Maleta y fútbol: Sebastian Álvarez en Alhucemas

Mi nombre es Sebastián Álvarez Álvarez, de Vélez, Málaga. Me considero un entrenador joven a mis 28 años ya que apenas llevo 5 años ejerciendo, empecé en el 2015 a entrenar. Actualmente ejerzo como Segundo entrenador en Chabab Rif Hoceima, de Marruecos, equipo que milita en la Botola 2 (Segunda división) por lo que es mi primer experiencia profesional. Vivo en la misma ciudad de Hoceima, un lugar muy turístico por sus playas, una ciudad peculiar porque fue una antigua Colonia española. De hecho, hay una isla española (donde hay una base militar española y le llega la comida en helicóptero desde España). Estoy muy a gusto porque es una ciudad tranquila en comparación con Rabat o Tánger, por ejemplo.

En el verano 2018 cogí la maleta y me fui a Madrid para hacer el curso de entrenador UEFA – PRO por la Federación Madrileña de fútbol y me aventuré para entrenar en Madrid. En la temporada 18/19 estuve en CDE Amistad Alcorcón donde entrené al Filial del club, y a tres equipos femeninos de la cantera, donde cosechamos varios títulos. En la temporada 19/20 fiché en el Atlético Club de Socios, en 1º Regional Madrileña, y a parte compaginé para entrenar a dos equipos de cantera en Leganés para subsistir económicamente en Madrid.

En diciembre 2019 me llega la oferta de Marruecos, un día después de que me despidieran, a través de Said Zecri, veterano entrenador natural de Tánger y con una larga trayectoria en Primera y Segunda división de Marruecos. Lo conocí en el curso UEFA – PRO e hicimos buena amistad y nos entendimos muy bien en las prácticas del curso. De hecho, ese verano viaje a Tánger a conocer a su familia. Me despidieron un domingo, el lunes me llamaron y el miércoles ya estaba trabajando en Marruecos.

Llegamos al Chabab Rif Hoceima, club humilde que la temporada pasada militaba en Primera (Botola Pro). Ahora está en Segunda división y en apuro, último en la tabla antes de nuestra llegada al club, viviendo una situación similar a la del Deportivo de la Coruña en España. Nuestra misión es salvar el equipo, para ello nada más llegar tenemos que manejar y cambiar muchas cosas. Mi rol es ser la mano derecha del míster, ayudar en los entrenamientos, planificación y empezar de cero en el apartado de análisis de rival, análisis propio, base de datos, charlas tácticas a los jugadores, etc. Nada más llegar, era muy importante aligerar la plantilla y mirar por la economía del club. Tuvimos que dar la baja a jugadores con fichas muy altas y la difícil misión de sustituirlos con fichajes de jugadores más baratos y con óptimo rendimiento. En este tiempo han debutado muchos jugadores jóvenes del filial en liga, incluso como titulares.

Los medios del club son muy buenos, un buen estadio dónde también entrenamos, todo tipo de material deportivo, no falta ningún detalle. Eso sí, en lo que tecnologías se refiere como GPS, cámaras, base de datos, programas etc, no podemos contar con ello. De hecho, para el apartado de análisis, al que le doy mucha importancia como entrenador, no podemos contratar programas o plataformas como INSTAT SPORT O WYSCOUT ya que no llegan a la Segunda división de Marruecos las versiones que se puede permitir económicamente el club. Por lo que me estoy desdoblando en este trabajo, a veces con vídeos en mal estado, mal grabados, incluso descargados de los resúmenes de clubes que cuelgan en YouTube.

Como es lógico, hay que adaptar los entrenamientos, viajes y convocatorias a la cultura, religión y costumbres de aquí. Es muy importante respetar las horas para rezar o no entrenar muy temprano por la mañana. En el primer partido me chocó que se les citara a los jugadores en el estadio 2 horas y un poco más antes del partido, y es que cada jugador y otros compañeros de cuerpo técnico tienen sus propios rituales rituales previos al partido.

El segundo partido, que jugamos fuera, fue de locos. Un viaje de unos 600 km. en autobús por unas carreteras en no muy buen estado… horas y horas de viaje. Me sorprende la pericia del conductor por esos acantilados y a esa velocidad. No podemos viajar en avión a todos los desplazamientos porque no todas las ciudades de Segunda tienen aeropuerto. Esto nos lleva a planificar los viajes de concentración varios días antes del partido para así fraccionar los kilómetros y conocer bien a los jugadores y fomentar más la cohesión de equipo.

Hasta el momento, llevamos 4 partidos de liga: un empate, una derrota y dos victorias y ahora en el parón, lejos de relajarnos y dar muchas vacaciones, hemos decidido hacer una mini pre-temporada para ver a los jóvenes, los nuevos, jugadores a prueba y trabajar tácticamente y físicamente las carencias del equipo jugando 4 partidos donde hemos conseguido cuatro victorias. Trabajando incluso a doble sesión, algo nuevo para muchos incluso hasta para mi, eso sí, con sus descansos pertinentes tras los días de más carga física.

Hay muchas diferencias del fútbol modesto que he vivido hasta hace nada en España, al fútbol profesional. Desde la remuneración hasta los medios a nuestra disposición, nivel futbolístico, predisposición de los jugadores sobre todo entrenar por la mañana… (venía de entrenar por las noches en Madrid a 1 ºC terminando a las 23:00). La afición también es algo diferente. Mucha afición muy pasional, cantando mucho con coreografías y protestando también mucho, pasan del amor al odio en apenas 5 minutos. El despliegue policial en cada partido es mucho más grande que incluso en Primera División española. La policía escolta al autobús hasta la llegada del estadio, por ejemplo. Otra diferencia entre mi experiencia en Madrid y ahora aquí, en Marruecos, y relacionado con las condiciones. En Madrid llegué a vivir en pésimas condiciones para poder entrenar, mientras en Hoceima dispongo de unas condiciones que me permiten tener un óptimo nivel de vida en mi propia casa.

El día a día aquí es fácil y muy ilusionante en lo profesional, incluso siendo un idioma tan difícil y diferente. Planificamos, entrenamos a continuación, trabajo en mi casa en el ordenador y vuelta a empezar de nuevo cada día. Pero en lo personal es un poco más difícil, no solo por el idioma. A la hora de relacionarte, aquí cada uno tiene su familia y amigos, mientras mi familia, amigos y novia viven en España por lo que los echo mucho de menos. Así que muchas veces me encuentro solo, incluso aburrido. Y estudiar árabe es realmente complicado.

Muchas gracias Sebastian!

@SebatianDani19

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