Papel y boli: Técnicas de enseñanza en fútbol base, de Antón Permuy

  1. Introducción:

El objeto de este artículo es debatir las técnicas de enseñanza que utilizamos los entrenadores en el fútbol base y su relación con nuestro contexto. La formación futbolística es muy compleja y no existen métodos infalibles, pues sino todos copiaríamos al exitoso y por tanto, obtendríamos éxito también. Sin embargo, el fútbol es tan bonito y complejo porque tiene una clara equifinalidad: se pueden obtener los mismos resultados por caminos diferentes. En los puntos siguientes no voy a juzgar ninguno de los métodos empleados, pues todos pueden ser válidos, sino que voy a mostrar, partiendo de una clasificación teórica, una opinión personal sobre esta temática.

  1. Definición de las técnicas de enseñanza:

Para este punto y el siguiente, he recurrido al libro del profesor Juan Antón Táctica grupal ofensiva. En él Juan Antón describe magistralmente los puntos 2 y 3 que quiero tratar.

Define los métodos de enseñanza de la siguiente manera: “Se refieren a la forma de intervención didáctica que el entrenador realiza durante su función educativa y docente”.

Otra definición, de un artículo titulado Los métodos de enseñanza en Educación Física (nº11, noviembre de 2010, de la Federación de Enseñanza de CC.OO de Andalucía): “la técnica de enseñanza es la forma de presentar el maestro la tarea en función de los objetivos, las tareas y las características de los alumnos”.

  1. Tipos de técnicas de enseñanza:

Nos vamos a centrar en dos de los tipos de la clasificación que hace el profesor Juan Antón en el mencionado libro. Además, vamos a añadir unas breves características que se describen en el citado artículo del punto anterior.

  • Técnicas de enseñanza: “Se relaciona con la comunicación didáctica, las formas de dar información, la presentación de las tareas y actividades a realizar por el deportista y con las reacciones del entrenador a la actuación de los jugadores, y su objetivo es seleccionar la forma más correcta de transmitir los objetivos de aprendizaje que pretenden”.
    • Enseñanza por modelos o instrucción directa: “se precisa con exactitud lo que los jugadores deben hacer, y sobre la práctica se van dando informaciones adicionales en función de las respuestas de los alumnos”.
      • Protagonismo del maestro en el proceso de enseñanza-aprendizaje
      • El maestro le da las soluciones al alumno.
      • Existe una solución de probado rendimiento y bien definida, el modelo.

  • Enseñanza por indagación o búsqueda: “se plantea inicialmente el problema analizando las posibles soluciones alternativas válidas y posteriormente se procede a comunicar los resultados durante la ejecución de la tarea.
    • El mejor aprendizaje es el que uno descubre. El alumno se hace protagonista de su aprendizaje.
    • Favorece la implicación cognitiva en la actividad motriz.
    • El profesor debe ofrecer la cantidad suficiente de información para provocarles una actitud de búsqueda.

  1. Reflexión sobre las técnicas de enseñanza:

El entrenador, independientemente de la categoría en la que esté, tiene un gran problema: los proyectos han pasado a mejor vida. Son muy escasos los clubs donde el entrenador tiene tiempo para desarrollar su trabajo y se le juzga por ello. La situación normal es estar con la soga del resultado al cuello. No debemos olvidar que las reglas del juego, ahora mismo, así están hechas y estamos resignados a que así sea ya que tan sólo determinadas excepciones escapan a esta problemática. A medida que descendemos hacia el fútbol base, quizás pensemos que estas normas rigen de forma diferente, pero no haremos más que equivocarnos. Aquí también entran en juego las categorías que los clubs se juegan (y que la mayoría de veces determina el potencial futbolístico que tendrá en nómina). El resultado sigue siendo uno, sino el mayor, de los avales de un entrenador para mantener su puesto.

Si pensamos en el fútbol base como una etapa del futbolista en la que debe adquirir el mayor bagaje posible ya que se encuentra en un tramo de especial adquisición de aprendizaje, la enseñanza por indagación debería ser la columna vertebral y principal de nuestro método de entrenamiento. Que los jugadores fueran descubriendo las diferentes posibilidades que se le presentan en el juego. A mí me parece una forma sensacional ya que estimula la cognición de los chicos, y, como dice el proverbio chino: lo que oigo, lo olvido; lo que veo, lo recuerdo; lo que hago, lo aprendo. Cuando uno tiene que buscar una solución por sí mismo seguramente le resulte mucho más provechoso y le obligue a utilizar una cantidad de recursos mucho mayor que si alguien se la da directamente. Y no olvidemos una cosa, en fútbol no hay respuestas cerradas. Cada uno llegará a las soluciones que él vea o encuentre. Este procedimiento requiere más tiempo, es más lento, pero genera un crecimiento a largo plazo mayor.

El mando directo, por el contrario, es muy efectivo a corto plazo. Ir dando instrucciones acerca de lo que hay que hacer para que el jugador acorte los caminos de resolución de problemas. El futbolista pensará menos, pero posiblemente, a corto plazo, llegará antes a soluciones medianamente efectivas. Por lo tanto, ese rendimiento en el tiempo más inmediato será superior.

Creo que los entrenadores cometemos el error de, en el uso de ambas técnicas, dar un mayor porcentaje al mando directo, llevando a cabo muchas más condiciones de entrenamiento más cercanas a la estrategia operativa que al hacer consciente al jugador de todas las posibilidades que tienen sus capacidades para con el juego. En ningún momento quiero desechar una u otra. Ambas son útiles. Y la estrategia operativa también sirve para adquirir bagaje y conocimiento. Pero en mi opinión la indagación lleva a los jugadores, en esta edad sensible al aprendizaje, a llegar a soluciones que sus capacidades le permitan en el juego. No se trata, como dibujaba Matute en una de sus conocidas viñetas, de dar las herramientas al jugador para que, a través de su propio pensamiento, piense igual que nosotros. Sino que le llevemos a descubrir sus propias respuestas ante problemas que se va a encontrar.

Empezaba diciendo en este apartado, que los entrenadores están dominados por el resultado en la mayoría de los casos. Por lo tanto, para conservar el puesto de trabajo, y no lo olvidemos tampoco, para conservar el EGO, buscamos estrategias que nos hagan obtener mayores resultados a corto plazo y obtener el reconocimiento que ello conlleva, ya que, si buscamos trabajar para el largo plazo y para el jugador, puede que no recojamos esos frutos. Además de que estaremos poniendo el foco en el jugador y no en nosotros.

Mi conclusión es que debemos utilizar todas las herramientas que tenemos disponibles. Por lo tanto, evidentemente que tenemos que utilizar ambos métodos. Cada persona es un mundo y parte de nuestra misión también es ir viendo qué necesita cada uno. Pero yo creo que deberíamos dar un mayor porcentaje a esa búsqueda de soluciones, a esa indagación del jugador. Que sea responsable de SU proceso ayudado por nosotros. Como dice Óscar Cano, el entrenador de fútbol base es un artesano. El artesano va trabajando cada pieza de forma individual y nunca hay una copia idéntica a otra. Hagámosles partícipes y no meros ejecutores.

  1. Revisión bibliográfica:

  • ANTÓN GARCÍA, JUAN A. (1998), Táctica grupal ofensiva: concepto, estructura y metodología, Editorial Gymnos, Barcelona.
  • Los métodos de enseñanza en Educación Física (nº11, noviembre 2010, Federación de Enseñanza de CC.OO de Andalucía).

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