Maleta y fútbol: Sara Vázquez Aldrey en Perpignan

Foto para FB 5Me llamo Sara Vázquez Aldrey, soy natural de Portas (Pontevedra) y tengo 21 años. Soy entrenadora de Nivel UEFA A, para los que vais con la nomenclatura anterior sería Nivel ll, aunque actualmente estoy cursando el Nivel UEFA PRO. En septiembre del año pasado recibí una beca erasmus otorgada por la Fundación de la Real Federación Española de Fútbol, para ir a entrenar a un equipo francés durante 3 meses. Una experiencia que viví con muchas ganas, que disfruté de cada instante, que marcó mi vida personal y de entrenadora, en la que cada día me acosté aprendiendo algo nuevo y una experiencia única, irrepetible e inolvidable.

Partí de casa el 5 de noviembre del 2015 con destino Perpignan, una ciudad al sur de Francia a tan solo 200 km de Barcelona, donde empezaba una nueva etapa de mi vida, un reto personal ya que nunca estuviera tanto tiempo lejos de los míos, no sabía nada de francés y tampoco sabía cómo era el fútbol en este país. Con las pilas cargadas, tres maletas de ropa y una gran maleta vacía para traerla llena de conocimientos a la vuelta, llegué a mi nueva residencia durante 92 días. Viernes, primer día completo que estaba en mi nuevo país, primer día en el que me comunicaría con el club del que formaría parte durante mi estancia en Francia. Sin saber nada de nada de francés y temblando de los pies a la cabeza, me puse dirección al campo de fútbol para presentarme en francés, o mejor dicho en un idioma que sólo entendía yo, a mi nuevo presidente y a mis nuevos compañeros, para presentarme al CANET C.F. Pero vamos a lo importante de mi experiencia, a descubrir lo que pude observar en todos esos días de entrenamientos, partidos y algún que otro día libre que tuve, que también me lo merecía (jejeje).

Son muchas las cosas que me sorprendieron que ya no sé por dónde empezar a contar, espero que no se me quede nada atrás y compartir con todos vosotros mi experiencia por campos internacionales. Lo primero que os voy a contar es las diferencias de la figura del entrenador en Francia en comparación con Galicia o conmigo en particular (jejeje). En este país el entrenador es una persona muy importante en el club, una persona que sólo  se dedica a transmitir y enseñar los aspectos técnico-tácticos del fútbol y los valores de compañerismo y respecto hacia todas las personas que forman este deporte. En cuanto a la formación de los entrenadores, en Francia hay que hacer 5 niveles para poder ser entrenador en 1ª División, pero además cuando te estás formando para entrenar en el fútbol base no sólo llega con pasar unos exámenes prácticos y teóricos de las diferentes asignaturas, aquí también asisten diferentes personas del Distrito de Fútbol a valorar y observar tu actitud en los entrenamientos, a puntuar como realizas los entrenamientos a lo largo de la temporada.

El árbitro, esa persona que en los campos gallegos solo escucha insultos, faltas de respecto, agresiones físicas y psíquicas, esa persona tan valiente que se encarga en un partido de juzgar que se cumplan las reglas del juego. En Francia es una persona respectada, valorada y se puede llegar a decir que hasta querida por todas las personas que van a presenciar un partido de fútbol (entrenadores, jugadores, afición, medios de comunicación…), una persona que, se confunda o no, nunca recibe una mala palabra, sólo escucha críticas constructivas para seguir mejorando en su profesión. Los clubs facilitan todo lo que pueden al árbitro, llegando al punto de poner a dos personas, en las categorías base y hasta 1ª regional de amateur, como linieres para que le ayuden con los fuera de juego, los saque de esquina… En el fútbol 7 normalmente es un niño de cada equipo el que hace de linier, esto lo hacen con el objetivo de que los niños poco a poco vayan familiarizándose y aprendiendo el reglamento del fútbol, a partir de alevines son dos personas designadas por el club las que hacen esta función.

Por otro lado, los campos de fútbol o los terrenos de juego que yo pude visitar y en los que realicé entrenamientos o vi partidos, disputados por diferentes equipos, todos tenían algo en común que me llamó mucho la atención desde el primer día que lo observé. Todos los campos están vallados alrededor, pero no como aquí con la grada dentro y el muro que hace el cierre. No, vallados a tan sólo dos metros de distancia de la línea que marca el terreno de juego, la grada se encuentra por detrás de esta valla. Esto lo que hace es que sólo permite estar en el interior de la valla, dentro del terreno de juego, al cuerpo técnico, a los jugadores y a la asistencia médica. Los aficionados, medios de comunicación y demás tienen que permanecer por fuera de la valla, por la seguridad de los deportistas.

La metodología de trabajo que utilizaban en el club que yo trabajé era diferente a lo que nosotros trabajamos aquí normalmente. Lo primero, diferencia es que los entrenamientos para el fútbol base están compuestos por ejercicios que el Distrito de la Federación envía a cada club a principio de temporada, los entrenadores lo único que hacen es ir variando esos ejercicios poco a poco a lo largo de la temporada con pequeñas modificaciones. Por otro lado, en el club preparan a los futbolistas para pasar las pruebas del centro de tecnificación, os explico esto, en Francia hay 9 centros de tecnificación y cada centro solo coge a 16 jugadores por temporada. Para poder entrar en estos centros hay que pasar unas pruebas. Todos los clubs trabajan y plantean objetivos para conseguir mandar algún jugador a estos centros, porque de ahí salen la mayoría de los jugadores de las selecciones franceses y para los equipos de alto nivel como el Paris Saint-German, Monaco, Olympique Lyon… o para otros equipos de diferentes países.

La educación deportiva que tienen los niños, entrenadores, padres, jugadores, árbitros en este país nos lleva mil años luz a la que nosotros tenemos en España. Algo tan simple como cuando llegan los jugadores al campo de fútbol para entrenar o jugar un partido y se saludan todos dándose la mano entre ellos y al entrenador, un gesto que aquí no vemos en ningún campo. Por otro lado, allí ningún padre se queda a presenciar el entrenamiento sentado en la grada custodiando al entrenador o dándole órdenes a su hijo, en los entrenamientos solo están presentes en el campo de fútbol los jugadores, los entrenadores y alguna persona de la directiva del club. O también la cordialidad que existe entre los entrenadores y  los padres de los jugadores, allí nunca verás a un padre dándole quejas a un entrenador porque los entrenadores son personas que al finalizar el entrenamiento recogen el material y se van, no esperan a que vengan a buscar a los niños por lo que no tienen comunicación con los padres, una persona del club espera con ellos y escucha los problemas de los padres cuando existen.

Además de entrenar con el Club Canet también realicé diferentes actividades con el Distrito de Fútbol de Los Pirineos Orientales Franceses. Realicé entrenamientos con la Selección Femenina de Los Pirineos Orientales de diferentes categorías, eventos de animación para los más pequeños y acudí a diferentes charlas informativas para entrenadores sobre temas relacionados con el fútbol. En esta ciudad de Francia el fútbol no es el deporte principal, no es el deporte que más niños practican porque el rugby es el protagonista en las instalaciones deportivas, por ese motivo el Distrito realiza muchas actividades de promoción en el fútbol. Actividades que relacionan el fútbol con animaciones para que los niños y no tan niños asistan, actividades para involucrar el fútbol femenino como charlas con grandes jugadoras, entrenamientos continuos…

Foto para FBPor último y perdón por ser tan pesada pero cuando me pongo a escribir y más sobre esta aventura no se parar (jajaja), mi día a día en tierras francesas es muy diferente al que vivo por tierras gallegas, por el simple hecho de que los horarios eran totalmente diferentes, aún después de 3 meses allí sigo sin ser capaz de acostumbrarme a comer a las 12:30h y cenar a las 19:00h. Por las mañanas, normalmente las tenía libres, las aprovechaba para pasear y estudiar un poquillo de francés y del curso de entrenadora. Las tardes eran completamente de fútbol, de lunes a viernes tenía entrenamiento todos los días, dos con la escuela del equipo y tres con diferentes categorías, entrenamientos que empezaban a las 14:30h y terminaban a las 17:30h. Pero no sólo realicé entrenamientos, sino que también asistí a análisis de partidos de las categorías U-19 Liga Excelente (nuestra Juvenil División de Honor) y U-16 Liga División (nuestra Cadete Liga Gallega), pudiendo realizar ahora al final algún análisis de partido yo sola con mi francés chapuceiro (jejeje). También participé algún día en el análisis del rival para poder ver como lo hacían allí, para poder integrarme con los métodos que utilizan y conocer diferentes plataformas de tecnología, que allí van un poquito más avanzados que nosotros (jejeje). Y así eran mis días de trabajo franceses, los fines de semana eran de partidos y estar en casa relajada y desconectar un poco del balón de fútbol, el terreno de juego y de los niños y no tan niños que tenía toda una semana con ellos.

En resumen, esta experiencia me valió para formarme como persona, para aprender y ver otra forma de trabajo en el fútbol y, sobre todo, para llenar mucho la mochila de los conocimientos. Un aventura que todo el mundo debería vivir para poder conocerse a sí mismo y ver de verdad las capacidades que tenemos. Esto es una etapa en la vida que no olvidaré más y una etapa en la que estuve de vacaciones permanentes 3 meses, como decía mi familia (jejeje). Creo que si me preguntaran si quiero volver, respondo que sólo necesito horas para hacer la maleta. Entrenar en Francia es una nueva meta que me propongo en mi camino como entrenadora.

Muchas gracias por dejarme contaros y transmitir mi pequeña aventura por Perpignan, por hacer que me conozcan un poquito más todos vuestros lectores y simplemente muchas gracias por acordaros de mi Fútbol de Banquillo. Un saludo para todos y a darle muchas patadas al balón!

Firmado: Mister Sarillo

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