J.L: Claro. Todo lo que he trabajado yo, te lo puedo asegurar, y aquí en mis libros lo dejo bastante explícito, todo lo que yo hablo en la teoría, todo, tiene una aplicación práctica. Todas las tareas que yo diseño tienen un objetivo táctico. Todas tienen un objetivo táctico. Algunas veces tienen un objetivo más físico que táctico, a lo mejor tienen un objetivo de pensar menos o pensar más, pero todas tienen un objetivo. No se hacen para rellenar el entrenamiento. Con el poco tiempo que tengo yo para entrenar, como para rellenar el entrenamiento. No, no, el entrenamiento lo relleno con cosas que me valgan para mi trabajo final que está el fin de semana.

 

«los entrenadores de fútbol base son auténticos radiadores de partido: “Pasa, centra, párala, un toque, juega aquí, ahora tú colócate aquí, colócate allá…”. ¿Dónde está la decisión del futbolista?»

 

FdB: Siguiendo un poco con el estilo combinativo, cada vez existen menos encaradores, dribladores, extremos puros…que es fundamental porque al final hay que rebasar a alguien. Y muchas veces nos quejamos los entrenadores de la falta de este perfil. ¿Realmente permitimos el regate en edades tempranas?

J.L: Claro, culpa de los entrenadores. Total ahí, aparte…total eh. Culpa de los entrenadores, toda la vida. Porque nosotros llevamos la Play Station al campo. Y los entrenadores de fútbol base son auténticos radiadores de partido: “Pasa, centra, párala, un toque, juega aquí, ahora tú colócate aquí, colócate allá…”. ¿Dónde está la decisión del futbolista? ¿Cómo no le vamos a dejar que fallen los futbolistas? Tienen que fallar muchísimo, sino no aprenden. Entonces, tienen que tomar decisiones, que encaren, que regateen, que el juego individual es fundamental…que tomen decisiones. Siempre hay que buscar un punto medio a las cosas. Y el futbolista que es capaz de driblar, de tal, es aquél que es muy descarado. Eso no se lo podemos quitar. Yo siempre digo que hay que incentivar la creatividad, estimular la curiosidad…el niño es súper curioso cuando son jóvenes, muy, muy curioso. No les quitemos eso. Porque si le quitas la curiosidad, la creatividad, la intuición…pasamos a ser meros ejecutores de lo que piensa el entrenador. Y no nos damos cuenta que lo que piensa el entrenador es una cosa y lo que sucede en la cabeza del niño, es otra. Y eso no nos lo metemos en nuestra cabeza. Y por eso a veces nosotros decimos “ ¿Pero cómo pudo hacer eso?”. Coño, porque tú estás viendo una cosa y él está viendo otra. Y tú estás pensando como un adulto, maduro, que tiene una formación y ves una serie de cosas, y el niño, tiene lo que tiene. Y tiene la formación que tiene, y entiende el fútbol como lo entiende. Nosotros hacíamos entrenamientos en el Bergantiños de juego libre, para acercarnos al juego callejero. ¿Sabes cómo? Tú y tú y no había árbitros. Y el entrenador no incidía en el entrenamiento. Era juego libre de 20 minutos de ellos entre ellos. Para fomentar autoestima, valoración, que ellos se sintieran… Y pitábais los dos. Y tú le hacías una falta a éste y entonces tú protestabas. Y éste se tenía que imponer. Y eso todo, lo hacíamos en la calle cuando jugábamos al fútbol y decíamos…tenías que imponerte al que te pitaba falta y no era. “No, no saco yo. No, sacas tú. No, saco yo”. Y todo eso curtía el carácter de los futbolistas. Hoy en día todo es superprotección. Y jugaban y hacían lo que les daba la gana. No tenía sentido pero que no perdiesen ese sentido lúdico del juego. Yo creo que se está perdiendo eso. El fútbol base ahora, el niño, tú cuándo escuchas a un niño en el fútbol base “Hola, ¿a dónde vas? A entrenar”. Pero voy a entrenar lo entiende en un sentido militarista, trabajo. Primer ejercicio, segundo ejercicio, tercer ejercicio. Y hacerlo todo bien. Primero: portarse todo bien porque sino te castigo. Están en una actividad lúdica tío. A veces se portan mal coño, pues es lo que hay. Se portan en mi clase y no los castigo, ¿entiendes? Punto número dos: está “no entrenaste bien, el fin de semana no vas a jugar”. ¿Pero qué es ésto? ¿Qué presión es ésa para un niño? Yo no tuve ninguna presión cuando jugaba al fútbol. A mí ni mis padres me presionaron, mis entrenadores me dejaban jugar a mi bola…a veces haría cosas bien, a veces haría cosas mal. Ellos están escasillados y saben que tienen que hacer los ejercicios súper bien porque sino el fin de semana…

 

«lo que piensa el entrenador es una cosa y lo que sucede en la cabeza del niño, es otra.»

 

FdB2: Pero todo eso está mal visto desde la grada. Cuando es lo que tú dices de lúdico, libre, calle…desde la grada se toma como un entrenamiento perdido.

J.L: Pero olvidaros de eso.

FdB2: ¿Pero es así o no es así?

J.L: Entonces yo digo, yo digo muchas veces…

 

«Me dijo un día un entrenador de los que yo coordinaba “Voy a hacer estas tareas y si se portan bien, al final juegan partido”. ¿Cómo? ¿Que es un premio el jugar? Pero si el jugar no es un premio, es la base del entrenamiento. La base del entrenamiento.»

 

FdB2: Ahí es donde tenemos que tener personalidad para razonar y decir “Oye lo hago por esto, por esto y por esto”.

J.L: Exactamente, explicárselo. Yo creo mucho en las reuniones informativas a los padres. Los que trabajáis en clubs, reunión a los padres y explicarle un poco las cosas. Habrá algunos que no os quieran escuchar y no os van a escuchar os pongáis como os pongáis. Pero hay otros muchos, y yo lo he vivido por mi mujer, que ahora es madre de niños que van al fútbol y juegan, que no tiene formación ninguna y le tengo que explicar yo muchas cosas de las que suceden porque no lo entiende. Lo vive desde la posición de su hijo y tal. Yo creo que a veces en los clubs habría que informar más a los padres. Explicarles por qué haces las cosas, ¿entiendes? Nosotros sí que teníamos bastante en ese sentido, en el Depor no, pero en el Bergantiños sí. Cuando hacíamos cambios a los futbolistas le explicábamos a los padres, les explicábamos todo. Y les decíamos que bueno, que nos podíamos equivocar pero que creíamos que los niños tenían que estar de esta manera, de esta otra y de esta otra. Entonces no acaba la gente de entender eso. Pero ahí tenéis que luchar la personalidad. Lo que no puedo entender yo es que lleve a mi hijo a entrenar y tú le hayas hecho, le hayas puesto unas setas, unos conos para que los regatee, le hayas puesto a dar centros 4-5 …20 minutos, le hayas puesto a tirar a portería otros 3, que eso ya es una chulada, lo que te estoy diciendo ya es una chulada, que suelen ser más fastidiadas las cosas…pero bueno. Y se acaba el entrenamiento y no jugaron. Yo siempre pongo este ejemplo. Soy profesor de Educación Física y no hay ni un sólo día que yo entrene a algo que no termine jugando algo en esa clase. Si yo por ejemplo, hoy en mis clases les enseñé en balonmano a dar pases de dos y tal, y luego tirábamos, o a conducir con la pelota botando y luego tirábamos, al final juegan libre 10-15 minutos. Y estamos en una clase eh, de Educación Física, que si me da la gana no termino jugando. Pero es que tiene que tener un componente también lúdico tío. ¿Y cómo es que una actividad lúdica que tú pagas para que tus hijos vayan a hacer deporte se pueden, a veces hay entrenamientos que pueden estar parados mitad del entrenamiento? ¿Cómo parados? Yo vengo a que mi hijo haga deporte. Me da igual si lo hace bien, mal, regular…si hizo buenas tareas o no, pero por lo menos que se mueva. ¿Qué quieren los padres cuando llevan a su hijo a una actividad deportiva? Que se muevan ¿no? Por lo menos. Es lo mínimo. Ya luego si lo hace bien macanudo. Pero que se mueva por lo menos. Hay gente que vuelve a casa sin haber sudado. Es muy duro tío. Es muy duro eso tío. Yo no lo he hecho nunca en el Deportivo, jamás. Yo no he hecho nunca en mi vida un entrenamiento en el Deportivo sin haber jugado al final del entrenamiento. En el Bergantiños menos. Siempre jugábamos, siempre. Algo. 10 minutos, 15, 20, 25… Me dijo un día un entrenador de los que yo coordinaba “Voy a hacer estas tareas y si se portan bien, al final juegan partido”. ¿Cómo? ¿Que es un premio el jugar? Pero si el jugar no es un premio, es la base del entrenamiento. La base del entrenamiento.

FdB: ¿Qué aspecto se entrena poco en el fútbol base y consideras que existe esa carencia en el fútbol de rendimiento?

J.L: La cobertura de balón. Fíjate en futbolistas que triunfan en el fútbol profesional. Iniesta, Xavi, Valerón…jugadores que protegen el balón como nadie. Que tú se lo quieres quitar y no se lo quitas. Y eres el doble de fuerte que ellos pero saben esconderlo, saben tenerlo, saben girarse. Para mí la cobertura de balón no se trabaja nada, y yo no entiendo por qué. Saber utilizar el cuerpo, relación con el balón, el espacio, los compañeros y los contrarios. ¿Cómo nos colocamos corporalmente para manejar los espacios? No se trabaja nada eso. Y yo creo que es muy, muy importante.

 

«Un niño tiene que probar diferentes posiciones, ya no sólo egoístamente por probar sus características, sino por entender el juego.»

 

FdB: ¿Hay un déficit de trabajo defensivo en la base? De técnica defensiva me refiero.

J.L: Claro, porque a todos los entrenadores nos gusta entrenar el ataque. Es normal. Eso sí que es normalísimo. ¿A quién le gusta entrenar la defensa? Hay un déficit que no sé si lo vas a preguntar, pero sino ya te lo digo yo. Lo que no entiendo es que niños tan pequeños se especialicen tan pronto. Eso es tremendo. Eso es tremendo. Porque tú sabes, si jugaste al fútbol y eres interior derecho ¿a que tú no sabes por qué fuiste interior derecho? ¿Sabes por qué? Porque un día, un tío que te vio con 7 años cuando empezabas a jugar te dijo que eras interior derecho. Le dijo al entrenador de la categoría siguiente que eras interior derecho. Ese entrenador de la siguiente categoría le dice a otro “¿Éste dónde juega? Éste juega en banda, de interior derecho”. Y el siguiente entrenador le dijo al siguiente “¿Éste dónde juega? Éste juega en banda. Ah…”. “¿Tenemos gente de banda? Ah sí, éste es tal, éste es tal…”. Tú al final, eres interior derecho porque un tío con 6 años o 7, que aún no sabes no lo que eres, dijo que tú eras interior derecho. ¿Cómo puede seguir sucediendo eso en el fútbol moderno? Un niño tiene que probar diferentes posiciones, ya no sólo egoístamente por probar sus características, sino por entender el juego. Un niño que es central que entienda lo que vive el delantero. ¿Sabes cuál es el problema? El tiempo. En el fútbol no hay tiempo. No se cree en el largo plazo. Mientras tú pones a ese que tiene características de central porque lo ves, de delantero, y lo hace mal, estás perdiendo. Y entonces estás siendo ya evaluado de forma negativa. Luego va en tu desprestigio. Entonces al final ¿qué tiendes a hacer? Lo fácil, que es, al que tiene características de central, de central. El punta que tiene condiciones de punta, de punta. Y ya está.

FdB: El problema del largo plazo es que a lo mejor cuando viene el fruto del trabajo yo no estoy ahí y el mérito se lo lleva el que está en el momento. Quizás es un problema de ego.

J.L: Volvemos otra vez a lo mismo, personalidad. Creer en uno mismo. Creer en lo que está haciendo. Irse con la conciencia tranquila de los sitios. Yo, de donde he estado, me fui con la conciencia tranquila, saludar a todo el mundo, mirar a la cara, porque yo…yo de hecho, mis futbolistas, muchísimos futbolistas en el Depor he tenido que darle la baja, y nunca he tenido ni el más mínimo problema. Es más, muchos de ellos me han llamado a mí para consultarme las posibles ofertas que tenían. Con eso ya te dice que has sido una persona con ellos legal, por lo menos, legal. Has ido de cara, las cosas son así, así y así. Entonces yo siempre soy así, con esa personalidad, como entrenador, y allá donde he estado. A lo mejor eso te hace que a veces no tengas qué entrenar, o no seas tan llevadero para la gente, pero para mí la clave de todo es que yo me sienta a gusto, porque yo, como le digo a mucha gente, dedico muchas, muchas horas a mi formación de fútbol. Llevo muchos años viviendo y trabajando en estas cosas y a mí no me puede evaluar cualquiera, ¿entiendes? Me puede evaluar alguien que realmente esté en el mundo del fútbol. ¿Quiénes son mis mejores evaluadores ahora? Mis libros por ejemplo, que están siendo un éxito. Y los compran entrenadores de fútbol. A mí eso me vale. Al final, ¿a ti quién te contrata? Una persona que realmente no tiene preparación, es la realidad. Vale, sí que necesitamos esas personas que nos evalúen pero, ¿es grave que te evalúe negativamente esa gente? Yo la valoración real, para mí, me la da el que mi página web esté siendo una referencia a nivel, te hablo, pero de muchísimos países. Os podría traer estadísticas que alucináis. La página web. Que mis libros, que lo he conseguido yo, que soy yo el que hago todo, ya lo veis. Estoy en las redes sociales…lo hago yo, lo hago yo todo. Soy un obrero de esto. Al final lo compra gente que sabe de fútbol. Y si ellos los leen y les gusta pues a mí…son los que realmente me pueden evaluar.

FdB: ¿Hay más problemas de decisión o de ejecución en el fútbol? Y, ¿qué entrenamos más?

J.L: A ver, es que hay que entrenar las dos cosas, y yo veo problemas en los dos sentidos. Se pasa muy poco tiempo en edades tempranas trabajando la técnica, cuando es fundamental, y sobre todo, no se le da aplicación a esa técnica. No se dice para qué se hacen las cosas. Venga control, control, control…¿por qué control? ¿Para qué?

FdB: Se desliga demasiado una de otra ¿no?

J.L: Hay que buscar siempre una finalidad práctica que ellos la vean. Así entenderán las cosas.

FdB: ¿Pecamos los entrenadores a veces de poner demasiadas reglas de provocación? Y al final jugamos a la norma y no al juego, como decía Óscar Cano.

J.L: Claro, distorsionamos totalmente el juego. Cuando tú les haces estar pendientes de excesivas cosas, se desvirtúa la tarea, y al final lo que está siendo eso es una…un sinsentido que no va a ser nada de lo que te suceda el domingo en el partido. Entonces yo creo que hay que clasificar bien lo que pretendes en cada momento.

FdB: Está, no sé si mal visto es la palabra, el repetir tareas de entrenamiento.

J.L: Porque nos educaron. Porque nosotros nos creamos en esa tendencia de que somos más guay cuanto más cambiamos, más innovamos, más tareas, cuanto más complicadas las hacemos, “buah, ¿viste esta tarea de éste? Buff, tremendo. Colocó 17 objetos en el campo…”, que está muy de moda también…yo soy más de ir a lo simple, a lo básico, y el juego es el juego, no desvirtuarlo, trabajarlo en base a él, y en base a él sí que puedes tratar de incidir y provocar cosas pero sin volvernos locos.

FdB: A la hora de preparar las tareas, ¿llevas lo minutos, las repeticiones, etc.,   fijado previamente? O llevas algo aproximado y según sensaciones en el entrenamiento, en el campo…

J.L: Voy viendo, voy priorizando siempre qué es lo más importante, y si alguna vez me quedé sin hacer alguna tarea, no la hago. No me preocupa eso. Pero siempre, eso sí, llevo los entrenamientos preparados, siempre. Siempre, siempre, siempre los he llevado. Porque sino es un hándicap para mí. Es un problema para mí. Entonces, yo disfruto de esta manera.

FdB: ¿Cuál es tu objetivo principal en una pretemporada?

J.L: Yo la pretemporada ahora la hago para, sobre todo para mí, para conocer a los futbolistas. Antes de yo plantear realmente lo que quiero hacer…

IMG_4483.JPGFdB: Observar qué puedes llegar a hacer.

J.L: Observar qué puedo llegar a hacer, ahí está, esa es la frase. Observar qué puedo llegar a hacer. Entonces, para mí, yo utilizo mucho probaturas, hago cosas…no, no lo propongo, no creo ni siquiera que haya que llegar con una condición física espectacular al primer partido de liga. Todo eso se va cogiendo con el ritmo de competición. Y para mí prima más el saber qué es lo que me puede dar cada futbolista para finalmente llegar a ir engranando un poquito cuál es el modelo de juego, qué es lo que pretendo hacer, y qué es lo que quiero hacer. Sobre todo, tengo que decir, las pretemporadas me han servido mucho para engañarme, para equivocarme muchísimo. Nada de lo que yo haya pensado en pretemporada luego ha surgido durante la propia competición. Es increíble. Para mí, una época muy mentirosa porque no hay competición. La competición sí que te da la realidad de lo que realmente te va a dar el equipo, te van a dar tus futbolistas, cuál es el que realmente va a dar un paso adelante…todas esas cosas.

FdB: ¿Cuánto tiempo diario dedicas al fútbol? Preparar entrenos cuando tenías que prepararlos, a formarte, etc.

J.L: A ver, yo es que soy un fanático del fútbol, entonces, el problema es que mi cabeza ya, aunque yo no quiera, está pensando en fútbol. Me gusta pensar en fútbol y analizar el fútbol y todas esas cosas. Entonces yo dedico, ya por mi página web, mi presencia en las redes sociales, y luego ya cuando he estado entrenando, que cuando estás entrenando ya tienes tiempo cero…muchísimo tiempo al día. No te podría cuantificarlo pero te podría decir que mucho tiempo al día pienso en fútbol. Más allá de lo que es mi trabajo y mi familia, estoy pensando en fútbol porque es mi pasión en este caso.

FdB: ¿Y cómo afecta el tiempo que dedicas al fútbol a tu vida personal? Tienes hijos, mujer…que se pueden ver perjudicados en tiempo.

J.L: Intento que no afecte. Intento que no afecte, porque al mismo tiempo, soy una persona que cuando tengo que darlo todo con mi familia y tal, lo doy. Entonces no soy una persona que me despreocupo y tal. Si tengo una hora y media, voy a hacer algo rápido con ellos. Si tengo dos horas, las programo con una determinada cosa. Ahora me voy a buscar a uno que sale de entrenar. Luego tienen examen mañana, me pongo a estudiar con ellos, aprovecho. Los meto en cama, y tengo ya desde las 9 hasta las 12 para bucear, me gusta ver mucho cosas que hacen los demás, ver vídeos, soy un fanático de escuchar ponencias, leer artículos. Yo continuamente, por ejemplo, creo que hablamos poco, pero hoy día las redes sociales es espectacular la fuente de información que son. Y el entrenador tiene que estar ahí eh. El entrenador tiene que estar ahí porque cada día ves cosas distintas, innovadoras, de las que puedes aprender muchísimo. Entonces, ya te digo, creo que hay que dedicar tiempo, pero no por eso…la vida son más cosas.

 

«lo que creo que tiene que ser un buen entrenador es tener mucha formación, y sobre todo, saber administrar esa formación. Para mí es la clave de un buen entrenador.»

 

FdB: Un poco a raíz de lo que acabas de mencionar, ¿qué importancia tienen las nuevas tecnologías para el entrenador actual?

J.L: Para mí hay que estar todos ahí. Yo creo que tenemos que estar, sobre todo, para ver lo que hacen los demás. Hoy en día, la suerte que tienes es que tú eres entrenador, cuelgas un vídeo de un entrenamiento tuyo y yo ya lo estoy viendo, ya estoy aprendiendo de ti. Desde mi casa, tirado en el sofá, con el Ipad ahí…y veo tu vídeo y estoy aprendiendo. Entonces yo creo que es muy importante. La información fluye y las nuevas tendencias, todo está modernizándose… Lo que hay que ser, lo que creo que tiene que ser un buen entrenador es tener mucha formación, y sobre todo, saber administrar esa formación. Para mí es la clave de un buen entrenador. Yo tengo mucha información ¿no?, ahora en mi cabeza. Yo mañana entreno un alevín de un equipo tal. Pues no necesito tanta. El problema es que la gente, a veces, está tan formada que para entrenar a ese alevín quiere hacer 10 millones de flipadas, de cosas alocadas, que no tienen nada que ver con lo que es realmente jugar para ellos, ¿entiendes? Eso es lo que no puede ser. Administra la información. Tú tienes esta información, tienes ésta…¿qué estoy ahora haciendo?, esto. ¿Qué es lo que me vale? Esto. Tú al final estás entrenando un equipo de Segunda Regional, pues si estás entrenando un equipo de Segunda tienes una serie de posibilidades y de cosas que puedes hacer. Jerarquiza y prioriza tu tiempo tío. ¿Qué es lo más importante en un equipo? Esto, esto y esto. Pues ya está, no te vuelvas loco. ¿Que quiere decir, que no te formes para que algún día si estás en otro sitio, puedas llevar a cabo eso? Claro que sí, pero la locura sería que tú te estés, con toda esa información, se la quieras meter a tus futbolistas, que están hasta los cojones de trabajar todo el día, y que no quieren estar escuchándote, quieren estar jugando, que es a lo que vienen ¿no? Porque ya bastante hacen con ir allí y no cobrar un pavo.

FdB: Y ya la última. Eres profesor en la Escuela de Entrenadores, ¿qué le recalcas a tus alumnos del curso de entrenador?

J.L: Que por qué, cuando yo cuento animaladas que veo en el fútbol base, de balones que están parados, niños corriendo por las escaleras, corriendo alrededor del campo, perdiendo tiempo de entrenamiento…hoy en día si algo nos quejamos es de que no hay instalaciones, de que no tenemos tiempo para entrenar… ¿Por qué cuando yo les digo eso en las clases, todos se asustan, y tres o cuatro años más tarde, los veo haciéndolo a ellos? Esa es la pregunta que me gustaría hacerles a ellos. ¿Por qué cuando cuentas en las clases que veo a un tío haciendo escaleras…? “Oh, uh, oh” (gritos) y luego resulta que lo hacen ellos. Esa es una pregunta que me gustaría hacer en la Escuela de Entrenadores. Y luego hay otra cosa. Últimamente, en mis últimos años, lo que he visto en la Escuela de Entrenadores es gente que claramente va a por una formación académica o título o lo que sea para hacer otra cosa, no les gusta el fútbol. Que yo siempre les digo que, con lo cabrón que es este mundo, si no te gusta…no duras dos días. Es decir, porque con lo cabrón que es, con todas las cosas que tienes que vivir… porque tienes que vivir ingratitudes por parte de los padres, lo que decimos, a veces los dirigentes…si no tienes ilusión…pega la vuelta ya y haz otra cosa. Últimamente veo eso, veo muchos polos opuestos. Gente friki, que está excesivamente formada, que luego se creen tan importantes, que luego el entrenamiento y todo lo giran alrededor de él, cuando el entrenamiento tiene que girar en torno a los futbolistas que tengas, para que ellos disfruten y ellos…no tú, ¿entiendes? Y, el lado opuesto. Gente que pasa, que se la trae al pairo todo, que pasa de todo…y va allí a hacer los cambios y a hacer tal, a divertirse él, con que entreno tal equipo y ya está. Y no se preocupa por formarse. Entonces, eso pasa mucho.

Aprovechamos para felicitar a Javier Lavandeira por sus dos publicaciones futbolísticas: El entrenamiento del fútbol ofensivo y Defender bien para atacar mejor. Muchas gracias por tu tiempo.

 

@javilavan

#JaviLavandeiraFdB

#caféycharlaJaviLavandeira

Related posts

One Thought to “Café y charla con Javier Lavandeira”

  1. […] Y entonces yo también los entreno defensivamente. Me gustó la entrevista de Javi Lavandeira (Café y charla con Javi Lavandeira) que decía que a los entrenadores no les gustaba entrenar la defensa. A mí sí que me gusta. Me […]

Responder a Café y charla con Ramiro Amarelle y Pablo López – Fútbol de banquillo Cancelar la respuesta