Mi nombre es Abel Lorenzo Agras, actualmente me encuentro entrenando el equipo U-19 de FCB/Air FC en Nairobi, Kenya. Natural de Vigo y baionés de adopción y vida. Espero que os guste mi historia de maleta y fútbol.
Mi historia tiene dos momentos clave que cambiarían mi vida y lo que soy hoy. El primero se produce a los 18 años, cuando pasada la selectividad, toca elegir qué carrera realizar en la universidad. Decidido a estudiar Historia, me paso la temporada anterior compaginando mi labor como futbolista juvenil con la de ayudante del equipo alevín del Erizana CF. Esto produce un encuentro dentro de mi dónde, por un impulso más de corazón que de cabeza, decido cambiar la carrera de Historia por la de Ciencias de la actividad física y el deporte. Mis años siguientes los pasaría cambiando de club hacia uno que tiene un gran significado para mí, la ED Val Miñor, donde finalicé mi etapa como jugador en el Nigrán CF y el primer equipo que me dio la oportunidad de entrenar desarrollando diferentes labores en diferentes categorías.
El segundo momento clave y primer destino en mi historia de maleta y fútbol, vendría al finalizar la carrera. Nos surge una posibilidad de realizar las prácticas en EEUU en la Soccer Academy of Americas en Miami, club que tenía un convenio con el Real Madrid. Además, realizo el trabajo de fin de grado en el Nerobehavior Institute of Miami. Fueron dos meses intensos y que despertaron en mí dos pasiones que ya tenía asumidas, la de entrenar y la de viajar. En esta primera experiencia conozco un fútbol diferente, donde por la localización se mezclan el inglés y el español, donde la cultura del entrenamiento (sobre todo físico) está muy arraigada y donde el fútbol tiene una voluntad grande de crecer, pero a la vez muchos detractores, defensores de los deportes clásicos del país.
A mi regreso a Pontevedra para finalizar la carrera, ya tengo claro que quiero ser entrenador y, gracias a las prácticas, que la psicología es fundamental en nuestro deporte. Es por ello que al año siguiente realizo los niveles I y II de entrenador y un máster en psicología y coaching. Tras finalizar estos estudios nace una nueva oportunidad, esta vez mucho más lejos y mucho más tiempo: China. De mano de Lama Football Academy me embarco en mi primera aventura china, entrenando diferentes equipos desde U-6 hasta U-16. Esta experiencia abrió una nueva perspectiva de vida a nivel personal y profesional. Una cultura radicalmente diferente a la nuestra y que me hizo desarrollar muchísimo una capacidad que hoy considero fundamental para un entrenador, la capacidad de adaptación.
Estuve trabajando en Xi’an, antigua capital y centro de la antigua ruta de la seda, una ciudad que aúna lo más tradicional de la cultura China con la modernidad que se da en grandes ciudades como Beijing o Shanghai. El trabajo lo desarrollábamos en el Olympic Center donde convivíamos con algunos de los mejores deportistas olímpicos del país, donde hacían diferentes eventos y actividades, que completaban nuestra curiosidad. Al cabo del año y debido a la distancia con familiares y amigos, me decido a darme un año para completar mi formación y seguir colaborando en la ED Val Miñor. Este año posterior finalizo el Nivel III de entrenador y el Postgrado en análisis del juego de la Universidad de A Coruña. Después de este postgrado, surge la oportunidad de trabajar con LaLiga en los Summer Camps realizados en China. Con LaLiga realizaría dos campus ese año en las ciudades de Jingzhou y Qingdao.
El trabajo incluía labores de scouting para una selección final, labores de formación a entrenadores locales y clases prácticas de entrenamiento. Una primera y magnífica experiencia con LaLiga que me aportaría muchísimo a nivel profesional, tratando con grandísimos entrenadores y profesionales y de los que aprendería por las diferentes experiencias que todos compartimos. Ese mismo año me uno a la SD Juvenil de Ponteareas en el puesto de preparador físico, donde estaría en las labores una temporada y media y periodo que aprovecharía para realizar el Máster Profesional en Fútbol en Valladolid. Este máster me aportó un perspectiva diferente y nueva para mí, alejada en cierta medida de todo el conocimiento teórico que tenía, realizado en Galicia y por los alumnos provenientes de todas partes del mundo, pero, sobre todo, latinoamérica. El verano siguiente, LaLiga me vuelve a dar la oportunidad de trabajar en los Summer Camps, esta vez en Wuhu y en el campus final de Qingdao. Se convertía en mi tercer año consecutivo viajando a China, con un grupo de trabajo increíble y con el apoyo de una institución enorme en todos los sentidos.
Meses atrás, surgía la tercera oportunidad de maleta y fútbol: Kenya. Una propuesta muy atractiva, sobre una academia de reciente creación en la capital Nairobi. En la academia somos 4 entrenadores españoles y tenemos desde categoría U-19 hasta U-7, además de colaboraciones con colegios locales en los que se realizan sesiones de entrenamiento extraescolar. Para los equipos realizamos también labores de scouting, con el fin de crear equipos de diferente nivel y con los que poder viajar a torneos nacionales e internacionales. El club participa en una liga local, la cual se desarrolla los fines de semana cada dos semanas. Los entrenamientos se distribuyen en 4 sesiones semanales. Un día normal en el calendario se compondría de:
- 7-9 AM: Desayuno, preparación del día
- 9:30-12 AM: Reunión sobre metodología, sesiones, aspectos del club…
- 12-4 PM: Hora de comer, descanso, preparación final de la sesión
- 4-7:30 PM: Entrenamiento
- 7:30-7 AM: Resolución de problemas, preparación día siguiente, descanso, hablar con familia, amigos…
En este país el nivel de los jugadores es gratamente alto, la mayoría de los niños de mayor nivel provienen de los slams, son muy pobres y requieren ayuda por nuestra parte. Eso les da un plus sobre el resto, juegan muchas horas al fútbol en la calle, con balones diferentes, en campos de tierra, en medio de carreteras, descalzos…Cuando llegan al club, a nivel físico y técnico están increíblemente bien cuidados, el problema viene a nivel táctico y estratégico, donde el jugador no está acostumbrado ni entrenado y pierde las nociones más básicas de nuestro deporte. Al contrario que en EEUU, donde el jugador es muy físico y menos talentoso, en China donde la disciplina hace que la creatividad sea mucho más reducida y la comprensión colectiva tenga peor calidad, en Kenya el futbolista se aproxima mucho más al ideal de jugador europeo. También por la cultura en el país, se aúnan diferentes religiones, mucha inmigración y esto es un factor que da un toque diferencial a la hora de juntar los jugadores, provenientes de diferente clase social, cultura, religión…
A pesar de llevar poco tiempo en Kenya, también hemos podido ver algunos partidos de la Premier League de Kenya y las conclusiones son bastante claras, el fútbol en el país es una hoja en blanco sobre la que escribir. Pocos protocolos de actuación, cancelación de partidos horas antes del comienzo sin ser de causa mayor, pocos recursos económicos y materiales para el establecimiento de bases, factores externos, etc.
Todas estas experiencias me han llevado a ser el entrenador y la persona que soy hoy. Creo que es fundamental para ser entrenador, saber adaptarse a contextos diferentes, culturas e idiomas. Debo recomendar a todos los que tengan la oportunidad de entrenar en el extranjero que lo hagan, porque seguramente se termine convirtiendo en una experiencia de vida. Compartir lo que sabemos en otros países, con otros jugadores y dejarnos empapar de todo lo que esos países y sus personas nos dan.
El mundo es muy pequeño, el fútbol muy grande y la pelota nunca para de rodar.
Muchas gracias a Futbol De Banquillo por dejarme este espacio para transmitir mis vivencias que espero que os hayan gustado y en su medida, ayudado.
Muchas gracias Abel!
#maletayfútbolFdB
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