Me llamo Saúl Vázquez Chas y cuando me preguntan siempre digo lo mismo, soy de San Tirso.
Mi pasión por el fútbol mucho tiene que ver por haber nacido en este lugar, ya que, mi casa está pegada al campo de fútbol de esta localidad, y mi padre fue un buen jugador, inevitablemente, surgió la fiebre del fútbol en mi.
Como entrenador, comencé a hacer mis primeras sesiones en este club, tanto ayudando a mis propios entrenadores como sustituyéndolos cuando faltaba alguno.
A nivel académico cuando estaba estudiando TSFAD comencé con los cursos de entrenador, y cuando entré en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF en la UDC) tenía muy claro a lo que me quería dedicar. Al Fútbol.
Con respecto a mi experiencia profesional previa a China, comencé como ayudante en el R.C.Deportivo de La Coruña S.A.D después de unas prácticas de mi nivel 1, allí, pasando por diferentes roles dentro del club (entrenador, observación y seguimiento de jugadores, clinics, campus…), seguí formándome como entrenador (nivel III). Esta etapa es fundamental, ya que, compaginé aprendizajes teóricos con prácticos, tuve la suerte de estar en el momento oportuno de mi vida, en el lugar que me permitía tener las mejores experiencias y pasar por todas las posiciones de un cuerpo técnico, sobre todo la de entrenador principal durante 4 temporadas fue un gran logro personal. Terminé INEF, un Máster de Preparación Física en Fútbol (RFEF) y un postgrado de Analista Táctico(UDC).
Durante estos años también realicé, a la vez, funciones de Coordinador de la escuela de Fútbol del Concello de Abegondo (San Tirso S.D) durante 3 temporadas y entrené al primer equipo durante 6 meses para terminar una temporada.
Salí del Deportivo en Junio de 2014, después de 8 temporadas, casi 9 años, ese mismo año fiché en U.D. Somozas como segundo entrenador y preparador físico en el primer año de la entidad en 2ª División B, a los mandos de Michel Alonso. Esto me acercó al fútbol profesional, nuevos retos, nuevos objetivos, nuevos aprendizajes. Cuando terminó la temporada y con el equipo salvado, decidimos no continuar en este club y así comenzó mi aventura China.
Después de 6 meses en casa esperando por el Visado (con múltiples problemas de todo tipo) llegué a mi destino de la mano de La Liga (con otros 39 entrenadores de toda España) el 4 de Mayo de 2016 por fin estaba en Miyun, Beijing. Miyun es un distrito de Beijing, ellos lo denominan aldea, pero es una ciudad de nada más y nada menos que 500 mil habitantes.
Lo de subirse a un avión bajarse y sentir que todo es diferente, que estás en otro mundo, fue lo que me pasó a mí, pensar que la globalización, que el inglés, que internet unen culturas… no es tan así como parece. Tanto a nivel personal como profesional el choque es brutal, las diferencias masivas y el día a día una auténtica aventura.
Mi función aquí es un poco diferente a lo que había desempeñado en etapas anteriores de mi carrera. Estoy en un colegio de primaria (Miyun Nº5 primary school) donde imparto la asignatura de fútbol. ¡Sí! Asignatura de fútbol. El gobierno chino instauró clases obligatorias de fútbol en los colegios con el fin de fidelizar a la población con este deporte y poder optar a jugar e incluso ganar la copa del mundo en algún momento (quieren organizar un mundial allí por el 2050). El estado está invirtiendo cantidades importantes de dinero en proyectos como el que La Liga lleva a cabo en China, con marcas deportivas, con empresas o con otras ligas europeas incluso sudamericanas, con el fin de crecer en el mundo del fútbol. La verdad, en medios no están escatimando.
Cuando llegué al colegio me explicaron rápidamente el funcionamiento. Lo primero ponerme un nombre chino, que, todavía hoy, casi 8 meses después, no soy capaz de pronunciar, menos mal que tuve una traductora que hablaba inglés (Kino, a la que le estoy muy agradecido) durante el primer mes, luego, aunque me ayudan los profesores de Educación física, estoy “solo ante el peligro”.
¿Cuál es ese peligro? Resumido: son clases de alrededor de 40 niños y 45 minutos de duración, donde normalmente tengo mitad de un campo de Fútbol 7 para trabajar y los estudiantes no entienden ni “papa” como es lógico, del inglés, castellano o gallego. Asi que, entre gestos, ejemplos, carreras de un lado a otro… me van entendiendo.
Es muy curioso que antes de “entregarme a los niños” los profesores realizan una especie de calentamiento militar, donde los ponen a todos en fila y a formar, todo muy dirigido, con silbato y voces altas. Uno de los estudiantes hace de líder de grupo, para que nadie se salga de la línea, al que todos sus compañeros respetan, y cuando esto termina me los mandan a “hacer fútbol”.
Es muy complicado que los profesores dejen de hacer eso y te dejen trabajar con los estudiantes desde el inicio, a pesar de las insistencias ellos no quieren, le llaman a ese proceso de calentamiento militar “disciplina deportiva”.
Recuerdo uno de los primeros días, cuando les dí un balón a cada niño y los repartí por todo el campo. Dos profesores no entendían porqué hacía eso, y preguntaban todo el rato que como iba a ser capaz de controlarlos y de enseñar así. Ellos estaban acostumbrados a, en esas filas interminables, darles un balón a cada uno y estar los 30 minutos restantes de la sesión (después del calentamiento) haciendo todos a la vez un movimiento de pisar el balón hacia delante y hacia atrás a toque de silbato sin más sentido.
Los líderes dan mucha importancia a la disciplina deportiva, por eso, gastan muchísimo tiempo en hacer una coreografía con los balones de fútbol por medio, ellos creen que eso es el fútbol, y que así van a mejorar, por eso aquí los cambios son lentos, y aunque tienen voluntad por aprender, tampoco quieren olvidar lo que ellos creen imprescindible.
Esto de la coreografía, es una tradición china, es más, aquí en el recreo de la mañana, todos los alumnos realizan la misma coreografía, colocados en filas de niños y de niñas intercaladas, e incluso bailan los profesores. Todas las mañanas excepto la del lunes, se iza la bandera China y todos mirándola y realizando el protocolario saludo, cantan el himno nacional. En cambio en el recreo de por las tardes, en grupos por clases, salen a correr después de formar todos juntos en el campo de fútbol con su profesor al lado.
Aquí viene otro de los datos curiosos, la indumentaria: aunque con el paso de los meses, explicaciones varias a los líderes y profesores y a base de insistir fueron cambiando hábitos, lo normal es que en verano me viniesen a clase con chancletas, zapatitos de tacón, tutús, vestidos de princesas etc. ahora suelen venir algo mejor, pero tampoco se escapan botas de montaña, vaqueros que impiden la movilidad o cosas así.
En mi caso, además de esto, por las tardes ayudo a entrenar al equipo del colegio. En mi colegio no existen equipos por edades, sin más eligen a los mejores niños y niñas desde grado 1 a grado 6, los dividen en equipo de niños y equipo de niñas y entrenan todas las tardes 2h, los sábados y domingos doble sesión: 1h por la mañana y 1 h por la tarde. Como anécdota, los niños vienen y van cuando ellos quieren, pueden llegar a mitad del entrenamiento, irse antes porque están cansados o simplemente no venir. Otro de los datos que confirma que la situación inicial ha mejorado, es que, ahora todos los niños del equipo tienen sus propias botas de fútbol de turf que les compró el colegio, así como un par de equipaciones deportivas que tanto valen para los entrenamientos como para los partidos.
Una de las diferencias enormes con España es que los niños no compiten cada semana. Aquí muy de vez en cuando jugamos algún partido contra los equipos de las otras escuelas de Miyun, o vamos a Beijing a algún torneo que puede durar entre 3 y 5 días.
Decir que lo habitual en estos torneos dista mucho de los que conocemos en España. Cuando se terminan los partidos los niños se cogen de la mano y van a saludar en fila a los rivales, árbitros, a los entrenadores contrarios y a todos los aficionados que están viendo el partido. Ganen o pierdan. Los niños van cambiados desde casa, no utilizan vestuario para nada, de hecho en la mayoría de los colegios o lugares a donde vamos ni los hay, las charlas se dan en una esquina del campo, los niños dejan sus pertenencias juntas en algún lado y simplemente van a jugar y vuelven a sus casas, tal y como salieron de ella.
Otra de las cosas curiosas de China es que tienen una vara de medir el peligro un tanto extraña, resulta que si llueve un poquito en verano, o en invierno los niños no pueden salir a jugar o a entrenar (llegan incluso a suspender torneos por llover 20 minutos) pero, si les toca un entrenamiento a las 12 de la mañana a 38 grados y 85% de humedad, eso no es peligroso.
Lo que comparto con ellos es suspender entrenamientos y clases al aire libre cuando hay nivel de contaminación muy alto, ya que, yo en mi vida había visto una niebla tan densa como la que produce la contaminación en Beijing.
Entrando ya en cosas más serias, La Liga nos proporcionó la herramienta, Kimet Sport, para que, a través de una metodología específica y tratando de modelarla a nuestras escuelas, nuestro número de alumnos y nuestras circunstancias específicas, pudiésemos tener una base común. Como ya supondréis con lo contado anteriormente, esto no fue tarea sencilla, pero algunos pasos fuimos avanzando.
A parte de impartir las clases y entrenar a los equipos de los colegios, realizamos otra función que para mí es la más productiva, formamos a profesores y entrenadores. De vez en cuando voy a algún instituto o colegio a dar charlas teórico-prácticas en la que profesores de la ciudad vienen a aprender sobre metodología, técnica, táctica o algún aspecto específico que me demandan antes. Cuando hago estas “charlas” una profesora de inglés de mi colegio se encarga de traducirme, le doy las ponencias unos días antes para que me las traduzca al chino, y se lea el contenido, luego en el campo entre ella y mi “pobre chino” vamos solucionando.
Otras veces vienen a mi colegio profesores de otros lugares a ver simplemente las sesiones, o se organiza un “día del fútbol” en el que durante toda la mañana se hacen actividades relacionadas con el fútbol, ejemplos de sesiones, las coreografías con las que los líderes y profesores de educación física están trabajando todo el año, o se hacen partidos entre los niños de nuestro colegio para que, los asistentes, vean las correcciones que se les dan. La pregunta más frecuente en estos actos es: ¿Por qué los niños españoles juegan tan bien y los chinos tan mal? Ellos piden recetas, creen que con que se les dé una tarea distinta a lo que ellos hacen mejorarán, no llevan muy bien eso de que se necesite un método y tiempo para la mejora. Pero eso ya es otra historia.
Como podéis leer mi trabajo es muy variado, uno de los problemas que me encuentro a diario es que los chinos nunca tienen plan, entonces la mayoría de los días no sé lo que voy a tener que hacer. Igual llego al colegio con 5 sesiones más un entrenamiento preparado, y me dicen que viene una televisión local a grabar como es un día normal en mi vida, que ese día no entrenamos, otro día que hay una exhibición de Kung Fu y tampoco se puede trabajar, o que los niños tienen exámenes y que me quede en la oficina. También quizá un domingo estás en casa de día libre y te llaman que vengas a un entrenamiento que falta el entrenador que tocaba. Aquí la palabra clave a repetirse a uno mismo es “PACIENCIA”.
Así como digo que nunca tienen un plan, también tengo que decir que los chinos con los que yo conviví son muy amigables, siempre ayudan y tienen buena voluntad tanto para aprender como para hacerte la vida más fácil. Si no es por esas personas que me cuidan en el día a día quizá mi experiencia pasaría de ser superpositiva a ser diferente (gracias He Zeyang por hacer mi vida más fácil y ayudarme en todo momento, eres mi “real brother”).
Como resumen, experiencia tanto personal como profesional brutal, el nivel de adaptación que alcancé en estos casi 8 meses y a punto de terminar esta primera experiencia, es impagable. Cuando te hacen esta oferta sientes miedo, creo que es normal, lejos de casa, de amigos, de la familia… China está muy lejos, pero yo animaría a todo el mundo que tenga una oportunidad así de aprovecharla, más si cabe, si La Liga de Fútbol Profesional te brinda esta opción y la seguridad con la que viajas es tanta.
Con respecto al fútbol en China, creo que, si siguen este camino, mejorarán su nivel. Eso si, pasito a pasito y con paciencia, los grandes cambios siempre comienzan por pequeñas cosas.
Creo que todas las anécdotas que aquí me sucedieron escribirían un buen capítulo de un libro, pero esto es otra cosa, asi que, alguna me la guardo, si alguien quiere saber más que me escriba, estaré encantado de contestar y resolver dudas que puedan surgir de estas palabras. Seguiremos disfrutando de la experiencia mientras podamos.
Muchas gracias a Fútbol de Banquillo por brindarme la oportunidad de expresar mis vivencias, espero que estas palabras transmitan la ilusión con la que estoy viviendo esta etapa de mi vida.
@SaulGhaw
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