Me llamo Pablo Jiménez Ramírez, soy Licenciado en Ciencias de la actividad física y el deporte, Entrenador Nacional Nivel 3 Uefa Pro, y tengo un Máster en Deportes Colectivos. Actualmente soy Profesor de Táctica en los cursos de entrenador de fútbol en la Academia Elite Sport en Valencia.
Anteriormente entrene en las categorías mas destacadas en cuanto a fútbol base se refiere (Cadete Autonómico, Liga Nacional y División de Honor) en dos escuelas referentes aquí en Valencia: Torre Levante CF y Huracan CF. También he entrenado 5 años en Preferente habiendo disputado una promoción de ascenso a Tercera División con la UD Alginet y otra promoción de ascenso a 2ª División B con el Alzira CF, en este último caso realizando la función de 2º Entrenador y Analista. Mi última experiencia y por la que hoy mantenemos esta conversación, fue como primer entrenador del equipo Sub-17 del Qarabagh FK de Azerbaiyán, club cuyo primer equipo este año ha jugado la Champions League en el grupo del Atlético de Madrid.
Esta ha sido mi primera experiencia en el extranjero y la verdad es que fueron 10 meses muy importantes en mi vida, tanto a nivel profesional como personal, creo que ahora soy mejor entrenador y sobre todo mejor persona. Salir fuera y vivir una experiencia en el extranjero, tener que aprender una cultura e idioma diferente, convivir con personas con diferentes pensamientos y hábitos a los tuyos te hace empatizar mucho con ellos y valorar lo que verdaderamente tenemos en España. Yo recomendaría a todos los que puedan y tengan la oportunidad de salir fuera que la cojan y la aprovechen.
Mi llegada al club, se debe principalmente a que el preparador físico y ayudante del primer equipo Rubén Selles, que fuimos compañeros de carrera y del curso de entrenadores Nivel 3, contacta conmigo porque están buscando un entrenador español, para que entrene al equipo Sub-17 y desarrolle la metodología de entrenamientos del Sub-15, Sub-16 y Sub-17. Debido a mis anteriores experiencias en escuelas importantes en España y al haber entrenado y participado en el desarrollo de jugadores que actualmente están en el fútbol profesional como Fede Cartabia (Deportivo de la Coruña), Leucko (CD Lugo), Ribelles (Levante UD)…, finalmente deciden contar conmigo.
Los primeros días fueron complicados, separarme de mi familia, de mi mujer, dejar el trabajo, el equipo de fútbol sin saber como iba a salir todo, si aguantaría todo el año… fue una decisión difícil y dura, pero gracias a dios todo salió bien.
Estos primeros días, el mayor problema era la comunicación ya que los idiomas que utilizan allí son el azeri, ruso o turco… debido a ello me pusieron un traductor del español al azeri, pero por motivos profesionales solo estuvo conmigo 3 semanas y después vino otro que no sabia español y sabia poco inglés, así que todo fue mas difícil, esto hizo que poco a poco tuviera que ir aprendiendo palabras y términos futbolísticos en azeri, para que las instrucciones durante el partido y en los entrenes fueran más directas y rápidas. Esto hizo que muchos dirigentes, los propios jugadores y demás gente confiaran mucho más en mi, porque demostré ganas y capacidad para integrarme con ellos. Pienso que es importante aprender el idioma nativo, por lo menos frases y palabras… esto hará que os ganéis el respeto de ellos.
El primer mes, viví en el hotel de la ciudad deportiva donde se concentran los jugadores del primer equipo, la verdad que un lujo de instalaciones, con gimnasio, piscina, 2 campos de fútbol 11 de hierba, una habitación enorme para mi. En cambio, lo que más me sorprendió como club tan importante en Azerbaiyán, que la escuela la tenía prácticamente abandonada con pocos recursos materiales, de infraestructuras, etc. En mi caso, empecé entrenando en unas instalaciones y al poco tiempo me cambiaron a otras. Todo esto, se debe a que el Qarabagh FK, es un club cuyo orígenes es Agdam, una ciudad de Armenia que por conflictos bélicos con Rusia quedo prácticamente devastada, por este motivo tuvieron que desplazarse a Bakú, es decir, es un club exiliado. De cara a próximos años están empezando a buscar un sitio en Bakú o una zona próxima para construir una ciudad deportiva para las categorías inferiores, creo que eso seria ideal para la mejora de los jugadores y su profesionalización, ya que la mayoría de mis jugadores vivían a las afueras de Bakú y debían coger el transporte publico para ir a entrenar. Si hubieran tenido una residencia como la del primer equipo, muchos de estos jugadores podrían vivir ahí y evitar todos estos problemas de desplazamiento. Esta fue una de las ideas que tanto Rubén como yo les propusimos a los dirigentes del club y parece que poco a poco la van a cumplir. Después de ese mes de adaptación, me proporcionaron un apartamento en una de las mejores zonas de Bakú y un coche para poder moverme por la ciudad. Mi mujer vino después de que le consiguieran tramitar el visado de entrada al país como acompañante mío.
El punto de partida de mi trabajo partió, tras la reunión con el entrenador del primer equipo Gurban Gurbanov y con el capitán Reshad Sadigov que también es el entrenador del Sub-19 y responsable de la Academia. Ellos me trasmiten que los equipos Sub-17, Sub-16 y Sub-15 deben entrenar igual y deben de jugar con el mismo sistema y mismo modelo de juego que el equipo Sub-19 y que el primer equipo:
- Sistema 1-4-3-3.
- Modelo ofensivo: ataque posicional, mucha movilidad, paredes, situaciones de 3º hombre, salidas impares, llegadas de laterales profundos; presión tras pérdida en zona de finalización y presión y repliegue en zona de canalización.
- Modelo defensivo: pressing intensivo tanto en bloque medio como alto, agresivos, interceptaciones…
Tras esta reunión, estuve 2 semanas junto con Rubén, viendo cortes de vídeos del primer equipo para comprender y ver mejor los comportamientos colectivos e individuales y así poder poco a poco plasmarlo en los entrenamientos de la Escuela y conseguir que los 3 equipos y sobretodo el Sub-17 se pareciera mucho al primer equipo.
En cuanto a mi día a día, era un poco especial ya que la liga estaba compuesta por 14 equipos, la mayoría eran los equipos que competían en la Primera División Azeri. Competíamos los Lunes, así que nuestro Microciclo semanal iba de Lunes a Lunes. Yo me identifico y suelo trabajar en base a la Periodización Táctica de ahí que el trabajo semanal fuera: Lunes (partido), Martes (descanso pasivo), Miércoles (recuperación activa), Jueves (tensión), Viernes (duración), Sábado (velocidad), Domingo (activación) y Lunes (partido).
Las primeras sesiones, fueron bastante sencillas a nivel táctico, ya que los chicos no estaban acostumbrados a trabajar en especificidad y todo con balón, allí aun entrenan sobretodo en categorías inferiores separando muchas veces el trabajo condicional y técnico del táctico. Debido a que los chicos tenían una actitud y una predisposición muy alta por mejorar y aprender, pese a las dificultades por el idioma, el proceso de aprendizaje y asimilación del modelo de juego fue mas rápido de lo esperado y desde el principio fuimos mejorando y jugando cada vez mejor, consiguiendo parecernos al primer equipo.
En cuanto a resultados también acompañaron y fueron muy buenos, ya que en la primera vuelta terminamos invictos, con 10 victorias y 3 empates, siendo campeones de invierno. La segunda vuelta solo perdimos un partido y empatamos 2, terminando finalmente en 2ª posición la Liga. No solo fueron bueno los resultados colectivos, sino los individuales también, ya que logramos meter a 5 jugadores en la Selección Nacional Sub-17, cuando en principio de liga no iba ningún jugador, lo que dice mucho del nivel de adaptación que tuvieron los chicos a nuestra propuesta de entrenamientos.
En definitiva, conseguimos que los equipos Sub-15, Sub-16 y Sub-17 compitieran contra las grandes escuelas de Azerbaiyán (Inter, Nefti , Vatan y Qabala), consiguiendo estar muy cerca de ellos, incluso por encima tanto en el Sub-16 como en la Sub-17, pero lo más importante fue la sensación de ver que pese a las dificultades con el idioma, la cultura, la idea futbolística, en 10 meses los chicos eran mucho mejores en todas las facetas del juego, varios de nuestros jugadores debutaron con el equipo Sub-19 y este año han podido jugar en la Champions League, ganando 0-1 al Atlético de Madrid y demostrando que con ganas, actitud, sacrificio, humildad y mucho trabajo las distancias futbolísticas entre España y Azerbaiyán se han acortado.
Espero que esta pequeña carta, pueda ayudar a la gente que piensa salir fuera y tiene dudas de hacerlo. Como ya os dije al principio el que arriesga casi siempre gana, la vida es para valientes y el fútbol más… así que adelante e ir a buscar vuestro sueño.
Muchas gracias Pablo!!!
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